Cuarenta y ocho.
JiMin
Entré a la cafetería, le había dicho a Yuni que la esperaría aquí. No estaba tan llena, pero en una de las mesas que estaba a unos metros de mi, pude ver a Bae y no estaba sola, había un chico sentado frente a ella. Caminé, pasando junto a ellos.
–Quiero saber si te gustaría salir en una cita conmigo.
Me detuve sin poder evitarlo al escuchar lo que le había dicho el chico.
–Me pareces una chica muy linda y quiero conocerte mejor.
Ėl la miraba sonriente, esperando una respuesta, y yo tuve que obligarme a seguir caminando para no ser tan evidente de que estaba escuchando su conversación.
Casualmente NamJoon estaba sentado a unas cuantas mesas más hacia el fondo, estaba con su laptop y su bandeja de comida a un lado. Caminé hasta él y me dejé caer bruscamente en la silla a su lado.
–¿Por qué miraste al chico que está con Cassie como si lo quisieras matar? –Preguntó.
–Ese idiota la estaba invitando a salir. –Pronuncié, entre dientes con la vista fija en donde ellos estaban, aunque no podía verlos bien. Pero después me di cuenta de lo que había dicho y mi tono, así que miré hacia Nam que tenía una ceja arqueada y soltó una risa.
–JiMin, ¿hasta cuando vas a seguir fingiendo que no la sigues amando?
Suspiré, tocándome el puente de la nariz.
–Yo debo olvidarla.
–"Debes" –hizo comillas con los dedos– pero no puedes y creo que tampoco quieres –no pude refutarle a eso porque muy en el fondo yo sabía que él tenía razón– mira, entiendo que quieras mantener tu orgullo y toda la cosa, pero la realidad es que sigues loco por ella.
–Hyung, lo que ella me hizo... –Me callé y negué con la cabeza, apoyando mis brazos sobre la mesa.
–Ya te pidió disculpas y te dio sus razones, tu la perdonaste además... Creo que deberían hablar. Ella también la está pasando mal aunque no quiera darlo a demostrar porque ya sabemos como es. ¿Crees que es normal que la mayoría del tiempo use lentes oscuros?
No, no es normal.
La imagen de ella llorando en el supermercado vino a mi mente, tuve que aguantarme el no acercarme a abrazarla.
Yo era consciente de que Bae estaba mal, pero yo aún me sentía muy dolido. Aunque NamJoon tenía razón, ponía todo de mi para no dirigirle la mirada cuando estaba cerca pero fallaba muchas veces.
Cuando llegó aquel día al bar y la vi, mi mundo se sacudió. Regresó luciendo más hermosa que antes si es que eso era posible. Su cabello ahora teñido que le quedaba demasiado bien, bueno, a mi parecer todo lo quedaba estupendo. Su piel levemente más bronceada. Seguía teniendo la misma actitud segura al caminar que cautivaba a muchos y sobretodo a mi. Por más que quisiera negarlo ella aún me tenía a sus pies, no dejaba de pensar en ella y nunca dejé de hacerlo, realmente.
No sabía que hacer, mis sentimientos seguían intactos pero aún no podía olvidar el día que se fue.
–Solo digo que no pierdan más el tiempo –agregó– ambos se quieren y quieren estar juntos.
Me quedé pensando en sus palabras y él volvió la atención a su laptop.
Después de unos minutos Nam se fue porque tenía otra clase. Yuni llegó al rato y me estaba contando algo a lo cual no le estaba prestando nada de atención porque en mi mente solo estaba la imagen de Bae y aquél chico, mis ojos iban a su mesa a cada tanto. ¿De que estarían hablando? ¿Ella acaso aceptó la invitación? Creo que lo hizo porque sino ya se hubiese ido, la conocía.
–¡JiMin!
Me sobresalté y miré a Yuni, ella volteó hacia donde yo estaba viendo antes y giró de nuevo con su ceño fruncido.
–Pareces un jodido psicópata –bufó– ya sé que lo que estoy contándote no es tan interesante para ti como que Acassia esté hablando con otro pero, ¿al menos podrías mirarme y fingir que te importa lo que digo?
Suspiré y tomé sus manos por encima de la mesa.
–Lo siento. Puedes continuar, si te prestaré atención.
Ella rodó los ojos y continuó con lo que me estaba contando acerca de un proyecto que tenía pensado hacer para una clase. Yo trataba de escucharla y mantener mis ojos en ella.
Vi que Bae y el chico se levantaron de la mesa y salieron de la cafetería.
–Si aceptó a salir con él, es que era obvio. –Murmuré.
–¡Park JiMin! –Yuni volvió a llamar mi atención.
–Lo siento, lo siento.
–Hablaremos después –Dijo, mientras se levantaba recogiendo sus cosas. Estaba molesta.
