Capítulo 40

Harry sintió como una punzada de dolor se apropiaba de su pecho, jamás se imaginaría que April temiera de él, una de las personas que jamás le harían daño.

- Iré a buscar ayuda -murmuró Theo antes de escabullirse por la salida del baño

- Apri, déjame explicarte -dijo un Harry suplicante

April no lo escuchó y se puso a la altura de Draco que gimoteaba por el dolor.

- Tranquilízate estarás bien -murmuró April - ¿Qué hechizo le lanzaste Potter? - preguntó molesta

-Apri...

- ¡Responde! -interrumpió

- Sectusempra -respondió

- ¿Sabías en qué consistía ese hechizo? -preguntó

- No, yo lo leí del libro de pociones que tomé prestado -respondió

- ¡¿Cómo se te ocurre lanzar un hechizo sin saber de qué trata Harry?! -exclamó furiosa

- ¡Lo siento pero fue lo primero que se me vino a la mente! -exclamó desesperado - Él iba a lanzarme un Crucio, perdóname te lo pido por favor - suplicó

- A mí no tienes que pedirme disculpas Harry, debes pedírselas a Draco

Theo entró con Snape al baño que empujó a Harry y se situó al lado de April. El jefe de Slytherin agitó su varita sobre las heridas del rubio mientras murmuraba un conjuro, las heridas iban disminuyendo y la hemorragia había desaparecido por completo.

- Debes ir a la enfermería, puede que te queden cicatrices pero si tomas rápido el díctamo hasta te salvas de eso -dijo Snape - April, Theodore lleven a Draco a la enfermería y expliquen lo que pasó; yo tengo que hablar con el señor Potter -la voz de Snape era más fría que un glaciar

Theo se acercó y junto a April levantaron a Draco del mojado suelo y salieron de la enfermería lentamente.

- Todavía no puedo creer como pude perderme la pelea del siglo del hurón y el rayito por el amor de la enana -se quejó Blaise

- ¡Blaise! -exclamó April

- Te la perdiste por ser un glotón -dijo Theo - Si sigues comiendo te convertirás en el clon de Goyle

- Cierto que te gusta que sea flaco, solo por ti mi TheThe mantendré mi silueta de deportista -bromeó el moreno

- Deja de decir tonterías -murmuró Theo sonrojado

Los tres amigos entraron a la enfermería y se dirigieron hacia la cama en la cual descansaba Draco.

- ¡Mi amado hurón albino! -exclamó Blaise - ¿Cómo amaneció el rubio de mis sueños? -preguntó

- Un poco mejor, gracias -respondió

- ¿Te duele algo? -preguntó Theo

- Me duele un poco el pecho pero creo que pasará pronto -respondió

- Me alegra que estés mejor -dijo April

- Gracias -clavó su gris mirada en la Slytherin - Cuando lo veas a tu noviecito dile que no le saldrá barato lo que me hizo -dijo

- Basta Draco -lo regañó Theo

- Él está arrepentido si es lo que querías oír -masculló April

- Lo que quería oír era que lo dejaste por lo que me hizo - dijo el rubio

- ¿Por qué tendría que haberlo dejado? -preguntó - Si él no me ha engañado, puede que en el momento estuve molesta con Harry pero lo que ocurrió fue un accidente -dijo

- Casi muero por culpa de San Potter y tú lo defiendes -masculló de mal humor - Vete de aquí no quiero verte, tú y el idiota de Potter me dan asco -dijo con cara de asco

- Draco... - Theo intentaba calmar el ambiente

- ¡Eres un estúpido! -exclamó April - Y con mucho gusto me iré -se dio la vuelta y comenzó a dirigirse hacia la salida

- ¡Vete a revolcar con el idiota ese! -exclamó

- ¡Por supuesto que lo haré! -elevó el tono de voz - Es mucho mejor que tú y la tiene más grande -dijo antes de marcharse

- Justo en el ego -murmuró Blaise y Theo lo golpeó

Si Draco antes estaba celoso y molesto, ahora lo estaba el doble.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top