MCCREE

- Este oneshot contiene Lemon. Si no te gusta este género, abstente a leerlo.

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El sol empezaba a ocultarse, todos los agentes de Overwatch platicaban después de una buena partida de eliminación, Hanzo y McCree hablaban de los planes que les aguardaba el resto de la semana.

-Oye, Hanzo, se de un buen bar en Numbani, ¿Te parece si vamos?

-Lo siento McCree, tengo planes, y no pienso cancelarlos-dijo mientras acomodaba su arco y el vaquero gruñía.

-Vamos, ¿Qué es tan importante?

-Tengo una reunión en Hanamura, y necesito que vayan, todos-dijo el arquero hasta que el McCree capto la idea.

-Entiendo, es de esas "fiestas" que les obligan a hacer

-Si, ahora vete a dormir, tenemos que estar temprano.-finalizo con molestia el japonés.

Al día siguiente, cuando llegaron a Hanamura, ya estaba atardeciendo, justo a tiempo, entraron al castillo, el arquero asigno las habitaciones dejando que todos se alistaran, McCree pensaba en no salir, pero Hanzo le dispararía una flecha entre ceja y ceja, y prefería seguir con vida. Con molestia se coloco un traje negro, con camisa negra y corbata vino, suspiro al verse, tenia que quitarse el sombrero, lo dejo en una mesa de noche y se sentó esperando la hora llegara.

Genji toco a su puerta, diciéndole que ya podían salir, todos se reunieron, la gente hablaba con ellos cálidamente, en Hanamura siempre fueron mejor recibidos que en otros países, McCree noto que Hanzo entraba con una chica tomada de su brazo, eso le confundió un poco, Genji noto su curiosidad y rio ligeramente.

-Los trajimos para darles una sorpresa, no te precipites-dijo el Ciborg acercándose a donde su hermano, McCree quería ver el rostro de esa mujer, ¿Hanzo se iba a comprometer? Solo pensarlo quería carcajearse nadie soportaría el orgullo del japonés tanto tiempo.

Todos se reunieron al centro de la sala, hubo un silencio, Hanzo empezó a hablar hasta que un nombre femenino llamo la atención de los agentes, y les detuvo el corazón.

-El fin de esta fiesta, es presentarles, a mi hermana menor, Shizuka Shimada, la mas pequeña de los 3

-¿Hermana?-pensó McCree mientras esa mujer con la que venia entrando Hanzo se acercaba al japonés, sus ojos eran ligeramente verdes, no perdían el toque chocolate que tenían los de sus hermanos, y su larga cabellera azabache atada en una coleta alta.

-Wow, es demasiado bella ¿Sera su hermana de sangre?-dijo Sombra mientras los demás aguantaban la risa, era cierto, a comparación de los hermanos, ella se veía mucho mejor ni siquiera se parecían un poco.

La fiesta prosiguió, y el blanco de McCree, era esa hermosa joven, como siempre, un don juan, a cada lado que iban siempre terminaba con una o mas chicas a sus pies, y esta no seria la excepción, la quería para el.

Hanzo la acerco a sus compañeros, era bastante mas baja que los demás, solo era mas alta que Torbjorn, les sonrió con calidez, se integro rápidamente a los agentes, hasta que Hanzo noto las miraditas de McCree hacia la chica. No iba a permitir que su hermana saliera con ese molesto vaquero y le rompiera el corazón , como era su costumbre.

La noche finalizo y McCree al fin pudo tener un momento a solas con la chica, salieron a los jardines mientras hablaban, de como eran Hanzo y Genji en el "trabajo".

-Entonces, ¿Eres buen amigo de Hanzo?-dijo la chica con una voz cálida.

-Asi es, soy su...

-No entiendo porque me dijo que me mantuviera alejada de ti.-dijo la chica pensativa recargándose en una banca sonriéndole al vaquero que se quedo con la cara de sorpresa. ¿Hanzo le dijo eso?, ya entendía.

-Sabe que podríamos ser algo, solo se siente celoso, cariño.

