005
005
"¿BACK HOME?
La calma nocturna del dormitorio fue rota por un grito repentino. Harper despertó sobresaltada cuando alguien tiró de sus sábanas. Medio dormida, pensó que era Kitty.
-¡Kitty, ya basta! -murmuró, tirando para recuperar las mantas.
Pero la respuesta no fue la habitual quejas de su mejor amiga, sino la voz de un chico.
-¿¡Quién eres tú!?
Harper se incorporó de golpe justo cuando el intruso le quitó las sábanas por completo. Frente a ella, tres chicos, Min Ho, Dae y Q, la miraban con ojos desorbitados.
-¿Qué... quién...? -intentó procesar Harper.
Gritó.
Los chicos gritaron.
Ella volvió a gritar.
Los chicos gritaron de nuevo.
Finalmente, salieron corriendo como si les hubiera crecido alas, chocando entre ellos mientras huían.
Ambas se vistieron apresuradamente y fueron hacia la pequeña sala común del dormitorio, donde los tres chicos ya estaban, claramente discutiendo entre ellos.
-Te lo dije, Dae, tu ex y su amiga irrumpieron en nuestra habitación. ¡Quieren matarnos! -exclamó Min Ho dramáticamente mientras señalaba hacia Harper y Kitty al verlas entrar.
Harper cruzó los brazos, fulminándolo con la mirada. -¡Este es nuestro dormitorio! -protestó, sacando el papel de registro y agitándolo delante de ellos.
Q, siempre el mediador, tomó el papel y le echó un vistazo. -A ver... Oh, aquí está el problema. Te registraron como "Song Covey"
Kitty arqueó una ceja. -¿Y...?
Dae se adelantó, visiblemente incómodo. -Song es un nombre que se usa más para chicos en Corea.
Q continuó, girando el papel hacia Harper. -Y aquí dice "Grey Kavinsky". Claramente te registraron como chico también.
-¡Es Grace Kavinsky! -exclamó Harper, exasperada. -¿Cómo pueden confundir Grace?
Min Ho dio un paso hacia adelante con una sonrisa burlona. -Esto fue planeado. Obviamente querían estar cerca de Dae. Aunque tú... tú sólo querías estar cerca de mí. Lo sé, estabas coqueteando conmigo en el avión.
Harper abrió los ojos incrédula y luego los estrechó. -¡Yo no estaba coqueteando contigo!
Kitty miró a Dae con frialdad cuando él intentó acercarse. -¿Podemos hablar, por favor?
-No quiero hablar contigo -respondió Kitty cortante, alejándose hacia el fondo de la sala.
Harper, viendo cómo se llevaban esa conversación a un lado, se volvió hacia Min Ho, fulminándolo con la mirada mientras este respondía con una sonrisa arrogante. Ambas intercambiaron miradas cargadas de disgusto hasta que Kitty volvió.
-Vamos, Harper -dijo Kitty entrando nuevamente a la habitación asignada.
Harper asintió y la siguió, no sin antes mirar con desafío a los chicos. Q, que intentaba mantener la paz, observó el caos con resignación.
-Oigan... ¿y dónde va a dormir Dae? Todas sus cosas están aquí.
La puerta de la habitación se abrió de golpe y Harper salió, lanzando una almohada que impactó directamente en Dae antes de volver a cerrar de un portazo.
Min Ho empezó a reírse a carcajadas mientras Dae se masajeaba el hombro y murmuraba algo ininteligible.
Q suspiró mientras recogía la almohada. -Definitivamente esto va a ser interesante.
La noche había caído, y Harper se encontraba en su cama, mirando el techo mientras su teléfono vibraba con un mensaje entrante. Era Peter.
-¿Cómo estuvo el baile? ¿Te divertiste?
Harper suspiró, sintiendo una mezcla de frustración y tristeza.
-El novio de Kitty tiene novia. Volvemos mañana a casa.
A la mañana siguiente, el ambiente en la habitación era tenso y silencioso. Harper y Kitty recogieron sus cosas sin intercambiar palabras. Al abrir la puerta para salir, se encontraron con Dae acostado en el suelo, claramente incómodo.
