[Capítulo extenso]
"Photography day pt. 2"
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Después de correr y empujar alumnos un rato, Beomgyu finalmente pudo llegar a su pequeño amigo que al parecer lloraba. Preocupado, se acercó a él y lo abrazó con fuerza.

– ¡Tyunnie! Realmente lo siento, no debí dejarte solo, no fue mi intención ¿Qué pasó?– decía mientras tomaba entre sus manos el rostro del menor, limpiando las lágrimas que caían por sus mejillas.

– Beom... – finalmente habló, sorbiendo su nariz que debido al llanto se había congestionado, sin embargo, evitaba levantar la mirada al saber que—literalmente— toda la escuela lo miraba con morbo e incluso burla.

– No pasó nada, en verdad, es sólo que... – volvió a hablar y antes de continuar suspiró pesado – Míranos, mira al rededor, todos nos miran con asco, todos odian mi presencia, estoy solo, estamos solos.

‹ Sé que sólo te fuiste unos minutos, pero el estar aquí solo, me hizo darme cuenta de que realmente eres mi único amigo. ¿Qué caso tiene venir? ¿Qué de diferente tiene este año? Quizás lo que me afectaba nunca fue mi desgracia en este día, quizás sólo me enoja saber que estoy tan solo que no hay nadie que me defienda en un día tan... vaya, relativamente importante de cosas tan horribles. ›

Los presentes, que habían llegado por puro chisme a burlarse del pobre alumno, miraban la escena con tristeza, algunos con pena y otros simplemente ignoraban el sentimiento de remordimiento que florecía al oír al pobre chico que por tantos años fue blanco de acoso y burlas.

Beomgyu no fue la excepción, miraba a su pobre amigo con los ojos acuosos, sintiéndose miserable al notar que realmente estaba buscando hacerlo feliz de la manera incorrecta.

Pero no se iba a rendir.

– Tae... realmente lamento todo lo que te ha pasado, no fui el responsable de nada, pero si ninguno de estos ignorantes piensa decirte algo, yo lo haré– cambió su expresión de tristeza a una de enojo, mirando a todos los presentes mientras elevaba el volumen de su voz– ¡Y no me importa que todos aquí me estén mirando! Ríanse todo lo que quieran de mi, pero Taehyun merece ser feliz, y si su felicidad depende de que pase vergüenza, pues lo vale totalmente.

Antes de volver a hablar volvió su vista a su compañero que ahora cubría su cara, sollozando, pero también riendo un poco al oír a su amigo alado – Realmente lamento que hayas tenido que pasar años siendo etiquetado como un nerd ¿Quién usa esa palabra ahora siquiera? Lamento también que nadie haya notado que como todos, también eres persona y mereces respeto... y sobre todo, lamento no haber podido ayudarte cuando dije claramente que te haría muy feliz, lamento no lograr descubrir que lo único que necesitabas era un amigo en quien poder confiar... pero Taehyun, también quiero agradecerte por confiar en mi, recordarte que no debes de tener miedo ¡Por que voy a estar aquí! A partir de ahora voy a re plantear mi idea de la felicidad... siempre pensé que la felicidad se basaba en lo que uno quiere, mas no me di cuenta de que la felicidad también la puedo dar yo mismo, entonces, yo quiero que puedas ver en mi ese amigo que necesitas ¿Podrías dejarme intentar ser esa felicidad que te falta? ¿Un amigo que te apoye a pesar de todo? Porque puede haber mucha gente estúpida que diga que eres una pérdida de tiempo, pero si es necesario, yo estaré aquí sabiendo que eres mucho más que solo lo que hablan.

Los alumnos que se burlaban, pasaron a finalmente sentirse arrepentidos, algunos llorando y otros, sonriendo con cierta tristeza al ver que finalmente alguien se atrevía a dar la cara por él.

Taehyun, por su parte, a pesar de seguir llorando, se encontraba muy feliz y, por primera vez en años, finalmente lo habían visto sonreír.

