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"PARTY"


Cuando llegaron a la fiesta, todos los ojos se posaron sobre ellos. Min Ho no se separó de Harper ni un instante, como si quisiera que todos notaran que estaban juntos, que realmente estaban en una "relación", falsa o no. Los murmullos se extendieron por el salón mientras se desplazaban, y Harper notó las miradas que se cruzaban con las de Min Ho y las de ella. Sintió una mezcla de incomodidad y un ligero desdén.

De repente, Min Ho detuvo sus pasos y su mirada se desvió hacia un chico vestido con ropa deportiva. No estaba completamente fuera de lugar, pero contrastaba bastante con el ambiente algo elegante del evento.

-¿Te vestiste así para el evento del año? -le preguntó en tono despreciativo.

El chico, algo incómodo, apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que Min Ho soltase la mano de Harper y caminara hacia él con paso decidido.

-Repasare el código de vestimenta con el portero, amigo -dijo Min Ho antes de alejarse.

Harper observó cómo se alejaba y, por un momento, se sintió aliviada de estar sola. Tal vez este evento no fuera tan malo después de todo, si podía tener un poco de espacio. Decidió caminar hacia la barra y pedir una bebida. Mientras se acercaba, vio a Kitty, que estaba conversando con un par de chicos, pero al verla se desvió hacia ella.

-¡Qué bien te ves! -dijo Harper, sonriéndole mientras tomaba asiento junto a ella.

Kitty la miró de arriba a abajo, observando su vestido verde, y le devolvió la sonrisa.

-Tú también. Pareces... casi lista para un evento de gala. -Kitty señaló algunos chicos en la fiesta que se habían quedado mirando a Harper. - Puedo notar que con el pequeño detalle de tu "obsesivo novio falso" van a estar detrás de ti todo el tiempo.

Harper soltó un suspiro y observó cómo algunos chicos se acercaban a ella, mirando con ojos llenos de coqueteo.

-Sí, es genial -respondió con sarcasmo-. Con ese novio obsesivo que tengo, será difícil que alguien me hable sin que se meta en mi espacio.

Kitty sonrió, divertida, mientras cogía su bebida. De pronto, su teléfono vibró. Sin mirarlo demasiado, ella lo deslizó fuera de su bolso. Harper notó el nombre en la pantalla: Peter.

-Oh, ¿quieres saber algo curioso? -dijo Kitty con un tono travieso, mirándola fijamente-. Peter ha estado llamándome preocupado por ti. Dice que ha estado llamando, y no le has contestado ni una vez.

Harper suspiró de nuevo, sin saber cómo explicarle a Kitty ni a sí misma las razones de evitar esas llamadas. Peter probablemente la estaba presionando por algo que, ni ella misma podía describir. Estaba confundida. Con Min Ho, todo esto de la relación falsa complicaba más las cosas de lo que imaginaba.

-No sé cómo manejarlo -dijo Harper con algo de frustración-. Ni siquiera sé qué decirle.

Kitty levantó la ceja, completamente consciente de lo que pasaba. Pero, en lugar de presionar más, decidió cambiar de tema mientras tomaba su trago y observaba cómo los chicos alrededor seguían lanzando miradas a Harper, como si pudieran oler que algo sucedía detrás de las sonrisas.

-Haremos que todo esto funcione, lo prometo -dijo Kitty con una sonrisa enigmática.

Min Ho se había perdido de vista a Harper por un buen rato. Estaba ocupando el tiempo interrumpiendo a varios chicos que intentaban beber, quitándoles las cervezas y regañándolos con una mirada fulminante.

-Esto no es una fiesta en Londres, chicos -les decía, lanzando las botellas hacia los camareros con una mezcla de arrogancia y autoridad-. Esto es Seúl, y los menores de edad no beben aquí, ¿ok?

Aunque estaba disfrutando de tener algo de control sobre la situación, pronto se dio cuenta de que no veía a Harper. Su mirada se desvió por la pista de baile, buscando entre los rostros que pasaban frente a él. Sabía que ella había estado con Kitty en algún punto, pero ahora estaba sola.

Min Ho dejó lo que estaba haciendo, su mente rápidamente fijándose en ella. La vio, allí, en medio de un pequeño grupo de chicos. Algunos coqueteaban, otros le ofrecían tragos. Harper se veía algo incómoda, y por un momento, su expresión parecía distante, como si quisiera escapar, pero no podía. Él frunció el ceño y se acercó, caminando decidido entre los grupos que se alejaban y observaban al chico que entraba en escena.

Se detuvo frente a ellos, levantando una mano como en señal de advertencia.

-Ya tiene novio -dijo con una firmeza que dejó claro que no había lugar para discusión. Los chicos se miraron, sorprendidos, antes de dar un paso atrás con cara de resignación. Min Ho soltó un suspiro de alivio, pero antes de que pudiera irse, sus ojos se posaron en un chico más, uno que estaba cerca de la barra con un vaso en la mano. Este parecía haber olvidado por completo las advertencias previas. Sin pensarlo dos veces, Min Ho caminó rápidamente hacia él.

