Tercera parte
Cinco meses luego del secuestro de SoYeon habían pasado.
Últimamente las cosas habían ido bien. Los negocios en el trabajo de ChanYeol habían sido fructíferos, el comercio se hallaba estable, los incidentes sucedidos habían quedado en el pasado, para algunos incluso olvidados, superados, como en el caso de SeHun y Holland, quienes habían obtenido una misión que tratar más recientemente fuera de Corea.
Hasta donde sabía, debían estar ahora mismo en alguna parte de América del Norte. No tenían muchas notificaciones al respecto, pero las cosas parecían ir bien desde su perspectiva. Y habían demostrado que Holland tenía su voto de confianza, así que el que fuera junto a algunos otros subordinados comandados por SeHun hasta allá, no era ningún problema.
Kai y KyungSoo, por su parte, tomaron un descanso de sus actividades, concedido por el propio ChanYeol. Al tener a un KyungSoo muy embarazado que ni siquiera podía cargar con su alma, fue sencillo para ambos desaparecerse del mapa por un rato. Y si consideraba que KyungSoo esperaba no uno sino dos bebés para este momento ya descubiertos, bueno, nadie se quejó de la disponibilidad con la que se habían tomado sus 'vacaciones pagadas.'
Por otro lado, Lay regresaba a su trabajo de antes. Se encontró de vuelta en aquel apartamento rodeado de seguridad en cada esquina de la que no se imaginaba, obtenía su viejo puesto en el cuidado de BaekHyun, sobre todo porque su jefecito ya estaba en el séptimo mes de embarazo, y tener que cuidar de una bebé de diecisiete meses junto a otro en camino, no era del todo sencillo para solo uno.
SoYeon estaba ahora aprendiendo a caminar, finalmente había dicho su primera palabra, y aunque fuera un solo papá, había logrado sacarle el gusto a BaekHyun como a ChanYeol, con lo que consiguió que la segunda fuera papi, y la tercera agua. Era lo que más decía SoYeon entendiblemente, lo demás eran solo monosílabos o largas frases inconexas, pero conseguían darle mayor claridad a sus pedidos con algunos gritos y llantos cuando tanto se reclamaban.
Gateaba, ahora la bebé SoYeon gateaba, y seguía dando sus primeros pasos con muy poca confianza, pero estaba dando un progreso bastante considerable para pensar que hace solo cinco meses ni siquiera sentarse adecuadamente podía por sí sola.
BaekHyun sin embargo, ya no podía cargar a todos lados que fuera con SoYeon, ni tampoco perseguirla en caso de que se fuera por un lado equivocado, así que para eso mismo estaba Lay a su lado, y ciertamente al chino le quedaba muy bien lo de ser niñero. A él al menos le gustaba. Sobre todo ahora con BaekHyun tan embarazado.
"Es incómodo, mi piel es muy sensible, y mi panza se cuelga. Termino con la espalda adolorida y unos pies tan hinchados por todo el peso con el que cargo. SoYeon no había dado estos problemas."
"Bueno, todos los embarazos son diferentes, BaekHyun-ssi, quizá solo sea cosa momentánea. O capricho de su segunda niña," ah, sí, porque ChanYeol y BaekHyun ya habían descifrado el género de su bebé luego del quinto mes pasado.
Tendrían otra niña, y a BaekHyun no podía hacerle más feliz la noticia. Excepto cuando se veía al espejo y notaba su panza flácida, algo caída. Había aumentado de peso bastante recientemente y se sentía más hinchado de lo que antes. Estaba embarazado, lo sabía, y su doctor había dicho que era normal, que estaba en un buen peso, pero eso no quitaba el hecho de que su incomodidad terminara.
"Yo creo que con el uso de una faja podría solucionar el problema."
"¿Faja para el embarazo?" BaekHyun lo pensó al acariciar su panza. Su ombligo había estado salido desde el sexto mes, pero ahora según lo veía parecía casi como si fuera a reventar o ser como un botón por romper en una camisa. "¿Son de esas que sostienen la pancita y te dan una mejor postura, acaso?"
"Hmm, dicen que dan bastante comodidad en realidad."
Lo pensó otra vez. Sacó una camisa de su armario y se la probó para ver si aún le quedaba.
"De acuerdo, iremos con ChanYeol para pedir dinero y comprarla," se quejó mentalmente al ver cómo la camisa dejaba expuesta su panza al levantarse por su tamaño.
Ya no le quedaba, ¡y la había comprado hace dos semanas! Juraba que se sentía tener una sandía inmensa dentro de su cuerpo ahora mismo.
Se la quitó al usar mejor una sudadera holgada de ChanYeol. Parecía que era la única ropa que hasta ahora bien le quedaba, su esposo en sus momentos de ocio las usaba, lo cual era casi nunca recientemente, así que las tenía a su disposición por ahora, sin mencionar que siempre las compraba en tallas mucho más grandes, lo que bien le funcionaba ahora a BaekHyun y su inmensa panza para salir cubierto a la calle.
"Ok, vámonos, bebé gigante," habló para sí mismo al acariciar su vientre, con el apodo que le había dado provisionalmente al aún no haber decidido un nombre junto a ChanYeol para su bebé, así como se dirigió con Lay para recibir en brazos a su hija aunque su amigo se opusiera a que todavía la cargara. Pero mientras Lay mejor se llevara su bolso y la pañalera, él podía cargar sin ninguna molestia a su bebé más activa que traía el chupete en la boca. "Vamos todos a visitar a papá al trabajo."
"¿Qué me dicen si obtienen un diez por ciento? Es un buen dinero, no veo razón para que no acepten," ChanYeol dijo, sentado detrás de su escritorio, con las manos unidas sobre su regazo, al tiempo que veía a los de Busan pensar un poco en su propuesta. "O simplemente niéguense, y terminarán hasta nuestra buena relación. Se acaba el comercio, se acaban los negocios, y la seguridad para su gente que proporciona la mía. ¿Qué dicen? ¿Quieren que firmemos contrato?"
"Me encanta cómo manipulas la información a tu dirección, Park. Lo pones de una manera que parece como si nosotros fuéramos los que saldríamos perdiendo si no aceptáramos," Kang habló, su jefe, un chico joven de sonrisa jocosa, que en seguida se acercó para extenderle la mano. "Yo creo que nos llevaremos bien si los dos somos tan parecidos en ese aspecto. Diez por ciento, lo aceptamos."
"Me alegra que así sea," ChanYeol tomó su mano y la estrechó con simpleza. "Daniel. Las demás formalidades serán tomadas con mis ejecutivos en finanzas, el papeleo y todo eso, esperaría que tus hombres estuvieran al tanto para aclararlo."
"Claro que sí, Park," Kang accedió e hizo una seña a los hombres detrás de él para dirigirse ahora con los mismos mencionados por ChanYeol al resolver el resto del asunto. De ese modo dejó que ambos soltaran sus manos. "Así que con todo esto, he de suponer que no piensas asistir a la fiesta anual del gremio de asesinos de Seúl al centro."
"Es complicado. Lo veo difícil, tengo a mi esposo embarazado en casa, y él no–"
"¡Está aquí ahora mismo!" BaekHyun hizo así su entrada al sorprender a todos en la sala al momento de azotar la puerta para abrirla y conseguir que cada uno de los presentes sacaran sus armas y las expusieran en su dirección. Con BaekHyun que bufó a cambio. "Bajen ahora mismo todo eso, no creo que su jefe estaría muy de acuerdo en que le dispararan a un embarazado."
"¿BaekHyun?" ChanYeol miró a su alrededor con molestia al notar la amenaza hacia su esposo aún impuesta. Se puso en pie, deshizo su posición relajada y frunció el ceño al imponerse con voz autoritaria. "¿No lo escucharon? Él dijo que bajen sus armas, ¡le daré un maldito tiro al que no lo haga!"
La amenaza fue clara, así que las armas se bajaron inmediatamente, y con eso resuelto, BaekHyun consiguió abrirse camino junto a su hija hasta el escritorio de ChanYeol y un Lay bastante apurado que le seguía el paso.
"BaekHyun, creí que te había dicho que me esperaras en casa, no se supone que salgas así a la calle, ¿tienes idea de lo expuesto que estás? Yo llegaría en unos minutos contigo, estaba por salir. Además, ¿qué haces cargando con SoYeon? No puedes cargar contigo tanto peso."
Ante esas palabras, ChanYeol inmediatamente tomó en sus brazos a su hija. BaekHyun de alguna manera lo agradeció porque ya se sentían acalambrados sus brazos, pero sonrió como si nada a la expresión molesta de ChanYeol, así como dio un vistazo a su alrededor y decidió ser conciso en algo.
"Estoy bien, ChanYeol, no es como si no pudiera cuidar de mí mismo. Estoy embarazado, no inválido, y tengo a Lay conmigo, de cualquier modo, no tienes nada de qué preocuparte. Tu seguridad está esperándome de igual modo allá abajo. No soy estúpido como para salir mínimamente desprotegido."
"Aun así, sabes que no–"
"BaekHyun, es un gusto verte, veo que el tiempo ha pasado desde la última vez, ¿no es cierto? Estás inmenso," Kang intervino, y aunque la sonrisa de su socio pareciera tranquila al ver a su esposo, no le había gustado para nada cómo había sonado ese adjetivo en nombre de BaekHyun. Aunque el contrario gorjeó, y pareció casi sentirse halagado por ello. "Y resplandeciente."
"Gracias, Daniel, diría lo mismo de ti, pero no estás embarazado," y se rio; ChanYeol se sintió extraño al quedar fuera de la conversación aunque no era que se quejara realmente porque el tema le era inquietante si se ponía a pensar que parecía ser que él no entendía bien esto de los elogios a embarazados. Y este era su segundo embarazo. "Aunque me alegro de haber venido aquí cuando estabas tú ahora, solo así pude escuchar sobre lo de la fiesta del gremio, ¿quién iba a decirlo? No tenía en cuenta que ya fueran a celebrarla, y ChanYeol no me había comentado nada al respecto."
Masculló más entre dientes eso último al girarse a su esposo para dirigir el gesto, aunque volvió con una sonrisa a su socio, tan bipolar como solo él podía mostrarse.
"¿Van a celebrarle donde siempre?"
"Sip, en realidad, es hoy desde las siete, según tengo entendido. De etiqueta, ya sabes cómo es la cosa, el gremio siempre tan sofisticado. Muchos de sus socios y compradores van a ir, por eso me sorprendió saber que Park pareciera un poco reacio a aceptar la invitación, pero ahora viéndote, bueno, entiendo que se quiera tomar sus precauciones con–"
"Yo estoy perfectamente, no hay razón para no ir esta noche a la fiesta. Quiero decir, no podríamos quedar mal con el gremio ni nuestros socios. Seguro que el jefe Park piensa lo mismo," BaekHyun interrumpió y volvió a resplandecer su sonrisa al ignorar el que ChanYeol le estuviera dedicando un ceño muy fruncido por el otro lado. "¿O no, cariño?"
"BaekHyun, sabes que tú estás–"
"Lay y yo planeábamos ir a comprar una faja para mi pancita," expuso, sin problemas, ni siquiera se avergonzó por la forma en la que sonó. Tuvo que usar cierto convencimiento con ChanYeol, por lo que dirigió su mano hacia la curvatura de su vientre para tener sus ojos puestos en esta al momento de sonreírle y usar su gesto de hipnotismo. "Eso me ayudará a sostener a tu bebé gigante, y seguro que ayudará para que me ponga el traje de esta noche. Venía a pedirte el dinero para ello, creo que debes tenerlo por aquí en alguna parte."
Continuó, esta vez al pasar por su lado, y se agachó mínimamente–o lo que podía con su inmensa panza de siete meses– a lo que expuso su trasero. Daniel inmediatamente esquivó la mirada, así como muchos otros en la habitación cuando sabían que si ChanYeol en algún momento dejaba de ver el trasero de su esposo y notaba alguien más le había estado mirando, les daría un tiro entre las cejas.
Permitió solo de ese modo que BaekHyun sacara el dinero guardado entre los cajones de su escritorio mientras recuperaba la respiración por el esfuerzo y esperaba que nadie lo notara cuando aún les daba la espalda y se regresaba con su esposo. Guardó el dinero en sus bolsillos, tomó de sus brazos a su hija y le dio un beso en la mejilla para declararse ganador de esa partida.
"Listo, con esto será suficiente. SoYeon habrá de quedarse esta noche con Lay, seguro no hay problema..."
"No, señor," Lay aclaró, al tiempo que seguía a su jefecito cerca de la puerta para su salida.
"... Y tú y yo nos veremos en la casa con todo arreglado para irnos. Te dejo, cariño, no querría atrasarte más con tus negocios. Nos veremos pronto."
Se fue así, y dejó a ChanYeol tan estupefacto al haber pasado por cierta conmoción y tener presente a su esposo embarazado, junto a la hermosa vista de su redondo traserito, así como todas esas palabras que había usado, pero casi no había escuchado. Se sentía ahora totalmente idiotizado para hacerse saber que había caído bajo el hechizo.
"Bueno, parece entonces que sí irán a la fiesta," Daniel surgió por ahora sonreírle al jefe al mirarle con las cejas alzadas.
ChanYeol era a veces tan transparente con BaekHyun. Tenía que admitirlo, el que estuviera rellenito y embarazado lo ponía un poco en cuanto...
Oh.
Bajó su mirada y se dio cuenta de su desastre. Daniel no parecía preocuparse, pero sí burlarse al menos.
"Mierda."
"No puedo creer que me hayas convencido de esto, BaekHyun."
"¿Qué? ¿Acaso querías perderte tal fiesta? ChanYeol, hay muchos de tus socios y negociadores aquí, además le debemos al gremio muchas cosas. Son como nuestros amigos. Y hay muchos posibles compradores a la vista, si intentaras siquiera relajarte un poco y dar una vuelta por el lugar para platicar..."
"Ni hablar, no pienso dejar tu lado, no estando tan expuesto. No manejamos nosotros la seguridad de este lugar, tengo que ser yo el que tenga un dedo sobre ti en toda la noche."
"Bueno, pues estaré aquí durante un buen rato. Esta mesa de aperitivos es como la gloria para tu gigante bebé, pusieron todo lo que más le fascina."
"¿Sigues teniendo antojos recientemente?"
"No son antojos, solo es... A ella le gusta, ¿de acuerdo?" BaekHyun se sintió mínimamente avergonzado al escuchar tales palabras de ChanYeol, como si estuviera recriminándole por todos los aperitivos que se había empacado desde que llegaron y terminaron de saludar a sus anfitriones, una mesa establecida para ellos y otros cuantos invitados, asientos que aún no habían ocupado en cuanto la mesa que sí tenía comida se le fue expuesta.
Pero tuvo en cambio la sonrisa que ChanYeol le daba al verle, y al colocar una mano en su mejilla, le dio de pronto la sensación contraria.
"Claro, mi gigante bebé," respondió y dio ese mínimo gesto que era tan efímero como todas las muestras cariñosas de ChanYeol en público. Le deshizo entonces cuando le robó su tortita de las manos. "Esto se ve muy bueno, de cualquier modo."
"¡Oye!" Reclamó al verle comerse lo suyo, ChanYeol solo rio por su molestia, pero lo dejó pasar, cogió otro y le resguardó de su esposo. "Consíguete tu propia comida, idiota, la gigante bebé se enojará contigo de lo contrario."
"Muy bien, me queda claro eso."
BaekHyun estuvo por ceder con el gigante de su esposo en cuanto esa sonrisa y mirada de adoración le fue manifestada para mostrarse un poco más cercano y mimoso de lo que solía ser en público en una faceta muy cariñosa.
Pero en cuanto unos de los hombres anteriormente mencionados llegaron hasta ChanYeol para presentarse y hablar cordialmente antes de ir directo al negocio, él decidió rodar los ojos y alejarse del lado de su esposo con otro pequeño aperitivo en mano. No se esperaba, sin embargo, que aun con cierta distracción, ChanYeol fuera a notar su huida.
"BaekHyun," pero sí lo hizo.
"Iré a nuestra mesa, ChanYeol, esperaré mejor a la cena ahí," se justificó, aunque ChanYeol no parecía convencido de ello. "Me acompañarán Chen, ZiTao y Xiumin," afirmó, su esposo aún estaba reacio. "Ya están allá junto a otros invitados," su mirada en serio era inconvencible. "Estoy un poco cansado, me duelen los pies por estar tanto tiempo parado."
Ahí fue donde ChanYeol suspiró y cedió. ¡Bingo!
"De acuerdo, te acompañaré en un minuto."
"Tárdate todo lo que quieras."
No lo dijo con molestia, en verdad, BaekHyun prefería que ChanYeol se quedara platicando con los negociadores y se hiciera de más aliados si había la posibilidad, era lo mejor para ellos dado el lugar en donde ahora estaban y cómo se habían presentado las cosas antes.
En su camino, terminó su aperitivo, se cruzó con algunas caras conocidas, a los que saludó y reverenció aunque fue un poco torpe para ello con su gran vientre obstruyendo. En algún momento incluso le ofrecieron un poco de champagne, a lo cual él miró a la mesera con incredulidad, y cuando se dio cuenta de su estado, se disculpó en seguida y se retiró sin ningún problema por parte de BaekHyun. En realidad, eso había sido algo cómico.
Se dio cuenta de que había muchas personas en ese lugar. No era de extrañar, si consideraba que era la fiesta anual del gremio de asesinos, siempre tenían una así, en ese gigantesco salón, decorado casi en una forma clásica todos los rincones, con música lenta y tranquila que algunos bailaban, y otros simplemente escuchaban o disfrutaban sobre sus pláticas. Seguridad había por todos lados, y dado que era una fiesta mayormente de asesinos, no se imaginaba que pudiera suceder algo tan malo como para que ChanYeol se preocupara por darle su espacio.
Amaba a su esposo, le encantaba que pasara tiempo con él, pero a veces ChanYeol podía ser algo atosigante, sobre todo ahora que volvía a estar embarazado. Bueno, esas eran las desventajas que obtenía por querer más familia.
El año pasado se había perdido la fiesta del gremio a causa del cuidado que debieron tener para con SoYeon, y el antepasado de una misma forma al hallarse embarazado de SoYeon y ceder ante la recomendación de ChanYeol por quedarse en casa.
Pero ahora que sabía cómo lo había tratado ChanYeol realmente en esos meses de su anterior embarazo, no quería tener que repetir su prisión domiciliaria, por lo que se había hecho a su manera del permiso por asistir ahora a esta, aun en su estado. Aunque admitía que le sorprendía la cantidad de gente que se había reunido en esta ocasión para la fiesta. Había tantos hombres y mujeres en trajes caros y vestidos largos que casi no reconocía, y le dejaba pensando cómo habían cambiado las cosas con el paso del tiempo.
En su recorrido por el salón, se dio cuenta de que llamaba un poco la atención, muchos ojos se paraban sobre él, y quizá fuera porque sabían quién era y aunque él no a ellos, entendía fuera tan mencionado su nombre de cualquier modo. También entendía que pudiera capturar las miradas de unos cuantos ante su figura.
