Notas del autor:

Sé que por la temática que se maneja en esta historia, muchas personas no quieren comentar o votar, pero me gustaría saber sus opiniones en los comentarios ya que a mi me gusta leer sus opiniones y también ideas, incluso teorías de que va a pasar en los capitulos, con esto dicho.

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Recapitulando en sus memorias. D-16 había encontrado la respuesta a su pregunta de hace unos días.

Ya recordaba con exactitud cómo es que se había convertido en el cuidador de Orion desde hace ya un tiempo. No era muy diferente a lo que había pasado.

Fue en uno de esos malos días en los qué Orion tenía muchos errores.

Sentinel no paraba de señalarlo diciendo qué él era todo lo que un minero no debía ser.

La situación escaló a tal grado que Orion rompió en llanto en mitad de una actividad. Todos lo miraban extrañados, pero su compañero y fiel amigo D-16 corrió a socorrerlo, pidiéndole un tiempo fuera a todo su equipo yéndose con Orion a un espacio seguro.

—Orion, ¿Qué pasa?

—No puedo...

Balbuceaba mientras lloraba el de casco azul. D-16 realmente quería entenderle, pero sus sollozos le impedían hablar con claridad.

—Necesito un abrazo ...

El de casco negro entendió perfectamente esas palabras y no dudó ni un segundo en abrazar a su amigo.

—Orion...

Los sollozos se fueron apagando poco a poco... Y Orion se acurrucó en el hombro de D-16 sintiéndose mejor.

—Gracias...

El de ópticos anaranjados sonrió aliviado  dando palmaditas en la espalda de Orion.

—Yo cuidaré tú espalda si tú cuidas la mía, ¿Recuerdas?

Orion soltó una risita asintiendo y se separó del abrazo.

—Yo ah... Ya me siento mejor...

—Genial, entonces... ¿Ya regresamos?

—... Ah... Tú... Adelántate...

—¿Estás seguro? ¿No necesitas algo más?

—No, estaré bien, solo necesito... Un momento a solas

—Oh, está bien, estaré esperándote...

Orion volvió a asentir, y D-16 se dió la vuelta, rumbo a dónde sus compañeros... Pero el sonido de la puerta metálica de los casilleros lo hizo voltear para preguntarle a su amigo si buscaba algo en especial.

—Orion, ¿Necesitas...?

Sus opticos se hicieron pequeños al ver a Orion sacando un peluche y un Pacifier de su casillero. Decorado con stickers de Megatronus Prime por fuera, pero lleno de stickers adorables por dentro.

Orion también cruzó miradas con él y ambos quedaron helados.

¿Que se supone que debían  decir?

—... Puedo explicarlo...

Murmuró el de azul.

—... No hace falta...

Exclamó el platino.

Pero... Su curiosidad pudo más, acercándose de nuevo a su compañero.

No sentía morbo, sentía confusión.

Orion estaba asustado y nervioso. No quería perder a su único amigo por un secreto así. Cerró sus ojos con fuerza al ver al contrario acercarse a él, esperando cualquier acción negativa contra él; un comentario, un golpe, un escupitajo incluso.

Grande fue su sorpresa al sentir a D-16 tomar su pacifier y levantar su mentón con cuidado.

—Veamos...

D-16 colocó el chupón en la boca de Orion sin más. Dejando estupefacto a su amigo.

El cybertroniano de opticos anaranjados solo soltó una risita mientras acariciaba la mejilla de su amigo. Quien ante la acción se avergonzó desviando la mirada.

¿Acaso su mejor amigo se estaba burlando de él?

D-16 notó este sentimiento a través de la mirada de Orion. Por lo que finalmente comentó:

—Te ves muy adorable así...

Orion levantó la mirada para comprobar que realmente había escuchado bien.

D-16 besó su frente y Orion lo abrazó nuevamente.

Ambos amigos quedaron abrazados un buen rato en ese momento. Después podrían hablar con tranquilidad el asunto. Pero mientras, la prioridad de D-16 era calmar a su amigo.

Jamás le haría algo malo, ni tenía derecho a juzgarlo por desahogarse de esa manera. Estaba dispuesto a entender por que Orion actuaba de esa manera...

Y terminó adoptando de forma metafórica y literal a su mejor amigo.

—Te adoro. Orion.