16: "¡No es una cita!"
Nunca me había detenido a pensar en que posiblemente toda la situación con Jihyo fue una cadena de eventos que nos llevó a encontrarnos; todo estaba cuidadosamente diseñado para unirnos en el momento y lugar perfectos, de una manera totalmente inesperada.
Y es asombroso cómo la vida siempre nos sorprende con sus giros inesperados.
Es decir… ¡Parece sacado de un sueño! Y qué decir, esa tonta de voz rasposa se había colado en todos mis pensamientos, se apoderó poco a poco de cada uno de mis pensamientos.
Bah, me estoy desviando del tema, sé que están ansiosos por saber cómo fue la primera vez que fingimos estar juntas. Para mí, fue un momento memorable, al igual que ella lo ha sido en todos los aspectos de mi vida.
«“Quiero una mujer bonita para llevar”» ¿Eso es lo mejor que se le ha ocurrido?
Mierda mi cara es un poema, esto es indescriptible. Nunca nadie me había coqueteado tan… Pésimo.
Es tan absurdo que una sonrisa boba se asoma en mis labios.
En cuanto Jihyo salió del local hacia su auto, dejandome sin palabras, estoy aún paralizada por ello, mientras me preparo en abandonar mi turno.
Joder… Joder… ¡Es que es tan mala coqueteando que le sale excelente!
En medio de la cafetería tengo la mirada de todos fija en mí, y sobre todo la de una persona: Miyeon; por un momento se me olvida que ella presenció el espectáculo digno de Oscar que se ha lanzado Jihyo.
Dios, se que ella tiene ciertos sentimientos hacia mí, y he intentado evadirlo y no hacerle daño, ¡Pero ahora todo ese esfuerzo se fue al carajo!
Por no mencionar que toda una clientela me ha visto, mi jefe… ¡Y hasta Jackson!
Mientras intento tragarme mi vergüenza con la escenita romántica de Jihyo, tengo que calmar mis nervios, y hasta podría decirse que mis hormonas, las cuáles están completamente alborotadas de por sí para maquinar un pensamiento racional.
Dios esa mujer me esta arrancando la cordura y solo nos hemos visto pocas veces ¡¿Es que la puta necesidad de besarme la mano?! No sé si deba ofenderme.
Miyeon carraspea, llamando mi atención, me maldigo pues aquí viene la incomodidad con ella:—¿Sana? ¿Te encuentras… bien?
¿Bien? ¡Já! ¡Estoy en la cima del mundo! Nótese mi excesivo uso del sarcasmo. Estoy es en otro planeta, me fui a la Luna… ¡Estoy vacía como mi cuenta bancaria!
Ash, respira Minatozaki, te estás pasando contigo misma.
Mis cejas se juntas y frunzo el ceño, mi cara debe decírselo todo a Miyeon pues ella se queda en un silencio frío y distante.
Tomo una exhalación y me quito de un jalón el delantal. ¡Maldita sea Jihyo! ¡Maldita seas!
—Sí, Miyeon estoy excelente, gracias —La naturaleza que tengo para ocultar mis emociones es mi mayor habilidad.
Miyeon no queda satisfecha con esa respuesta, pero ella por su bien- y hasta el mío- al fin se retira. Y yo agradezco no tenerla merodeando, mi cabeza no tiene espacio para otro pensamiento que me provoque un ataque de pánico aquí mismo.
Mi jefe decidió unirse al club de los entrometidos, y me mira con una ceja alzada:—No sabía que tenías novia —Auch, mi dignidad estos días solo se debilita más—. Pensé que una ingrata como tú, estaría soltera de por vida, es muy linda— lo veo tomar con gracia una taza de té, irónico pues él vende café, ya me ando yendo por las ramas, ¿no es así—¿Felicidades, supongo? —me ofrece la mano como si no fuera poco.
En un millón de años va a ser mi novia Park Jihyo, primero prefiero vivir en la calle.
Para mi desgracia o suerte… lo es. Se supone que ella lo es, es mi novia falsa, se supone que debo hacerlo creíble, y acepto el halago a medias del Señor Cheng; ahogando mis quejas en el proceso. Gracias Jihyo.
—¡Tienes una novia y no me lo dijiste! —¿A qué hora termina esta tortura? ¡Me voy a escapar de aquí! —Basta Sana, hieres mis sentimientos, ¡Yo te amaba amor!
¿Por qué las hormonas de Jackson me escogieron específicamente a mí? ¡Estoy cansada!
Ignoro sus constantes lamentos y llorqueos de adolescente. No tengo tiempo pues adivinen, ¡Jihyo me esta escribiendo, me espera en el auto! ¡Jihyo, Jihyo, Jihyo! Ush, parece esto ya es sufrimiento de calvario.
Número desconocido:
“Te estoy esperando.”
Ya no quiero ser la mejor guerrera de Dios. Pido renuncia luego de esto.
