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"SKI CABIN"

Días después, llegaron a la cabaña de esquí. Todos miraban alrededor con curiosidad, impresionados por el lugar. El aire fresco y el paisaje nevado daban una sensación de calma, pero también de misterio.

Min Ho les sonrió y, al notar las miradas de todos, comentó:

- Mi papá llegará en varias horas. Mañana esquiaremos en Alpensia y tendremos una cena de Baek Jong Won.

Todos se vieron emocionados por la idea, y Min Ho no pudo evitar reírse.

- Cálmense. Siéntanse como en casa. -les dijo, guiándolos por el interior de la cabaña.

A medida que entraban, Maddison se fijó en algo y, con una sonrisa sarcástica, dijo:

- No hay ninguna foto de ti, ¿verdad?

Min Ho levantó una ceja y respondió con sarcasmo:

- Gracias por notarlo, Maddison.

El grupo siguió caminando por la cabaña, y Kitty, mirando una de las fotos en la pared, preguntó:

- ¿Él es tu hermano?

Min Ho la miró antes de responder:

- Es mi medio hermano. Joon Ho. Es el primogénito de papá, y también un artista muy vendido.

Avanzaron hasta llegar a una habitación, y Min Ho abrió la puerta. Dentro, una pintura de su papá estaba colgada en la pared, cubierta solo por una sábana.

Q, viendo la pintura, soltó una risa nerviosa.

- A tu papá le gusta mostrarse, ¿no?

Min Ho no dijo nada al principio, pero en ese momento, su teléfono vibró. Min Ho recibió un mensaje y, al leerlo, su expresión cambió. Murmuró entre dientes:

- No vendrá...

Harper, notando su cambio de actitud, se acercó a él, con una mirada comprensiva pero también algo molesta, y murmuró:

- Min Ho...

Min Ho miró el mensaje nuevamente, sus ojos se oscurecieron por un momento antes de soltar un suspiro. Finalmente, los miró y dijo en voz baja:

- Ya que mi papá decidió abandonarnos... las chicas pueden dormir en la habitación principal. Los chicos, en la de atrás. Y hay un sofá en la oficina.

Stella preguntó:

- ¿Tu papá tiene una oficina aquí?

Antes de que alguien pudiera responder, Q, quien ya estaba algo cansado de las preguntas, interrumpió y dijo:

- La pido. Necesito estar solo porque... grito dormido.

Harper, intentando bajar la tensión, negó rápidamente:

- No, no es cierto...

Q, con una mueca, agregó con total naturalidad:

- Bueno... tengo diarrea.

Maddison puso cara de asco al instante y respondió:

- ¡Eso no es necesario saberlo!

Q simplemente se encogió de hombros.

- Ninguno de ustedes lo sabe, pero correr mucho hace que el estómago se suelte.

- Ahórrense los detalles. Puedes quedarte lo que les corresponda. Si quieren esquiar temprano, deberían dormir.

Con esa última advertencia, la atmósfera se calmó un poco, y todos fueron a sus respectivas habitaciones.

Harper se acercó a Min Ho, quien estaba sentado en la esquina de la habitación mirando la pared, perdido en sus pensamientos. Notó que su rostro reflejaba un dolor que no podía ocultar. Sin pensarlo mucho, se sentó junto a él, dejando que el silencio los envolviera por un momento.

Min Ho, sin volverse a mirarla, murmuró con cierta amargura:

- Venir aquí. Fue su idea, pero cuando el increíble Joon Ho aparece... me abandona.

Harper lo observó con compasión. Sabía muy bien lo que se sentía cuando alguien a quien querías fallaba, y, aunque no le gustaba que Min Ho estuviera tan apenado, comprendía su situación mejor de lo que él pensaba.

- Sé cómo te sientes, -dijo suavemente, sin poder dejar de mirarlo con tristeza.

Min Ho se giró lentamente hacia ella, y por un momento, sus ojos se encontraron. Parecía que había algo más detrás de esa expresión de cansancio en su rostro.

- Desearía que no te importara tanto, -respondió en voz baja, casi como un susurro, pero Harper pudo notar la vulnerabilidad en su tono. No era solo su papá quien lo hería; había algo más que aún no quería revelar.

Ambos hablaron bastante tiempo y a pesar de que ella seguia un poco enojada no queria dejarlo solo pero sabiendo que él no quería hablar más de lo que lo estaba lastimando, y agregó:

- Deberías descansar... es tarde.

Min Ho la miró, pero en sus ojos había algo que lo hizo detenerla antes de que se levantara. Sus palabras salieron casi implorantes.

- Aún no te vayas... quiero estar junto a ti, por favor.

Harper lo observó en silencio. La ternura de su voz y su mirada le hicieron sentir lo que él intentaba esconder. Sabía lo difícil que debió de ser para él.

Asintió, entendiendo que este momento era importante para ambos, y volvió a sentarse a su lado. Min Ho, con un suspiro de alivio, apoyó su cabeza suavemente en su hombro. El silencio que los rodeaba ya no era incómodo, sino lleno de entendimiento.

Y así, juntos, se quedaron allí, sin necesidad de palabras.

Al día siguiente, Harper despertó primero, sintiéndose un poco adormilada. Miró a su alrededor, notando que Min Ho ya estaba despierto, observando el techo. Con una pequeña sonrisa, él giró hacia ella.

-Bueno, si tu hermano se entera de esto, tendré que huir -dijo bromeando, como si intentara aliviar el aire que los rodeaba.

Harper no respondió de inmediato, dándole una leve sonrisa antes de mirar por la ventana. Pero al levantar la cortina, ambos se quedaron en silencio, sorprendidos por la escena afuera.

La nieve cubría las calles, más allá de lo que podían haber anticipado. No solo había caído nieve durante la noche, sino que una tormenta había golpeado con fuerza, dejando el paisaje completamente blanco y las calles llenas de nieve fresca.

Min Ho entrecerró los ojos y se giró hacia Harper, notando su expresión también sorprendida.

-¿Hubo una tormenta anoche? -preguntó, ahora completamente consciente de la magnitud de la nieve que cubría todo.

Harper asintió, asomándose un poco más hacia la ventana.

-Parece que sí... -dijo con una voz suave, mientras seguía mirando hacia afuera.

Min Ho se levantó de la cama, todavía algo atónito, y se acercó a la puerta.

-Voy a avisarles a los demás para que sepan... ¿Te parece si nos quedamos un rato más antes de salir? -dijo, volviendo la cabeza hacia ella.

Harper lo miró brevemente y asintió, sabiendo que probablemente tendrían que esperar un poco antes de hacer cualquier cosa.