Quería decir, no todos los días ves a un hombre embarazado paseándose por la fiesta de unos asesinos. Había decidido no usar un traje porque no había manera de que sus camisas cerraran con la panza que cargaba. Así que prefirió usar un pantalón oscuro, con resorte para su panza, y un suéter cálido que en tonos oscuros cubriera su parte superior, seguido de un saco largo combinado. Se había maquillado poco, no quería dar a resaltar demasiado ya que lo hacía incluso sin ello, pero en circunstancias totalmente diferentes a las esperadas. Y bien, ahora lo veía con toda claridad. Prefirió ir al baño antes de ir a sentarse.
Su bebé comenzó a tener hipo justo en el momento que entró al baño, y suspiró al mirar hacia su abdomen para notar el movimiento que su niña hacía desde dentro. Sabía que era normal, y según su doctor debía dejar que así pasara al menos hasta que por sí sola su hija se recuperara, así que lo dejó estar, aunque sabía que era muy probable que esto durara cerca de media hora, y de esa forma no sentía la comodidad para orinar.
Podría durar menos si iba con ChanYeol y le decía que la bebé tenía hipo, ya que en otras ocasiones, su esposo lograba con un par de caricias y tiernas palabras hacia el vientre controlar la circunstancia, pero no creía que llegar con tal necesidad hacia ChanYeol en medio de esto era lo más apropiado. Eso solo pondría más ojos sobre él, y ciertamente prefería esquivarlos más de lo que antes. Ya en la comodidad de su casa, podría tener las caricias que quisiera de ChanYeol.
Fue entonces en dirección a lavarse las manos, ya que sus ganas de orinar habían desaparecido, y al hacer pequeños círculos sobre su ropa, al menos consiguió traerle cierta calma a su niña.
La faja había servido para sostener bien su pancita, le liberaba un poco del dolor y peso sobre sus hombros y espalda, aunque no fuera por completo, estaba soportando más de lo usual el estar tanto tiempo parado.
Y estuvo a punto de salir de ahí hasta que escuchó a alguien devolviendo en uno de los cubículos. Se halló un poco curioso al respecto, por lo que lentamente se giró sobre su lugar al momento de oír una palanca ser jalada, y de una cabina salir, para su sorpresa, a Kim JongDae. Mejor conocido como Chen, claro, el subordinado de ChanYeol. Y uno de sus más 'cercanos' amigos.
"¿Chen?" Su primer llamado sorprendió desmesuradamente al individuo, cosa que inquietó un poco más a BaekHyun, pero le dejó pasar ante la posibilidad de lo inesperada que era su presencia y miró al hombre que lo veía con ojos bastante abiertos. "¿Está todo bien?"
"Ah, sí, BaekHyun, solo creo... Creo que me cayó algo mal de la cena."
"La cena aún no se ha servido," aclaró, Chen pareció titubear en su sonrisa, y él se acercó para colocar una mano sobre su brazo. "¿Te refieres acaso a alguno de los aperitivos?"
"O-Oh, eh, sí, sí, creo que sí fue alguno de ellos."
"Demonios, he estado comiendo unos cuantos, no querría que le hiciera daño a mi niña," prosiguió al poner de vuelta una mano sobre su abdomen, el hipo aún no terminaba. "¿Qué fue lo que comiste?"
"Ah, creo que se trataban de los camarones..."
"Oh, bien, los camarones los tengo prohibidos, no he comido ni uno solo," sonrió, poco más tranquilo. "Oye, pero creí haberte visto en nuestra mesa, ¿no eras tú el que estaba ahí, acaso?"
"Estaba ahí hace unos minutos, pero tuve que ir al baño, como ya ves. Pero creo que Xiumin y ZiTao siguen en sus sitios."
"Sí, cierto, y yo debería irme para allá ahora mismo. Si ChanYeol llega y no me encuentra, se va a armar la tercera guerra afuera. Mejor vamos de regreso."
"BaekHyun, espera," Chen de pronto lo llamó y lo tomó ahora por un brazo, lo que lo confundió un poco por el repentino cambio, pero lentamente lo soltó al regresarse, y lo miró dubitativo. "Esto, yo, solo quisiera preguntar. ¿C-Cómo te encuentras?"
"¿A qué te refieres?"
"Me refiero a cómo te sientes, estás bien o te duele algo, ¿acaso–?"
"Oh, no, estoy perfectamente, Chen, no hay ningún problema."
"¿En serio? Y... ¿por qué tu abdomen se mueve entonces de...?" Señaló con un dedo a su pequeña niña que hacía aún bajo las prendas para que se notara el ligero levantamiento de su piel estirada. "¿... esa forma?"
"Oh, la niña solo tiene hipo, no es realmente nada, el doctor dijo que estaba bien y era normal, Chen. Se quitará dentro de unos minutos."
"¿En serio?" BaekHyun sonrió y asintió. "¿Es normal para ti todo esto?"
"Bueno, es mi segundo embarazo, Chen, es dentro de lo más normal que podría," gorjeó y acarició su vientre. Notó la mirada aún en conflicto de Chen al seguir señalándolo. "¿Sucede algo más, Chen?"
"¿Cómo se siente?"
"¿Qué?"
"Me refiero a cómo se siente... ¿cómo se siente e-estar embarazado?"
"¿Cómo se siente?" Repitió, sorprendido, nadie realmente le había hecho esa pregunta antes, ni siquiera el mismo ChanYeol. Aunque sí tuvo otras bastante más incómodas. "Oh, bueno... Es como si te hubieras comido una pelota de fútbol, que van inflando mes con mes según pasa," sonrió al traer esa típica imagen de la mujer embarazada que tenía al esposo 'inflando' su abdomen y se imaginó cómo se vería ChanYeol en tal posición. Quizá era divertido hacer una sesión fotográfica en el embarazo. "Tiene sus altos y bajos, pero mayormente no todo es malo. Se siente bien, es lindo. Sobre todo cuando el bebé comienza a crecer y a mostrar sus primeros signos de vida."
"Tu bebé, ¿ya ha pateado?"
"Oh, sí, desde hace tres meses. Mucho más pronto incluso de lo que SoYeon lo hizo, fue ahí cuando le dije a ChanYeol que teníamos una bebé muy gigante y activa," se rio, aunque Chen no lo acompañara, y lo miró un poco inquieto. Porque no sabía a qué venía ahora todo esto. "¿Sucede algo más, Chen?"
"¿Crees que podría...?" Extendió una mano en su dirección, y BaekHyun lo miró a él como a su mano, por lo que entendió a lo que se refería. Solo que el titubeo del otro chico le impedía continuar, así que BaekHyun sin problemas tomó la mano y la condujo hasta la curvatura de su vientre. Chen así la dejó por unos segundos, y al sentir el movimiento ocasionado por el hipo, se sorprendió, hasta que luego se rio y se dejó llevar en más caricias por su alrededor, que sacó esa misma sonrisa en BaekHyun. "Sí que es sorprendente. Es bastante tierna de igual modo, BaekHyun."
"Sí, ChanYeol y yo somos muy afortunados de tener a dos bebés ahora con nosotros," expresó, de pronto Chen alejó el contacto que mantenían, y al retroceder, creyó que ya era tiempo de dejar eso de lado. "Ok, vayamos de vuelta a la mesa. Ya deben estar sirviendo la cena. Y no quiero a ChanYeol rabiando por mi falta."
"S-Sí, sí, sí, claro. Vamos."
"La cena estuvo fantástica, ¿no le parece, BaekHyun-ssi?" ZiTao preguntó, sentado a su lado. BaekHyun apenas lo escuchó al distraerse con lo que se revolvía en lo sobrante de su plato, así que, al no obtener respuesta por parte de su jefe, Tao carraspeó un poco. "¿BaekHyun-ssi?"
"¿Ah? ¿Qué? ¿Perdón? Oh, ah, sí, claro, buena o lo que sea, sí, me parece," BaekHyun respondió vagamente al apretar un poco los labios y regresar abajo su vista.
No parecía tan animado como hace unos minutos. Eso fue notorio para sus allegados presentes en la mesa.
"¿Qué sucede, BaekHyun-ssi? ¿Acaso le molesta algo?" Xiumin fue amable al preguntarle, y justamente fue esa cordialidad con la que se dirigió a él que lo llevó a mirarle como correspondía, y aunque no quisiera hablar demasiado...
"No, no realmente, bueno, sí, pero..." suspiró. Se sintió patético, pero decidió manifestar con sinceridad sus pensamientos. "Me molesta un poco el estar aquí en realidad."
"¿Por qué lo dice?" Tao preguntó en seguida al fruncir el ceño y verlo. Tenía a cada uno a su lado rodeándolo, Chen se hallaba del otro lado de Tao, extrañamente porque él suponía que se sentaría cerca de Xiumin como más solía encontrarlos, y bastante callado a como estaba en ocasiones. "Creí que había sido usted el que le insistió al jefe Park venir a esta fiesta."
"Sí, lo hice, es solo que, ugh, no lo sé, me gusta estar aquí. Tenía tanto tiempo sin venir, extrañaba un poco el ambiente. Pero, no lo sé, de pronto sentí como si las cosas ya no fueran lo mismo."
"¿En qué sentido?"
"Bueno, primeramente ya no está completo el grupo. O al menos el grupo original, con todos los problemas que hubo hace casi medio año," BaekHyun no lo vio, pero hubo inconformidad en las expresiones de más de uno ante ese comentario. "Luego, teniendo algunos hombres fuera y lejos del lugar..."
"SuHo iba a venir, pero se ofreció a ayudar a Lay en el cuidado de su hija. Creí que usted así mismo lo había querido," Xiumin agregó y BaekHyun apretó los labios. Eso era cierto.
"Sí, pero simplemente no lo sé, ahora todo es tan diferente. Siento que he cambiado drásticamente en estos días," continuó, y se recargó contra el respaldo de su silla para dejar en paz finalmente las sobras en su plato. "Y bueno, luego está el que ChanYeol ni siquiera esté aquí ahora. Quiero decir, sí, sé que le dije que debería ir a hablar con otros negociadores, con algunos de sus socios, que se diera su espacio, pero ahora solo siento..." se detuvo, no pensaba decir lo que tenía en mente.
Sería humillante y denigrante, no se suponía que así era cómo debería mostrarse ante sus subordinados. Y menos rodeados de tantos oídos dispuestos a su conversación. Tenía que mantener postura. Además sería vergonzoso que hubiera soltado el que deseo que venga a abrazarme y darme mimos, pero era lo que verdaderamente quería, ¿no? ¡Estaba embarazado, tenía tantas hormonas!
"Olvídenlo, no me hagan caso, solo estoy un poco bipolar. Últimamente mis altos y bajos han variado desequilibradamente. Cosas del embarazo, ustedes entienden."
"No, no realmente, porque nunca hemos estado embarazados," Chen dijo al por fin integrarse a su conversación, aunque dejó un poco sin palabras a BaekHyun debido a la seguridad de sus palabras. Que, al final de todo, eran ciertas. "Ninguno de nosotros."
"Aún," Xiumin continuó, seguido del carraspeo de Chen que pareció un poco que se estaba ahogando.
"Si me disculpan, creo que tengo que ir al baño."
"Te acompaño," Xiumin en seguida se levantó, lo que tuvo a Chen mirándolo con el ceño fruncido, pero sin decirse nada más los dos, abandonaron la mesa y siguieron su camino.
Dejaron solo a BaekHyun y Tao ahora con ellos mismos.
"Esos dos son tan obvios, ¿no le parece?"
"¿A qué te refieres?" BaekHyun cuestionó y lo miró intrigado, sobre todo en cuanto Tao dejó salir una risita al beberse el resto de su vino que tenía en la copa. "¿Sucede algo con Xiumin y Chen, acaso?"
"No es nada importante. Pero tiene razón, BaekHyun-ssi, nosotros nunca hemos estado en su situación," dejó la copa vacía en su lugar y lo miró de brazos cruzados antes de extender una sonrisa en su dirección tan pronto logró captarle. "Aun así creo que le entiendo perfectamente."
"Eso es lo que me gusta tanto de ti, Tao, estás abierto a la opinión de otros. Mantienes la tuya, claro, pero escuchas las demás, y luego das tu propio criterio. Eres un buen chico, además, estoy seguro de que serías un buen padre, si llegas algún día a tener a una pareja, claro," comentó, Tao permaneció con su sonrisa y se volvió poco más a él, con lo que consiguió quedar de frente a su mirada.
"¿En serio lo piensa?"
"Sí, claro, ¿es que tú no?"
"No lo sé, últimamente las cosas han cambiado tanto, como lo dice. Tenía antes el sueño de casarme y tener hijos como usted, sin tantas complicaciones de por medio, he de añadir," BaekHyun rio, con la simpleza del buen gesto expresado en Tao desde antes. "Pero ahora parece un poco más difícil. Ya no es lo que me esperaba. Sin embargo, usted y el jefe Park parecen llevarlo tan bien con todo. Su hija SoYeon lo demuestra, y con uno más en camino, bueno, uf, yo no creería ser capaz de llevar a cabo tal acto."
"¿Por qué no? ¿Cuál sería el problema?"
"El problema es la posición en la que se encuentra. Es tan riesgoso, luego de lo sucedido con SoYeon al momento de nacer, creo que yo ya no me hubiera arriesgado a volver a quedar embarazado. Mucho menos tan pronto."
"Bueno, sí fue pronto, y debo admitir que no tan planeado como imaginábamos, pero aun así nosotros la queremos y estamos muy felices de tener a nuestra otra pequeña."
"Y me alegro por eso, en serio, se nota que esto para usted como para el jefe Park, ha cambiado muchas cosas en sus vidas. Pero no lo sé, es algo que se puede usar muy en contra. Puede dejarle tan en desventaja, BaekHyun-ssi, nunca se sabe la forma en la que podrían de usted aprovecharse."
"Estamos fuera de peligro ahora, Tao, las cosas han ido bien, no tienes de qué preocuparte," ZiTao apretó los labios, lo que hizo fruncir el ceño a BaekHyun en cambio. "¿O acaso tú has escuchado algo diferente?"
"No, en lo absoluto, tiene razón, BaekHyun-ssi, creo que deberíamos ser positivos, sobre todo en estos momentos," sonrió al deliberadamente pasar una mano por la curvatura de su abdomen sin que BaekHyun lo esperara y darle dos palmadas no tan delicadas. "Me da gusto saber que usted toma con tanta convicción lo de su embarazo. Lo felicito mucho."
"Gracias, ZiTao."
BaekHyun retiró la mano de su subordinado, un poco incómodo ante el rudo y mínimamente experimentado tacto. No quiso parecer agresivo o algo molesto, por lo que sonrió a cambio, y desvió su mirada en cuanto pudo para encontrarse de pronto con la de ChanYeol a tan solo unos metros, entre otro grupo de personas que le dio su vía libre al poder volver a ponerse de pie y darse al menos un ligero paseo que seguir.
"Oh, y ahí está del que tanto hablábamos. Iré con mi esposo, Tao, ya regreso, no te molestes por mí mientras tanto."
"Claro, estaré yo aquí, señor, esperando a que regrese. Sé que se queda en buenas manos," y le sonrió en cuanto se volvió a él para darle una mínima despedida. "¡Buena suerte!"
Aceptó el gesto, por lo que simplemente salió de la mesa y volvió a enfocar sus ojos con los de ChanYeol para aclarar verdaderamente que era a él al que estaba viendo mientras se sentía gustoso porque esa sonrisa demostrara que así fuera...
La música a su alrededor tuvo una tonada poco más subida y dio espacio para que parejas se unieran a la pista. Vio justo el momento en el que ello pasaría, y la forma en la que ChanYeol intercambió unas simples palabras con la gente a su alrededor, finalmente para ignorarlos y salir de tal círculo, con lo que se dirigió en su dirección. BaekHyun sintió su rostro arder porque Dios, hormonas de embarazo.
"Buena noche, ¿no es cierto?" BaekHyun levantó la mirada solo en ese momento y se encontró ya con ChanYeol al frente que extendía una sonrisa en su dirección al mismo tiempo que una mano plantaba a su lado. "Creo que le he echado bastante de menos."
"¿Qué tontería estás diciendo?"
"¿Me concedería esta pieza, señor...?"
"Park," respondió, como si de una verdadera presentación se tratara y rio al tomar la mano extendida de ChanYeol. "Y sí, me sería un gusto bailar con usted."
"Park, lindo apellido, BaekHyun Park. ¿Dónde lo habré escuchado antes?" Continuó al parecer pensar en cuanto lo tomó entre sus brazos y los llevó a la pista al dar un par de vueltas sobre la misma, donde atrajeron miradas infinitas en sus acciones. "¿Es usted extranjero, acaso?"
"No, soy de aquí, aunque en realidad me crie en Bucheon," continuó, ChanYeol incluso hizo una expresión de sorpresa ante su mentira–él no había tenido una verdadera 'crianza'–, pero consiguió que liberara una risita. "El apellido es de mi esposo, sin embargo. También coreano, residente de Seúl, como puede ver."
"Oh, entonces está casado. Madre mía, ¿cómo puedo tener yo la desfachatez de bailar con un hombre casado?"
"Y embarazado."
"¡Embarazado!" Exclamó al darle una vuelta justo en su mismo lugar, lo que hizo volar mínimamente su saco, y mostró con ello mismo parte de su figura. "Cielos, no me lo habría imaginado."
"¿Bromea? Estoy gigante, Señor. Parezco balón a punto de explotar."
"Por mi parte debo admitir que solo estuve viendo sus buenos atributos. Tengo que decir creo que me fascinan sus caderas anchas," reveló y se acercó hasta él para pegar sus labios a la oreja descubierta que estaba recibiendo los susurros con su voz grave. "Y ese lindo trasero respingón que tiene, me pone como a ningún otro."
"Señor, usted es..." se alejó casi ofendido de su lado, pero sin soltarlo, lo miró relamiéndose los labios. "Tremendamente excitante."
"No creo que a su esposo le molestaría si llegara tarde esta noche, ¿cierto?"
BaekHyun volvió a pasar su lengua por sus labios y se acercó ahora él a la oreja de ChanYeol, lo que tuvo al hombre inclinándose en su dirección para evitarle el ponerse sobre sus puntas. Pero cuando estaba por hablar entre susurros un gesto bastante indecoroso, notó inesperadamente algo que llamó su atención de inmediato.
"ChanYeol," y lo verificó, porque no quería equivocarse. Pero era cierto, aún bajo el disfraz, vaya que los reconocía. "Tenemos compañía. Alguien nos vigila. A las doce."
ChanYeol se giró entonces al dar una vuelta con él para disimular el acto. Ahora era él el que quedó viendo lo mencionado, donde de pronto otro hombre se veía del mismo modo que el anterior.
"ChanYeol. Hay otro."
"Lo sé," ChanYeol confesó, su tono jocoso se perdió, ahora la seriedad radicaba en sus voces, y se apegó cuanto pudo a BaekHyun al rodearlo casi por completo con sus brazos. Le dio un beso en la sien antes de susurrarle de nuevo. "Hay varios, BaekHyun, creí que me estaba haciendo una mala idea, porque parecen la seguridad del gremio, pero estos son distintos. Se comunican entre ellos, eso puedo verlo. El uniforme es diferente, además. Los iba a dejar pasar hasta escuchar un comentario por parte de uno de los asociados del gremio. Suga me ha dicho que buscarían el modo de sacarlos sin hacer un escándalo. Pero están ahora en todas partes. Y te han estado observando. A ti, BaekHyun."