Ignoro a Jackson, las miradas curiosas de los clientes, y los ojos apagados de Miyeon, pues tengo que cumplir un favor y es uno de los que más desastres esta causando en mi vida… Qué horror.
Cuando salgo de la tienda Jihyo esta en el auto con una expresión serena, con sus ojos pérdidos en el tráfico de la glamurosa ciudad, probablemente encerrada en sus pensamientos.
Suspiro, me acerco al vistoso auto, decidida por aventurarme en lo que sea que esté pasando con mi vida justo ahora.
Cuando ella abre la puerta, puedo notar un olor a perfume caro arrebatarme el aliento… es… es… embriagante, casi tanto como la expresión concentrada en el rostro de la coreana.
No voy a sobrevivir hoy.
Ella me saluda con algo de timidez:—Hey tú.
Y luego, lo inevitable sucede, exploto; ella no está lista para mí avalancha de insultos, así que me limito solo a descargarme con furia sobre ella:
—No me vengas con eso, ¿Qué es eso de “Hey tú”? ¿Qué es eso de “Sana-ssi”? —reclamo tajante.
Ella relame sus labios con una sonrisa tan encantadora como el mismo ambiente que nos envuelve.
—¿Estás enojada por eso? —pregunta—¿No te gustó acaso? —Me encantó. ¡Pero sigo ofendida! ¡Perdí todo el turno de la mañana por estar con ella!
Aunque pude perfectamente rechazar su propuesta, y no fue así.
—Jihyo, ¿Qué te sucede? ¿Cómo te atreves a coquetear en plena cafetería? ¡Irrespetuosa! Todos nos miraban…
Ella se extraña:—¿Por qué estas tan enojada? El trato era fingir ser novias… Pensé que lo sabrías. Además, pienso que todos deberían mirarte, siéntete feliz por ello.
¡Ella no dijo eso!
La discusión –al menos para mí lo es–, escala a mayores:— ¡Mujer, ni siquiera estaba enterada de que vendrías hoy! ¡Menos de esa manera, tan tonta! —Ella se ve sorprendida por mi enojo. Yo solo logro sacar y sacar más de él:—Vienes aquí con tu carrosa lujosa, tus labios perfectos y tu estatus de millonaria a una cafetería cualquiera. ¡Todo para montar un espectáculo barato!
Se encoge en el asiento y me ve fijamente. De inmediato me percato de mis palabras… vaya:— Lo siento —tapo mi boca avergonzada.
—No… No tienes nada que disculpar, yo soy quién debe. Lo siento por llegar así —y ella con un tono arrepentido notorio.
—Oye no, sólo no vuelvas a hacerlo… —alcanzo a decir entrecortada, necesito un respiro de todo esto—Es que todo esto es tan… peculiar, ¿Por qué eres así?— ella toma mi mano entre la suya, depositando un beso nuevamente— ¡Hey, eso tampoco lo vuelvas a hacer!
—¿Por qué? Si es un gesto lindo.
—No soy una mujer de ese estilo, Jihyo-yah.
—¿Acaso me perdí de algo?. ¿Entonces eres más del estilo de las besan y llevan a casa a dormir borrachos a desconocidos? —Maravillosa jugada, me he quedado sin argumentos con ella.
Maldita británica ingeniosa.
—¡Jihyo! —intento defenderme. Su risa solo hace más evidente que he perdido la “discusión”, y pues, hasta yo me contagio de ella.
Luego de eso, ella me ve con seriedad:
—Perdóname por haber venido de esa manera… Quise, ya sabes…
—¿Causarme un infarto?
—No —interrumpe—. En realidad quería sorprenderte —pone esa sonrisa suave y delicada, donde sus labios relucen con ese labial que debe ser de un precio elevado, combinado con el aroma del auto, me estoy por marear…—Hoy tenemos la cena, y me parece que deberíamos conocernos antes.
—Pudiste ser más sutil —me cruzó de brazos.
—Una disculpa nuevamente Señorita Sana, no conozco el significado de la sutileza cuando de usted se trata —bromea con ese maldito acento que me saca canas de todos los colores.
—Ya…—respondí de todo menos convencida. Estoy segura que lo ha hecho por molestar. ¿Qué otra explicación tendría?
Ah, cierto, es un detalle enorme que era difícil dejar pasar. ¿Cómo íbamos a seguir adelante con nuestra farsa si ni siquiera teníamos un plan o sabíamos qué decir frente a su familia?
Además, me siento completamente perdida en esta situación. Solo estoy dejándome llevar por... ¿mi instinto? ¿mi estupidez? ¿atracción? Ya ni siquiera estoy segura de qué me está guiando en este momento.
—Tienes un punto —razono—. ¿A donde vamos? Y aclárame algo, esto para nada es una cita, ¿O sí?
Jihyo se remueve en el asiento un tanto incómoda, como si hubiera revelado sus intenciones de su visita esporádica.
