Capitulo 1


-L-Lu...-solté en un gemido. Dios, pero como me dolía mi barriguita. Estaba en mis 8 meses de embarazo. Mi panza ya era ancha, se notaba mi embarazo. Mei Ling y Shaoran eran unos nenes muy hiperactivos. Tiraban pataditas que me hacían cosquillas, pero a veces me molestaban por el dolor.

Luhan estaba en la universidad. Ya era la 1: 20. Estaba por salir, sin embargo, sentía que yo no aguantaría más con estos dolores en mi vientre bajo. Jinri, la señora que estaba a cargo del aseo y entre otras cosas en el departamento, había salido hace ya, como una hora al supermercado para comprar la despensa. Así que, en pocas palabras, estaba solo.

Estaba, únicamente, sosteniéndome con una mano del marco de la puerta del baño de nuestra habitación y con la otra frotaba mi vientre. Dolía mucho. Sentía mis piernas débiles y temblorosas. Temía caer ahí mismo. El único pensamiento que tenía en mente era, que cueste lo que cueste tendría que llegar a la cama para no correr el riesgo de caer al suelo y lastimarme mi barriga.

Con dolor y mucho esfuerzo, poco a poco fui acercándome, pero fue un movimiento torpe y brusco el último que di, provocando que mis rodillas se doblaran y cayera hincado al suelo. Gemí en dolor. Las palmas de mis manos estaban apoyadas en el suelo y mi cabeza estaba cabizbaja.

-No...-dije. Solo era de segundos para comenzar a llorar. Tenía miedo. Mucho. Mis mejillas comenzaron a calentarse y mis ojos aguarse. Segundos después, las lágrimas ya se deslizaban por mis mejillas.

No tuve el lujo del tiempo para poner atención a mí alrededor. Solo escuche el grito de Jinri y me solté a sollozar.

-Pero niño ¿Qué está pasando?-sentí sus manos rodear mis brazos para ayudarme a levantar del suelo. Con mucha cautela y fuerza, lo logro.

-M-Me caí-chille-. Y-Y... ¡Ah!-solté un grito. Los dolores en mi vientre cada vez eran más intensos.

-No...-balbuceo-. Niño, son contracciones. ¡Estás a punto de aliviarte!-sin previo aviso, corrió hacia el buro al costado de la cama y comenzó a marcar un numero en el teléfono. Luhan. Ella comenzó a decir las palabras muy apresuradamente. Me temo que Luhan le haya entendido. Después de finalizarla, regreso a mi lado.

-Ay, niño Sehun. Mira, haremos esto, los dos. Respiramos-su brazo rodeaba mi cintura, aunque era ancha, ella lo podía hacer. Inhalo y yo trate de hacer lo mismo-. Bien, ahora soltamos-lo hice.

Así pasaron minutos, que para mí, parecieron eternos.

El azote de una puerta se escuchó y después unos pasos muy acelerados hacia donde estábamos nosotros.

Mis ojos llorosos fueron a parar a la puerta y me encontré con un Luhan totalmente pasmado. Si no fuera por el subir y bajar de su pecho, podría haber dicho que estaba como muerto.

-Disculpe que lo moleste, pero no creo que sea el momento más adecuado para quedarse sin hacer nada, Joven Xiao-comento Jinri. Luhan despertó de su shock. Corrió hacia mí. Se inclinó enfrente. Tomo mi rostro entre sus manos y dijo:

-Todo estará bien, bebé. Confía en mi-yo asentí con mucho esfuerzo y morid mi labio inferior con mucha fuerza. Una contracción, como Jinri había dicho, me estaba torturando. Luhan pasó uno de sus brazos por debajo de mis piernas y el otro por mis hombros. Y finalizo obligándome a rodearle el cuello con mis brazos temblorosos. Me cargo-. Jinri, toma ambas pañaleras y sígueme-yo estaba fundiéndome cada vez más en el dolor.

Después de dejar el departamento y subir al elevador, ya no pude recordar nada con exactitud.

Solo tuve leves lapsos de tiempos que podía recordar. Luhan y Jinri tranquilizándome con palabras. Luhan haciendo llamadas mientras conducía y Jinri sosteniendo mi mano. Yo quería que la mano de Luhan fuera quien me diera ese leve soporte. La vista del hospital. Enfermeras alarmadas. Un doctor y por ultimo un quirófano y Luhan a mi lado, sujetando mi mano vestido con ropa quirúrgica. Sonriendo, poco a poco fui cerrando mis ojos. Me habían sedado.

***

-Sehun-una voz me llamaba-. Sehun-insistía.

-Mmm-gemi levemente. Sentía mi cuerpo pesado al igual que mis parpados.

-No llamen al novio, ni a ningún familiar, aun. Esperen a que el niño despierte-las voces eran lejanas, pero claras-. Sehun-volvió a llamarme. Forcé mis ojos a abrirse y esto de inmediato volvieron a cerrarse, había mucha luz blanca en la habitación.

-¿Cómo estás?-pregunto.

-Siento mi cuerpo como si pesara miles de kilos-se escuchó una risa.

-¿Te duele algo?-negué. Solo sentía mi cuerpo muy pesado de ahí en fuera, nada.

-Te estas recuperando de la anestesia. Me temo que en unos minutos comenzaras a sentir el dolor de la cesárea, pero no temas, te aplicaremos unos calmantes-asentí. Aun no separaba mis parpados. ¿Cesárea? Oh ya ve... ¡¿Cesárea?! ¡Mis Bebés!. Abrí mis ojos de golpe y mire al doctor y a una enfermera a mi costado.

