"The real happiness"
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Otro día soleado comenzaba, como ya era costumbre nuestra, nos levantamos algo temprano para así pasar a visitar a HeeSeung antes de finalmente ir a clases. A pesar de que Tyunnie quería ir a la biblioteca como ya era costumbre suya —por más que intenté recordarle que ya no tenía que estar sólo— tuve que recordarle que hoy no podía acobardarse, ¡ya habíamos hecho un trato!

Se preguntarán cuál es ese trato... bueno, hoy mi increíble esfuerzo debía dar frutos, había citado a Soobin para esperar en el jardín porque supuestamente Taehyun iba a confesar sus sentimientos, pero ahora mismo anda de cobarde fingiendo que había olvidado algo, pero yo ya hice todo por él, jeje.

Finalmente logré hacer que caminara hacia el lugar mencionado, mientras tanto, yo iba por otro lado.

Al menos eso quería que pensara, en realidad los observaría desde lejos~

¡No todos los días vas a ver a tu amigo declarándose al chico que le gusta!

Tardaron un rato conversando, hasta que finalmente pude ver que se abrazaban algo nerviosos y luego se iban de la mano.

En algún momento Taehyun notó mi presencia y sólo me miró sonriendo, por lo que le devolví la sonrisa y lo miré orgulloso.

Al fin cumplí mi promesa.

Pero no puedo siempre vivir de la felicidad de otros, quizás ya es momento de que yo empiece a buscar mi propia felicidad, una que no sea a base de cumplir los caprichos de la gente. Después de todo, la felicidad es subjetiva y depende de cada quien el encontrar su propia fuente de felicidad, quizás en algún momento sea fuente de felicidad de alguien que realmente pueda hacerme feliz de la misma manera.

En algún momento empecé a caminar sin mirar mi camino y entonces choqué con alguien.

– ¡Lo siento! No te vi, de verdad, perdón– me tendió la mano el chico desconocido, por lo que la tomé para poder levantarme.

– No pasa nada, estaba distraído también– ya que me había levantado, le sonreí y... ¡Era el chico de cabellos amarillo pollito! – Oh ¿Cómo te llamas?

Me miró algo confundido, pero comenzó a reír después de unos segundos –Choi Yeonjun ¿Y tú?

Choi Yeonjun claro que lo sabía. Lo sabía todo ¿Por qué preguntaste eso Beomgyu? Tonto Beom, tonto.

– ¡Beomgyu! Choi Beomgyu, soy nuevo

– Me doy cuenta– otra vez sonrió, no podía negar que era bonito– Uhm ¿Quisieras salir después de clases? Digo, te ves agradable y me gustaría conocerte– sonrió avergonzado mientras rascaba su nuca.

A veces la felicidad también está en personas que aún quedan por conocer. No hay que perder la esperanza, después de todo, no hay tristeza que dure para siempre ¿Verdad?

– Está bien, Yeonjun, me gustaría mucho ir contigo

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La felicidad ciertamente es subjetiva, pero no es un estado imposible al cual llegar, requiere de mucha paciencia y sobre todo, fuerza. Aunque sea complicado, quizás encontremos siempre una pequeña hada de la felicidad en aquellas personas que menos esperamos. No siempre todo va a terminar como queremos que suceda, pero depende de nosotros el marchitarnos o florecer en la adversidad.

Little fairy of happiness.