Harper levantó una ceja y, con una sonrisa traviesa, hizo un gesto como si fuera a patearlo. Kitty negó con la cabeza, y ambas salieron del dormitorio en silencio, dejando a Dae detrás.
Mientras caminaban por el campus, Kitty se detuvo al ver un cerezo en flor, idéntico al que había visto en el álbum de fotos de su madre. Se acercó, sacó su cámara y tomó algunas fotos, sintiendo una conexión profunda con su madre en ese momento.
Más adelante, encontraron una escultura de roca con inscripciones, otro lugar que su madre había visitado. Kitty, con una mezcla de nostalgia y esperanza, se volvió hacia Harper.
-¿Crees que esto sea una señal para quedarnos?
Harper sonrió con tristeza.
-No lo sé, Kitty. A veces, las señales están abiertas a interpretación.
Mientras Kitty seguía tomando fotos, Dae apareció en pijama, claramente agitado.
-Kitty, por favor, necesitamos hablar.
Kitty lo miró con frialdad.
-No tengo nada que decirte.
Harper, sintiendo la tensión, decidió darles un momento a solas, pero mantuvo una distancia prudente. Observó cómo Dae intentaba acercarse a Kitty, y por un instante, pareció que estaban a punto de besarse. Sin embargo, un hombre apareció de repente, llamando a Dae con urgencia.
Dae, visiblemente frustrado, se fue con el hombre a regañadientes. Harper y Kitty intercambiaron miradas confusas y continuaron su camino, solo para ver a Dae subiendo a una camioneta junto a otras personas.
Yuri se acercó a ellas con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
-Me encantaría llevarlas al aeropuerto, pero tenemos un asunto importante que atender. Aunque puedo pedirles un taxi.
Kitty forzó una sonrisa sarcástica.
-No te preocupes, nos las arreglamos.
Yuri las miró por un momento, evaluándolas, antes de encogerse de hombros.
-Está bien. Nos vemos.
Sin más, entró en la camioneta, dejando a Harper y Kitty con más preguntas que respuestas.
Mientras la camioneta se alejaba, Harper puso una mano en el hombro de Kitty.
-¿Estás segura de que quieres irte?
Kitty miró el campus, el cerezo en flor y la escultura de roca, sintiendo el peso de las decisiones por venir.
-No lo sé, Harper. Pero creo que necesitamos respuestas antes de tomar una decisión.
Harper asintió, y juntas comenzaron a caminar, dispuestas a enfrentar lo que el futuro les deparara.
Al volver a la habitación, las chicas se sorprendieron al encontrar a Min Ho y Q mirando un video en la computadora del lugar. Ambos levantaron la vista y las miraron, sorprendidos por su regreso.
-¿Pensé que ya se iban? -preguntó Min Ho con tono juguetón.
Kitty sonrió levemente.
-Así era, pero lo pensamos bien y nos quedaremos y no es por un chico.
Q, curioso y algo sarcastico, sonrió de lado.
-Qué linda.
Kitty, en respuesta, se encogió de hombros.
-Mi mamá estudió aquí. Me hace sentir más cerca de ella.
Antes de que pudieran seguir con la conversación, el televisor llamó su atención. En la pantalla apareció Dae, algo visible pero casi no distinguido entre los otros rostros. En la televisión se veía a un hombre mayor anunciando un programa de becas.
-El primer estudiante de la noche es Dae Heon Kim, quien se destaca por ser estudiante sobresaliente de la Escuela Independiente de Seúl y por ser novio de mi hija Yuri. -La cámara lo enfocó con una sonrisa amistosa.
La entrevistadora le preguntó en ese instante:
-¿Cree usted que el presidente Han está siendo sincero o simplemente lo utiliza para limpiar su imagen?
Dae, visiblemente incómodo ante la pregunta, respondió con cautela.
-El presidente Han es sincero... -dudó un segundo-¿Alguna otra pregunta?