"¿Qué quieren?"
"No lo sé, pero necesito que me hagas un favor. Por debajo de mi saco tengo oculta un arma, está cargada, sé que sabes usarla. Sácala, y a la cuenta de tres, necesitaré que te despegues de mí y des el primer ataque."
"Pero ¿qué dirá el gremio?"
"Estoy seguro de que la protección de sus invitados es más importante de lo que la integridad de la propia fiesta, BaekHyun. Intentaré atacar al que está detrás de ti, alguien más responderá seguramente, pero estamos rodeados de asesinos, seguro habrá reacción instantánea. Para cuando logres deshacerte del tuyo, necesito que corras, ¿de acuerdo? No te detengas hasta que salgas de aquí. Mis chicos habrán de llevarte a casa, saben que en caso de emergencia tú eres prioridad para todos."
"Pero ChanYeol, tú–"
"Yo estaré bien. Tengo un as bajo la manga," mostró, literalmente en su mano derecha sobresalía un cuchillo, y cierta sonrisa se apoderó de sus labios al tomarlo entonces por los hombros. "No quiero que pienses en mí, solo que pienses en ti. En nuestra bebé gigante," reafirmó y BaekHyun lo entendió. "Tienes que salir de aquí en seguida, por ella. Tú y ella son lo único que importan."
"ChanYeol, sabes que para mí, tú–"
"Estaré contigo cuando menos lo esperes, Baek," recibió otro beso en la frente, una simple vuelta y verse envuelto en los brazos de su esposo consiguió traerle calidez en el acto. Para convencerse fácilmente de sus palabras. "Lo prometo."
"De acuerdo."
"Bien, uno," siguió y se desplazó de un lado a otro. BaekHyun recorrió sus manos por debajo de la ropa de su esposo para sentir la suavidad de la camisa que portaba, pero denotó el material del arma por detrás del saco entre el pantalón y la camisa, con lo que consiguió hacerse de ella en una sola mano. "Dos," liberó el gatillo, el seguro se desplazó para tener el arma disponible. ChanYeol le dio una última vuelta en la pista. "¡Tres!"
Sacó entonces el arma, y disparó a matar en seguida, unos gritos se escucharon quizá más por la sorpresa, pero en cuanto el hombre cayó, apenas se distrajo para ver cómo ChanYeol usaba su cuchillo oculto para lanzarlo entre las cejas del hombre a su espalda. De pronto tuvo tantas armas desenfundadas a su alrededor. Y más de una iba en su camino.
"¡Sal ahora, BaekHyun!"
No necesitó decírselo dos veces, le quedó muy claro, y en cuanto los primeros disparos volaron cerca de su dirección como la de ChanYeol, descubrió cierto lo que sospechaba. Les habían hecho una emboscada.
El salón se volvió un caos. Tuvo a gente disparando, creando una guerra a su alrededor, mesas cayendo y usándose como escudos, mientras que más balas volaban, y generaban terror y confusión para muchos que intentaban correr hacia la salida. Comenzaron a generar combustión e imposibilidad para escapar, BaekHyun se vio con la dificultad de saber hacia dónde huía.
Se tranquilizó al saber que con una sola mirada, ChanYeol pronto hubiera sabido actuar, su esposo se cubrió en una de las mesas caídas, gente de su equipo llegó a su lado para apoyarle, y muchos más se pusieron de su lado al iniciar a eliminar los que parecían ser más cercanos enemigos. Pero eso no le daba facilidad para poder salir de ahí como debería. Estaba ahora más que desprotegido...
Pero, por Dios, ¿por qué tenía que ser ahora? ¿Por qué ahí, y cómo...?
"¡BaekHyun-ssi!" Tao lo alcanzó al aparecer en su rango de visión y lo detuvo al tenerlo agotado. Exhausto.
Correr en su estado no era adecuado. Ni siquiera sabía si lo tenía permitido. Su subordinado lo cubrió con su cuerpo y lo dejó respirar en el proceso al hacer de barrera humana. Le concedió recuperarse mínimamente antes de razonar con seguridad sus acciones.
"No se preocupe, BaekHyun-ssi, yo sé cómo sacarlo. Yo voy a sacarlo de aquí. Estará bien a mi lado, se lo prometo."
"Tao, pero... la salida..." jadeó, incapaz de conectar bien sus frases.
"Conozco otra, sígame, lo sacaré y llevaré en seguida a casa," fue así como de nuevo lo apresuró a seguir sus pasos, en todo momento Tao quedó detrás al querer protegerlo, pero le indicó de igual modo por dónde debería irse y consiguió llevarlo lejos del escándalo, por un pasillo junto a los baños que lo conducía a la puerta hacia un jardín...
"Cerrada. Está cerrada, ZiTao. ¿Crees que podamos–?" BaekHyun no pudo completar la frase en cuanto se volteó y vio que Tao traía en mano una jeringuilla que inyectó directo en su cuello. Sus ojos se abrieron desmesuradamente a pesar del cansancio y mareo que lo recibió instantáneamente. Seguido de la sonrisa victoriosa en labios del contrario.
"Dulces sueños, principito."
De pronto, se dejó llevar por la asfixia que sintió en sus venas.
ChanYeol caminó por el salón, junto a otros de los de su equipo, y algunos invitados que habían apoyado su movimiento, seguido de los del gremio de asesinos que habían parecido actuar tan pronto él lo hizo. Le estaban siguiendo y miraban a los hombres que atacaron en el suelo, entre una masacre, sangre desparramada por todas partes con pedazos rotos de cristalería y vajilla de las mesas.
Estaban buscando si habían dejado a alguno vivo, necesitaban asegurarse de que no se les escapara alguno, porque más allá de la amenaza que habían significado en su momento, lo que deseaban descubrir era si alguno de ellos hablaría en cuanto a lo sucedido.
Y realmente ChanYeol quería saber si es que su objetivo era BaekHyun. Además del por qué.
"Park, aquí hay uno," ChanYeol se volvió en dirección a uno de los integrantes del gremio, NamJoon, quien estaba sosteniendo entre sus manos por el cuello a un hombre semiinconsciente. Se acercó inmediatamente a ambos. "Ha sobrevivido. Apenas. Pero aún puede hablar, de lo contrario," y mostró un cuchillo, que puso cerca del rostro del tipo.
"Yo me encargo," ChanYeol resolvió al alejar a NamJoon y su cuchillo del atacante. Tenía una herida en el estómago, estaba sangrando, y sospechaba que no le quedaba mucho tiempo, así que le tomó de una misma forma que el asesino, por el cuello de su saco. Habían sido tan cínicos como para vestirse incluso de gala al infiltrarse entre invitados. "De acuerdo, pedazo de mierda, se acabó su teatro, ahora mismo me dirás qué demonios ha pasado y por qué decidieron atacar en esta fiesta. ¿Tenían algún plan en específico? ¿Iban en contra de alguien especialmente? ¿Por qué señalaban en contra de BaekHyun? ¿O iban en mi contra?"
El hombre al principio no respondió, ni siquiera lo miró, pero pareció haberle escuchado y respiró pesadamente. Se rio en su cara y mostró cómo sus dientes estaban perlados de sangre. Poco de la misma escurría por sus labios. ChanYeol demostró asco ante el gesto, pero eso no fue todo, porque además le escupió en la cara. Lo que hizo que ChanYeol perdiera fácilmente los estribos.
Lo cogió con ambas manos por el saco y azotó su cabeza contra el suelo. Eso le aturdió, pero mantuvo su rostro en su dirección y lo obligó a enfocarse de nuevo.
"¡Contéstame, hijo de puta! ¿Cuál era su plan ante esto?" No obtuvo respuesta, por lo que lanzó un golpe a su cara, su puño impactó directo a la nariz para provocarle otra hemorragia. "¿Quién era su objetivo?" Por cada pregunta no contestada, un nuevo golpe a su cara venía. "¿Por qué atacaron en esta fiesta?" Y más risas le respondieron, por lo que decidió ir más serio, si era que tanta gracia le provocaba.
Lo dejó sobre el suelo y sacó uno de sus cuchillos. Estaba ya algo sucio, pero poco le importó, lo clavó sobre la herida en el estómago del hombre y obtuvo un largo grito, cosa que lo dejó mínimamente presionado y se acercó de vuelta a su rostro.
"¿Vas a hablar ahora, sabandija?" Jadeos provinieron del hombre, ChanYeol lo tomó por cada costado de su rostro con una mano y lo enfocó de vuelta en sus ojos. "¡Dime!"
"Tu– n-nunca volverás– a v-ver a t-tu familia, hijo de p–"
ChanYeol le disparó en el ojo, con lo que dejó así que cayera muerto el hombre sin siquiera haber completado su oración. ChanYeol no lo permitió tan pronto escuchó que le hablaban en un idioma que no era el suyo. Era mandarín.
Y se levantó en seguida del suelo para tomar un pañuelo al limpiarse sin importancia la cara, lo que más le preocupaba ahora era conseguir información de su casa.
"Comunícame a Lay ahora mismo," le pidió a uno de sus subordinados tan pronto a él se acercaron, y cuando le dieron el teléfono, habló directo. "Lay, ¿sigues en la casa, cierto?"
"Buenas noches, jefe. Sí, así es, me encuentro todavía en su casa. SuHo y yo estamos ahora mismo–"
"¿Están con mi hija?"
"Oh, sí, la tengo ahora mismo en mis brazos. ¿Quiere que se la comunique o...?" ChanYeol notó la duda en la voz de su subordinado, pero sabía que Lay no podía estarle mintiendo en cuanto al bienestar de su hija se trataba, mucho menos con las últimas cosas que habían pasado. Suponía que se debía a la inquietud de cómo le estaba hablando.
"No, solo una cosa más, ¿BaekHyun está ahí contigo?"
"¿Debería estarlo? Creí que se hallaría en la fiesta con usted, jefe. ¿O acaso sucedió algo que lo–?"
"Mierda," blasfemó entre dientes, sus nervios se activaron entre una furia y gravedad hirviendo en las venas. "Escúchame bien, Lay, no quiero que hagas más preguntas, este no es momento de ellas. Solo escucha, necesito que mantengas bajo todo tu cuidado a SoYeon, mandaré mayor seguridad para allá, no le pierdas ni un segundo de vista. Si es necesario incluso enciérrate con ella, debes protegerla con tu vida. Si lo necesitas, SuHo y tú pueden quedarse para vigilarle, pero, por favor, no se separen de ella, y no permitan que nadie entre al departamento sin ser identificado."
"S-Señor, lo lamento, sé que dijo que no debía hacer preguntas, p-pero ¿qué está pasando?"
"Estamos bajo amenaza, YiXing. Mi familia está en peligro. Creo que los chinos han vuelto."
"Oh, no," exclamó, ChanYeol solo deseó que no fuera precisamente así como él también se sentía.
"Sí, mantengan la guardia en todo momento. Que nada se les pase, y quédate armado, cuida de mi hija. No creo llegar a la casa esta noche. Necesito localizar a BaekHyun primero."
"¡Ah! BaekHyun-ssi..."
"Te llamaré más tarde."
Colgó la llamada y soltó un grito ante su impotencia poco contenida. Juraba que no había tirado el celular lejos solo porque aún lo necesitaba para hacer operaciones. Pero en cuanto logró sacar algo de sí con eso, se dirigió de vuelta con los que aún se hallaba. Los del gremio y sus subordinados más próximos a su lugar.
"Xiumin, activa el rastreador de BaekHyun, necesitamos saber su ubicación in-me-dia-ta-men-te." Expresó, severo, el mayor asintió rápidamente, y se volvió con el líder del gremio, a lo que apretó los labios, antes de arrepentirse por decir esas palabras. "¿Creen poder ayudarnos?"
"En seguida, ChanYeol, sabes que nosotros somos tus aliados. Aunque necesito que me des algo de información antes de ensuciar mis manos con cualquier cosa."
"Bien," asintió, decidido. "Entonces síganme, iremos con mi equipo para solucionar esto. O tener opciones al respecto. ¡Malditos chinos!"
Enojado, pateó el cuerpo del hombre ya muerto, pero lo dejó atrás y siguió su mismo camino mencionado al llevarse a NamJoon consigo. Algunos otros integrantes del gremio le siguieron por consecuente.
"¿Crees que ya esté despertando?"
"No lo sé, algo me dice que estará otro rato más en la inconsciencia. Quizá le di demasiado de la dosis del somnífero."
"¡Tao! No debiste hacer eso, sabes que él está embarazado, y quién sabe qué tipo de efectos secundarios podría tener en–"
"¿Y qué más da? No es como que esté muerto ahorita, y si algo le pasa a su bebé, no debería importarnos. Al final, es precisamente algo de lo que queremos, ¿no?"
"Pero–"
"¡¿O no?!"
"S-Sí..."
"Tienes que dejarlo atrás, Han, él ya no es más tu amigo."
BaekHyun escuchó todo eso, aunque se sintió más como estar dentro de un sueño. No pudo ver nada, escuchó tales voces como si sus otros sentidos se hubieran agudizado. Pero le dolía la cabeza, sentía que todo le daba vueltas.
Algo olía mal ahí, literalmente, por un segundo algún pensamiento suyo le llegó a decir que podría ser él al quizá ya haber vomitado de estar tan mareado. Y sus ojos comenzaron a hacer gestos, mientras deseaba ignorar lo escuchado porque una parte de sí aún no era capaz de razonar lo dicho ni identificar voces, deseó poder abrir sus ojos para al menos tener visión de su alrededor. Se sentía perdido, desorientado, no tenía ni idea de qué hora ni en qué día vivía, pero si intentaba recordar lo último que vio...
Estaba en la fiesta, con ChanYeol, y hombres... ¡Nos atacaron! Huía, por mi bebé. Y luego Tao... ¡Tao!
"Oh, parece que su Alteza ahora sí está despertando," abrió en ese momento los ojos y los frunció solo en cuanto la luz del lugar lo volvió a marear, pero cuando logró acostumbrarse a ella, pudo ver por fin lo que lo rodeaba. Y lo que estaba escuchando. "Hola, principito, ¿me extrañaste?"
Mandarín. Le hablaban en mandarín, y frente a él se hallaba Huang ZiTao. Su sonrisa se extendió con lujo al estar inclinado lo más cerca de él para hablarle. Pero BaekHyun sabía que esa sonrisa no tenía ni más ápice de amabilidad que esperaba.
"Tao, déjalo tranquilo. Lo hostigas y apenas está despertando."
"Tú cállate, Han."
LuHan. Logró inclinar un poco la mirada para darse cuenta de su presencia. Eran las dos personas que se hallaban y alcanzaba a notar estaban metidos en esa habitación de 4x4 en la que estaba. Una sola bombilla por encima de él era todo lo que iluminaba el muy pequeño cuarto.
Eran solo ellos parados, y él amarrado a una silla. Mareado, sucio, y parecía algo abandonado el lugar. Cielos, ¿dónde lo habían metido ahora?
"ZiTao, ¿qué– qué demonios significa esto?" Preguntó al ignorar su habla en mandarín para dirigirse a ellos en coreano. Que sabía también lo entenderían aunque hablaran un poco diferente.
Y no quería parecer débil, pero en su estado era imposible dar mejor imagen, además de que realmente necesitaba saber qué era lo que estaba pasando.
Estaba muy confundido. El que viera a ZiTao y LuHan juntos no era algo de lo que pudiera haberse esperado. No daba buenas posibilidades. Sobre todo por cómo había visto la última vez a LuHan. En dónde. Y con quiénes.
"¿Es que no lo entiendes aún?" ZiTao volvió a acercársele, amenazadoramente, BaekHyun se sentía aturdido, su voz–aunque fuera ahora en el coreano– con tan alto volumen y cerca de su cara para sentir la saliva chocando en sus mejillas al hablarle, le causaba un malestar tan desagradable que se quedaba poco más desprovisto de su fachada rígida y despreocupada. "Creí que la presencia de tu antiguo traidor te lo dejaría claro, pero si no es así," apenas vio la pequeña moción hacia LuHan, pero él continuó evadiendo su mirada de igual modo y no logró atraer tanto su interés en ello. "Entonces te lo haré más específico."
Tao se alejó de él. Logró enfocar un poco más su alrededor, BaekHyun pudo seguirle, y aunque no le agradaba para nada esto, prefirió volver a callar para escucharlo.
"Tú estás aquí porque te vamos a matar."
"Oh, ¿en serio? Eso fue demasiado directo," BaekHyun no sabía aun así de dónde sacó el ánimo para hacer semejante broma.
"Bueno, ¿qué esperabas? ¿Que te contara una trágica historia detrás del engaño? No, claro que no, es simple, estás aquí porque vas a morir. Hombres allá arriba ya están un poco hartos de ti y toda tu gente coreana. Así que han decidido que lo mejor para ellos sería deshacernos de ti. Quiero decir, qué mejor venganza que la de matar a la pareja y el hijo del Jefe Park, ¿no?"
"¿Fueron ustedes entonces los que atacaron en la fiesta? Sí era a mí al que estaban apuntando."
"No precisamente, digamos que lo de la fiesta fue una distracción. Este era el verdadero plan. Secuestrarte para matarte. Sencillo, en cierto modo, ¿no? Aunque se hubieran tenido bajas, era el sacrificio del oficio."
"El sacrificio... Ahora ambos," BaekHyun miró tanto a Tao como a LuHan; no supo cómo no había hecho antes la conclusión, pero lo reconoció y pronto le dijo en voz alta. "Están con los chinos. Con la mafia china vengativa."
"¡Bravo, cerebrito! Y yo que creía que eras más una máquina de bebés no pensante," el que ZiTao se burlara tan deliberadamente de él ahora lo dejaba ciertamente algo confundido. Era más de cómo habían sido las cosas con LuHan en su momento. Y pensar que hace solo unas semanas Tao apenas llegaba a hablarle.
Pero ahora notaba también esa diferencia perceptible en cuanto a su comportamiento en esa noche.
"Es estúpido, ya lo hicieron una vez, y fallaron, no podrán de nuevo."
"¿Y qué te hace pensar lo contrario, príncipe? ¿Crees que tu maldito hombre va a venir a salvarte como todas esas otras veces?"
"No, no lo necesito para salir de aquí. En realidad, mi verdadera pregunta es, si alardeas tanto de matarme, ¿por qué aún sigo vivo ahora?"
"Eso es porque los hombres y yo allá arriba, tenemos un trato. Yo me encargaba de traerte, ellos de la distracción, yo de matarte, pero planeaba hacerlo a mi modo, y si tengo la disponibilidad pienso hacerte sufrir cuanto se pueda."
Bueno, eso sonaba como la mierda. No estaba en condiciones de seguir discutiendo, debería buscar una manera de escapar, pero joder que le era más difícil teniendo a esas dos sobre sí y estando desarmado, era obvio que sería suicidio si ahora actuaba por impulso. Debía resistirle consigo un poco más antes de iniciar a dar con algo.