—Jihyo…—empiezo yo.
—Quizá.
Santísimo, ¡esta mujer me deja cada vez sin palabras!
—¿Puedo preguntar dónde? —empieza a carcomerme la duda y curiosidad por dentro.
Tengo años sin una cita, o un encuentro casual, ¿Estoy lista para salir con una mujer como ella? Empiezo notando la diferencia de nuestras vestimentas.
Ella es tan clásica en su apariencia, con labios rojos y un traje elegante que resalta sus curvas, ella goza de un auto lujoso y joyas caras que adornan cada centímetro de su cuerpo, irradiando una belleza hegemónica. Y ¿yo? Bueno… Aquí estoy, con una mancha de café en mi falda, completamente desprevenida para salir hoy.
Tal vez por eso me siento tan indignada, no estaba preparada para este día y menos para salir con ella. Menos mal que es solo un favor y algo de una sola ocasión.
Suelto un gruñido, que patético, saldremos y me veo como una desquiciada en todo sentido. ¿De verdad la gente pensará que somos pareja? Parece más bien que Jihyo rescato una loca de la calle.
—¿Por qué estás enojada ahora? —me dice confundida.
—Pues dime tú. ¿Mira como estoy? Si vamos en una cita hubieras pensado antes en que… Emmm… ¡No tengo presupuesto para visitar a unos millonarios en su mansión de Nueva York!
Jihyo ríe:—¿Por qué alguien tan lindo se preocupa tanto por verse aún más atractivo? Me gusta como te ves ahora, incluso ahora, deslumbras por donde vayas —verdaderamente, sus cumplidos ya no sé si aumentan mi mal humor, o mis ganas de coquetearle yo también—¿No me crees? —persuade ella—. ¿Acaso no recuerdas lo embobada que estaba contigo la primera vez que te vi? Y apuesto a que esa noche ni te esforzarte por verte bien, y aún así lo has logrado.
—Te creería más si no tuviera polvo de hornear en las orejas —escupo con sarcasmo—¿Dónde quedó la Jihyo tímida que no sabe coquetear?
—Ah no te creas cariño, estoy aterrada porque me mandes a la mierda. Tú para esto eres infinitamente mejor que yo —me confiesa ella, y hubiese respondido de forma egocéntrica, si no fuese porque en ese mismo instante Jihyo se acerca a mi con sigilo, y siento como aspira mi aroma:—Hueles a brownies, ¿No me invitarás la próxima vez?
—Eres idiota, Park —sonreí por su broma, aunque un poco inquieta por su cercanía, volteo mi mirada y quedamos cara a cara—. Y mierda, no. No me maldigas de esa manera con algo más entre nosotras, esto jamás pasará de hoy, ¿De acuerdo? —estoy mintiendo. Yo en el fondo, sí quiero que esto ocurra una y mil veces más.
Su rostro de cerca es absolutamente precioso, si me lo preguntan, me he resignado a que esta mujer es imposible de insultar, pues tiene la vida perfecta, el físico ideal y es básicamente todo lo que una mujer u hombre podría pedir en la vida. ¿Ya me entienden?
Ella baja su mirada a mis labios y vuelve sus ojos a los míos, los entrecierra con picardía—Está bien, ¿Te gustaría ir conmigo de compras? —propone ella con un brillo explayante en ese de orbes café.
Sin embargo, sorprendida por esa generosa invitación, al tiro me sentí abrumada, solamente la idea de que ella gastara su dinero en mí… Me invadió un sentimiento de culpa al pensar que podía estar siendo exigente con mis quejas, o aprovechándome de su amabilidad.
Por ello, decidí rechazar la invitación por completo:—No… No es necesario, puedes llevarme a mi casa y allí te prepararé algo, me arreglo…y quedaré impecable para salir contigo y luego asistir a la cena, ¿Bien? —Ella se niega de inmediato.
—Sana-ssi —usa nuevamente ese apodo que usó en la cafetería—. ¿Por qué no me permites salir contigo? ¿Acaso la chica que vive contigo se pondrá celosa?
—¿Qué? No, ni hablar. Chaeyoung es solo mi amiga —Aclaré—. Ya la regañe por haberte asustado.
—Ella en verdad intimida —comenta un poco aterrada con la mención del nombre de Chae.
—Jihyo, Chae mide menos que tú y estoy segura que es menor que tú —Bufé—. Por cierto, no sé tu edad específicamente… Seguro tu amada secretaria lo dejo en una de las tantas páginas de ese documento, ¿Por qué tanta información? ¿Descubriste la cura del cáncer o algo así?
Jihyo rueda los ojos divertida con la mención de Im Nayeon, oh… entonces ella debe estar enterada y no la detuvo, wow.