-¿Te gustaría hacer el favor de dejar de ofrecerle tragos? -dijo con tono severo, mirando al chico sin titubeos. Él no era alguien que se dejara intimidar fácilmente, pero algo en el tono de Min Ho hizo que lo pensara dos veces.

Min Ho continuó en voz baja, esta vez sólo para el chico.

-Ella ya tiene novio, así que mejor apaga esa idea de tu cabeza. ¿Entendido?

El chico se quedó allí, boquiabierto, mientras Min Ho se volvía a girar y comenzaba a buscar nuevamente a Harper.

La fiesta seguía en su caos, llena de risas y música alta que reverberaba en las paredes, pero Harper estaba distraída mirando su teléfono. Un mensaje apareció en la pantalla. Era de Peter, y decía:

"Si no contestas, mamá se va a enterar."

Ella suspiró, algo agotada de la situación. Sabía que debía hablar con él, pero la presión de las falsas relaciones, de la situación en la fiesta y de lo que había pasado hasta ahora, la tenía desconcertada. Necesitaba algo de calma antes de explicar todo. Así que caminó hacia una zona más tranquila de la fiesta, alejada de las multitudes, para contestar.

El tono de voz de Peter se sintió cargado de preocupación tan pronto como respondió.

-Harper Grave Kavisnky -comenzó, con ese tono conocido que no dejaba espacio para evasivas-, ¿por qué no respondes mis llamadas?

Ella tragó saliva, sintiendo una pequeña punzada de culpa. Pero sabía que no podía seguir evadiendo la conversación. Necesitaba contarle todo.

-Lo siento, Peter -dijo tratando de justificar su silencio, su voz sonando cansada-. He estado... ocupada. Tengo mucho en mi cabeza, pero te contaré todo. Solo dame un momento.

Sin embargo, en ese momento, sus ojos captaron a lo lejos a Kitty, quien ya estaba bastante ebria, comiendo un trozo de pastel mientras parecía hablar sola entre risas y murmullos. Harper no pudo evitar una sonrisa. Era tan evidente que Kitty estaba más allá de la diversión, y estaba claro que la diversión había tomado un giro inesperado para ella.

Aprovechando que la distracción de Kitty estaba asegurada, Harper soltó un suspiro resignado.

-Tengo que irme ahora, Peter. Después te llamo, ¿vale? -dijo rápidamente, colgando la llamada antes de darle tiempo para replicar.

La mirada nerviosa de Harper no pasó desapercibida cuando se acercó a Kitty. Ella estaba completamente sumida en su mundo, sonriendo tontamente mientras pasaba la mano por sus labios para limpiarse un poco de comida.

Harper levantó una ceja al verla en ese estado.

-¿Estás ebria? -preguntó con una sonrisa divertida pero a la vez resignada.

Kitty, medio riendo, levantó el pulgar mientras balbuceaba.

-Obvio -respondió, tragando un bocado de comida y tratando de mantener el equilibrio sobre el banco en el que estaba sentada-. ¡Esto está... delicioso! Quiero compartir, ¿quieres?

Harper se rió y negó con la cabeza, cruzándose de brazos mientras Kitty continuaba sonriendo, mirando al vacío y diciéndole algo entre dientes que apenas se entendía, pero que de alguna manera, Harper no pudo evitar encontrar gracioso.

La música de la fiesta se cortó de golpe, haciendo que todo el bullicio se apagara en un instante. Los murmullos llenaron el aire mientras los estudiantes comenzaban a mirar hacia el dj. En ese momento, la señora Han, el profesor Finnerty y el profesor Lee aparecieron, una mezcla de furia y desagrado en sus rostros. La escena se volvía caótica; la mayoría de los presentes, al ver a los tres adultos, gritaron, gritaron y corrieron hacia todos lados, tratando de escapar o esconderse.

Min ho, con su rostro serio y rápido para actuar, se adelantó, tomando a Harper del brazo con firmeza.

-¡Vamos! -le dijo apresurado, sin preocuparse por el tumulto.

Harper, algo sorprendida pero dándose cuenta de la seriedad de la situación, reaccionó de inmediato. Con el otro brazo, estiró la mano y alcanzó a Kitty, quien estaba tambaleándose. La abrazó mientras la arrastraba con ella, aún sintiendo la presión en su pecho mientras veían cómo el caos se desataba a su alrededor.

Min ho no paraba de mirar hacia atrás, vigilando cómo la fiesta se desmoronaba. Siguió avanzando hacia la salida mientras las luces de los pasillos iluminaban sus pasos apresurados.

Con Kitty tambaleando entre ellas, y la adición de una buena dosis de pánico en el ambiente, cruzaron la puerta de salida lo más rápido que pudieron, empujando a las personas que intentaban colarse en el mismo pasillo. Afortunadamente, pudieron escapar sin demasiados contratiempos. Los tres rápidamente encontraron un rincón en la calle mientras todo seguía convulsionado dentro.

La noche, aunque todavía joven, ya se había convertido en un desastre.

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