[Destiny] Los Insomnes Del Mal (3)

Apenas amanecio la chica se levanto, detrás de ella estaba el Capitan, aparentemente dormido. Se levanto y salio de la nave, acomodando su capa. Escucho pasos pesados detrás de ella, era el capitán.

—¿A donde vas?

—A la ciudad, por mas eter. Quédate aquí, si vas te mataran.—El capitán gruño con disgusto y pego su casco a su cabeza a forma de amenaza, escuchaba los ligeros ronroneos que hacia tras la mascara.

—Cuidado.

Se sintio rara, tanta calidez de un capitán la hizo tambalearse un poco. Cuando se dirigía a la ciudad noto una silueta conocida acercándose a máxima velocidad. Ese guardian.

—Entra a la nave, ya.—esta lo empujo cuando escucho un disparo. Se volvio y el capitán saco sus espadas de choque. —Saviks, hazme caso y entra.

El capitán se coloco frente a ella, mientras arremetía contra el guardian, escucho como su cuerpo caia en la nieve. La albina jalo de la capa al caido y lo metio a la nave. El guardian se levanto, jadeante y la miro, fijamente.

—¡Por un carajo!  Te dije que te cuidaras.

—Estoy bien, solo hago mi trabajo. Andal—dijo molesta mientras el guardian jadeaba.

—¿Dónde esta el caido?

—Dejalo, es parte de mi misión.

—¿Qué?

La albina escucho un grasneo, y el castaño miro directamente al cuervo. Esta bajo la mirada y tomo el cuchillo de su pierna, ¿si la descubria la mataria? ¿Tendria el corazón para matarlo? Mordio su labio y cuando iba a abalanzarse escucho denuevo al cuervo grasnar y como un disparo resonaba en la zona. Se volvio a ver al cuervo y noto que estaba en el suelo, con las alas hechando chispas.

—Eres del arrecife, impresionante—sonrio guardando su arma y mirandola fijamente— ¿Por qué no dijiste nada?

—Mi “líder” me vigila mediante esos cuervos. Crei que si decía algo me matarían.

—Bueno, tenemos un punto en común, tu buscas caidos al igual que yo.—dijo el humano acariciando su cabellera albina. Iba a morirse si seguía.

—Si bueno, no creo que sea mi deber decirlo pero, los caidos planean tomar al viajero. Un ataque, pero no se cuando.

—¿Por qué nos ayudan?

—Mi reina esta interesaba en la actividad de los Lobos,cerca del arrecife, y viendo eso sospecho que algo pasaba aquí. Me mando a averiguar y ese capitán me va a ayudar, pero necesito eter, o morira antes de que llegue al arrecife.

—Bien, te acompaño, se de alguien que tiene Eter suficiente. Pero antes, ¿volveras?

—Lo dudo, este no es mi hogar, y tengo una misión con mi reina y su hermano.

El humano acaricio su rostro, el estaba cálido y ella estaba helada, el contacto fue lo que necesitaba y de forma inconciente busco mas de ese contacto. Desde que lo vio sintio algo, y más ahora que estaba aquí ofreciéndole su ayuda. Las mano libre del cazador tomo su cadera y la obligo a mirarlo.

—No me dijiste tu nombre real.—murmuro mientras se acercaba mas a ella. Un suspiro salio de ella al sentir su calida respiración en ella.

—Nyx

—Te queda, andando.—dijo el humano tomándola de la mano y caminando a la ciudad. Estaba avergonzada.

Mientras caminaba, notaba miradas curiosas de varios civiles e incluso de alguno que otro guardian. Llevaba una pequeña mochila con el eter suficiente y con unas cuantas provisiones para ella. Estaba dispuesta a irse cuando dos cazadores se acercaron a ellos.

—Hey, no presentas—dijo el exo mirandola fijamente. Fruncio ligeramente el ceño mientras metia las manos bajo su capa.

—Es una amiga, la conocí hace poco. No siempre debo presentarte a mis amistades Cayde.

—Es linda, no te interesaría…

—No me agradas—dijo de forma cortante, tal y como llegaba a hablar con Sov. El exo retrocedio sorprendido mientras el humano reia.

—La primera Cayde.

—No te burles. Todas me desean. Tevis encontró información de Taniks y la vanguardia te busca.—dijo el exo mientras la chica bajaba la mirada.

—Ire en cuanto pueda.—el cambio de su voz asusto un poco a la albina que apretaba mas sus ropas. Se sentia observada, ¿Mando mas cuervos? Miro a todos lados y lo único que miraba eran palomas.

Andal bajo la mirada y la noto, nerviosa. Paso su brazo por su cadera, llamando su atención. La albina reacciono y lo miro de reojo. Una sonrisa suave salio de Andal.

—¿tienes que irte?

—Siento que me observan, mas de lo que deberian.

—No hay cuervos aquí, relájate. Solo quiero pedirte un favor antes de irte.

—¿Si?

—Dile a tu reina que me tienen de aliado, solo a mi. Estoy buscando a Taniks, y me interesa saber un poco mas. Talvez puedan ayudarme.

—No lo se Andal. Se suponía no debería tener contacto con ustedes y…

—Solo dile eso. Y antes de que te vayas, me alegro tanto conocerte. Si solo pudieras volver.—murmuro acercándose denuevo a ella. Presionándola contra su pecho.

—Andal…

—Si algo pasa, házmelo saber. Ire al arrecife a ayudarte si se me permite.—La albina cerro los ojos y se recargo en su pecho, estaba ablandándose, el humano estaba siendo demasiado amable con ella. Sintio un peso ligero en sus hombros y como el humano besaba su frente. —Por lo menos, recuerdame.