—También me disculpo por eso. Nayeon es algo… especial, y es bastante exigente. Ella fue quién me dió la idea de salir juntas para asegurar que la cena sea exitosa —Y ahora todo tiene sentido, no es una cita. ¿Por qué me siento algo decaída por tenerla cerca y que ella admita eso en mi propia cara? Y más con esos estúpidos labios, y ese acento…
¡Y dale con el acento, Sana, no es la gran cosa!
—A ver, ¿Y en el plan de Nayeon estaba el consejo de me coquetearas?
—No, esa fue Jeongyeon.
—¿Ah?
—Jeongyeon es la chica que no interrumpió en el ascensor… Esa Yoo…
—Pues si te dio esos tips, ya me imagino entonces por qué estás soltera.
—Ella es bastante charlatana, pero con Nayeon lo logró. ¡Y oye! No soy tan mala coqueteando.
Una sonrisa se forma en mis labios al pensar que quizá ella intenta demostrarse así misma que es buena coqueteando… pero la realidad es que sé que se pone nerviosa al tenerme a su lado, en todo momento. Y ella misma lo confesó, esta aterrada.
—Honestamente no lo haces mal, pero no me llegas a los talones —digo de forma arrogante cerca de sus labios. Y un ligero temblor me confirma mis sospechas— ¿Cómo te atreves a mentirme tan descaradamente con esos labios…? —Y mi mente se nubla con la idea de pasar mi dedo por los mismos, en un impulso, mi dedo anular pasa suavemente por el labio inferior de Jihyo; ella suelta un jadeo en sorpresa, observando la acción—. ¿Qué sabor de labial es? Es muy bonito, me gusta el rojo.
—C-Cereza —titubea cuál adolescente antes de su primer beso— Mierda —murmura al darse cuenta que ha perdido nuevamente contra mí.
—Eres adorable —Molesto y ella evade mi mirada avergonzada.
—¿Y así quieres que no tengamos una cita? —duda ella aún con su mirada en el retrovisor— La química no es suficiente para engañar a mi madre… Necesitas conocerme— Interesada, la escucho. Si soy sincera, su madre luce como alguien severa con las parejas de su hija, optó por escuchar atentamente lo que tiene por decir, y Jihyo continúa su argumento:—Por eso creo que debemos salir juntas, no nos saldrá bien lo de ser pareja si ni quiera sabes mi edad, o mis gustos, o con que nos enfrentaremos —y para mí eso es suficiente—, Además, pensé que te gustaría salir conmigo, pero de verdad, no es una cita, claro. Pero si creo que podríamos... ¿Ir por allí? Es decir... tú y yo, solas no tiene por qué ser una cita si eso quieres… ¿Estoy divagando verdad? Odio eso—choca su frente contra el volante y respira hondo—Sana, tengamos una cita. Pero no cualquier cita… Una cita-no-cita.
Río suavemente por sus ansias al hablar, y el no querer equivocarse con las palabras, no quiero arruinar la salida, ni nada entre ambas.
—Eso suena ridículamente adorable —verla de esa manera intenta no perturbar mi comodidad. Es tierno en muchos sentidos—. ¿Entonces así lo llamarás?
Ella asiente.
Si lo medito unos minutos, no está mal la verdadera razón por la que vamos salir juntas, pero sé que moriré de vergüenza estando todo un día con ella… ¡Bueno pero, ya está, lo tengo decidido! Aunque hay algo, una espina, algo que me impide decirle que sí, e intento lanzar la pregunta sin sonar incómoda—. Oye, ¿de verdad serán compras? ¿En serio… por qué debes gastar el dinero en mí? ¿Por qué en una chica que apenas conoces? No quiero abusar de ti… solo estoy ayudándote porque me agradas mucho, Jihyo —Ella queda en silencio analizando mis palabras—. No quisiera que te sientas presionada a…–
—Hey —interrumpe ella—. ¿Te molesta que gaste dinero en ti?
—Un poco, es un tanto raro, no esperaba que ese fuese tu concepto de cita. ¿Por qué harías eso? —Es algo que en serio me preocupa, y no me permite relajarme en esta situación, por ello necesito que Jihyo me aclare si en realidad esta cómoda con ello.
—No lo sé, solo siento que te lo debo por dos razones… Una, es porque estas salvándome el culo con este trato, ¿Lo sabías? —Ella no suele usar esas palabras y eso me hace reírme por lo bajo.
—¿Y la otra…? —espero su respuesta.
—Porque eres linda —Murmura apenas audible, y es así como el ambiente se vuelve algo tenso, ella se ruboriza al decir eso, y creo que yo también.
—Está bien —digo no tan confiada, me resigno—. Pero no exageres con el dinero ¿Trato? —ofrezco mi mano, y ella la toma con naturalidad.
—Trato —esta vez ella parece creíble. Y ya no estoy tan retraída ante las cosas.
Creo que ese acuerdo no cumplimos del todo al pie de la letra. Pues salir con una millonaria tiene sus ventajas y desventajas. Una de ellas, jamás te hacen caso.
