"Stranger"
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—¿Quién mierda eres y qué haces en mi casa? ¿Qué eres siquiera? ¿Un fantasma que viene a llevarse mi alma? —Estaba asombrado, claro, pero eso no significaba que podía confiar en un total desconocido que no sabía ni cómo había llegado a mi habitación.

—Relájate, no muerdo, solo vine a hacerte compañía—Una vez más comenzó a reír, la situación cada vez se ponía más extraña.

—¿Relajarme dices? ¿Cómo me relajo si un desconocido con alas se mete a mi cuarto si está todo cerrado?–

—¡Oh! Es cierto, no me he presentado, suelen llamarme Bloom, pero mi nombre es Beomgyu y por lo que tengo entendido, eres Taehyun ¿Verdad que sí?— Mencionó sonriente mientras que bajaba del pequeño estante donde estaba sentado.

—Genial, también sabe mi nombre. Seguro ya estoy muerto y viniste a llevarme al infierno ¿O será que alguien le puso algún tipo de droga al café? Ah, ya siento que empecé a alucinar —Me tiré a mi cama mientras suspiraba frustrado.

—Puede ser, aunque no soy una alucinación, en realidad soy alguien. Incluso te he dicho mi nombre, es muy descortés de tu parte el no saludar a tu invitado—El pequeño chico se sentó a un lado de donde estaba, con los brazos cruzados y un ¿puchero? Genial, seguro me mandaron un mocoso para cuidar. Suspiré y le dirigí la palabra de nuevo.

—Para empezar, yo ni siquiera sé quien eres, tampoco te invité a que entraras en mi casa. Segundo, pareces un niño pequeño; vamos, anda, dime por qué estás aquí, rápido, antes de que me arrepienta y te saque a escobazos.—Dije con algo de fastidio y el otro chico saltó de alegría, vaya, no sabía que alguien podía ponerse feliz por que le contestara así.

—Bueno, nuevamente me presento, puedes decirme Beomgyu. Y como tal vez has notado, soy algo así como un hada ¿Entiendes? Y estoy aquí para ayudarte con algunos problemitas que parece que estás teniendo, ¿no es así?—Miró directamente hacia mi cabello con una expresión que realmente no supe descifrar.

—¿Hablas de esto?—Señalé mi cabello, a lo que él asintió— Ah, no es nada, solo está un poco pegajoso, yo me puedo encargar—Le di la espalda para regresar al tema de mi cabello.

—No pareces entenderlo—Hizo unos movimientos extraños con las manos y una ¿masa extraña brillante? hizo que mi cabello volviera a la normalidad. ¿Mamá? ¿Ayuda? Creo que me morí y ahora estoy imaginando a un niño mágico.

—¿Cómo..?—Respondí incrédulo.

—Te estoy diciendo que vine a ayudarte, no es pregunta, es afirmación ¿entendiste?—Lo pensé un momento y asentí no muy seguro.

—¡Perfecto! Te prometo que no te arrepentirás de nada.— Sonrió y desapareció, dejando algunas flores en el lugar. Volví a tirarme en mi cama, intentando dormir para despertar y fingir que nada había pasado. ¿En qué me metí?

Serán días largos, de eso estoy muy seguro.