La albina rio suavemente y con cuidado retiro su capa maltrecha y se la coloco a el. El humano la acompaño a donde estaba su nave y de lejos diviso varios cuervos. Por lo que se detuvo.

—Hay muchos, supongo que es el adios.

—Andal, ten cuidado. No eres inmortal si algo le pasa a tu espectro…

—Siempre lo tengo en cuenta. Nyx, cuando puedas hacerme saber algo de los caidos dimelo.—Esta saco de su bolsillo un pequeño comunicador. Estaba temblando.

—Ten, asi podras contactarme, tal vez tu espectro pueda enlazarlos.

Mientras el espectro analizaba el dispositivo, Andal acariciaba su cabello albino. El ambiente entre los dos era mucho más que profesional o amistoso. Era ligeramente amoroso, dulce y cálido. Una vez el espectro termino, el humano se inclino y beso sus labios. La albina se coloro mientras correspondia poco a poco a ese contacto. Fue lento, como deseando que ese momento no se acabara nunca. Las manos del cazador apretaron su caderas contra el, y ella simplemente jadeo.

—Cualquier cosa, ire por ti.

—Estare bien. Me preocupas mas tu. Hasta entonces.—Volvieron a besarse, el humano bajo a su cuello dejando un chupetón, que obligo a la albina a jadear y apretarse contra el.

Apenas subio a su nave se cubrió con la capa del humano. Una sonrisa leve salio de ella, el caido estaba callado detrás de ella. Se volvio y le sonrio. El camino fue callado, pero a ratos hablaba con el. Compartio información sobre Taniks, información que no dudo en darle a Andal. Cuando llegaron al arrecife, esta detuvo al Capitan.

—Espera aquí, necesito hablar con mi Reina, o te mataran.—Esta bajo e inmediatamente otras guardias apuntaron, al lado de Sov habia un cuervo. Mierda la habían visto.

—Creo que un huésped viene en tu nave—dijo Uldren bastante molesto, y mas al notar la capa desconocida en sus hombros.

—Es un aliado, Majestad. Prometo que no intentara nada—dijo con calma y poniéndose firme.

Uldren hizo un gesto y las guardias bajaron sus armas. El capitán salio y siguió a su compañera insomne. Llegaron a la sala del trono donde su hermano y la reina los esperaban. Mara se levanto, bastante sorprendida de lo que veía. Un baron de la casa de los demonios, siguiendo de forma amistosa a la guardia.

—Majestad, entre a la casa de los demonios, y este Capitan se ofrecio a ayudarnos.

—Primero debe jurarme lealtad—dijo la albina mientras la guardia temblaba, cuando se volvio el capitán la miraba fijamente. Hablo en Eliksni, una frase que apenas entendia. Se agacho y miro a la reina fijamente como esperando.

—Mi lealtad, esa con usted, usted es mi Kell—pronuncio con dificultad mientras la reina sonreía.

—Muy bien, otro caido se unió a nuestras filas, hace poco. Variks, el escriba de Skolas.  ¿Sabes que significa?

—Casa del juicio, es pequeña, y se divide en todas las casas, son los intermediarios. El debe saber de su Kell, y mucho.—finalizo el capitán.

—Llevenlo con Variks. Y tu, buen trabajo.

—Majestad, yo… tengo algo mas—dijo nerviosa jugando con sus dedos detrás de su espalda, para que la capa cubriera su nerviosismo.

—¿Qué pasa?

—Tuve contacto con un guardian, esta cazando a varios caidos y me ofrecio una alianza, por lo que pude entender es uno de los lideres de Vanguardia,—dijo con firmeza, pero por dentro estaba temblando ¿Matarian a Andal?

—Perfecto, una alianza con la torre. Hiciste buen trabajo. Ve a cambiarte, mi hermano te espera.—finalizo con alegría la reina mientras salia de ahí, y el capitán era llevado con Variks. La albina suspiro con calma y se dirigio a su habitacion. Estaba cambiando la armadura por su traje. Miro la capa que andal le habia dado y su corazón se volvio loco, una ligera sonrisa salio de ella. Automáticamente nego y guardo la capa. Acomodo su uniforme y se dirigio a donde estaba Uldren. Estaba ocupado como siempre, con sus cuervos.

Se colocó en él sitio de siempre, cruzo sus brazos tras su espalda y miro un punto fijo en la habitación. Él silencio y el ambiente del lugar eran extraños, no se sentia cómoda e incluso sentia una horrible presión en sus hombros.

—Nyx… —La voz del príncipe de insomnes la saco de sus pensamientos e inmediatamente se volvió a su superior bajando la mirada.

—Si majestad?

—Estoy molesto… muy molesto.—El insomne se enderezo y la miro de reojo, sus ojos miel brillaban tan intensamiente que parecían de fuego.

—Hay algo que pueda hacer?

—Eres la razón de mi molestia esta vez… creí que habían sido claro contigo, no tenias que tener contacto con los guardianes. Aunque mi hermana lo acepte, para mi es… una falla grave… no puedo asesinarte porque, le sirve a mi hermana… pero… si puedo castigarte.—Con delicadeza tomo él menton de la albina entre sus dedos, era una dulzura que le inspiraba miedo.

La piel de la chica se erizo y miro los dedos de su superior en su piel. Los guantes negros y los dedos firmes la estaban poniéndo de nervios. 

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