Definitivamente Jihyo es una necia de primera. Y eso es tanto positivo como negativo.
Cuando acepté todo esto, no imaginé que ella sería así de atenta con necesidades que ni siquiera sabía que tenía.
Pensaba que había controlado la situación, que había trazado una línea de límites de lo que debía o no suceder hoy. ¡Pero no! Jihyo me trajo a una boutique, que en términos del concepto de elegante y caro, supera esas expectativas que seguramente han de tener. Ella simplemente ignoró nuestro trato.
El camino a Quinta Avenida se me hace eterno en cuanto paramos en aquella tienda de cuatro pisos, ventanales enormes y color rosa, letras doradas con un nombre que se lee como "Peaches".
Un nombre bastante lindo, pensé para mis adentros.
Jihyo, con un semblante tranquilo. Se adentra en una especie de entrada privada… ¿Cómo lo sé? Pues el jodido vigilante la ha saludado como si una persona importante –y lo es–, estuviera entrando al sitio.
Ella sale a prisas de su lado del auto, para llegar a abrir mi puerta, nuevamente, no estoy acostumbrada a estas acciones y me siento confundida de como debo comportarme.
—Bueno… Bienvenida a nuestra primera parada —La miro de reojo— ¿Qué?
—¿Se supone que aquí no gastaremos dinero?
—Oh no dulzura, no lo haremos en realidad —responde pacientemente —. Soy amiga del dueño, en realidad él me debe varios favores, así que básicamente podemos elegir sin costos adicionales
Le doy una mirada negativa —A estas alturas dudo que aquí no gastes dinero, Jihyo.
—Confía en mí, no pasará.
Su mano llega a la mía, sacándome al fin de lo único confortante que conozco en todo esto, el asiento del auto.
Me sonríe, me engancha de su brazo cuidadosamente, llevándome en todo momento a su lado.
Y esa sensación de seguridad se quiebra en cuanto llegamos a la entrada: —Buenas tardes, soy amiga del señor Kim.
—¿Su nombre? —el hombre revisa su tableta de inmediato.
—Park Jihyo.
—Ah sí. Aquí está. ¿Y ella es…?
Me siento bastante avergonzada con mis fachas cuando uno de los hombres de la puerta, nos mira con desaprobación y arrogancia, sobre todo porque su mirada recae sobre mí.
Me siento diminuta en este ambiente. Lo sabía y aún así me he arriesgado.
Jihyo no hace más que defenderme al notar la actitud mezquina de aquel sujeto: —Hey, no seas cretino con mi novia —el tipo se sorprende al ser atrapado —, no creo que a tu Jefa le guste saber cómo tratas a potenciales clientes y le cuestes millones de dólares por ser un cretino, ¿Verdad?
—Lo siento Sra.. Park, yo… y-yo no debí, pase adelante.
—Tus disculpas no van hacía a mí y lo sabes.
El hombre traga grueso. Me siento sorprendida como en cuestión de minutos, el poder de Jihyo hizo que el juicio de ese tipo cambiase así. Él con voz temblorosa, se dirige hacia a mí: —Lo siento… Señorita.
—Minatozaki Sana —aclara Jihyo—. Y le debes el mismo respeto que a tu jefe y a mí, ¿Está bien?
Y lo deja hablando solo.
Seguimos caminando cuando las puertas se abren para nosotras. Todo lo que veo es brillo, joyas preciosas, y mucha elegancia en el interior de aquella tienda. La mandíbula de Jihyo parece tensa cuando la veo de reojo, y murmura con resentimiento:—Ush como odio a esos agrandados, Kai debería despedirlos a todos —su ceño esta fruncido, y su enojo pronto se convierte en preocupación cuando se detiene y suspira—. A esto te referías cuando decías que no querías venir a este tipo de lugares, ¿No?
Asiento brevemente—. Pero parece que te diste cuenta a tiempo…
—¿Te sientes bien?
—Tranquila Jihyo, estaba preparada para que algo así pasara —mis labios se juntan en una sonrisa a medias—. Gracias por eso.
—No iba a permitir que él se sobrepasara contigo.
—Así las cosas.
—¿Quieres irte? —aún la noto intranquila. Y habría aceptado irnos, si no fuese por estar consciente de nuestro alrededor, definitivamente debería aprovechar ver que nos depara el estar aquí.
—Nope. Esto es nuevo, pero me da curiosidad ver el resto…
Una voz masculina nos interrumpe:
—¿Así que ya tienes novia y no pensabas decírmelo hasta hoy? ¡Eres terrible, Jihyo!
—¡Kai! —Jihyo voltea sonriente y satisfecha con la presencia de un hombre demasiado atractivo.
Alto, elegante, con un traje rojo y la chaqueta abierta mostrando su abdomen marcado. Un tanto atrevido para cualquiera, pero al desconocido parece importarle poco. Más cuando se ve así de bien, y con ese mechón rubio cayendo en su sien, sus marcadas facciones, labios rellenos, y aura despreocupada. Se acerca a nosotras con intenciones de saludar.
