⻝ ┇ ❝treinta y cuatro.
✧ 08 ✧
— No esperé que tu mamá fuera tan linda persona, después de eso. — Lalisa la besó, pero notó cómo su omega hacía varias muecas. Estaba pensando.
Jennie sólo acariciaba sus mejillas con su lengua y abultaba sus labios cuando estaba algo enojada, pensando seriamente eso. Frunció su ceño al saber que no aceptó el beso.
— Corazón, ¿qué-
— No confío en mi mamá. — Acarició su labio con su lengua —. Por algo es que vino a disculparse, no le creo mucho, tal vez está en drogas.
Y Lalisa suspiró, riendo divertida. Realmente Jennie estaba pensando de esa manera.
— No pienses eso de tu madre, bebé, a alguna le gente le toma mucho el intentar disculparse, y creo que tu madre es de esas personas que no piden perdón tan fácil, ¿sí?
— Pero habló cosas horribles de ti y ni te conocía. — Dejó de fruncir su ceño, y la volvió a ver —. Por favor, Lalisa, por favor dime que entre todas las omegas que cogiste, por favor no me digas que tuviste algo con mi madre.
— ¡¿Qué?! ¡No, qué asqueroso! — Hizo una mueca llena de asco, y volteó a ver a su omega —. O sea, tu madre no es asquerosa, asqueroso sería haber tenido relaciones sexuales con ella y luego con su hija, ¿sabes?
— Oh, entiendo, lo contrario en "Dicen Por Ahí". — La vio, y Lalisa asintió —. No te sentirías ganadora por eso, como él. — Volvió a asentir, y Jennie entrelazó sus piernas, y se atrevió a besarla —. Dios, imagina que te metes con la abuela de alguien, con su madre, y con ese alguien.
— No me imagino eso. — Tapó sus ojos, haciendo reír a Jennie —. Porque si pienso eso me imagino que te lo estoy haciendo a ti.
— Y mi abuela tiene 98 años.
— Mi tipo. — Bromeó, y la mayor la volvió a besar en los labios, pero luego lo pensó.
— Yo soy tu tipo, ¿soy vieja para ti? — La castaña arrugó su nariz, y negó.
— Solo tú eres lo único que me gusta en este mundo. — Ahora si completaron su beso —. Aparte de los pretzels y las malteadas de fresa.
— Las malteadas de fresa son la mejor cosa del mundo, después de los gatos. —Ambas asientieron —. ¿Viste a Chocolate?
— Está acostado en el sillón. — Jennie suspiró —. Hoy fue un día muy agotado, amor.
— Tuve que aguantar a mi mamá. — Torció sus ojos y sacó su lengua, haciendo reír a su alfa —. Apaga la luz y ven, vamos a dormir.
— Oye, Jen. — Alzó sus hombros para hacerle saber que estaba escuchando —. ¿Es sano que tengamos relaciones mientras estás embarazada?
— Claro que es sano, ni que Haneul atrapara tu miembro. — Bromeó, pero Lalisa la vio seria a los ojos.
— No hará eso, ¿verdad?
— Boba, todavía está en desarrollo, y no, jamás pasaría eso, ChaeYoung nos explicó eso. — Sostuvo su rostro, lo estrujó, y lo besó —. Ahora, a dormir porque mañana va a ser un día muy pesado.
— Cierto, mañana me iré muy temprano, mi jefe quiere hablar conmigo.
Jennie alzó sus cejas, e hizo un puchero.
— ¿Te irás temprano? — Puchero que fue besado —. ¿Temprano, temprano?
— Muuuy temprano. — Hizo otro puchero.
— Odio ser adulta. — Y Lalisa rió, pero Jennie lloró levemente.
— ChaeYoung una idiota.
— Cuidadito con hablar así de mi prometida. — JiSoo la señaló, y Jennie torció sus ojos —. La boda será en unos meses, para que Lalisa y tú hagan espacios en sus agendas.
— En Estados Unidos, ¿no? — La menor asintió —. No sé si Lalisa haya viajado en avión.
— Sí, viajó en avión. — Y la mayor la miró, confundida. Apenas iba a hablar hasta que la otra pelinegra la interrumpió —. Un día viajamos a Canadá de vacaciones, escapada de amantes.
— ¿Cómo?
— Escapada de amantes. — Repitió, y Jennie sonrió falsamente —. Señorita Celosa, mete tus evidentes celos en un cajón y tira ese cajón por aquella ventana abierta. — Y la mayor bajó su mirada apenada —. Ese suceso pasó hace cinco años, y por lo que estoy enterada, Lalisa te marcó hace meses, están esperando un bebé y viven juntas.
— Todavía no vivimos juntas, está pensando en comprar una casa, ¿sabes?
— Pensé que iban a vivir en la tuya por... el espacio, ya sabes.
— Yo igual pensé eso, pero me ofreció esa idea, a mi se me hace algo mejor, así que. — Alzó sus hombros —. Creo que es una opción viable, una nueva vida, se puede decir.
— Estoy enamorada de su relación y todavía no las he visto juntas. — La mayor sacó su celular, y le mostró su fondo de pantalla. Ellas dos besándose en el muelle. Sonrió tierna —. Las amo.
— Hay que comer juntas. — Sonrieron las dos, y una comenzó a llamar a su alfa. Sonrió más fuerte al recibir una respuesta positiva —. Dijo que sí.
— ¿Ya?
La mayor la miró obvia.
Sostuvieron su saco, agarraron sus bolsos, y salieron de la oficina.
— Espera. — Jennie la detuvo —. Todavía no decidimos en qué restaurante vamos a comer...
— ¡Jennie, lo que tienes de bella lo tienes de despistada! — Y la mayor la miró ofendida.
— Esa debes de ser tú, "Señorita olvidé usar pantalones y vine al trabajo casi en pantaletas".
— Fue un desliz.
— Cómo sea. — Tecleó rápido, y después la miró a los ojos —. Ya le dije que en el Applebee's del centro comercial, vámonos.
— Pero que quede claro que lo del pantalón fue un desliz. — Jennie prefirió ignorarla —. ¡Fue un desliz!
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