"¿Por qué? ¿Se puede saber por qué demonios, entre todos, tú tenías que ser la persona que decidiría mi destino? ¿Que nos traicionaría? ¿O que por algún motivo demente quiere hacerme sufrir o no sé qué cosa?" Si tuviera las manos desatadas, podría hacer comillas con eso último. Un segundo, acababa de notar algo.
Sus cuerdas estaban muy apretadas, pero la silla estaba floja. Desvencijada. Rechinaba al moverse un poco. Eso le daba una idea.
"¿Todavía no te das cuenta?"
"Tao..."
BaekHyun apenas le dio una mirada a LuHan en su intervención. Parecía un poco fastidiado con la actitud de Tao. Él estaba de acuerdo. Tao exageraba y era un inmenso llorica en tantas ocasiones.
"¿Cuenta de qué?" Pero debía por ahora seguir su juego.
"Kris, ¿lo recuerdas?"
"El traidor, claro, ese otro traidor," señaló al evadir totalmente la mirada ahora de LuHan, aunque no vio por ello cómo el segundo inclinó un poco la cabeza.
"Sí, ese traidor que secuestró a SoYeon, ese que convenció a LuHan de salir, ese que apuñaló por la espalda a ChanYeol, que solo luchaba por un poco de respeto en su trabajo, ese que terminó más que peleado con SuHo, y conmigo porque cuando me ofreció el mismo trato lo rechacé, lo hice a un lado y le dije que estaba equivocado..." hubo un extraño corte que BaekHyun no se esperaba en esos momentos.
Tao apretaba los labios, y ya lo vio en sus ojos, BaekHyun dedujo algo pronto antes de que igual se confesara.
"Ese al que tu maldito esposo mató, que por ti asesinó, y por ello yo no pude disculparme nunca con él, hacerle ver que estaba en lo cierto, decirle bien que le amaba... Si en algo estaba bien YiFan era en dejar claras las desigualdades que hay en tu mafia, BaekHyun. No es posible que solo porque tú estés preñado seas la prioridad de todo un gremio, cuando el verdadero negocio está a las afueras. Es absurdo, ustedes son los únicos que se benefician, y nunca piensan más en sus subordinados. Pues, ¡ya no más! Ahora aquí se acaba el trato, este día vamos a terminarlo, tú mueres junto a tu bebé, tu familia, y saldamos cuentas pendientes con ChanYeol."
BaekHyun no tenía siquiera miedo de morir. Estaba muy preparado para eso, desde que su vida fue una mierda en la adolescencia, todos los días estuvo esperando a que el siguiente fuera el último.
Pero ahora mismo las cosas eran diferentes. No importaba su vida, mientras eso no se la arrebatara a ChanYeol. No tenía preocupación de sí mismo mientras eso no le hiciera daño a su bebé que estaba esperando. No le molestaba salir herido si eso no ocasionaba que la lesionada nuevamente fuera su querida SoYeon. Porque si algo tenía que defender BaekHyun era que él no permitía que se metieran con su familia. Oh, no, y si ahora era la principal amenaza, no se la pondría fácil.
"Quiero ver que lo hagas," desafió en cuanto se acercó lo que pudo al rostro del contrario. ZiTao pareció notar el reto y ante eso, se alejó y mostró inesperadamente una sonrisa.
"No sé cómo puedes hacer algo como eso, ¿no te das cuenta de quién está más en desventaja aquí?" Sacó de pronto un cuchillo de su manga y lo apuntó ahora con este según lo que dijera. "Yo tan solo tendría que hacer un tajo aquí, y tu bebé moriría ahora mismo, ¿sabes? Pero no lo haré, solo porque quiero verte sufrir un poco más antes de que eso suceda. Le daré un trato especial a tu bebé, BaekHyun," afirmó al darle esas fuertes palmadas a su abdomen que le sacaron un gruñido luego del gorjeo risueño de Tao. "Oh, sí, pero por eso primero haré mejor esto."
No lo vio venir realmente, pero el dolor llegó en seguida. Levantó la mano e insertó el cuchillo que traía en su brazo. Lo sacó, junto a un largo quejido de su parte. Intentó resistirlo lo más posible, no quería mostrarse tan débil ante su atacante, pero realmente lo estaba y no le fue difícil al menos evitar eso seguido de la risa burlona de Tao. Sin embargo, ¿era esa preocupación en los ojos de LuHan?
"Lloriquea todo lo que quieras, príncipe, nadie va aquí a escucharte. Si no te importa, te dejaré eso ahí, no es una herida profunda así que no hay tanto peligro de que te desangres, no si no te mueves de ahí realmente. Mientras yo iré por mis herramientas de trabajo," y le palmeó el brazo, con la herida expuesta, lo que consiguió un jadeo por su parte. "Entonces sí sabrás lo que es dolor, bastardo. Te dejaré aquí mientras tanto con unos amigos," se alejó y abrió la puerta, con LuHan que salió más rápido y desapareció en seguida. Solo dejó a Tao escoltar a dos grandes hombres armados que se colocaron detrás de su silla. ¡Bingo! "Y recuérdalo, Baek, aquí no hay escapatoria."
Bueno, eso estaba por verse.
ChanYeol escuchó tanto las sugerencias que le daba el gremio como sus subordinados. Al tener en cuenta que los chinos habían sido los que debían estar apuntando a BaekHyun, buscaban una manera de dar con él. Porque luego de su búsqueda, resultó que nadie sabía por dónde se había ido o con quiénes, ni hacia qué lado.
Era frustrante, lo sabía, no podía creer que nadie de los idiotas que trabajaban con él hubieran podido ver cómo alguien se hubiera llevado a un pequeño hombrecito embarazado más a la fuerza que nada. Sabía también que varios de ellos estuvieron con él ayudando en la fiesta, en el mismo ataque que ahora que lo analizaba pareció más una distracción si contaba que lo que hubieran querido era llevarse precisamente a BaekHyun. Fue estúpido de su parte también haberlo dejado solo.
Aunque ya lo había hablado con sus subordinados y no parecía que hubiera estado solo. Y por ello también podría no haber sido del todo forzado. Se lo había llevado alguien que lo conociera.
"A la mesa estábamos Xiumin, su chico, ZiTao y yo, jefe, pero ZiTao no aparece ahora por ningún lado," Chen le dijo con lo que no le dio una respuesta en cuanto a dónde estaba su esposo, pero al menos sí una pista que seguir. "Él dijo que también antes de que nos fuéramos que cuidaría de su chico."
"¿Adónde fueron ustedes dos que dejaron a BaekHyun solo en la fiesta?" ChanYeol preguntó, ninguno de sus dos subordinados contestó, solo se miraron entre ellos y provocaron un gruñido de él en respuesta. Eran sus amigos, pero ni siquiera tenía capacidad de esperar que pudieran tener siempre un ojo en su chico. Ni siquiera él lo había hecho. "De acuerdo, ZiTao, era de nuestro equipo. Debía tener un localizador. ¿Alguien ya está intentando ubicarlo?"
Estaban en movimiento. ChanYeol venía en una camioneta equipada con sus monitores y algunas cuantas armas. Tenía un equipo que le respaldaba mientras él se deshacía del moño de su corbata. El gremio iba en sus transportes detrás de él.
No podía ser que después de casi una hora no pudieran encontrar todavía a BaekHyun. Se suponía que para algo servían los malditos localizadores. BaekHyun no habría desaparecido así si no estuviera realmente en peligro, le habría llamado, aunque sea por un teléfono público. Pero no, nada de eso había pasado, y tenían una advertencia más, el localizador de BaekHyun había sido desactivado. Necesitaba algo nuevo para su chico, porque parecía que ya muchos sabían sobre su supuesto localizador encubierto.
"Negativo, jefe. El localizador de ZiTao está desactivado."
"Maldición," debía esperárselo, si ese chico era otro traidor, no podría haber hecho más para cubrir sus huellas. "Bueno, hagan algo más, ¡búsquenlos! No pudieron haber desaparecido de la nada."
Y a menos de que se los llevaran a otro país como sucedió con SoYeon, seguirían buscando con sus ojos en todo alrededor que pudieran. Ahora mismo ellos así lo estaban haciendo. El gremio se había dispersado por lo mismo. Solo había una camioneta siguiéndolo entre las calles que parecían desoladas a esa hora en Seúl. No sabía que la ciudad moría tan temprano.
"Estoy intentando localizar el último lugar que estuvo activo el localizador de BaekHyun, jefe," Chen le dijo, sentado ya en uno de los lugares frente a los monitores.
Xiumin estaba a su lado, junto a otros, parecía trabajar aunque nada les sirviera. ChanYeol al menos prefería suponer que realmente estuvieran haciendo algo que pudiera servirles. Si consideraba que tenían experiencia en el recuerdo de los chinos nunca llamando por el rescate de SoYeon, debían imaginar ahora que BaekHyun podría estar teniendo solo unas horas de supervivencia sin que ellos se dieran cuenta.
"Es algo complicado, me tomará tiempo. Lo haría también con el de ZiTao, pero parece que su localizador nunca fue realmente activado."
"¿Cómo es eso posible?" Y debía admitir que él tampoco estaba haciendo mucho ahí, parecía solo un animal enjaulado que daba de vueltas por donde podía, mientras se desesperaba con el paso del tiempo. Analizaba cada cosa poco más con lo que había pasado ahora como antes, con lo que sentía la ira fluir en combustión por su cuerpo. Explotaría en cualquier minuto, y eso no sería bueno.
Detenerse a escuchar lo dicho por Chen al menos le daba cinco minutos de relajación entre su confusión e intriga.
"El sistema no lo tiene identificado, jefe. Es extraño, tenemos datos de él aquí, e incluso me dice quién fue el que lo aceptó entre nosotros, pero parece como si nunca hubiera sido dado de alta en cuanto a los localizadores del programa."
"¿Quién aceptó entonces su entrenamiento? ¿Quién debió haber puesto su localizador, pero no lo hizo?" Urgió y se acercó más a Chen, quizá casi hasta el punto de hostigamiento.
Detestaba los monitores, no podía leer siempre bien lo que en ellos se decía, no sin sus lentes, y usarlos solo lo hacía ver patético. Hoy, especialmente, había olvidado ponerse sus lentes de contacto.
"Kris. Kris Wu," bueno, ahora las cosas tenían un poco de más sentido. Gruñó, ese otro traidor, le provocaba rabia, por suerte ya lo había dejado bajo tierra a más de siete metros. "Señor..."
"Sigue con eso, Chen, hay que hallar a BaekHyun en se–"
"Oh, Dios, creo que voy a vomitar," ChanYeol no registró tan pronto las palabras de Chen en cuanto las soltó, y fue inevitable el resultado.
Su traje fue ensuciado, con un Chen que jadeaba y ni siquiera reparó en verlo a la cara al estarse sosteniendo de su silla, con otro par de ojos más que ya lo veían en clara sorpresa al notar la seriedad en las facciones del jefe Park, quien parecía no reaccionar ante lo sucedido.
Una vena pulsaba en la sien de ChanYeol. Esto no parecía ir muy bien.
"Chen," Xiumin se giró y apoyó una mano en el hombro del contrario. Solo obtuvo así su mirada y pudieron ver su reacción, no parecía siquiera avergonzada, estaba pálido y ¿llorando?
"Min, no me siento bien..."
"Detengan el auto," ChanYeol sentenció e inmediatamente se obedeció la orden, por lo que todos volvieron a quedar a la expectativa en cuanto el jefe colocó una mano sobre Chen. "Salgan, alguien más los escoltará al hospital."
"¿Qué?"
"Pero..." Chen y Xiumin hablaron a un mismo tiempo, uno sin entender y el otro sorprendido.
Realmente nadie se esperaba que esa fuera la reacción del jefe Park cuando estaba tan molesto y tenía esto como extra en la situación. Parecía surreal, sobre todo aún con esa dureza en sus facciones, y con su traje manchado, pero hablaba con cierta delicadeza que aterraba más en varios aspectos a sus subordinados.
"¿Quieren que lo repita? ¡Ya! Ustedes dos, salgan de aquí, Ravi los llevará al hospital como les he dicho. Quiero que te revisen, Chen," añadió, una mirada seria en cuanto lo observó e hizo a Chen quedar incluso más pálido de lo que antes. "Y tú ve con él, Xiumin, va a necesitarte."
Asintieron y no dieron más comentarios al respecto. Fue un poco sorprendente cómo tan solo con sus palabras se obedecieron órdenes, el subordinado mencionado–Ravi– se paró en seguida de donde estaba para conducir fuera de la camioneta a los dos señalados, y tan pronto desaparecieron, ChanYeol solo suspiró irritado y se dejó caer en un asiento desocupado.
Sabía que ojos aún lo observaban, pero no tenía importancia, estaba ahora procesando muchas cosas y haciendo sus ejercicios de control de ira que BaekHyun le había enseñado. Su BaekHyun. Al que aún no habían localizado.
"Tú," ChanYeol señaló al hombre más cercano y apenas recordó su nombre, por lo que lo ignoró de momento en cuanto volvió a ponerse en pie, con lo que tomó su puesto anterior especificado. "Sigue con lo que Chen hacía, quiero que me localices a BaekHyun, y que sea pronto."
"Sí, jefe."
"¿Y qué haremos ahora, jefe? ¿Continúo dando vueltas por nuestro alrededor? No hay señales de BaekHyun en las calles, el gremio se acaba de comunicar conmigo hace unos minutos, tampoco ven nada por sus zonas," el conductor de la camioneta le comunicó y le sacó otro gruñido. No podía ni siquiera completar su control de ira, apenas llegaba al siete cuando ya volvía a recibir otra mala noticia.
Además, el olor del vómito lo fastidiaba, necesitaba un cambio. Había tenido tantos fluidos pasando por sus prendas, no era algo nuevo esto. Lo irritaba, pero podía tolerarlo otro poco, además no era como si no tomara en cuenta la razón de lo sucedido.
No estaba molesto con Chen, solo con su forma oportuna de hacer las cosas.
"Jefe, tiene una llamada," otro hombre le dijo e intervino en su idea de respuesta a lo primero, a lo que puso su atención en esto y se dirigió en seguida a él. Nunca se sabía cuándo algo como eso podría venir de BaekHyun. "Es de su casa, parece que Lay llama."
Oh. O también podía ser eso. Maldición, esperaba que no fuera otro inoportuno suceso. SoYeon debía estar a salvo.
"Comunícamelo," en cuanto dio la orden, el hombre asintió y accionó un solo botón; obtuvo en una de las más grandes pantallas la visión de Lay en su casa que traía a SoYeon consigo, lo que le hacía respirar por otro segundo. La habitación algo oscura y casi sola a excepción de su presencia y la de SuHo que ya veía en la parte trasera le notificaba que no estaban en riesgo, o bajo algún ataque. Pero en cambio había algo desesperante en todo eso al escuchar el audio de la llamada. SoYeon estaba llorando, y Lay se notaba que buscaba calmarla. Sin mucho éxito. "Lay, ¿algún informe?"
"Eh, sí, no exactamente, jefe, aunque podría decirse..."
No le gustaba para nada esa duda en la tonalidad de Lay, mucho menos el que su hija siguiera llorando. Tenían que ser directos.
"¿Qué sucede?"
"SoYeon no deja de llorar, señor, no sé qué le pasa. Ya lo intenté con todo, no quiere comer, no quiere leche, no tiene el pañal sucio, tampoco quiere dormir, escuchar canciones de cuna, ni jugar o tiene fiebre... ya la he checado, me comuniqué con el doctor para ver si podría revisarla. Dice que no tiene nada, solo está llorando, y lo único que dice es–"
"Papi, papi, papi."
ChanYeol no necesitó mayor demostración física para eso. Lo entendió, y aunque le partiera el ver a su hija en tal estado, todavía llorando mientras vagamente Lay la cargaba y arrullaba entre brazos, él debía permanecer en su faceta seria. Debía dar órdenes así y mantenerlos en su posición.
Debía admitir que SoYeon se había hecho algo caprichosa últimamente, y quizá fuera solo eso por lo que estaba pasando, la falta de BaekHyun a su lado cuando mayormente así lo tenía ya la estaba notando y ahora lo único que quería era ser abrazada y cargada por su papi, pero no podía. Y no habría forma de hacerlo si no localizaban a BaekHyun antes. Aunque si lo confesaba, debía decir que de algún modo sentía que SoYeon quizá tenía su sexto sentido también y podía saber lo que de algún modo pasaba ahora mismo con su papi... Y eso en serio que no le gustaba.
"De acuerdo, intenta calmarla otros minutos, iré en seguida para allá, ¿está bien? No tardo," dio una señal a su conductor, todos le prestaron atención ahí en su llamada, así que no le fue difícil entender hacia dónde debían dirigirse ahora, y a quiénes le informarían. Pero regresó una vez más sus ojos a la llamada y miró con cierta dificultad a su hija llorando. Era tan difícil no poder calmarla en esos momentos. "Tranquila, bebé, estoy contigo en unos minutos. Papá va en camino."
"Gracias, señor," Lay cortó la llamada de ese modo. Y ChanYeol se permitió suspirar de momento.
Tenía más que un solo problema en todo esto. Su familia estaba en riesgo, y era todo lo que tenía y realmente le importaba. Esos chinos bastardos tan bien lo sabían, los detestaba en serio, siempre daban en su punto.
Si tan solo hubiera sabido ocultarlos mejor, evitarse este problema, quizá incluso esconder su cierto favoritismo y que todo se pudiera haber evitado.
Pero por ahora tenía que ir a cuidar de su hija, y seguir buscando a BaekHyun. Para rescatar a su esposo y cuidar de su otra hija.
Se dirigieron al apartamento de BaekHyun en seguida, curiosamente estaban cerca, por lo que no tardaron en llegar. Antes de bajar, sus hombres cercioraron que el área estuviera despejada, se comunicaron con la propia seguridad del lugar que tenían, y confirmaron tener vía libre, a lo que ChanYeol salió de la camioneta. Seguido de sus subordinados que trajeron consigo el trabajo que hacían ahí adentro, y le continuaron al ingresar al edificio.
Todos llegaron hasta su piso y se dispersaron a su alrededor al ocupar lugares para seguir con lo suyo al localizar a BaekHyun más que nada. Tenían información de que el gremio estaba en camino ahí, por lo que se desembarazó de todo lo demás para dirigirse a la habitación de su hija, donde abrió la puerta sin tocar y se encontró con Lay que aún cargaba a SoYeon llorando, junto a SuHo, el que hacía sonar una sonaja frente a ella. Ambos se detuvieron y él escuchó aun entre eso los gimoteos de su hija por el pedido de su ¡papi!
"Hija, estoy aquí, estoy aquí," caminó en seguida hasta su niña al no resistir más y la tomó de los brazos de Lay cuidadosamente, donde la arrulló con calma y susurró palabras inentendibles al despojar de la responsabilidad a Lay y SuHo. "Tranquila, SoYeon bebé, ya estoy aquí, papá está contigo."
"Papi, papi, ¡papi!"
"Papi no está, SoYeon-ah, papi ahorita está ocupado, pero regresará pronto. Lo prometo, bebé."