Me sorprende el cariño que desborda el abrazo que Jihyo y él se dan. Pero lo inesperado sucede cuando me ve con una picardia inigualable en ese rostro de modelo que porta:—¿Ella es? ¡Es preciosisima, Jihyo! No pudiste encontrar a alguien mejor.
Me mira como si supiese de mí desde mucho antes… Miro a Jihyo consternada, y ella solo sonríe con complicidad, como diciendo “Déjalo así”.
El tipo no deja de tocar mis cabellos y verme con admiración, es bastante aterrador.
No sé cómo sentirme.
—Ya, ya. Dale aire, Kim.
—¡No hablas en serio! Es que no puedo creer que este ángel tenga facciones así, y ni hablar de esa nariz —hablan como si no estuviera aquí. ¡Qué ofensivo! El famoso Kai toma mi rostro y lo voltea un poco —¡Qué fabuloso perfil tienes, corazón!
—¡Kai, no estamos aquí para esto! —regaña Jihyo entre risas.
—¿Entonces por qué hiciste que mi empleado se hiciera en los pantalones de esa manera, ah? —Al parece ya Kai se había enterado de todo.
—Oh ya lo viste.
Él asiente efusivo—Las cámaras me lo dijeron todo, nena.
—De todas maneras, él es un imbécil, deberías despedirlo, ¿Lo sabes?
—Ujum, ya lo sabía, solo estaba esperando su tercer strike.
—Qué cínico Kai —reprocha Jihyo.
Quisiera saber que decir, su conversación parece tan ajena a mí. Hasta que Jihyo recuerda a que venimos y antes de que empiece a sentir la obvia incomodidad en mi pecho, ella habla:—Ella es Sana, es mi novia —esa palabra aun es tan rara, y más en esta cita que se supone no lo sería—. Tenemos un compromiso esta noche con mi madre.
La expresión explosiva y alegría de Kai se desvanece cuando escucha a la morena. ¿Diablos, que tiene esa mujer que provoca esa cara en todos? ¿Acaso yo sé algo de lo que pasará después de esta tarde? Mi pecho se encoge.
—La vieja Susan —murmura Kai—, ¿Cómo está todo entre ustedes?
Jihyo ahora parece perturbada por su pregunta, y eso me genera miedo. Es decir, ¿En serio es así de mala la relación entre Jihyo y su madre?
Jihyo tose:—Todo bien, solo ha regresado por estos días a quedarse, y he decidido presentarle a Sana.
—Lo comprendo —Kai dice sin más, la felicidad de su voz vuelve, y el ambiente tenso de ambos se va en cuanto me toma del brazo—. Querida, te convertiré en la novia más preciosa que una Park podría tener.
—Erm —¿me preocupo o me emociono?
—Ella no habla mucho, ¿o sí? Son tal para cuál.
—Oh no, habla más que yo, en realidad somos distintas —Responde Jihyo contenta.
—Eso es aún mejor —contesta Kai—. Bien, por cierto me gusta mucho tinte, aunque podría mejorar —Kai toma uno de mis mechones y me guía hasta un ascensor—. Te haré lucir mejor que mis propias modelos, y eso es mucho.
Sonrió conforme, no sé que esperar de este cambio de look. ¿Quizá no veré igual? No creo que eso esté bien.
Aunque mientras subimos escucho a Jihyo decir algo que me relaja;—¡Y Kai, no la cambies demasiado. Me gusta como es!
Jihyo realmente es muy amable conmigo.
Kai es un asesor de imagen bastante interesante, tiene ideas locas pero que funcionan, eso explica porque toda su imagen es armoniosa de pies a cabeza y se complementa con su personalidad.
Él me maquilla con tanto esmero, y adorno mi cabello con algo simple pero que se ve tan bien, cuando me pidió abrir los ojos no espere que convirtiera a aquella mesera de la mañana en esta mujer incluso más hermosa que mi alter-ego en Moonlight Sunrise.
—Dime que no soy bueno en esto —bromea Kai.
—Gracias Señor Kim. De verdad ha hecho un trabajo grandioso.
—Oh vamos linda, soy Kim Jong-in para mis estirados padres. Pero para ti soy Kai —él me sonríe ampliamente—. Estoy segura en cuanto elijas una de mis opciones, Jihyo morirá por besarte, y quién sabe qué más —eso me hace sonrojar y preocuparme un poco. Este hombre en serio piensa que Jihyo y yo tenemos algún tipo de relación y atracción más allá. Wow, eso me hace debatirme si es justo para él ser engañado así.
—Sí, quizá si —Trato de sonar lo menos incómoda posible.
—Vaya, eres igual de tonta que Jihyo. El sexo es algo común, querida, no entiendo por qué el sonrojo. Imaginé que con ella tendrías mucho de eso…
—Perdóneme Señor Ki… Digo, Kai. Es que la primera vez que Jihyo me presenta a otro de sus amigos —Kai rueda sus ojos.