–Yuni...
Se alejó sin dirigirme ni una mirada y también salió de la cafetería. Me pase ambas manos por el cabello llevándolo hacia atrás, me sentí molesto conmigo mismo porque no era capaz de concentrarme en otra cosa si Bae se encontraba cerca.
El resto de las horas que pasé en la universidad intenté hacer que Yuni me hablara, enviándole mensajes, pero no respondió. Decidí no molestarla más hasta que se le pasara el enojo.
Llegué a casa y JiHwan estaba en la cocina merendando mientras jugaba con el nintendo.
–¿Cómo te fue en la escuela, Ji? –Le revolví el cabello pasando a su lado, para abrir el refrigerador y tomar una lata de refresco.
–Bien, más tarde haré la tarea.
Me senté frente a él en la isla.
–Deberías hacerla ahora y después jugar –me fijé en el nintendo– ¿Ese es mi nintendo?
Él dejó el aparato a un lado para mirarme.
–Si, es que no consigo el mío.
–No volveré a comprarte otro y no vas a perder el mío. –Dije, seriamente y me alcé para agarrar mi nintendo switch.
–Pero...-
–Es el segundo que pierdes, Ji, las cosas cuestan, muchos niños quisieran tener lo que tu tienes. Deberías ser más cuidadoso.
–Lo siento, hyung –habló cabizbajo– voy a seguir buscándolo.
–Está bien, debiste haberlo dejado por ahí tirado dile a algunas de las chicas que te ayude a buscarlo. –Dije, sacando mi celular del bolsillo el cual vibró en señal de que me habían llegado varios mensajes.
–Hyung.
–¿Si?
Lo miré y parecía querer contarme algo pero a la vez estaba dudando si hacerlo.
–Hablé con Cassie noona.
Aquello me tomó desprevenido y dejé el teléfono a un lado para centrar toda mi atención en él.
–¿Cuando?
–Anoche, yo... le pedí a YoonGi hyung que la llamara cuando me fue a buscar a la práctica, ya que dejé mi celular aquí. ¿Por qué no me dijiste que había vuelto?
–¿Él te lo dijo?
–No, yo los escuché hablar sobre eso y lo siento –se apresuró a decir– no lo hice con intención. ¿Por qué no lo dijiste? –Preguntó de nuevo.
–Ji, la situación es complicada –suspiré– ¿de qué hablaron?
–Solo quise saludarla, le dije que la había extrañado y le reclamé por no haber estado en mi cumpleaños.
Ji había cumplido doce años hace un mes exactamente, no quiso una fiesta solo que lo llevara a un parque de diversiones, otro nintendo el cual había perdido de nuevo y estar con sus amigos con los cuales había vuelto a juntarse. No mencionó para nada a SungJun pero era obvio que a pesar de como sucedieron las cosas, igual le hacía falta.
–Me pidió disculpas –continuó– y le dije que quiero verla, a ella y a EunBi noona. No entiendo por qué no han venido y Cassie no me quiso explicar.
No me gustaba tener que hablar de esto con él.
–Ji, ella y yo no estamos juntos ahora, la puedes ver pero no aquí.
–¿Por qué no lo están? ¿Es por qué se fue? Yo la perdoné, porque la quiero.
–No es algo que pueda hablar contigo ¿si? Son temas de adultos.
–Pero yo quiero saber –insistió– tú la amas ¿no? ¿Por qué no pueden estar juntos? ¿Por qué no puedes perdonarla como yo lo hice?
–Ve a hacer la tarea –abrió la boca para decir algo pero me le adelanté– no lo repetiré.
Terminó por levantarse con una clara expresión de molestia y salió de la cocina, pensé en si debería explicarle mejor pero en eso sonó el timbre así que fui a abrir. Podría ser alguno de los chicos, ya que seguridad no dio aviso de nadie extraño.
No esperé encontrarme a EunBi, ella hizo una reverencia leve.
–JiMin, sé que quizás no quieras verme aquí pero necesito hablar contigo.
–No tengo nada en tu contra, Bi –sonreí– pasa, hablemos en el jardín.
Pareció aliviada y asintió, me hice a un lado para que pasara y ambos entramos a la cocina para salir por la puerta corrediza llegando así hasta el jardín. Nos sentamos en los sillones.
–Me alegra verte bien. –Comenté. Ella sonrió.
–Gracias.
–¿Y... de que quieres hablar? –Inquirí, aunque ya me hacía una idea. Al parecer hoy todo conspiraba en torno a Bae.
–Creo que tengo responsabilidad en lo que pasó entre mi hermana y tú –suspiró con pesar– y es conveniente que me disculpe... De verdad lo siento, te juro que mi intención nunca fue separarlos.