"¡Papi!" SoYeon lloriqueó por unos minutos más, pero nunca soltó algún manotazo o golpe como se podría haber esperado en su berrinche, aunque sí cubrió su carita de lágrimas, lo que seguía partiendo las pobres facciones de ChanYeol que no podían tolerar seguir viendo de ese modo a su hija.
Querría y podría mantener su faceta de seriedad, porque mostrar cierta debilidad en su posición era más una vulnerabilidad que cualquiera podría tomar a favor, se volvía en su contra, una desventaja. Sin mencionar que ya se lo habían demostrado. Dar a notar que amaba a BaekHyun, y que lo más importante para él se había vuelto su familia más que su propia vida, lo había orillado hasta eso. Estaba mal, en tantos aspectos, este negocio era serio, desalmado, no había cabida para emociones, sentimentalismos y debilidades, mucho menos para preocupaciones por simples niños, sin embargo ahí estaba él... con su hija que lloraba en brazos.
Le apegó a su pecho y comenzó a cantarle. Por unos segundos pareció más un tarareo hasta que el llanto de su hija fue disminuyendo al escucharle. Y subió solo un poco el volumen para que las palabras en su canción se fueran haciendo más entendibles y claras. SoYeon lentamente volvió sus sollozos en gimoteos bajos.
"Good~ good night~ good night~ good night~"
El silencio siguió a su última estrofa, y despegó a su hija de su pecho, a lo que le vio parpadear varias veces, con esos restos de lagrimitas que se acumulaban en sus mejillas. Sacó inmediatamente de su bolsillo un fino pañuelo. Agradecía al menos haberse quitado el saco sucio de vómito antes.
Le usó para secar su rostro con cuidado, y limpió su naricita, lo que consiguió tenerla como antes, con ciertas zonas rojizas producto del llanto pasado. SoYeon tenía tantos parecidos con BaekHyun en ocasiones. Esto le recordaba a su esposo en cierto modo, él también tenía su nariz y ojos rojitos cuando lloraba. Que habían sido pocas las ocasiones que le habría visto, tenía que añadir.
"Papá," tartamudeó, luego de volver a guardarse su pañuelo, ahora sucio.
ChanYeol le sonrió ante el reconocimiento.
"Sí, bebé, soy yo, soy papá."
"¿Papi?"
"Papi está bien, amor, solo está ocupado."
"Papi."
"Sé que quieres a papi, cariño, pero no puede venir contigo ahorita, está muy ocupado. Yo estoy aquí para cuidarte," y quizá su hija no siempre le entendía, a veces le costaba asimilar sus palabras, todavía tenía sus dificultades para darse a entender así como para seguir lo que otros le decían, pero estaba mejorando. Y parecía que ahora mismo lo hacía.
"Papá," sus bracitos le rodearon así el cuello, y le hicieron respirar con calma. La arrulló por otros segundos, consiguió dejarle dormir entre sus brazos y trajo así tranquilidad dentro luego de algunos minutos.
La llevó entonces a su cuna, donde se aseguró de que no volviera a despertar o a quejarse y la envolvió con sus cobijas. No se inclinó para besarla, pero consiguió darle una caricia a sus cabellitos en su cabecita. Estaba tan pequeñita todavía, sabía que era debido a su nacimiento prematuro. Había tantas resacas con respecto a eso. Pero aun así su hija había sido una luchadora, estaba ahí viviendo gracias al esfuerzo de BaekHyun y su propia fuerza para seguir. El mismo era el mayor apoyo que podría tener junto a BaekHyun ahora mismo cuando todavía era algo dependiente.
El verla y recordar lo que le habían hecho pasar esa mafia china a causa de sus caprichos, junto al propio BaekHyun desde el inicio, le hacía sentir tanta rabia ahora mismo, porque sentía que estaban repitiendo la historia. Se habían llevado a BaekHyun, de vuelta, ahora con gente infiltrada entre su equipo y le hicieron quedar además en ridículo. Peor, BaekHyun estaba nuevamente embarazado, esta vez solo con siete meses, si le hacían entrar en labor, podría ser más riesgoso, su hija podría morir, BaekHyun podría morir. Y otras posibles consecuencias se manifestarían en caso contrario, pero de cualquier modo, sabía que esos chinos estaban jugando con algo más que serio.
No podía dejar que esto siguiera así aunque lo creyera anteriormente factible. Esta guerra se haría cada vez más pesada. Cuando SoYeon creciera y estuviera en riesgo a causa de la mafia china con un dedo sobre ellos... o cuando su otra niña naciera, si era que salían a salvo de esto... ¿qué haría él a cambio? Debía haber otra alternativa.
Debían hacer algo ahora mismo.
"Jefe, encontramos el punto en el que fue desactivado el localizador de su chico," un hombre entró a la habitación, con su cara recta para advertirles del volumen, pero aparentemente lo ignoró y se acercó para mostrarle una computadora junto a un punto brillante. "Siguen en Seúl, al centro."
"¿Al centro? ¿Y eso hace cuánto fue?"
"No mucho, cerca de hora y media."
"Hora y media, BaekHyun lleva desaparecido dos horas," señaló y vio su reloj de muñeca. Parecía que algo les había salido mal a los chinos. "No es mucha diferencia."
"Quizá estén en sus alrededores."
"Hay cientos de lugares en el centro que podrían esconder a BaekHyun," señaló y su hija soltó un sonidito a su lado que lo puso en alerta. Debían bajar el volumen, no quería volver a despertarle cuando apenas consiguió dormirla.
"En el centro, conozco algunas bases que la mafia tenía," Lay aportó y miró tanto al jefe como al otro subordinado con la computadora. Y luego en dirección a SoYeon. "Podría mostrarles los puntos específicos, si pudiéramos salir de aquí, no quisiera despertar a la princesita."
ChanYeol fue sorprendido con ese mote especial que pareció haberle dado Lay a su hija, el chino ni siquiera se inmutó por lo mismo, pero lo dejó pasar y esperó a su respuesta que surgió en cuanto salió del primer estupor momentáneo.
"Sí, por supuesto, vamos."
"SuHo," Lay señaló al contrario, en dirección a la niña, y dio órdenes más que claras. "Cuídala, regreso en unos minutos."
"En seguida, Lay. Jefe," le hizo una mínima reverencia, y los dejó salir de la habitación, a lo que cerraron la puerta con cuidado antes de dirigirse al frente. En el comedor se abrieron espacio entre más gente que aparentemente estaban trabajando.
El gremio estaba ahí, y parecieron gustosos de verlo, más que nada en cuanto siguió a su subordinado.
"Jefe Park, ¿hay alguna orden que nos dé ahora?"
"Saldremos, chicos, pero tienen que esperar, acérquense, hablaremos de eso ahora mismo."
"Los puntos están aquí. Aquí, aquí y aquí," dijo Lay al cliquear varias veces en la pantalla para evidenciar con marcas de otro color el mapa visual. Uno más que nada le daba cierta atención a ChanYeol. "Todos están a unos diez, quince minutos del punto donde fue desactivado el localizador de BaekHyun-ssi."
"Podríamos organizar equipos de rescate, señor. Mandar a varias camionetas con el equipamiento suficiente para sacarles y enfrentarles sin problemas. ¿Usted qué dice?"
"Me parece buena idea. Pero necesitaré a mi equipo élite siguiéndome en este punto," ChanYeol señaló y apuntó a la pantalla en uno en específico. "El número 614, tengo una corazonada con ese. Es el día en que nació SoYeon, cuando secuestraron a BaekHyun... Iré allá, y si ustedes están dispuestos, me gustaría que vinieran conmigo," añadió al dirigirse entonces al líder del gremio. NamJoon solo sonrió, antes de asentir en acuerdo. "Perfecto, entonces armen sus equipos, muchachos, vamos por esos traidores. Lay, te quedas, cuida de SoYeon junto a SuHo, les dejo su seguridad necesaria."
"Entendido, ChanYeol-ssi. Solo traiga sano y salvo a BaekHyun-ssi a casa."
ChanYeol lo miró por unos segundos, antes de cerrar el portátil y llevárselo consigo en brazos. Lo necesitaría para su búsqueda.
"Eso sin dudarlo."
BaekHyun debía considerar sus opciones. Así como ZiTao se lo había dicho, llegaron dos hombres a la habitación donde lo encerraron y se colocaron detrás de él, sin siquiera dirigirle una mirada. No era como si les llamara tanto la atención un hombre embarazado con una herida sangrante que se hallaba atado de pies y manos.
Él no tenía un arma a la mano. Si ZiTao le hubiera dejado el cuchillo en el brazo, podría haberlo utilizado en una maniobra desgarradora al tener que quitárselo por su cuenta y en un movimiento rápido, pero no había sido así–astuto–, por lo que debió pensar en algo más. No esperaba que ZiTao se tomara tanto tiempo en regresar. Después de todo, había asegurado que lo haría, con sus elementos de tortura, por lo que no esperaba salir librado de esa si pronto volvía.
Su bebé comenzó a patear en ese momento, quizá un poco alterada por presentir la situación que estaba analizando su papi. No tenía muchos recursos y las ideas que habían surgido en su cabeza podrían ocasionar ciertos desperfectos, pero esperaba que su bebé no fuera la lastimada.
«Tranquila, cariño, te sacaré de aquí a salvo, solo deja que papi se encargue.»
No conocía todo su perímetro, no sabía qué se encontraría si llegaba a salir de ese pequeño cuarto, pero si no se arriesgaba suponía que nunca descubriría al respecto. Tenía que intentarlo aunque eso pudiera traerle malos resultados. Había otro porcentaje de probabilidades donde señalaban que pudieran verse buenos resultados. Le estaba apostando a ello.
Además, el vómito en sus ropas que tenía de algún momento en su secuestro-y-traslado ya le estaba mareando de nuevo, tenía que deshacerse de esas prendas a como diera lugar. Solo se le ocurría una cosa para liberarse de esto. Rezaba al que sea que le estuviera viendo para no ocasionarse un daño mayor en el que ya estaba.
Se inclinó apenas poco con su peso en la silla y comprobó nuevamente lo tan desvencijada que estaba. Tendría que actuar rápido tan pronto la estrategia fuera dada.
Tenía dos hombres armados por detrás, ninguno parecía con comunicador para avisar de inmediato su intento de huida. En otras condiciones, a él le habría parecido pan comido. Ahora mismo, tenía una panza de siete meses. ZiTao debió considerarlo bien para dejarlo en tales circunstancias–desgraciado.
«Bueno, quizá él no sepa hasta dónde llegaría por salvar a mis niñas.»
Con ese pensamiento en mente, dio un último respiro para traer la calma a su activa bebé. Era extraño, sus patadas a veces eran tan enérgicas que podían sentirse a una velocidad irregular donde hasta llegaría a creer que tendría más de dos piernas para golpearle. Pero consiguió llevar esos movimientos a algo mínimo, cerró los ojos en su concentración y puso el peso de su parte para dejar que la silla se inclinara hasta llevarle al suelo. Donde, a causa del golpe y su empuje, terminó rompiéndose por completo.
"¡Ah!" Exclamó, más dramático de lo que realmente le había dolido, y aunque la herida expuesta hubiera sido parte de eso, no tendría por qué decir que fue alcanzada por el golpe. No del todo. Estaba bien, a pesar de su impulsivo movimiento.
Pero eso no tenían por qué saberlo sus cuidadores.
"Oh, joder, ¿cómo pasó eso?" Uno de ellos dijo en su mandarín. BaekHyun aún cerraba los ojos con los dientes apretados y expuestos como si permaneciera en un gesto adolorido con quejidos seseantes claros, aunque no les tuviera. Y a pesar de no verlos, identificaba cuál de los dos había hablado: era el de su derecha. Si su plan seguía como se debía, alguno pronto se acercaría. Él ya estaría preparado con sus manos desamarradas ocultas a su espalda, solo esperaba.
"Maldición, su peso debió vencer a la silla. Está tan gordo," dijo el de la izquierda, BaekHyun frunció más el ceño por tal comentario. Un gesto que quizá se confundiría con lo que ya hacía.
"¿Y qué hacemos?"
"¡Levántalo! Tao no estará satisfecho si ve que le hicimos algo más sin su presencia. Explicaremos luego el incidente de la silla, pero por ahora solo estabilízalo como antes."
"De acuerdo," vaya, esto estaba siendo más sencillo de lo que parecía. Par de idiotas. «Chinos.» "Joder, has de estar pesado."
En cuanto escuchó la voz del hombre más cerca de él, abrió los ojos y le dio una escaneada rápida antes de que se agachara para levantarlo; ubicó perfectamente cada cosa que poseyera, en ello su arma más importante: la tenía metida entre su pantalón y camisa. No sería problema tomarla, por lo que inmediatamente con tener a solo centímetros al hombre de su cuerpo, sacó sus manos de la espalda, jaló entonces la cara del chino hacia sí y usó toda su fuerza para golpear con su frente el tabique contrario y conseguir un gesto verdaderamente adolorido, que dio obvias señales a su compañero de lo sucedido.
Así que, contados los pocos segundos que tendría, tomó el arma ubicada y disparó en el cuello de su primer atacante al tenerle aun cerca a pesar de su anterior golpe. Se dejó caer con un río de sangre, que llevó a BaekHyun a mirar hacia arriba, el otro hombre sorprendido por sus inesperadas acciones, ya se preparaba con su propia arma para atacar, pero demasiado tarde para las reacciones calculadas de BaekHyun, recibió otro disparo por su parte primeramente en la mano para hacerle tirar su arma.
Luego de caer con ese simple tiro dispuesto boca abajo, señaló bien a su rostro, y al jactarse de su puntería, disparó a su ojo. Acalló los incesantes alaridos por parte de ambos. Ya debió hacer mucho ruido con eso, las armas que ellos usaban no tenían silenciadores, si ya se escuchaba mucho incluso con ellos, sin tenerlos hacía todo un escándalo. Si estaban en un compuesto pequeño, era seguro que alguien habría escuchado lo que hizo y podría estar cerca para detenerle. Quizá incluso lo mataba antes de lo que el trato con ZiTao aparentemente declaraba.
Por ende, no tuvo tiempo de darse un respiro por más que quisiera. Suspiró y se impulsó por su cuenta a levantarse. Le costó, porque con un brazo lesionado, no podía apoyarse bien, y si le sumaba a eso su peso, era difícil que se incorporara en un solo movimiento. Pero lo logró, y miró todavía al hombre que se ahogaba en su propia sangre. Le dio asco, así que al levantarse por completo, le apuntó de nuevo. Aunque el tipo levantara una mano como si pidiera misericordia, él no estaba en posición para otorgarla.
"No estoy gordo, para su información, estoy embarazado," molesto, apretó el gatillo y se deshizo de ambos sin mayor dificultad.
Se tuvo que quitar entonces la ropa superior que traía, apestosa y sucia, le tiró por un lado. Llevaba por debajo una camiseta, pero decidió quitársela de igual modo para cortarla y usarla como torniquete en su herida del brazo. Agradecía que no fuera de bala, porque haberle dejado ahí habría sido otro problema.
Contuvo solo una hemorragia, pero le funcionaría sin problemas. Aunque eso le hiciera quedar únicamente con su pantalón y la faja para cubrirse. Acarició su vientre sobre las renovadas patadas de su niña, y finalmente tomó un respiro, con lo que se inclinó sobre sus anteriores atacantes para buscar más armas que pudiera embolsarse en caso necesario de uso. Unos cuchillos, municiones y hasta un radio poco activo le servirían para saberse más protegido.
Asomó entonces la cabeza al abrir solo un poco la puerta y descubrió el pasillo a su salida despejado, por lo que tomó pronta decisión en salir de ahí ahora mismo. Aunque aún tuviera que cuidarse la espalda y buscar una posible escapada que se le proporcionara en seguida. Mientras tanto, su único plan era enfrentarse a lo que tuviera cerca y se interpusiera en su camino para salvar a su niña.
ZiTao revisó por última vez su caja de herramientas mientras escuchaba los comentarios que sus aliados le estaban dando. Eran solo pormenores para él cuando ya sabía estrictamente lo que tenía que hacer. Y lo veía bastante claro. No había razón para que se lo repitieran o resaltaran. Él estaba de acuerdo en todos sus términos, al final, el único propósito que tenían en común era ese: matar a BaekHyun. Y hacerle daño en una vía directa a ChanYeol.
"Debes matarle cuanto antes, nos desharemos del cuerpo tan pronto termines, haremos que pieza por pieza sea empaquetado para lanzarle lejos, y llevar al menos una parte del cuerpo al jefe–"
"La cabeza. Quiero que le entreguen la cabeza y las manos a ChanYeol de su chico cuando se deshagan de su cuerpo," ZiTao les cortó, al tiempo que jugaba con las pinzas que usaría para cortarle esas perfectas uñas al bastardo embarazado. Y les guardó de vuelta para completar así su kit de tortura.
Se giró entonces con los mafiosos, listo para cerrar de una vez los términos del trato.
"Pueden incluir algo de sangre, no me importa, exageran mucho o poco, solo les pido manden esas dos cosas al jefe. Verán qué tan buenos resultados tendrán después de eso. Aunque es probable que deje irreconocible a su marido en cuanto termine. Habrán de esperarme entonces para que les diga que el trabajo ha sido concluido. Mientras tanto, pueden encargarse de sus otros trabajos. ¿Les parece?"
"Es nuestro trato, Huang ZiTao," a Hangeng, el jefe de la mafia, le mostró respeto en una mínima inclinación de cabeza, a lo que pareció darle libertad de seguir sus estándares. "No nos decepciones."
"En lo absoluto. Proclamé mi vida a cambio de esto. Escucharán noticias de mí muy pronto," y se reverenció de nuevo al saliendo de aquella sala, en camino por el pasillo que le llevaría de vuelta al encarcelamiento de BaekHyun. Susurró más para él mismo, a pesar de tener compañía protectora que le seguía. "Y lo hago por ti, gege."
Recorrió los pasillos que de la sala principal había hasta el pequeño cuarto que más bien habría sido de servicio antes de habituarle a la cámara de secuestro/tortura para BaekHyun. No era un gran tramo, el lugar era pequeño en realidad, era una base entre muchas que los chinos intentaban mantener oculta en medio del centro de Corea, sobre todo si consideraban los malos tratos que se habían hecho con los surcoreanos.
Tao sabía que los chinos en realidad eran unos estúpidos, la mafia china estaba hecha un asco, quizá esa fuera su primera razón para ingresar en el negocio del bajo mundo con los coreanos en lugar de con su tierra natal, pero eso no se lo diría a nadie ahí en voz alta. No porque les temiera, era solo el hecho de ser precavido. Después de todo, ambas mafias habían demostrado ser una mierda para él como para Kris, quien le había prometido de primera mano una fácil suma de dinero con solo hacer unos cuantos trabajitos que les dejaron a ambos en condiciones inestables hasta el punto de ruptura y separación, sin ningún retorno. No, porque Kris estaba ahora muerto.
Podría decirse que hacer esto solo le convenía porque quería dejar su huella antes de ser borrado tal como su antigua casi-pareja en cuanto su identidad fuera dada, y los hombres de Park vinieran a cobrar venganza. Los chinos creían que este acto terminaría finalmente con la guerra, saldarían su inexistente deuda que ellos mismos se habían elaborado, y saldrían victoriosos.