—Oh, entonces Park y tú no tienen mucho tiempo saliendo —Me mordí la lengua. No podía arruinar la mentira, así que solo asentí tímidamente—. ¡Carajo! Discúlpame chica, pensé que tenían más tiempo saliendo, tengo en verdad mucho tiempo sin hablar con Jihyo… Ya sabes, ella se aísla mucho a veces en su trabajo.
Pretendo saber lo que me habla, aunque precisamente ese tipo de cosas son información valiosa sobre con quien se supone que estoy saliendo… Jihyo tal vez una adicta al trabajo. Eso solo me hace afirmar que hay tantas cosas que debemos saber la una de la otra antes de comenzar esta perfecta relación que debemos tener frente a su familia.
—Sí, lo es —intento seguirle el juego a Kai.
El rubio parece nostálgico de repente—. Ella y yo solíamos salir mucho más antes… Bueno, ya debes saberlo —claramente no, pero su preocupación por la británica es tan genuina—. Es bueno saber que al fin decidió sentar cabeza con alguien, aunque sea de hace poco. Si te trajo conmigo, por algo es. ¿Sabes? Siéntete especial.
Agradezco la empatía de Kai hacia a mí. Pues él no me juzgó por más sentido de la moda que tuviera cuando bajo por esas escaleras. Pero sigo inquieta por conocer más a Jihyo.
Ella me debe muchas explicaciones luego de esto.
Tres opciones para vestirme son presentadas por las asistentes personales de Kai, son puestas frente a mis ojos, y solo puedo pensar en lo caras que han de ser cada una… Son prendas de diseñador, claramente, y de marcas tan reconocidas dentro y fuera de Nueva York. Demasiado para mi gusto, pero no puedo quejarme.
—Yo siendo tú, me llevaría los tres. Pero Jihyo me dijo que quizá tú solo querrías uno.
—Sí.
—Qué desafortunado. Querría que te lleves todos, te sentarían bien. ¡Lucirías mejor que la mismisima Bella Hadid! —Algo que me ha dado cuenta. Es que Kai es bastante adulador.
—De verdad esta bien. Con uno bastará, Kai.
—Haremos esto más divertido. Haz que tu novia elija contigo —mi mente se queda en blanco—, ya sabes, modelale un poco —guiña su ojo.
—No es necesario.
¡Moriría mi dignidad ahora si, para siempre!
—Nah pequeña. Ya Sasha esta llamando a tu noviecita. Quiero ver como se le cae la baba por ti —Maldita sea, Kai me cae tan bien, pero va arruinar nuestra farsa en cuanto vea la poca química que tenemos Jihyo y yo.
¡Esto no es lo que esperaba de una cita-no-cita, Park!
Quisiera poder huir de la situación, pero todo está hecho en cuanto el “tack” de los tacones de Jihyo golpea constante en el suelo. Hasta llegar acompañada de la asistente de Kai.
—¿Sana-ssi? —enarca una ceja.
—¡Oh dios, mis madres! ¡Ya hasta se ponen apodos, son unas melosas de mierda, estoy tan solo! —Kai da saltitos emocionado.
La asistente le indica a Jihyo que se siente en uno de los sofás –obviamente rosas–. Y Kai se coloca sus gafas, el rubio aclara su garganta— ¡Bueno Señorita, ya empezó tu pasarela, como te enseñé, anda! —El rubio me empuja hasta uno de los probadores –esta de más decir que también es rosa, este hombre está fascinado con las tonalidades de ese color–.
Jihyo ríe suavemente, supongo que por las ocurrencias de Kai.
Solo me queda hacerle caso a las ideas locas de un desfile de moda improvisado por el excéntrico Kai.
Una música pop suena de fondo, y Kai empieza a presentarme en cada traje o vestido que ha decidido que yo usé.
“California Gurls” de Katy Perry, comienza a sonar.
En un armario blanco veo las tres opciones propuestas por el rubio. Tomo uno de los vestidos, es uno blanco y largo. La música sigue sonando, y toma una respiración antes de humillarme frente a Jihyo de esta manera.
¿Debería decir: “Gracias Kai”?
Salgo y Kai lo primero que hace es presentarme y describir todo mi look:—¡Aquí viene, aquí viene! ¡Qué emoción! —carraspea, y toma un peine simulando un micrófono—. Bienvenidos mi amado publico de una sola persona, hoy tenemos a la elegante Minatozaki Sana luciendo tres atuendos patrocinados por la boutique Peaches… El jurado especial: Su novia, decidirá que outfit llevara para ganarse a la desagradable de su suegra, ¡bien, ya puedes salir corazón de melón!
Oh vamos, que más ridículo puede ser esto.
Jihyo aplaude en cuanto Kai termina.
Jihyo solo sabe arruinar más mi credibilidad.