– Tonto, claro que eres mi amigo, perdón si te di a entender que no lo eras– se levantó de su lugar y lo envolvió en un cálido abrazo que no dudó en corresponder, mientras tanto, algunos de sus compañeros se acercaban llorando, suplicándole su perdón. Ambos chicos reían, a pesar de todo, nunca había guardado remordimiento alguno por lo que perdonó a todos sin excepción, hasta que unas personas inesperadas se acercaron.

– Kang Taehyun– dijo con un tono avergonzado aquella chica que ya habían visto ese día.

– ¿Hwang Yeji? Creo que ese era tu nombre, aunque no entiendo por qué me llamas por mi apellido.

– Eso no importa, quería disculparme contigo también.

– Oh ¿Realmente? Digo, no es necesario, sé que muchos lo hacían para seguir el rollo y bueno, creo que después de todo me basta con que dejen de hacer todo, pero acepto tus disculpas si eso es lo que quieres oír –concluyó Kang con una sonrisa sincera.

La peli-gris sólo lo miro con más vergüenza.

– No es eso... es que realmente he hecho algo malo, muy malo– en ese momento, un chico de hoyuelos también se acercaba para hablar con el bajito, por lo que la chica aprovechó su momento de arrepentimiento para hablar al fin– fuimos compañeros desde primaria, fui yo quien dejó que resbalaras en las fotos.

Tanto Beomgyu como Taehyun, e incluso Soobin que recién llegaba, la miraron confundidos.

– No lo entiendo ¿A qué quieres llegar con eso? Fue un accidente, así como las demás veces... ¿No?

La chica negó – Esa vez se me cayó agua por accidente, pero después llegó Soobin y... como nadie se acercaba a ti a excepción de él, empecé a hablar mal de ti y de cómo tenías una maldición –mientras la chica hablaba, Taehyun recordaba cuando era más pequeño, cómo de repente el mayor se había alejado de él sin siquiera haberse conocido bien– a partir de eso comencé a planear accidentes para que realmente pareciera que era lo que decía, por mi culpa todos se burlan de ti, por eso lo lamento, de verdad, sólo era un juego que se me salió de las manos por celos.

Estar enojado era una palabra muy simple para lo que sentía Taehyun, sin embargo, la chica se estaba disculpando y él no quería excluir a nadie, por lo que simplemente la perdonó, con la condición de que no molestara a nadie más, puesto que tenía fama de tratar mal a algunas personas.

Finalmente parecía que todo mejoraba y poco a poco empezaron a acomodarse los grupos para las fotografías.

Beomgyu miraba orgulloso cómo algunas personas se acercaban a hablar con Tae y él, sorprendido, conversaba con ellos.

– Gracias– de repente una voz algo grave pero suave se dirigió al castaño. Al voltear a ver, se percató de que era Soobin.

– ¿De nada? Espera... ¿Soobin? ¿Por qué me agradeces?– replicó con confusión.

– Tiene un tiempo que quería hacer algo por él... pero soy cobarde y nunca hice nada realmente por detener lo que le hacían, por eso te agradezco, por haber hecho algo que muchos no nos atrevimos a hacer– sonrió mientras bajaba un poco la mirada, entonces Beomgyu entendió lo que debía hacer.

– Es hora de las fotos– antes de que pudiera contestar, habló Kai llamando a los grupos de su generación. Inmediatamente todos los compañeros de Taehyun se acomodaron en el orden que el rubio les decía, dejando a Taehyun y Soobin hasta el final.

– Ustedes deben ir al frente, pónganse ahí juntos– señaló un lugar en el medio que había guardado para ambos. Ellos sonrieron y se miraron por unos segundos, justo antes de que tomaran la fotografía, una voz detuvo al rubio.

– ¡Espera! Beomgyu también es de mi grupo, él también debe estar en la foto– Beomgyu miró a su amigo, confundido, pero tanto él como Soobin, lo jalaron con ellos hasta el centro, dejándolo en medio de ambos. Aunque pensaba protestar, notó la felicidad en ambos, lo cual lo hizo saber que estaba en el lugar correcto.

– ¡Sonrían!