Draco Malfoy suspiró mientras abordaba el Expreso Hogwarts. Comenzaría su quinto año en Hogwarts.

― ¡Hey Draco! ―exclamó una voz. Draco volteó y observó a un joven de tez morena sonriéndole

― Blaise ―saludó Malfoy tranquilamente ― ¿Qué tal tu verano? ―preguntó

― Lo de siempre, nada interesante ―le restó importancia ― ¿El tuyo amigo? ―preguntó el moreno

― Aburrido, lo único interesante fue la visita de los Gallagher ―respondió el rubio

― En pocas palabras la visita de April ―dijo Zabini en tono burlón provocando el sonrojo del rubio

― ¡Cállate! ―exclamó avergonzado ― Mejor me iré al vagón de los prefectos, como sabrás mi querido Zabini soy el prefecto de Slytherin ―mostró con orgullo la insignia que estaba en su túnica de Slytherin

― Te caerás de culo cuando sepas quien es el otro prefecto o mejor dicho prefecta ―sonrió de manera pícara dejando a la vista su brillante dentadura

Malfoy iba a responder pero una voz femenina habló antes que él.

― ¡Malfoy espera! ―exclamó una joven de cabello color azabache, piel pálida como la nieve y de una estatura un poco más baja que la promedio.

Draco volteó y la vio parada allí, aquella joven que lo volvía completamente loco desde hacía mucho tiempo pero era demasiado cobarde para decirlo.

― Hola Gallagher ―la saludó ― ¿En qué puedo ayudarte? ―preguntó

― Hola y hola Blaise ―los saludó cortésmente ― Verás yo soy prefecta de Slytherin como tú, y como sabrás tenemos que reunirnos con los prefectos de las demás casas en el vagón de los prefectos y no sé dónde es ―explicó de manera rápida haciendo que Blaise frunza el ceño confundido ― ¿Puedo ir contigo? ―preguntó luego de liberar el aire que contenían sus pulmones

― Claro ―respondió el rubio sonriendo ladinamente ― Creo que ya deberíamos estar allí, nos vemos luego Zabini ―dijo Malfoy comenzando a caminar

― Nos vemos en un rato Blaise ―se despidió April con una sonrisa

Draco sentía que su corazón latía a una velocidad frenética y que su nerviosismo estaba a flor de piel. Se sentía estúpido y se maldecía internamente por eso, no podía dar esa impresión siendo Draco Malfoy, él no se tenía que mostrar nervioso.

― ¿Qué tal tu verano? ―el rubio de Slytherin rompió el incómodo silencio que había entre ellos

― Nada interesante, lo de siempre ―respondió mientras se encogía de hombros ― ¿El tuyo? ―preguntó

― Igual que tú ―suspiró

Malfoy iba a seguir hablando pero alguien lo interrumpió provocando la ira del rubio.

― ¡April! ―exclamó el mejor amigo de ésta, Harry Potter

― Hola Harry ―sonrió amablemente provocando los celos de Malfoy ― ¡Me enteré lo de tu audiencia! ―exclamó ―Me alegra tanto que no te hayan expulsado tonto ―abrazó a su mejor amigo provocando que Malfoy se pusiera rojo de la rabia

― No te desharás tan fácil de mí ―bromeó ― Quería saber si querías venir a mi compartimiento, tengo que contarte algunas cosas ―le propuso con una sonrisa

― Me encantaría Harry pero tengo que ir al vagón de prefectos, me han nombrado prefecta de Slytherin ―se lamentó April rechazando la propuesta de su amigo de Gryffindor

― No te preocupes, nos veremos en Hogwarts y te contaré allí ―le restó importancia mientras le apretaba levemente su mejilla izquierda

― Nos vemos en Hogwarts ―se despidió April y comenzó a caminar

― ¿Eres la novia de Potter? ―preguntó bruscamente Malfoy tratando de evitar que sus celos lo cieguen por completo

― ¿Desde cuándo te interesa mi vida privada? ―preguntó la adolescente con una ceja enarcada

― Por algo pregunto ¿No crees? ―dijo

― Dame un buen motivo y te responderé ―dijo April de forma fría

― «Porque me encantas y odio verte con el estúpido de San Potter» ―pensó pero eso no se lo diría ni con la poción de la verdad ― Quieres un motivo te lo daré ―dijo de esa forma arrogante ― Que pensarán tus padres cuando se enteren que su hija es la novia del niño que sobrevivió, la persona que acabó con su amo y qué pensará él al saber que la hija de unos de sus mortífagos más fieles es la novia de Potter y no pongas esa cara porque ambos sabemos perfectamente que Potter no está loco como El Profeta quiere que creamos y que dice la verdad, el Señor Tenebroso ha vuelto ―finalizó su excusa provocando que April se pusiera más pálida si era posible.

― Harry es mi mejor amigo ―respondió seca ―Ahora vamos al vagón de los prefectos ―dijo sin mirarlo

Siguieron caminando en un incómodo silencio rumbo al vagón de los prefectos.