Pero qué idiotas eran, evidentemente ChanYeol iría tras ellos, a cazar a cada uno si era necesario para cobrarse por su cuenta lo que le habían hecho a su pequeño puto, y él lo estaría esperando de brazos abiertos y desarmado para que lo dejara reunirse con su propio enamorado. Le estaría haciendo un favor, ciertamente, al terminar al fin con toda esa mierda que tanto le estaba pesando.
Por eso mismo también había elegido esa base para traer a BaekHyun a su tortura. Sabía que no podría tardarse tanto, porque si ChanYeol y su equipo habían sido más inteligentes de lo que antes, y siguieron precisamente su pista tal como le dejó al desactivar más tarde de lo esperado el localizador de BaekHyun, ya debían estar cerca. Se imaginaba que a unos minutos, sin mencionar que quizá podrían estar registrando otras bases a sus alrededores–si tenían conocimientos de ellas–, pero ya que él se lo había puesto claro y casi pintado con rojo al elegir precisamente la base 614, no se esperaba la cosa fuera tan difícil de ser descubierta.
Lo único malo que tenía el lugar era que, a pesar de su poco terreno extendido, se llenaba de un intrincado sistema de pasillos con diversas habitaciones que te hacía fácilmente perderte si no lo conocías con exactitud. Era una trampa para tontos, en otras palabras. Sin ventanas, sin dobles salidas. Solo una puerta que llevaba al exterior, y lo demás eran almacenes de armas y droga, porque el mayor negocio de la mafia se encontraba en la capital de China.
Pensó también en la molestia que había sido el que no pudieran secuestrar como tenían planeado a la hija de Park. SoYeon. Esa niña idiota que lo único que sabía hacer apenas era berrear y llamar por sus padres, tenía mayor y mejor protección que el propio presidente del país. Sus aliados habían fallado en siquiera hacer una distracción, y sin otro infiltrado que les facilitara la tarea, tuvieron problemas para intentarlo.
Se decepcionaba y arrepentía a un mismo nivel, le hubiera encantado degollar en su cara a la niña justo cuando BaekHyun fuera despertando de su inconsciencia. Habría sido un acto rejuvenecedor, así tanto ChanYeol como su putito habrían recibido un mismo castigo por lo que deliberadamente habrían permitido que sucediera. Se habían sentido unos santos cuando liberaron a los niños y un puto de la mafia china, ¿cómo habrían actuado de ver que ni siquiera eso había conseguido salvar a tiempo a su niña?
Pero, bien, se conformaría entonces con matar primero a la bebé en el vientre de su jefecito. Seguro sería doloroso, y más aún para el propio BaekHyun de saber que estaban matando a su niña con la cual cargaba sin ser capaz de conocerla o hacer algo por ella. Luego seguiría él, entre aullidos y gritos de piedad, le daría su final merecido para dejar en manos de Park a su chico.
Sí, ya lo tenía tan bien planeado, por eso ahora era tiempo de ocuparse de ello. Entró así triunfante y con un reloj de alarma que señalaba el tiempo exacto que tomaría para eso, pero descubrió sorpresivamente... A dos guardias en un río de sangre, con los rostros perforados, piezas de una silla rota, cuerdas flojas, y lo peor de todo, sin armas y sin un BaekHyun que dejaría de lado su repugnante saco vomitado.
"¡Maldición!" Exclamó y gruñó entre dientes al tiempo de golpear una pared y patear el cuerpo muerto más próximo. Los hombres por detrás de él saltaron ante la sorpresa, y le alertaron de su continua presencia, por lo que se volvió con el primero más cercano para tomarle por el cuello de la camisa, lo acercó y lo alzó poco de su propio sostén. "Ustedes, búsquenme al puto, ¡se ha escapado y lo han dejado frente a sus malditas narices! Tienen que encontrarlo, y traerlo de regreso, sino todos aquí seremos hombres muertos. ¿Me escucharon?"
"¡S-Sí, señor Huang...!" Lo soltó, lo empujó y sacó de su caja sus armas más necesarias, en la que cargó municiones, con paso firme hacia el pasillo de salida.
"De acuerdo, vamos pronto, todos en busca del principito. ¡Andando!"
ChanYeol había recibido noticias de sus subordinados. Las bases más cercanas al centro, y en donde él se estaba dirigiendo se encontraban vacías. Eran almacenes, pero además de unos cuantos viejos que custodiaban la entrada para evitar curiosos y posibles robos, no había nada ahí que les confirmara la presencia de BaekHyun. Fue por eso por lo que él pidió que todos vinieran junto a él, a la base 614. Él ya estaba junto al gremio en posición para entrar al lugar.
Su suerte: tenían solo una puerta de entrada y de salida. Lo que quería decir que tendrían que llamar la atención del que sea que estuviera en ese otro lado, y tendrían que mantener el tiempo suficiente despejado el camino para que pudieran hacer su huida en cuanto antes. ChanYeol estaba ahí más que nada para matar al que sea que viera y no pudiera servirle para dirigirlo hacia su esposo. Tenía que admitir que estaba actuando de nuevo de manera impulsiva, sin buscar estrategias o planes de ataque, pero todo eso habría requerido tiempo. Y tiempo era lo que menos tenían.
Tendrían que hacer aquello a la mala, aunque fuera el modo en el que mejor las cosas les resultaran.
"Te cubriremos, Park. Suga y Jimin irán por el frente. Jin y V se encontrarán detrás de ti. J-Hope, Kookie y yo nos quedaremos atrás para cuidar de tu gente, y resguardarte la entrada. Puedes estar seguro de que te hallarás cubierto. Tú y tu chico saldrán de aquí pronto."
Oh, bueno, también podía hacer eso. Que bien que eran buenos amigos del gremio de asesinos.
"Por supuesto, te lo agradezco, Nam," el jefe del gremio asintió, en una reverencia para corresponder su respuesta. Y pronto miró a su alrededor, a la gente que le seguiría como a la que estaba por cuidarle la espalda. "Vamos, recuperaremos a BaekHyun."
BaekHyun se asomó por uno de los pasillos en el que iba. Estaba despejado, y como sabía que ya había recorrido el pasillo del frente, por donde solo había topado con más habitaciones y ninguna salida, decidió correr lo más rápido que pudo para revisar las puertas de ese mismo lugar. No las abría, porque no creía que era buena idea, había tenido que accionar el silenciador del arma que robó ya que en su primera ocasión al abrir una puerta en busca de su salida se encontró con unos cuantos hombres contando lo que parecían ser sus ganancias y algo de mercancía. Pudieron haberle lastimado si él no hubiera actuado primero al dispararles directo a la cabeza en cada caso.
Se alegraba de tener cierta distracción, porque no todos los días veías a un hombre embarazado sin camisa y con su faja que cargara un arma a la mano. Les había entretenido verlo primero antes de entender quién era y qué hacía ahí, así como de la amenaza que les dio en solo unos segundos.
Lo que hacía ahora, a causa de eso, era apegarse a las puertas con mucho cuidado para no traer la más mínima provocación de ruido, y averiguar por detrás del material de ellas si algún sonido se escuchaba.
Conversaciones o movimientos de un lado a otro, eso le decía que la habitación estaba ocupada, y debido a su estado, no quería meterse en más peleas, aunque fuera esa su posible salida de ese laberinto de infierno. Seguiría entonces buscando por otros lados. Tenía buena memoria, al menos, y reconocía los lugares por donde ya había pasado, cada lugar tenía su más mínima cosa que lo diferenciaba, no estaría dando vueltas en círculos por más que para algunos lo pareciera.
Sin embargo, estar corriendo a través de los pasillos interminables y tan intrincados del lugar, comenzaba a cobrarle factura. Se sentía exhausto, estaba sudando y lo único que quería era sentarse para no volver a levantarse. El activo movimiento de su bebé no le daba tregua de igual modo. Al poco tiempo ya sentía que debía tomar algo de agua. No traía nada consigo. Y tampoco era el mejor momento para tener un antojo.
"Unos minutos más, bebé, solo esperemos unos minutos más y podremos salir de aquí para que comas todo el helado de menta que quieras. Te lo prometo, solo dale un descanso a papi," pidió en voz baja, mientras recuperaba el aliento al colocarse junto a la puerta en la que había pegado la oreja para descubrir que no parecía estar ocupada.
Y se inclinó sobre sí mismo para intentar recargar sus manos sobre sus piernas, a lo que su panza se sostuvo a causa de la faja. Pero ahora mismo la faja le parecía más una tortura que un alivio como le habían prometido. Le dolía más de lo que deberían los pies y la espalda. Y detestaba cargar con un arma cuando se encontraba en tal estado, sabía que era por su protección, pero su médico precisamente le había recomendado alejarse de las armas en su embarazo, ya que el plomo podría hacerle un daño al bebé. Con cada disparo que había dado sentía que ya le estaba causando algo a su bebé. Y quizá era por eso por lo que no se dormía y seguía pateando.
"Eres tan enérgica que parece como si tuvieras más extremidades para patear. Te has de parecer tanto a tu papá, gigante y entusiasta."
Inesperadamente, la puerta junto a sí se abrió. Él se recuperó tardíamente, apenas se alejó y levantó el arma en sus manos como amenaza. No estaba seguro de entrar en batalla ahora mismo, pero si la amenaza era severa, evidentemente habría de hacer lo mejor para salir ileso. Su bebé lo necesitaba, y estaba dando todo de sí precisamente por ella.
Sin embargo, y para su gran sorpresa, la persona que asomaba la cabeza y le había visto en un primer segundo con el ceño fruncido, sin un arma de contraataque había sido LuHan.
Estaba frente a él, y ahora lo veía con claro asombro. Se preguntaba si aún no se habrían dado cuenta de que acababa de escaparse, porque nadie parecía estar cercano a su búsqueda, no había escuchado alguna alarma por su huida, y con todos los que hasta ahora se habría cruzado le miraban con clara sorpresa, sin mencionar que por ningún lado había visto a ZiTao.
Raro. Algo no parecía ir bien con eso.
"¡Lu! ¿Qué sucede? ¿Viste algo?" Esa voz al interior habló en un claro mandarín al elevar un poco la voz como si se hubiera querido dar a notar para la persona con la que aún estaba viendo de frente. Y temió porque fuera a acusarlo, por su estupidez al haber creído con una rápida checada que nadie estaba allá adentro, cuando bien pudieron solo estar en silencio. Creyó entonces que era aquí cuando todas se la cobraban, y tendría que arriesgarse para apretar el gatillo y dar pelea contra el que sea que luego se le plantara de...
"No, aquí no hay nadie. Debió ser solo imaginación suya," LuHan respondió, a lo que él frunció el ceño en cuanto le guiñó el ojo, como si un secretito entre ambos se llevara. Y volvió la cabeza al interior, con una sonrisita que añadió: "Saldré unos minutos, voy por algo de agua."
"No tardes."
Asintió, y entonces cerró la puerta. Segundos de haber quedado en completo silencio y sin ninguno de los dos moverse, LuHan lo volvió a mirar, específicamente a su arma.
"Puedes notar que estoy desarmado, y no pienso hacerte daño," levantó ambas manos para hacer moción a sus palabras y habló ahora además en coreano, aunque pareciera un poco oxidado, pero seguía entendiéndole a pesar de hablarlo en una voz muy baja. "No tienes de qué preocuparte, solo quiero hablar contigo."
"¿De qué? ¿Sobre por qué no me acusaste cuando pudiste con tus amigos los traidores vengativos mata niños?"
LuHan suspiró al agachar la mirada y regresar sus manos a su lugar; quiso acercarse a él, pero BaekHyun le apuntó más firmemente con el arma, y le advirtió de siquiera pensar en tocarlo. A lo que LuHan debió retirarse, y en cambio apuntó con su mano hacia otro lado.
"Estamos aquí muy cerca de ellos, nos podrían escuchar, y alguien saldría a investigar o revisar de nuevo, tenemos que apartarnos al menos un poco para evitarlo," entonces entendió a lo que apuntaba. Aceptó que eso fuera cierto, así que debió conformarse con aceptar la idea. A pesar de que no le agradara estar siguiendo cierta orden por parte de LuHan. "Anda, te estoy ayudando, tan solo intenta confiar en mí un poco."
"La última vez que confié en ti, te robaste a mi hija, le maltrataste y la hiciste llorar frente a mis ojos. Sin mencionar que le hiciste daño a mi familia, y no hablo más de mi esposo o de mis hijas," señaló, con evidencia. Por lo que notó en los ojos culpables de LuHan, supo que entendió al menos esa referencia en señal de lo obvio.
"Muy bien, tienes más razones para no aceptar mi ayuda. Pero esta vez voy en serio, ¿no te gustaría siquiera saber por qué no te he acusado o qué me gustaría decirte a cambio? Merezco cierto deje de la duda."
BaekHyun lo pensó al apretar los labios. Aceptó, finalmente, era cierto que al menos debía darle una oportunidad al chino. Después de todo, ciertamente no estaba armado, ni parecía comunicado para haber notificado su presencia. Sin mencionar que, aun en su estado, estaba seguro de que derribaría a LuHan sin problemas. Quizá pondría algo de su peso a favor, tenía que buscar formas de protegerse sacando provecho de su embarazo.
Bajó de esa forma el arma, aunque no la guardó por completo, solo la trajo en una mano, cosa que evidentemente LuHan no dejó pasar, pero ignoró por su intento de sana relación. Y lo guio al menos unos metros lejos de la puerta, más cerca de la conexión con el otro pasillo al revisar antes que nadie estuviera cerca de este por él. Cuando pareció todo estar en orden, se volvió de nuevo consigo.
"Me alegra ver que estás bien. O mayormente, ¿te has revisado ya la herida que Tao te hizo en el–?" Se cortó cuando escuchó el bufido de BaekHyun que se alejó ante su nuevo intento por buscar tocarle cerca de su improvisado torniquete. No diría que no le dolía, porque ciertamente lo hacía, pero tampoco se lo revelaría en voz alta, y hasta donde él creía... al menos su herida ya no estaba sangrando, quizá ya estaría cicatrizando. Tal vez lo más preocupante era que no le habría limpiado antes de cubrirle.
Pero tampoco hablaría sobre sus preocupaciones con LuHan o en voz alta.
"Sí, deja la charla amistosa de lado, si tienes algo realmente serio que decirme, será mejor que vayas directo al punto, de lo contrario estás solo quitándome tiempo," supo que sonó grosero, que pudo haber ofendido a LuHan, lo veía, pero no le importaba realmente. Porque él no tenía motivos para juzgarle con respecto al comportamiento que le estaba dando. "¿Piensas hablar en serio o no?"
"¿Sabes? Quizá me merezca este trato, pero cuando digo que me preocupo por ti, hablo en serio. Creí haberlo demostrado ya antes, mi traición fue una decisión impulsiva que tomé, y sé que fue un error, pero del que nunca podré dar marcha atrás como desearía. Fuiste alguna vez mi amigo, y sigo preocupándome por tu estado. Sobre todo ahora más que nada," no contestó, no porque no tuviera algo más que decir, había tanto en su cabeza que comenzaba a dar vueltas sobre eso.
Tanto negativa como positivamente, pero prefirió callar ante todo. Y aunque con algo más quizá hubiera cedido, ahora mismo LuHan pareció darse por vencido en un suspiro. Y fue directo al punto, como se lo había pedido.
"No sé cómo has escapado, pero estoy agradecido de que lo lograras. Te habría ayudado antes, pero me tenían vigilado, supongo que precisamente porque temen que mi antigua relación contigo pudiera influenciarme para hacer semejantes cosas. Los hombres de aquí no son tan estúpidos como piensan, a pesar de que me dispararan la vez pasada con lo de SoYeon, no se tragaron todo el cuento de mi herida para que ustedes fácilmente se llevaran a su niña," y apenas hizo moción de ello, pero BaekHyun vio claramente cómo LuHan pasó una mano por encima de la otra.
Si mal no recordaba, era del brazo donde ChanYeol le había disparado. De donde ahora en su palma había una marca clara con un dragón chino que se había generado únicamente con una quemadura a fuego vivo. BaekHyun solo podía imaginarse el dolor que habría provocado la herida. Suponía que había sido el precio por la mínima traición provocada a su ahora perteneciente mafia: lo habían marcado, no había duda de que a ellos pertenecía, en ningún lado lo cuestionarían, y nadie más se atrevería a reclutarlo si lo veían con ella claramente.
"Sin embargo, estás aquí, saliste por tu cuenta. No he escuchado más noticias de ZiTao desde que me trajeron para acá, con unos negociantes japoneses. Nada que tenga que preocuparte. Aunque supongo has de estar buscando la salida."
"¿Tienes alguna idea para sacarme de aquí en cuanto antes?"
De nuevo, fue directo al punto. Detestaba cortar tanto la plática porque veía esa desilusión en los ojos de LuHan al comprender que de él no quería escuchar más de lo necesario. No era realmente ahora por eso que lo hacía, era más bien por el tiempo, sí se sentía culpable de pensar que pudiera estar provocándole cierto desánimo. Cuando en realidad vaya que sí podría ayudarlo.
"Hay únicamente una puerta de entrada y de salida. Como seguro ya pudiste notar, no hay ventanas, y todo está repleto de puertas que solo conducen a más habitaciones. Eso es porque básicamente estás en una casa que es un almacén. Construyeron el lugar de una manera que pareciera una trampa para tontos, eso quiere decir que los pasillos son tan reducidos, y llenos de paredes que bloquean la visión para saber hacia dónde te estás dirigiendo. Es como un laberinto, se podría decir."
"¿Y estás queriendo decirme que no hay modo de que yo encuentre fácilmente la salida?"
"No es que no la puedas encontrar, solo está algo difícil de hallar cuando no conoces el lugar en su totalidad. He venido ya aquí un par de veces, conozco mejor de lo que creen este lugar," LuHan miró de nuevo a su alrededor, como si temiera que alguien pudiera estar cerca u observando.
BaekHyun había notado desde antes que ahí dentro no tenían cámaras. Era extraño, pero al mismo tiempo suponía que cuando dentro de un lugar estabas haciendo algo ilícito, era mejor no tener evidencia. Sacó de su bolsillo un papel y pluma, en realidad era una servilleta arrugada y usada. Pero suponía que igual serviría.
BaekHyun se sintió mal de pensar que LuHan habría intentado sacar de sus bolsillos algo con lo que lo atacaría, y casi levantar de nuevo en su defensa la pistola, pero por suerte no lo hizo, y él no quedó en vergüenza por asustarse, como esperaba LuHan no le hubiera notado.
"Voy a dibujarte un mapa promedio para que encuentres más fácilmente la salida. Quizá no sea tan preciso o a escala, pero esperaría a que pudiera ayudarte un poco. Así no tendrás que cruzarte con más pasillos sin salida. Solo prevén que no haya alguien merodeando."
"¿Y cómo sabré si no me estás dirigiendo precisamente hasta ZiTao y sus hombres?"