Una risa suave llenó el aire, y los entrevistadores comenzaron a reírse encantados con sus respuestas, mientras él se deshacía un poco de la tensión con una ligera sonrisa.
Cuando Dae regresó a su lugar, la cámara captó un momento incómodo. Yuri intentó tomar su mano, pero él se apartó con cierta brusquedad, un gesto que no pasó desapercibido para las chicas.
Kitty, mirando la pantalla con los ceños fruncidos, suspiró aliviada.
-Oh, por Dios... No es una relación real.
La habitación quedó en silencio un momento mientras todas procesaban lo que acababan de ver, las emociones entrelazadas con las palabras de Kitty.
Harper estaba peinándose frente al espejo cuando Min Ho entró con personas al dormitorio, cargando varios paquetes. Al parecer, se había hecho con la responsabilidad de la llegada de los envíos. Harper lo observó un momento, confundida.
-¿Qué es todo esto? -preguntó, levantando una ceja mientras observaba la pila de paquetes que él iba depositando por la habitación.
Min Ho se estiró como si se sintiera orgulloso de estar tan a cargo. Le echó una mirada fulgurante y una sonrisa traviesa.
-Ah, no sé, solo algunos regalos que llegaron... -respondió con un toque de simpatía, con su típica sonrisa juguetona.
Harper lo observó por un segundo antes de responder, manteniendo su tono indiferente, pero con el brillo de un desafío en la mirada.
-Y pensé que me iría esta mañana... Pero parece que lo reconsideramos -dijo, deslizando su mirada entre él y los paquetes, manteniendo una postura erguida.
Min Ho, sin dejar de sonreír, se acercó un poco más, como si la conversación estuviera empezando a volverse más personal.
-¿Reconsiderar? ¿Por qué? No estaba tan mal aquí, ¿no? -dijo, como si no le fuera tan ajeno el seguir jugando con sus palabras.
Harper, por supuesto, se dio cuenta de esa intención, pero sabía que este tipo de bromas no eran suficientes para que cayera. Resignada, le dirigió una sonrisa ligera y respondió, en un tono algo más relajado, pero sin dejarse atrapar.
-¿Quién sabe? No todo en este lugar es tan obvio... -dijo, insinuando que no iba a ceder ante su intento de broma de coquetear.
Min Ho se echó hacia atrás con una sonrisa divertida. Estaba disfrutando del reto.
-Vaya... Pensé que, tal vez, siendo un poquito... más insistente, lograría algo -respondió en tono bajo, entrecerrando los ojos como si estuviera calculando su próximo movimiento.
Harper negó con la cabeza, mostrando que no iba a permitir que ese "encanto disimulado" lo llevara más lejos.
-Lo tuyo no es lo que pensaba... un intento de coqueteo bastante flojo, pero bonito intento -le dijo con una mezcla de diversión y desafío.
La chica seguía manteniendo su actitud desafiante, mostrándole que había más de lo que él esperaba.
Min Ho, finalmente, soltó una ligera risa, notando que no iba a conseguir lo que quería de ella tan fácilmente.
-¡Eres más difícil de lo que pareces! -dijo en tono juguetón-
Justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe, y Dae apareció en el umbral, observando a Harper y Min Ho.
Kitty entró detrás de él, con un aire decidido.
-Tenemos que hablar -dijo Kitty, dirigiéndose a Dae sin darle oportunidad para responder.
Min Ho sonrió de forma encantada mientras ambos se dirigían hacia la habitación, mirando por encima del hombro.
-Parece que se acerca la acción, chicos -comentó, medio en broma.
Harper y Min Ho se quedaron en silencio mientras escuchaban a Dae y Kitty alejarse, y Min Ho se recostó en la mesa con aire relajado.
-Definitivamente... no hay nada más interesante que las chicas que no se dejan conquistar a la primera. -Sonrió con una mezcla de resignación y diversión mientras pensaba en lo que había ocurrido.
Harper levantó una ceja, con la misma actitud desafiante. Sabía que no iba a ser tan fácil para él con ella.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top