-Si sobre todo el, le conozco agente McCree, mi hermano siempre habla de usted, pensaba que ustedes tenían...algo, pero con un par de historias de que usted es un mujeriego, me queda claro el porque.-directo en el orgullo.

-Eso dolió querida-dijo algo sorprendido. Hanzo la había advertido, iba a ser difícil lograr encantarla, y como no, mientras mas rudas y difíciles se ponían, mas le agradaban, podría decirse que incluso le excitaba pensar en que esa chica parecía un angelito, y podría ser toda una diablesa.

-Bien si, he sido asi muchas veces, ¿Te molesta?

-Para nada, solo, no pienses que caeré en tu jueguito.-esta se levanto de la banca y golpeo con su coleta azabache el rostro del vaquero, que solo quedo mas embobado con ella viendo como se alejaba.

-Me he sacado la lotería-dijo riendo prendiendo un puro.

Al día siguiente, Hanzo y la chica estaban hablando, tenia unas ropas muy parecidas a las de su hermano, solo que dejaba a la vista su brazo derecho, y cubría su pecho con un par de vendajes, ella no tenia un tatuaje al parecer, solo había uno en su cuello con forma de flor.

McCree los miraba con curiosidad, Genji se acerco y se fueron a la parte trasera del castillo, había un par de dianas, Hanzo le ayudaba con el arco, no sabia porque pero se sentía deleitado de ver a la chica tan atenta ante las sugerencias de su hermano. Se acerco a ver que hacían sentándose detrás de ellos

-¿Pasa algo señor McCree?-dijo la chica soltando la cuerda dejando que la flecha se clavara directo en el centro del blanco.

-Na, solo quiero ver como practican.-dijo calmado mientras la chica lo volteaba a ver, McCree se limitaba a verlo, la joven sintió sus mejillas arder, sentir la mirada de McCree en su espalda la ponía nerviosa ¿Le gustaba el vaquero?

Estos siguieron sin problema, Hanzo y Genji salieron un momento dejándolos solos, el mayor de los hermanos confiaba en que su hermana no se metería con el vaquero. O eso pensaba.

-¿Por qué no te agrado lindura?-dijo el vaquero tomándola de los hombros por detrás, sobresaltándola, estaban en uno de los jardines del castillo

-Por tu actitud, vaquero-dijo con firmeza soltándose de el y caminando dentro del castillo, una sonrisa burlona se formo en la cara de McCree.

-Oh vamos, ¿Enserio? ¿No te gusto ni un poco?-dijo siguiéndola, la chica trataba de ignorarlo.

-No me gustas, entiéndelo Jesse McCree-dijo harta mientras el vaquero suspiraba y se quedaba un momento pensando, no le gustaba usar esa frase, pero casi siempre funcionaba.

-Oh vamos, ¿No quieres intentarlo?

-¿Qué te hace creer que intentaría tener una relación contigo?

-No soy bueno, ni malo, pero definitivamente no soy feo, ¿Qué otra razón quieres?

Las mejillas de la chica se tornaron rojas, agradecía estar de espaldas del vaquero, en eso tenia razón el vaquero, no era feo, a su gusto, era atractivo y le llamaba la atención, pero las advertencias de su hermano la hacían pensar de McCree lo peor.

-¿Acaso te comió la lengua el ratón, gatita?-Cuando reacciono, McCree la abrazaba de la cintura, pegándola a su pecho, sus mejillas se coloraron mas al sentir el trabajado abdomen del vaquero.

-McCree...-dijo la chica, sus piernas temblorosas en cualquier momento le iban a fallar e iba a caer, deseaba que no la soltara.

-Sabes siempre digo algo como esto y espero se te grabe en tu hermosa cabecita dulzura, Donde pongo el ojo, pongo la bala-se quito el puro de la boca, dándole un feroz beso en los labios, la soltó y salió de ahí con una sonrisa bien marcada.

-¡Eres un estúpido!-grito mientras el se iba, las mejillas de la chica seguían teñidas de rojo, con delicadeza llevo donde sus dedos a sus labios y los acaricio, le había gustado el contacto de los labios de McCree, no iba a negarlo, la tenia loca, pero quería irse con cuidado, no quería salir lastimada.