-¡¿Dónde están mis bebés?! ¡¿Están bien?!-ataque con preguntas.

-Tranquilo o te lastimaras. Los bebés están bien. No te preocupes-me dijo-. El que no está bien es el padre-soltó una risa.

-Quiero verlos-pedí ignorando lo último dicho.

-Solo quería que despertaras para que tú fueras el primero en verlos. Ahora los traemos. Por cierto, son muy hermosos. Tan pequeños y ya se les nota que estarán muy guapetones-no pude evitar esbozar una sonrisa al escuchar eso. Me calme, pero estaba muy nervioso. Mucho. Vería por primera vez a mis bebés y los tendría en mis brazos.

La enfermera se dirigió hacia la puerta. Supuse era ella quien iría por mis bebés. Al abrir la puerta, pude escuchar notablemente los gritos enfadados de uno de los hombres más importantes en mi vida. Luhan. Me entraron unas ganas tremendas de verlo y llorar de pura felicidad.

-¡Luhan!-le llame. Quise que sonara como un grito a su llamado, pero pareció más bien un musito.

-¿Quieres verle, eh?-mi vista se desvió de la puerta, al doctor.

-Por favor-pedí. El doctor asintió y camino hacia la puerta.

-Pasa Xiao. Pero sabes que la conducta que has tomado en estos momentos no es para nada la adecuada-dijo y de inmediato supe que Luhan le había ignorado sus palabras, porque entro como un rayo a la habitación. Sus ojos almendrados chocaron con los míos. Mis manos se aferraron con fervor a las sábanas blancas que me cubrían del vientre hacia abajo.

-Sehun-soltó con preocupación. No lo vi venir, solo sentí sus brazos rodearme con fuerza.

-L-Luhan-susurre entre cortadamente.

-Mi niño, eres muy fuerte. He estado muy preocupado por ti y nuestros bebés, pero al final más por ti, ellos están muy sanos a pesar de ser unos bebés ochomesinos-sonrei. Eso me daba mucha calma. Demasiada. Beso mi frente y con su barbilla acaricio mi cabeza.

La puerta se abrió, Luhan se separó de mí, la enfermera entro con dos bultitos, uno envuelto en una cobijita rosa y el otro en una azul, entre sus brazos. Ya venía venir mis lágrimas.

-Aquí están estos lindos angelitos, su tío me ha dicho que sus nombres son, Mei Ling y Shaoran, no se preocupen. No le he dejado verlos. Es de ley que los padres, pero más la "madre", sea quien les vean primero-la enfermera nos regaló una hermosa sonrisa. Camino hacia nosotros, dirigiéndose por el costado mío.

No pude notar en que momento Luhan dejo de respirar hasta que desvié un poco mi mirada de nuestros bebés. Estaba embelesado en ellos. Solté una risita y mis lágrimas salieron. La enfermera se inclinó hacia mí, primero me entrego a Mei Ling y después a Shaoran. Una vez que me loes entrego, salió. Nos dejó solos. Él se movía muy inquietamente, mientras ella dormía. Como supuse, desde que me entere que tendría cuatitos, eran totalmente diferentes. Destape un poco su rostro, dejándome verlos. Sus gorritos blancos con el respectivo color de sus cobijitas. Eran adorables. Dios. Puedo morir ahora teniendo esta hermosa imagen. Ambos eran de mi propia tez, blanca y pálida, aunque estaban un poco rojos de las mejillas. Shaoran tenía sus pequeños ojitos muy abiertos. Me sorprendía. Apenas era un recién nacido y parecía estar muy vivito. Pude notar, que esos ojitos almendrados y esas pestañas castañas, eran de su padre. De Luhan. Ambos tenían el cabellito de mi propio color, castaño. Pero la pequeña boquita de mi nena era la misma que la de Luhan, lo note en su bostecito. Iba muy apresuradamente quizá, pero yo ya les había encontrado parecido a ambos. Estaba loco. Lo sé.

-Son preciosos, Lu-dije entre una sonrisa. Mis lágrimas seguían bajando, pero para mí parecían invisibles. No recibí respuesta y por ende, levante mi vista hacia él y me fue inevitable no soltar una risilla al ver sus lágrimas deslizar por su rostro, pero este seguía siendo inexpresivo-. Son muy bonitos y adorables, Luhan. Me dirás loco, pero yo ya les encontré parecido a ambos-mi vista volvió a mis pequeños.

-Sehun, muchas gracias. Muchas gracias de verdad-sus brazos nos rodearon a los tres, Mei Ling, Shaoran y a mí-. Ahora tengo a mis tres niños entre mis brazos. Ya no puedo pedir nada más, o si, una boda perfecta y hacerlos muy feliz y, tenerte eternamente para mí-solté y solté más lágrimas. Esto era tan perfecto y hermoso. Esto parecía irreal, pero era real.

Yo amo a mi Xiao o mejor dicho, a mis Xiao's. Gracioso, pero cierto. 

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N/A: 

¡Hola Donias!

¿Que les ha parecido el primer capitulo de este mini fic, continuación del One Shot de "Sin miedo"?

¿Les ha gustado?  ¿Lo sigo? 

Este es mi regalo por navidad, año nuevo y día de reyes hahahaha. Esto es todo. Nos leemos luego.

Bye, Bye...

¡Gracias por leer!





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