Salgo, simulando ser la modelo que Kai cree que soy. Luzco el vestido de diseñador lo mejor que puedo—Oh vaya, parece que ella quiere ser un ángel esta noche, con este hermoso vestido Prada a juego con su bolsa del mismo color. ¡Señoras y señores, Sasha mi asistente! ¿Cuanto le dan a este adorable look?
Veo a Jihyo y ella me mira mientras intento no sentirme avergonzada por esto. Terminemos con esto, me digo a mi misma. Jihyo levanta su pulgar cuando doy la vuelta y me devuelvo a cambiarme lo más rápido posible.
—¡Esa respuesta seguro es un rotundo no! ¡Siguente outfit! —Kai me aterra este punto.
Segundo vestido: Es uno verde con un escote, y una bolsa negra Prada.
Aparentemente los tres lo son.
Me coloco el vestido y salgo. Ahora la canción ha cambiado, quizá Kai es fan del pop dosmilero, pues es lo único que coloca a este punto.
Ahora Christina Aguilera suena en los parlantes de la boutique.
Jihyo parece disfrutar de la situación, y yo decido hacer lo mismo, para cuando salgo me siento mucho más atrevida con esta opción.
—¡Uhhhh! ¡Ahora nuestra queridisima modelo quiere ser sexy, me gusta! ¿Qué dice el jurado de Miss Sana, uhm? —Jihyo ríe y yo con ella. Aunque se ve más mirona que la vez pasada. Oh ya entiendo.
—¡Un 7.8! —califica Jihyo.
Niego con la cabeza. Ella parece esta disfrutando de poder verme en estos ridículos vestidos.
—¡Wow, wow! ¿Tan poco? ¡Veamos si el siguiente logra cautivar a este jurado difícil!
Ya parezco más cómoda con esta idea. Y tomo el último vestido, es rosa pálido, y creo que esta es la opción que más he ha gustado como me queda en el espejo. Junto a unos tacones blancos y un bolso de mano muchísimo más elegante.
Cuando salgo de la cortina que me tapa. La expresión de Jihyo cambiando solo me hace sonreír mucho más de lo que creí. Expectante por ver su reacción, Kai describe mi atuendo:—¡Mierda, Miss Sana juega bastante rudo! La elegancia hecha persona se nos presenta con un brillo en su mirada, este vestido rosa le sienta perfecto, es tierno, sexy, elegante, y desborda belleza a donde vaya. Veamos que nos dice el jurado…—Kai le cede la palabra a una boquiabierta morena.
Y sus primeras palabras son:—Mierda.
—Parece que tenemos un ganador —dice Kai aplaudiendo.
Nunca pensé que una cita pudiese ser así de divertida. Aunque... ¡Esto no es una cita!
N/A: Holi, esta nota de autora siempre suele ser larga pero está vez estará cortita. Primero que nada: ¡Hola volví con el ansiado capítulo después de mucho tiempo! Aunque en realidad será doble, solo tengan paciencia, apenas me estoy recuperando del bloqueo de escritora aquí.
Segundo, ¡GRACIAS POR LOS 1K! Este regreso también es una manera de agradecerles enormemente su apoyo a esta cuenta que ya lleva más de un año existiendo, al igual que este fic. Tengo una semana un poco menos atareada (aunque volví a enfermarme nuevamente), espero actualizar aquí los capítulos que tanto he prometido para avanzar la historia de Little Lie, y en BGE, pronto tendré el tiempo libre para dedicarme a desarrollar más estas historias, tengan pacientes, estoy presentando un proyecto próximamente en mayo-junio, que es lo que me falta para poder graduarme, en fin, ya volveré aquí, gracias por entenderlo.
En fin, a este capitulo quise llevarlo a un enfoque distinto, además que ya viene el esperado capitulo de la cena con Susan, ¿Algunas teorías sobre cómo será? Hay cosas que nuestra británica no está contando sobre si misma, ¿Cómo creen que reaccionará Sana? Los leo.
El próximo cap seguramente será del mismo largo de palabras que este, o sea, 5000-6000 palabras, estoy bajandole cantidad ahora porque necesito crear más intriga ok?
¡Nuevo personaje desbloqueado: Kai! Amo mucho a ese hombre, y si, obviamente lo hice cunty.
Y bueno, gracias otra vez por el apoyo, en verdad esos 1k me hicieron feliz en un momento muy triste, su escritora esta tocando fondo últimamente, ya me recuperaré, como dice Taylor Swift: "Puedo hacerlo con el corazón roto"
Hablando de ese álbum, tengo un OS inspirado en una de las canciones de TTPD, ¿Adivinarán cuál es?
Les amo, abrazos psicológicos, recuerda que eres muy especial.
Les comparto un dibujito precioso que hizo mi bestie jyc8kies, le quiero mucho:
PD: Tengo muchas ganas de que lean el siguiente capitulo ♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top