Pasaron alrededor de dos semanas, ella y McCree empezaron a dedicarse miradas con cierto deseo, en especial McCree, la chica lograba ser discreta, ya que ese deseo solo era evidente para McCree, a los 4 días de haberse conocido, él y la chica empezaron a tener encuentros nocturnos en los jardines del castillo, eran encuentros cariñosos, hablaban, se conocían mas, sin tener la mirada de Hanzo sobre ellos.

Era el 4 día de la tercera semana que compartían juntos, estaban en los jardines, sentados bajo un árbol de cerezos, McCree la abrazaba mientras esta se acurrucaba en su pecho, hacia un ligero frio, bastante cómodo para esos dos.

-Asi que... ¿no me darás una oportunidad?

-Jesse, ya hablamos de eso, si Hanzo se entera...

-Oye, lo que el quiere es que no te lastime...

-¿Y lo harás?-McCree se quedo callado, parecía que con eso le había respondido, la chica se levanto dispuesta a irse, pero el vaquero la jalo con delicadeza, poniéndola encima de el. Sus ojos se encontraron con una extraña conexión, la piel de la joven se erizo al sentir los labios de McCree subiendo por su cuello, iba a separarse, pero el vaquero le tomo las manos, obligándola rendirse, suspiraba de placer al sentir los labios de McCree en su cuello.

-No me...has contestado-jadeo la chica mientras el castaño llevaba una de sus manos a las piernas de la chica y la ponía contra el tronco del árbol.

-¿Crees que te lastimare? Y si lo hago, lo vas a gozar.-dijo con un tono sensual y ronco, excitando a la mas joven.

-Eres un...

-Te quiero para mi, no te voy a dejar-esta vez las palabras le salieron del corazón, siempre le decía eso a las chicas que le agradaban solo para un acoston y ya, pero ella, Shizuka era diferente. Los ojos de la chica se cristalizaron y aprisiono en sus brazos el cuello del vaquero.

-Entonces...deja que yo me encargue-susurro algo apenada, McCree no iba a dejarla sola si debían darle cara a Hanzo.

-Oigan, ¿deberían ser mas discretos si no quieren tener una flecha en la frente?-la voz robótica de Genji los obligo a separarse de un salto, el ciborg rio ligeramente mirándolos desde arriba del árbol.

-¡Genji!

-Calma hermanita, no le diré nada a Hanzo, me gusta como se ven-dijo Genji tranquilamente sentándose junto a los 2 enamorados que solo desviaron la mirada, McCree se quejo, Genji le había dado un buen golpe en la cabeza. La joven no pudo evitar reír.

-ahora ¿Cómo le dirán a Hanzo?-dijo Genji mientras McCree se sobaba la cabeza.

-no creo que sea bueno decirle todavía- dijo la chica algo nerviosa rascando su nuca.

-vayan pensando que decirle, trataré de apoyarlos, y...no hagan eso aquí, al menos no ahora- dijo Genji entrando al castillo mientras la mas joven se ponía roja como un tomate.

-anda ve a dormir, mañana hablaremos de esto-dijo McCree besándole la mejilla para después entrar a sus respectivas habitaciones.

Al día siguiente, todos estaban hablando en uno de los jardines del castillo, se sentaron en circulo, hablando, hasta que Reaper noto que McCree estaba muy tranquilo y no tenia a ninguna chica derramando miel por el.

-Milagro que no andas detrás de nadie McCree-dijo el ex mercenario mientras todos lo volteaban a ver, por un momento el y la joven sintieron que iban a ser descubiertos por todos, y enfrente de su hermano.

-No he encontrado la victima perfecta-dijo el vaquero mientras 76 reía ligeramente.

-no se tu pero yo le creo, sabe que si anda detrás de Shizuka, Hanzo le mete una flecha en media frente-todos empezaron a reír mientras McCree les seguía el juego riendo y miraba a la chica, que estaba mas pálida por los nervios.