"No lo sabes," LuHan respondió al ser casi tan sincero que a BaekHyun le sorprendió, y mientras lo veía dibujar el mapa en la servilleta recargado en la pared, se dio cuenta de que eso podría ser una posibilidad, pero también algo muy poco cierto. "Solo tendrías que confiar en mi palabra."
Fue como un golpe bajo para BaekHyun, el decirle que confiara en él de nuevo cuando antes había aclarado que no lo hacía, obviamente estaba siendo su venganza indirecta sobre lo anteriormente sucedido. No iba a ignorar además la marca de dragón en su mano ahora que la tenía más clara frente a él, y en esa misma mano... Un segundo, ¿no era ese un anillo que ya había visto antes?
"Toma," LuHan le entregó entonces el mapa, él lo recibió más por reflejo que al estar prestando atención en cuanto a lo que hacían, distraído aun con lo visto. "Espero que salgas de aquí a salvo."
"¿Ese anillo que llevas, no es de...?" LuHan no evidenció más el anillo, solo se le quedó viendo mientras él intentaba concluir su oración sin mucho éxito. No debió dar a relucir su duda, pero fue tan inevitable cuando muy bien recordaba cómo aun después de lo sucedido con SoYeon hace poco más de cinco meses, él aún lo traía consigo.
"Me gustaría hacerte una última pregunta antes de que te fueras, BaekHyun," esa respuesta tampoco se la esperaba, en medio de una sonrisa y aun con su duda en el aire, miró a LuHan a los ojos con claro interés renovado. "Creí haberte escuchado mencionar antes algo, pero no estoy seguro de si sacar una propia conclusión, así que me gustaría rectificarlo. ¿Qué estás esperando?"
Su respuesta fue automática, casi como si ya le hubiera imaginado.
"Una niña. Tengo siete meses. Nacerá para mediados de enero."
"Me alegra escuchar eso. El jefe Park debe estar muy feliz con usted y su segunda niña. Le deseo lo mejor, BaekHyun-ssi. A usted y su familia."
"Digo lo mismo, LuHan. Gracias."
No hubo más contacto, ni algún otro intercambio, BaekHyun simplemente aceptó que ello terminara. Y luego de dar un mínimo vistazo al mapa como al pasillo presente, siguió su camino en el paso más apresurado que tendrían. Solo le quedaba esperar... y confiar al respecto.
Tao había cambiado su estrategia. Pensó que podría buscar a BaekHyun y encerrarlo de nuevo para iniciar con su tortura. Pero creyó de algún modo que haciendo menos extensa su persecución, sería mucho más fácil simplemente estarle esperando a la única salida del lugar para arrinconarle sin ninguna otra huida, y se desinteresó por poner a toda la mafia en búsqueda del bajito preñado.
Tenía a algunos de sus hombres consigo, era evidente que, aunque la amenaza fuera solo un hombre con una inmensa panza de tercer trimestre, no vendría desprovisto de un respaldo en caso de que la cosa se pusiera innecesariamente difícil. Aunque también debía tomar en cuenta que de algún modo BaekHyun había tumbado a dos de sus hombres, y los había dejado 'indispuestos'.
Agradeció, sin embargo, el haber tomado tal decisión porque en cuanto estuvo cerca de la entrada, descubrió que alguien había cruzado sin siquiera ser notificado, y ya se hallaban sus guardias que debían haber estado cuidando la puerta totalmente desfallecidos en un mar de sangre. Cerca de los mismos, notó que se encontraba un grupo promedio de hombres armados que desgraciadamente reconocía en nombre y cara, y ya debía imaginarse ante ello que en la base estaban los coreanos. El jefe había venido por su puto.
Se giró entonces hacia el sequito que traía, era claro que a ninguno le gustaba estar escondido en su propia casa, pero debían tomar sus precauciones si no querían ocasionar un escándalo más grande del que debían.
Si se organizaban en estrategia y combate, seguro podrían contra los hombres de Park que resguardaban ahora su entrada. Aun cuando fueran unos miembros del gremio. Le sorprendía que en su camino a aquel lugar no se hubiera cruzado antes con el jefe Park, si bien suponía que era él el que ya estaba ahí adentro. Aunque imaginaba que quizá habían tomado un mal camino y estaban atrapados entre los intrincados pasillos del lugar, si era que no sabían en lo absoluto hacia dónde se dirigían. Coreanos inútiles.
"Muy bien, hay hombres allá tomando nuestra entrada, creyéndose los putos amos del lugar, habiendo matado a gente de nuestro bando, así que quiero que ustedes piensen con la cabeza fría y vengan preparados con una estrategia. Porque no vamos a dejarles esto pasar, sino que tendremos que cobrarles lo que han hecho," susurró, en dirección a su grupo de respaldo, y vio a cada uno mientras ellos furiosamente asentían. Sabía que sus palabras habían motivado al menos algo para ponerlos más violentos en cuanto a sus siguientes acciones. Así se lo tomaban más en serio. "Tomaremos sus vidas primero, y luego iremos tras el puto de Park. Quién sabe, quizá tengamos suerte y podamos cobrarnos la cabeza del chico y del jefe en esta misma noche."
Y su deuda quedaría saldada para Tao ante eso mismo.
BaekHyun iba perfectamente bien en cuanto al camino que LuHan le había establecido como mapa en una sucia servilleta. No había tenido que dar tantas vueltas como antes, ya no era necesario que revisara puertas. Y para su suerte, no se había encontrado con nadie que le aletargara el camino o le complicara la huida.
Una que otra vez debió ocultarse contra una pared o entre un pasillo adyacente al escuchar voces cercanas, pero solo iban y venían. Nada con lo que hubiera tenido que enfrentarse ni preocuparse sumamente. Había recuperado algo de su fuerza a causa de ello, y convenientemente se cruzó con una zona de cocina donde pudo servirse un vaso con agua que le levantaría en su estado con cierta renovada energía.
Estaba cerca de salir de ahí, eso lo veía. Aunque había tenido que retroceder en algunos de sus pasos a causa de propios errores y por darse cuenta de que había iniciado en un mal camino. Sin embargo, no faltaba mucho para que de ahí saliera. No se estaba creyendo qué tan fácil y rápido estaba llevándose esto.
Quizá por eso debió encontrarse con algo de acción de manera inesperada.
Cruzaba un pasillo cuando, a mitad de su camino, una puerta al frente se abrió, y de ella esta vez para su desgracia no salía LuHan para taparle. Era un grupo de chinos a los que tuvo que disparar a matar, y cuando ellos también comenzaron a dispararle en contraataque, debió actuar más adecuadamente al cubrirse contra una pared aledaña, porque ante todo no podía darse el lujo de volver a ser lesionado, y mucho menos en su estado.
Quizá duraron suficiente tiempo intentando darse un tiro entre ambos, porque en cierto momento, cada uno se acabó sus municiones. Y aunque BaekHyun conservara unas en sus bolsillos, no tuvo tiempo de recargarle cuando manos ya estaban tomándolo del cuello y azotándolo contra la pared que daba al pasillo abierto.
Jadeó, y por instinto se llevó sus propias manos al cuello de donde le estaban asfixiando. El hombre desarmado le miraba con una clara sonrisa, como si la victoria le creyera ganada, pero para su suerte, asfixiar a una persona podría ser la manera más tardada de intentar asesinar a alguien, así que, en el proceso, BaekHyun consiguió golpearlo con la frente directamente a su tabique, y usarle en su debilidad al empujarle para derribar a los dos hombres que estaban junto a ambos.
A pesar de esto, otros dos hombres seguían a su derecha. Y en cuanto vieron lo sucedido, fueron en su contra para atacarlo nuevamente. BaekHyun esquivó lo mejor que pudo los golpes que con puños lanzaban, recibió uno en la cara, que de momento lo distrajo para recibir otro en su brazo herido. Sobre aquel, sintió cómo la sangre volvía a brotar y mojaba su prenda vuelta torniquete, por lo que se dejó caer de lado sobre el suelo.
El dolor se extendió en su cara, sobre su labio, en su brazo afectado como en su vientre. Una de sus manos se dirigió inmediatamente a este con preocupación absoluta. A él no le importaba lo que le hicieran con cualquier golpe, solo temía por las consecuencias que afectaran a su niña. No podía volver a sucederle lo de antes, no podía volver a tener un parto prematuro.
"Huang dijo que tú eras suyo, putito," uno de los hombres siseó en su mandarín repugnante; su saliva pegó con su rostro cuando se inclinó hacia él y al sacar un cuchillo lo puso como amenaza ante sus ojos. "Pero yo creo que puedo cobrarme unas cuantas cositas también por adelantado."
"No creo que le moleste incluso que juguemos un rato con el putito," el segundo dijo, con sus manos sucias que le tocaron la cara, reclinado a su nivel por un lado a diferencia de su amigo que estaba totalmente encima de él y se presionaba lastimosamente contra su pancita. Bajó lentamente y con repudio para él manifestado esos dedos al menos hasta su clavícula. "Seguro que montarnos a una vaca ha de ser interesante."
Ambos rieron, como si sus amenazas fueran algo que asustaran a BaekHyun. Y así habría sido si todavía fuera ese crío de quince años que temblaba con el simple toque de algún hombre sobre su cuerpo en aquel inmundo burdel en el que se hallaba. Pero justamente, al tener prueba de su alcance con tres hombres derrumbados en un solo golpe, noqueados a sus pies, aun en el estado en el que estaba, esos hombres deberían reconsiderarse más la posición en la que ellos realmente estaban.
"Si piensan tocarme como dicen, al menos deberían cuidarse sus bolas antes de ir por el acto," fue lo único que les dijo y escupió primero a la cara del que tenía de lado, su sangre del labio partido incluida en ello, y el llorica de atacante que tenía se alejó como si de un ácido se hubiera llenado. Luego pateó con su rodilla al hombre sobre sí, con lo que le dio justo en la entrepierna tal como le dijo para hacerle caer de lado. Él se dio la oportunidad de rodar encima de su atacante más próximo al inmovilizarlo de momento. Y tomó en un mismo segundo el cuchillo que como única arma habían sacado.
Lo lanzó entonces en su perfecta puntería al que lentamente se había dado cuenta de su distracción para quedar en desventaja, a lo que lo clavó literalmente contra la pared por el ojo.
Y el hombre del que aún no se deshacía, sacó su propio cuchillo que había robado antes, para clavarle múltiples veces sobre el ahora pecho expuesto.
Consiguió levantarse después–con cierta dificultad y dolor–, sacó las municiones que guardaba para recargar su arma, y disparó tres rápidos tiros a los otros hombres aún noqueados en el suelo. Se aseguró de que cada uno hubiera terminado muerto.
Cinco chinos que lo habían atacado. Para estar embarazado, no había salido nada mal, creía que darían más batalla. Suponía que era un golpe bajo para el orgullo de combate que alguna vez pudieron haber tenido antes de terminar fallecidos.
Se alejó de ahí, entonces, y quiso caminar lo que le sobraba de pasillo para salir de ese otro pasadizo, pero se detuvo por el dolor de su brazo que le recordó la nueva herida vuelta a la vida. Sin mencionar el mareo que le sobrevino, y por lo cual tuvo que apoyarse contra la pared, en la esquina, antes de ir más lejos de ese pasillo. No quería vomitar, pero juraba que si daba un paso más lo haría. Y tuvo un fuerte golpe en su vientre que no le dio tregua a su mejoría. ¿Cómo iba a avanzar ahora en esas condiciones?
"Bebé... bebé, no, por favor, ahora no..." jadeó al colocar una mano en su vientre bajo y sentir el movimiento de su niña, como si se estuviera preparando para algo. Algo que no le era la mejor idea. "Aún no nazcas, cariño, te lo ruego, no ahora."
El mareo persistió, pero consiguió ignorarlo así como lo del brazo, y aunque ahora su torniquete estuviera completamente empapado de sangre fresca, todavía creía que habría oportunidad de dejar cerrar por sí sola la herida, por lo que no sería un gran problema que tomar ahora mismo en cuenta. Sin mencionar, además, que había nuevas heridas en su rostro que ardían un poco más de lo que esa. Su labio inferior se sentía hinchado, ya podía imaginarse la sangre escurriendo del mismo, y el morete que debía estarse formando en su mejilla que recibió todo el golpe del mafioso ahora reposando en el suelo.
Sin embargo, y de algún modo, el movimiento y las patadas cesaron luego de un par de caricias y cortas palabras que dijo hacia su vientre, y le dieron finalmente un respiro para conseguir calmarse. En medio de esta, escuchó pisadas en el pasillo siguiente. Lo que le llevó a alzar su arma, y aun algo tambaleante quedó decidido a enfrentarse a la nueva amenaza.
Salió entonces, y se detuvo solo por un milisegundo cuando vio a su atacante con el gatillo en mano para descubrir en un jadeo su afortunada decisión de no disparar a matar en este caso.
"¿ChanYeol?"
"¡BaekHyun! Joder, bajen sus armas," su esposo ordenó inmediatamente a los hombres por detrás de él, junto a otro que estaba a su lado, quien él reconocía incluso de nombre, pero no le dio una segunda mirada en cuanto el más alto pronto recortó el camino hasta él para tomarlo por los costados de su cara. "Oh, mi Dios, estás aquí. Maldición, ¿cómo es que has llegado hasta aquí tú solo? Qué pregunta más estúpida, eres Park BaekHyun, es evidente la forma en la que lo lograrías, aun en tu estado. Mi Dios, estás bien, estás a salvo, joder, no sabes cuánto me alegro de ello."
"Sí, lo noto, creo que eres el único que sería capaz de agradecer y maldecir en nombre de Dios en una misma oración dos veces," BaekHyun rio y se quejó cuando ChanYeol bajó sus manos al reposarles en sus brazos descubiertos, con lo que tocó la herida expuesta. "Auch..."
"Mierda, BaekHyun, ¿qué...?" Sin embargo, quizá la sorpresa inicial de ChanYeol al inesperadamente encontrarlo no le dejó revisar de primera mano el estado en el que se hallaba, y al bajar finalmente sus ojos, con solo ver la sangre en su mano de su herida en el brazo, captó todo en una misma evaluación. "Pero ¿qué te ha sucedido? ¿Por qué demonios estás desnudo?"
"Para tu información, no estoy desnudo. Traigo pantalón, y mi faja que ha cargado en el camino a tu niña, quizá ya está algo mal ajustada, me duele un poco la espalda," señaló y se sobó la zona afectada, al tiempo que ChanYeol sin más había apoyado una mano sobre su vientre que le dejó inmóvil de un segundo a otro. Obtuvo de ahí un mínimo movimiento de cambio de posición en el interior. ChanYeol se sintió gustoso de saber que toda su familia estaba, en lo más burdo que podría verse de la palabra, a salvo. "ChanYeol, te juro, no la despiertes, tardé mucho en tranquilizarla, y si haces cualquier mínima cosa para volver a despertarla..."
"Estás lastimado, tu brazo y tu labio," señaló lo obvio, a lo que él bufó aunque pareciera más bien un escupido cuando su labio hinchado no le permitió hacer bien el movimiento. Detestaba que ChanYeol hablara de otra cosa cuando planeaba ignorarle con algo. "¡Y estás desnudo, joder, BaekHyun! No me importa que traigas unos putos pantalones, no estas..." miró entonces a su alrededor, con lo que se dio cuenta de las miradas que ahora de todos sus subordinados recibía BaekHyun, a lo que él inmediatamente respondió quitándose la camisa que traía en esos momentos.
Se había cambiado de camino a la base china, por lo que se jactaba de traer una camiseta negra por debajo de su camisa y no tener más mínimo problema en sobreponérsela a BaekHyun, aunque no le cubriera del todo cuando su pancita aun sobresalía en la parte más baja, siquiera ya había obtenido cierto cambio.
"Bien, estás mejor así. Tendremos que salir de aquí si queremos revisarte ese brazo y estas otras heridas," mocionó de vuelta, tanto a su cara como a cualquier otra parte que siguiera pasándosele. Pero obtuvo solo una sonrisa chula por parte de su esposo que él tuvo que fruncir el ceño con una clara duda. "¿Qué?"
"¿Viniste a rescatarme, acaso? ¿Crees que has venido aquí como el príncipe azul para salvarme de todos mis problemas anteriores?"
"¿Hay alguna razón para que estés preguntando ahora mismo eso?"
"Oh, no lo sé, tal vez podrías verlo tú mismo. Por allá atrás, dejé al menos a cinco hombres tirados, así que quizá te dé una idea de lo bien que lo había estado haciendo aun sin tu ayuda," ChanYeol realmente quiso asomarse, no se esperaba eso de su chico, le ponía algo caliente imaginarse a BaekHyun en tal estado luchando contra los chicos malos; pero fue inmovilizado por su mismo esposo, quien regresó su mirada con la misma chula sonrisa hinchada. "Pero agradezco tu presencia, cariño, sabes que igual te amo."
Le dio un pico, un simple pico a los labios, que lo dejó mucho más intrigado que antes, al menos hasta escuchar su risita en burla ser cortada por un gruñido que volvió a ponerlo en alerta, sobre la manifestación del dolor en su marido.
"¿Qué sucede, Baek?"
"Es tu niña, está despierta," dijo y puso una mano sobre su vientre, con lo que frunció el ceño de nuevo, siseó entre dientes y le miró en medio de la inquietante espera. "Joder, no puede ser. Creo que ya quiere conocerte..."
"¿Qué dices?"
"Digo que creo que ya viene," y gruñó, más fuerte de lo que antes a lo que se inclinó sobre su posición, apenas para ser sostenido por ChanYeol y no caer hasta el suelo. "Maldición, no, no de nuevo... Ngh, ChanYeol, no puedo tener a nuestra hija prematura, no de nuevo, no así... joder, ¡haz algo!"
"BaekHyun, calma, no te alteres. Respira, ¿de acuerdo? La niña está bien, ¿ok? Tal vez solo está un poco animada, no es nada de lo que deberías preocuparte. Ella no va–"
"¡Con un carajo, ChanYeol, estoy teniendo contracciones y sé precisamente de lo que hablo porque SoYeon me hizo pasar por lo mismo, así que no intentes corregirme si tú crees que la niña no viene putas en camino como yo te lo he dicho!"
ChanYeol quedó totalmente sin palabras. Pensar que él realmente no había estado para el nacimiento de SoYeon como en el proceso de parto, lo dejó totalmente desubicado ante la posible idea de poder tener otro parto prematuro, ahora presente con su esposo. Sin embargo, fue el jadeo y gruñido que provino de BaekHyun junto al apretón que dio en su mano lo que rápidamente le hizo regresar al exacto momento para ubicarse ante lo que su deber le indicaba.
"Te voy a sacar de aquí, BaekHyun, y vamos a tener a nuestra bebé sana y salva."
"Por favor, tan solo haz lo necesario para que ella esté bien, ChanYeol," esa mínima petición de su esposo lo dejó en su punto de quiebre, y se tragó todo su sentimentalismo para simplemente asentir y devolver el apretón a la mano que aún tomaba.
"Lo estará, tú y ella, BaekHyun."
No necesitó dar órdenes para organizar a su equipo. Parecieron saber actuar ante lo que ahí habían visto. En cuanto él tomó con firmeza la mano de su esposo para hacerle seguir su paso y se volvió en la dirección que vinieron, todos dieron evidente señal de salir y cubrirles en todo momento.