–Créeme que no tienes que disculparte por nada, ella actuó como una hermana lo haría, lo que hizo después solo es responsabilidad suya.
Hizo una mueca, pasándose una mano por el cabello.
–Ella sufrió, JiMin... Cuando llegamos a Brasil fue como si hubiese caído en un agujero, no hablaba, se negaba a comer, era como un cuerpo sin vida y... nunca imaginé ver a mi hermana así, no sabes lo difícil que fue –se le quebró la voz y yo respiré profundamente porque me afectaba escuchar lo que ella decía– Siempre tuve una imagen de ella de que era mucho más fuerte que yo, mi tía y yo estábamos muy preocupadas hasta que decidimos ir con una psicóloga. Cassie al fin pudo contarme lo que en realidad pasó el día en que me secuestraron y no sólo eso sino lo que ella tuvo que soportar por años luego de la muerte de papá, debo admitir que en esas dos ocasiones yo siempre intuí que había algo que ella me ocultaba pero no insistí, supongo que no quería escuchar la realidad de las cosas porque siempre fui una chica tonta e ingenua que prefería ver solo lo bueno en las personas y de todo a su alrededor, sigo culpándome ¿sabes? De que ella haya sufrido tanto y aún así velaba por mi y yo nunca lo hice por ella, soy una pésima hermana –me miró con sus ojos brillantes por las lágrimas– Lo siento, terminé desahogándome contigo. –Bajó la mirada de forma avergonzada.
–No te preocupes –tomé su mano entre las mías– Bi, no está mal que quieras ver lo bueno en las personas pero debes ser consciente que existe la maldad también, lo has comprobado. Y no eres mala hermana, tu también cuidas de Bae aunque no lo veas de esa manera.
Yo fui testigo muchas veces del vínculo que tienen, ambas se cuidan mutuamente. Bi lo estaba haciendo justo ahora.
–Ella es increíble, por eso no me gusta verla mal. No te estoy diciendo todo esto para forzarte a hacer algo, yo comprendo lo que sientes, sólo quise venir a disculparme.
–Descuida, pero necesito algo de tiempo para pensar y aclarar mis ideas ¿entiendes? De todas maneras aprecio que hayas venido a hablar conmigo.
Asintió pasándose el dorso de la mano por los ojos, recomponiéndose.
–Quería hablarte desde antes pero JungKook dijo que no debía meterme y Cassie no sabe que estoy aquí, si se entera me mata. –Sonrió divertida, y yo la imité sin tantas ganas.
EunBi se fue un rato después, no sin antes saludar a Ji quien se emocionó al verla al igual que ésta, le preguntó por Bae y ella le dijo que podía buscarlo un día para llevarlo a su casa para que la viera. Ji me dio una mirada de total molestia, él quería estuviésemos juntos pero no sabía las razones por las que me mantenía alejado y tendría que explicárselo.
Después que Bi se fue me quedé pensando en el día que Bae y yo hablamos, si era sincero me dolió mas a mi, que a ella, el haberle hablado de la manera en que lo hice. Pero yo quería que entendiera lo que sentí todos esos meses en los que no estuvo, dejé salir todo lo que me guardé durante ese tiempo. Ella no me dio detalles de lo sucedido cuando hablamos porque yo no quise escucharla más, pero me dolió el corazón cuando EunBi mencionó lo mal que la pasó.
Bae había sufrido mucho durante toda su vida.
Me preguntaba si ya habrá superado por completo lo que hizo HoSeok, realmente me alegraba verla ser la chica de siempre al menos en lo externo, porque internamente ya no era la misma.
Aquella noche me quedé en la oficina por horas, solo dándole vueltas a lo que ella había dicho y admito que lloré un poco, a pesar del enojo que sentí al tenerla frente a mi, también luché con las ganas de besarla y abrazarla. NamJoon entró porque la había visto salir y me desahogué con él, le conté lo que hablamos y lo que yo sentía en el momento. Yuni estuvo molesta conmigo porque la dejé sola, además el gesto que tuve con ella cuando Bae estuvo delante de nosotros, teniendo en cuenta nuestra situación, no fue lo mejor y tuve que disculparme varias veces para que me hablara de nuevo, hasta le regalé chocolates.
Justo ahora muchas cosas me pasaban por la mente. Yo seguía amando a Bae pero una vocecita en mi cabeza, me decía que no podía volver con ella porque me había lastimado mucho, que no podía volver a confiar. Pero otra decía que mi lugar era a su lado, que no importaba lo que había pasado, que si estaba con ella entonces todo sería mejor.
Mi mente y mi corazón estaban en una batalla, y no estaba seguro cual resultaría ser el ganador.
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¿Qué hará JiMin?^^
Quiero hacer extras de esta historia, pero comenten que tal les parece.
Espero les haya gustado, gracias por leer💜
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