-Ya saben, "donde pongo el ojo, pongo la bala"-la chica sintió un cosquilleo en el abdomen, había entendido esa referencia, era ella su "conquista".

Luego de la incomoda platica que tuvieron todos, Hanzo y los demás iban a salir a un festival, Shizuka puso de excusa su pálida cara de la tarde como que se sentía mal, McCree había ido con ellos.

La chica había entrado a las aguas termales que estaban algo escondidas por el castillo, se relajaba cuando escucho unos pasos que lograron ponerla nerviosa.

-¿Pasa algo cariño?- sintió el frio del metal tocarle uno de sus hombros, y como un par de labios le besaban el otro, iba a desmayarse a media agua termal por esos besos.

-Sal de aquí McCree, si los demás llegan te van a matar-dijo apenada mientras este reía.

-Bien, te espero afuera-dijo en su oído para luego salir, la mas joven se hundió en las aguas, cubriendo su cara con ambas manos. Salió secando su cabello, con un vestido blanco que usaba para dormir, McCree la esperaba afuera como había dicho, las mejillas de la chica se volvieron a teñir de rojo, no entendía porque ese hombre tan arrogante y orgulloso la volvía loca.

-Ya vine-dijo calmadamente, McCree se volvió para verla, por un momento creyó que era otra, pero reconocía esos ojos donde fuera, su cabello suelto y ese vestido que dejaba a la vista sus hombros, la hacían ver mas hermosa.

-No te ves mal preciosa-dijo el vaquero, acercándola a su pecho, se quedaron asi abrazados por un largo momento.

-Entremos, empiezo a tener frio-dijo la mas joven, mientras McCree la cargaba en brazos entrando al castillo, había un silencio único, sentían calma y aparentemente, algo de romanticismo entre ellos.

McCree se limito a dejar a la chica en el pasillo de las habitaciones, como le había dicho Genji, debían ser discretos, cuando estaba dispuesto a ir a su habitación, sintió un tirón de la chica en su poncho, la volteo a ver, esta tenia la cabeza gacha, con las mejillas rojas ¿Acaso?

-¿Pasa algo?

-Yo...-su voz temblaba, McCree noto un extraño jugueteo de la chica con su vestido, lo entendió de inmediato, una sonrisa se marco en sus labios, se quito el sombrero y levanto el rostro de su amada, o como dirían los demás, "de su victima" con dos dedos en su mentón mirándola fijamente a los ojos.

-¿Estas segura de lo que piensas?

-Si es contigo...si-dijo apenada, eso le dio luz verde al vaquero, como si su vida dependiese de ello, se abalanzo contra la chica, estampándose los dos contra la pared del pasillo, obligo a la chica a levantar el cuello, empezó a besar y lamer cada zona, arrancando sensuales suspiros de los labios de su chica.

Cuando las mordidas del vaquero se tornaron ansiosas, la chica le puso un alto, estaba mas roja, tomo la mano del castaño y entraron corriendo a su habitación. Estabas en problemas McCree, si los encontraban, iba a morir a manos de su mejor amigo.

La chica aseguro la puerta, el castaño se acerco por su espalda, movió su cabello y se dedico a dejar tiernos besos en su nuca. La mas joven se volteo y lo abrazo por el cuello, ambos fundiéndose en un beso apasionado y lleno de deseo. Poco a poco, el castaño empezó a retroceder, sentándose en la orilla de la cama, separaron sus labios un momento, se miraron y sonrieron. Volvieron a unir sus labios, con torpes movimientos, la chica logro despojar al moreno de su camisa, recorrió con sus dedos cada centímetro de piel que podía.

Por otro lado, McCree había metido sus manos bajo el vestido de la joven, acariciando su espalda, lo deseaban mas que nada, podría decirse que iba a ser solo un acoston para McCree, pero aunque quisiera creerlo asi, iba a hacer el amor por primera vez.

Sus pulmones aclamaban por aire, rompieron el beso lentamente, agitados mirándose a los ojos, la chica se alejo un poco de McCree, dándole la espalda, lo primero que el moreno pensó es que la joven se había arrepentido, no iba a obligarla, suspiro y cerro los ojos llevando una de sus manos a su cabeza recogiendo su cabello, al abrirlos, se topo con la chica, desnuda frente a el, esto iba enserio, si seguía no iba a parar.

-No lo volveré a preguntar preciosa ¿Estas segura?

-Si-dijo calmadamente, eso basto para el castaño, la jalo hacia el, los besos que antes eran tiernos, se volvieron fogosos llenos de deseo, se devoraban mutuamente.

La habitación se lleno de jadeos y leves quejidos, la chica estaba sobre McCree quien guiaba con sus manos la cadera la mas joven, las embestidas que hacia para darle placer empezaron a volverse mas frenéticas y fuertes, haciendo que esta gritara ligeramente. El vaquero no dejaba de morder y besar cada parte que podía del cuerpo de la joven de cabellera azabache, dejando uno que otro ligero chupetón, notable pero nada marcado.

-McCree harás que nos...escuchen.

-Calma, aun no...llegan. Si es necesario, yo daré la cara por ti- se sentó y la beso con una pasión desenfrenada y única para los dos, un par de estocadas mas bastaron para que los dos llegaran al clímax.

La chica se dejo caer en el pecho del moreno, ambos agitados, se envolvieron en las sabanas sin soltarse, mas entrada la madrugada, McCree ya había salido de la habitación, justo unos minutos antes de que todos llegaran.

Al día siguiente, McCree y Hanzo estaban hablando y todos los miraban de lejos, parecía mas que estaban peleando y hablaban en voz baja, las reacciones de Hanzo los delataban, llevaba ambas manos a la cabeza y luego se cubría el rostro.

-¿paso algo?- todos voltearon asustados y trataron de sacar a Shizuka de ahí pero Hanzo logro escucharla.

-¡Shizuka! ¡Ven acá!

-Esto no suena bien-dijo Genji, los dos hermanos se acercaron a Hanzo, quien apretaba su arco, parecía que era lo único que lo hacia no dispararle a McCree que sonreía con algo de nerviosismo.

-¿Tu y McCree son algo serio?-dijo Hanzo molesto mientras la chica miraba a McCree.

-¿No te basta que venga a darte la cara Hanzo?

-Conociéndote, no

-Touché.

-Si Hanzo, yo y Mccree...somos algo serio, Novios si...

-Pareja-dijo McCree abrazándola por la espalda, Hanzo iba a preparar su flecha hasta que oyó una risita de su hermana.

-Bien, pareja.

-¿Qué le viste a este idiota?

-"No es bueno, ni malo pero definitivamente no es feo"-dijo la chica, Hanzo suspiro, se dio por vencido, le dedico una mirada de odio a McCree.

-Solo te advierto, Jesse, si le haces algo, por mas insignificante que sea, estas muerto.

-Cálmate, ¿que crees que pudiera hacerle?-dijo calmadamente hasta que por mero placer de joder, Genji se acerco y movió el cabello de Shizuka.

-¿Estos "moretones" te bastan hermano?-las chicas se llevaron las manos a la boca y los dos amantes palidecieron. Como diría Reaper "que empiece la masacre".

-Jesse...te daré 2 segundos para...-McCree ya estaba corriendo mientras Shizuka y Reaper trataban de calmar al molesto dragón del viento Sur.

-Te dije que no era buena idea-dijo la chica mientras McCree se quejaba, al final Hanzo lo había alcanzado y dado una muy buena paliza, tenia el ojo un poco inflamado y un par de moretones en la zona de la costilla, sin mencionar que Mercy le había curado una herida de flecha en la espalda.

-Ya paso pequeña, ahora solo estamos tu y yo-dijo el vaquero mientras la joven se limitaba a acercarse y besarlo con la típica fogosidad que se tenían un poco guardada.

-Eres un idiota.-dijo la mas joven una vez cortaron el beso dedicándose una sonrisa burlona.

-Pero soy tu idiota, y tu hombre- finalizo el vaquero para quedarse ahí acostados y abrazados.


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