BaekHyun pudo andar por sí mismo, le aseguró a ChanYeol que las contracciones, que apenas empezaban, tardarían en aparecer cada cierto tiempo. Este mismo le daba el lujo de seguir su camino sin molestarse por ser en realidad una carga. Y así, de igual manera, consiguió llevar en mano de ChanYeol el mapa que LuHan le había hecho para dar mayor facilidad de encontrar nuevamente la salida–aunque en ningún momento mencionó cómo obtuvo esas direcciones para abandonar el lugar, y como siempre, no esperó muchas preguntas de ChanYeol en el momento.
Su suerte no podía seguir mejorando, después de todo, al llegar a su último recorrido, una masacre les dio la bienvenida. Hombres tirados, muertos en el suelo, entre todo un río de sangre, fue el paisaje que obtuvieron en su salida. Y entre eso, ZiTao, junto a sus compañeros que sostenían armas de gran y reducido tamaño, tomaban cuerpos puestos sobre sus rodillas aún con vida como rehenes, sin mencionar que se cargaban sus inmensas sonrisas de encontrarles finalmente de cara.
Los hombres de ChanYeol ya estaban a punto de amenaza para atacar, pero de igual modo, uno como otro bando se habían puesto de acuerdo para actuar en una forma parecida. No se atacaron inmediatamente, pero estaban esperando a órdenes que con tanta rapidez podrían llegar para terminar con todo entre ellos mismos. BaekHyun ya estaba harto de todo eso.
"Bueno, así era como te quería ver, ¿no es verdad, BaekHyun-ssi?"
"Maldita sea, Tao, ¿no puedes simplemente terminar esto y dejarnos tranquilos?" BaekHyun explotó, un poco movido por su estrés y frustración más que por estar pensando con la cabeza fría.
Y ZiTao respondió, igualmente furioso. BaekHyun apenas había avanzado dos mínimos pasos al frente, con ChanYeol que aún le tomaba de la mano, rodeado de todos sus hombres que levantaron armas para protegerlo. Pero eso no ignoraba el que viera cómo el jefe del gremio junto a su integrante más pequeño hubieran sido golpeados hasta dejarles la cara amoratada. Los tenían retenidos con armas sobre la cabeza, y uno de los otros integrantes del gremio que les seguían ahí estaban viendo con cierto estado crítico; de igual modo, algo entre esos ojos fieros demostraba temor, preocupación y titubeo.
ZiTao, además, avanzó esos mismos pasos de BaekHyun entre sus propios hombres de respaldo al tiempo que alzaba un arma cargada en manos como clara amenaza.
"¿Quieres que termine con esto, Park? ¿Acaso quieres que lo haga? Puedo hacerlo, si te doy un maldito tiro, habré terminado con todo esto," y ante su amenaza hecha clara, ChanYeol jaló a BaekHyun de vuelta consigo, poco detrás de él para intentar protegerlo de la furia que pudiera desbordarse de ZiTao, aunque él más bien se rio al presenciar el acto. "Oh, claro, pero lo olvidaba, llegar hasta a ti incumbiría cruzar a toda tu muralla y sacrificar unas cuantas vidas más, ¿no? Al final de todo, ¿qué importan los otros cuando tú estás a salvo? ¿Ves a lo que me refiero? Era esto por lo que YiFan-gege luchaba. No se puede terminar tan fácilmente como lo pides, porque primero estas tú y luego tú y de nuevo tú y tu puta asquerosa familia de mier–"
Sus palabras fueron cortadas en cuanto un tiroteo inició de afuera. Alcanzó a ZiTao por la espalda en múltiples ocasiones, y lo dejó en el suelo, junto a otros de sus secuaces que estuvieron más próximos al ataque. ChanYeol actuó inmediatamente, tomó protectoramente a su esposo y al esperar no hacerle daño lo cubrió agachándole y poniéndose como barrera en el suelo. Alguien gritó la orden más clara a su alrededor, y de donde él pudo ver, sus hombres le acataron como él lo hizo.
Los chinos, sin embargo, no fueron muy rápidos en ese aspecto, y al estar de espaldas, el ataque ni siquiera lo pudieron ver venir. Ellos fueron los más afectados. Al final de todo bien pareció que en realidad eran ellos contra los que se iba.
Pero ¿quién demonios...?
"Oh, sí, quizá se pudiera haber terminado más rápido si es que tú no hubieras estado tan descuidado."
ChanYeol escuchó alguien más hablando en coreano, lo que le hizo en seguida volver su cabeza a la persona que había aparecido entonces por la puerta y cargaba una metralleta al hombro, lo que le dio por agradecer que fuera algo que reconociera. Era su mercancía.
"Sí, si piensas dar discursos tan largos, ¡deberías al menos cuidar tu espalda!" Ese segundo comentario dado a voz de otro hizo ahora a BaekHyun elevar la mirada para descubrir él también podía saber de quién se trataba. Porque a ambos hombres los reconocían.
"Oye, esa es buena, niño, dame esos cinco," el primero respondió, en medio de la voz intrigada de BaekHyun.
"¿SeHun? ¿Holland?"
"Eh, ¿qué hay, Baek? ¿Acaso ya nos extrañaban?"
"¿De qué están–?"
"¡Mami!" Lo que sea que ChanYeol fuera a decir fue interrumpido por Holland, quien corrió con ese grito inesperado, una sonrisa que se alargó a pesar de estar cruzando todo un campo de cuerpos muertos y completamente ensangrentados. Creía que Holland ya se había habituado bastante bien al oficio. "¿Te encuentras bien? ¿Cómo está mi hermanita?"
A ChanYeol aún le causaba cierto conflicto que ese niño se refiriera así a BaekHyun, con tanta libertad y sin más mínimos problemas aun ante las personas con las que se dirigieran y al tener el público que quisiera.
Parecía él tan despreocupado de pensar que incluso ahí mismo se encontraba el jefe a su lado, y estaba hablando precisamente con su chico, al que a tantos ya había pedido que le tuvieran un máximo respeto. Pero BaekHyun no se quejaba sobre el trato que recibía por parte de Holland, en realidad, le gustaba, y podía verlo ahora mismo que sonreía al estarle viendo aun en su posición acuclillada. Holland mismo se había colocado a su nivel y posaba una mano en el hombro de BaekHyun a pesar de traer él otra metralleta colgada en su brazo.
"Perfectamente, Holland, sobre todo ahora que tú y SeHunee han llegado– ¡aah, ah, agh!" Siseó entre dientes y apretó la mano que ChanYeol aún le sostenía, lo que puso en alarma a su pareja como al niño frente a sí y los hombres sobrevivientes que tomaban atención de lo presenciado. Cerró los ojos por unos segundos y contó por cuanto tiempo duraba el dolor en su zona baja, a lo que miró a ChanYeol, así como de vuelta a Holland. "Aunque creo que tu hermanita quiere nacer... ya pronto."
"Oh, entonces sospecho que llegué en buen momento. Eh..." SeHun miró a su alrededor al contar las personas en el suelo, al igual que los que junto a ChanYeol ahora se paraban y apoyaban a BaekHyun junto a Holland para alzarlo. El más bajo sostuvo con una de sus manos su pancita que aún alcanzaba a notar sobresalía de la camisa que estaba usando.
SeHun no recordaba ver así de rellenito a BaekHyun cuando lo dejó, no se esperaba encontrarlo ahora tan inmenso. ¿Acaso había calculado mal y su jefecito tenía ya cerca de los nueve meses? Regresó a tiempo su mirada para encontrarse con la de ChanYeol antes de que saliera por su lado junto a toda la inmensidad de BaekHyun.
"No maté a nadie que no debiera, ¿cierto?"
"Haremos recuento cuando estemos de vuelta en la base. Ravi, te encargo a ti de eso," ChanYeol señaló hacia uno de sus subordinados, el mismo que había llevado a Chen y a Xiumin al hospital, pero había regresado cuando se desocupó para atender con él como todo su equipo, por lo que asintió efusivamente al seguir en su salida de la base china junto a él mismo que continuaba sosteniendo a BaekHyun, que parecía tener poco más de dificultad para caminar ahora por cuenta propia. Holland le ayudaba mínimamente del otro lado. "BaekHyun necesita ir al hospital, me dirigiré yo con él en estos momentos. SeHun, Holland, los quiero conmigo. Los demás, regresen a la base, ¡nos vamos! No hay nada más que ver aquí."
"No, no, espera, ChanYeol, espera," BaekHyun se quejó al pasar por encima del cuerpo de ZiTao. Ni siquiera lo notó, él simplemente estaba siendo llevado sin darle alguna tregua a sus palabras. "Tienes que ver a tu equipo. Tienes que revisar que todos estén bien, quizá alguien tenga que ir al hospital, yo no soy el único–ngggh..." se inclinó de nuevo. Joder, esa contracción había sido muy dolorosa, ¿y se habían acelerado de pronto?
"BaekHyun, no hay tiempo, debemos llevarte a ti al hospital ahora, estás por tener a nuestra niña..."
"Sí, sí, ChanYeol, y es cierto, no quiero que nada malo le pase a nuestra hija," lo detuvo y lo jaló por la camisa para lograr y hacer que lo mirara fijamente a sus ojos serios. "Pero tu equipo también es importante. No puedes dejarlos por su cuenta, ChanYeol, dependen de ti. Yo no soy el único. Eres su líder, ¡hazte cargo de tu puto trabajo!"
"Wow," SeHun articuló al no esperarse eso. Desde que BaekHyun había intentado evitar decir groserías por SoYeon, ya le había parecido extraño escucharle soltándolas.
Y además en dirección a ChanYeol, quien tan poco temperamento podría tener a veces, todavía le era sorprendente quién realmente tenía el mando de la relación entre ambos. Y lo iba a decir, no era alto y con orejas grandes.
"Mamá..." Holland, aun al ser el novato, también estaba sorprendido.
"Bien," ChanYeol masculló con dientes apretados y al soltarlo y dejarlo en manos de Holland, antes de dirigirse ahora con SeHun. "Llévenlo al hospital, que lo atiendan. Yo regreso a la base, les alcanzo cuando se diera el reporte de estado y tengamos resultados de los heridos y cualquier baja."
"Gracias, cariño, te amo," BaekHyun le sonrió jocosamente, aunque se interrumpió al volver a tener otra contracción que les hizo a los de su alrededor apurarse en lo que iban. Milagrosamente todos salieron y subieron a sus transportes para abandonar por completo el lugar, sin mayores contratiempos.
La mafia china quedó entre el mar de sangre esparcido en su propia casa.
BaekHyun se encontraba ahora en una habitación de hospital. Le habían revisado en cuanto Holland y SeHun lo condujeron en brazos con tal estado. Era claro que sus contracciones habían iniciado, así que rápidamente le ofrecieron un lugar, y consideraron el trato que tenían al pertenecer al negocio de ChanYeol, por lo que no fue ninguna dificultad pasar por una zona privilegiada.
Aunque BaekHyun esperaba que no fuera el único viniendo hacia aquí si había alguien herido de su equipo. Tenía que admitir que luego de lo sucedido con Kris, LuHan y ZiTao, había aprendido que los subordinados de ChanYeol eran más que solo eso, como lo dijo, eran un equipo, no tenía por qué haber mayores privilegios para uno que para otro. Esperaba al menos iniciar con esa posibilidad aunque fuera ahora con una cosa mínima.
Le dijeron que le harían un ultrasonido para saber del estado de su bebé, y quizá tener una causa del posible parto prematuro. Aunque ya tenían algo más claro, y eso era que, tuvieran las razones que hubiera por su adelanto, era seguro que necesitarían intervenir con cesárea. BaekHyun era un poco nuevo en esto, SoYeon había nacido de parto natural, prematura, y en la oscuridad de un lugar olvidado, estar aquí y dejar que le hicieran todo esto era algo en lo que no tenía experiencia.
Se dejaba hacer, aunque las contracciones le aquejaran como la mierda. El hecho de que ChanYeol no estuviera con él en ese momento no era nuevo, aunque debía admitir que esta vez sí había sido por decisión suya.
Tenía en cambio a SeHun a su lado que le sostenía una mano por puro apoyo, con Holland que esperaba afuera ya que, al ser menor de edad, le tenían restringida la entrada. Lástima.
"Ok, BaekHyun-ssi, parece que su niña está en buenas condiciones, es un poco pequeña para nacer ahora, pero su peso está bien, y me parece que– ¡oh!"
"¿Qué? ¿Qué sucede?" BaekHyun preguntó inmediatamente al temer por el corte inesperado en la mujer encargada de su caso, la que veía aun en el ultrasonido al mover rápidamente la máquina sobre su vientre distendido y expuesto. Habían cambiado antes sus prendas por ropa más indumentaria del hospital, y ya habían tratado de la mejor y más rápida manera posible sus heridas abiertas. Le dolía el brazo, y estaba vendado, pero ahora su prioridad era su niña.
Temía que algo malo pudiera pasarle a causa de su parto prematuro. No quería volver a pasar por lo que estuvo con SoYeon.
"Me parece que ya entiendo la razón por la que su niña va a nacer ahora, BaekHyun-ssi, ella ya no tiene espacio," BaekHyun frunció el ceño. No entendió a la mujer al estarle sonriendo por otro lado y lo dejó a la expectativa de una muda pregunta. "Ella y su otro bebé ocupan el espacio suficiente para estar todavía ahí adentro. Felicidades, BaekHyun-ssi, va a tener gemelos."
"Ge-ge... ¿gemelos?" BaekHyun estaba sumamente sorprendido. No se lo creía. Y al mirar de SeHun con esa misma sorpresa, aun en sus serias facciones, a la doctora que aún le sonreía, le trajo todavía más dudas al respecto. "Pero ¿cómo? Me habían dicho que estaba esperando una niña, nunca mencionaron que hubiera–"
"A veces cosas así pasan, un gemelo puede ocultarse detrás del otro. Haciendo imposible su reconocimiento hasta cierto grado y nivel de tiempo donde es imposible seguir ocultándose. Usted mismo pudo haberlo sospechado, es normal subir el doble de peso cuando precisamente son gemelos lo que se espera."
No, él no lo había sospechado. Él solo creía tener una gigante bebé, y como nadie le decía lo contrario o se quejaba con respecto a su gran subida de peso, para él parecían ir bien las cosas. Nunca se imaginó entonces que no tendría solo uno, sino dos bebés recién nacidos ahora en casa. SoYeon iba a tener nuevos hermanitos.
"¿Voy a tener gemelas?" El simple hecho de decirlo en voz alta rompió con su fina línea de sensibilidad. Sus ojos se colmaron de lágrimas, y a pesar del dolor que estaba sintiendo ahora, lo ignoró por pensar precisamente en lo descubierto. "Oh, Dios mío, SeHun, voy a tener gemelas."
"Felicidades, Baek, parece que ChanYeol sí que es el hombre," BaekHyun lo golpeó, sin descuido, y se dirigió al limpiar sus ojos húmedos hacia la doctora nuevamente hablando.
"No he confirmado que sea otra niña su segundo bebé, BaekHyun-ssi, si me permite unos segundos más para averiguarlo..."
"¡No! No lo haga, quiero que sea una sorpresa. Este bebé ya estuvo oculto durante un buen tiempo, dejemos que así siga al menos hasta que nazca. De todas maneras, no creo que falte mucho para que así sea..."
La doctora le sonrió y asintió al apagar la máquina que usaba y limpiarle su pancita del frío gel que le pusieron.
"Llamaré pronto al anestesiólogo para que lo traten en seguida, BaekHyun-ssi, lo prepararemos para su cesárea. ¿Va usted acompañar a quirófano al señor Park?" La doctora se volvió con SeHun ante esa pregunta, a lo que el menor quiso negar, pero dado que no sabía exactamente lo que BaekHyun pediría, se quedó callado, y miró de vuelta a su jefecito.
Él fue el que dio su respuesta al ya estar más calmado, pero igual de emocionado.
"No, mi esposo va a venir en unos minutos, él solo me acompañará mientras llega."
"De acuerdo, entonces me retiro por ahora."
"Gracias, doctora," y BaekHyun aun soportó el dolor de las contracciones, se quedó junto a SeHun que parecía más tranquilo incluso de lo esperado. Pero eso no quitó que BaekHyun tuviera su oportunidad de finalmente hablarle. "Ahora sí, tú y yo estamos solos, y no pienso dejarte escapar de todo esto, Oh. Quiero una explicación de tu inesperado regreso cuando se suponía que no terminarían su misión al menos hasta que yo diera a luz en mis anteriormente pronosticados dos meses más. Sin mencionar que llegaste justamente al lugar donde me tenían secuestrado. Ugh..." exclamó al soportar la ola de dolor de la siguiente contracción y se preguntó solo de momento cuánto tardaría en llegar el anestesiólogo.
"Fue toda una coincidencia. Holland y yo terminamos los asuntos con la mafia en América mucho más rápido de lo esperado, nos regresamos con nuestro equipo cerca de hoy por la mañana, y cuando llegamos a la base, nos dijeron lo que sucedía, y nosotros solo pensamos que debía–"
"Vi a LuHan usando tu anillo, SeHun," declaró, en medio de lo que parecía la excusa más falsa que alguna vez había escuchado. Hasta le creía más a SoYeon cuando señalaba a uno de sus ositos al acusarlo de él haber hecho el desastre que estaba presenciando. "Quiero tu sinceridad, SeHun."
Eso quizá le trajo cierto conflicto a SeHun porque repentinamente había callado y agachaba la cabeza. Casi parecía poner una distancia aunque aún estuviera tomando una de las manos firmes de BaekHyun.
"No podemos hablar ahora mismo de esto, Baek, no es el momento. ¡Vas a tener gemelos!"
"¿Geme-qué?" BaekHyun estuvo por protestar hasta que escuchó precisamente eso, con un ChanYeol que entraba sin más a la habitación, y miró boquiabierto a su esposo, por lo que no tuvo más remedio que dejar que SeHun lentamente le soltara y se diera oportunidad de huir mientras el jefe más se acercaba. "¿De qué demonios están hablando, Baek? ¿Acaso tú–?"
"Parece, Chan, que tu gigante bebé en realidad no era tan gigante. Sino que vienen de promoción, y vamos a tener dos en lugar de uno," y sonrió dirigiéndose a su esposo, quien ahora habría tomado el lugar de SeHun al agarrarle la mano, y pareció conmocionado con su noticia a pesar de la forma en la que él la daba. SeHun había salido ya de la habitación, BaekHyun no pudo esperarse más, huyó tan pronto pudo, y BaekHyun, a pesar de todo lo que pensaba y tendría en mente, debió dejarlo pasar para dirigirse a sí mismo con ChanYeol. "¡Tendremos dos bebés, cariño! ¿No estás feliz, acaso?"
"Acabo de regresar de haber dejado a los hombres de mi equipo que salieron lastimados, estaba tan putamente asustado de que pudiera encontrarte en malas condiciones. El recibir ahora la noticia de que en realidad tendremos dos bebés..." ChanYeol se sentía asustado, amaba a BaekHyun y estaba feliz con la familia que le estaba dando. Pero él no podía dejar de pensar que bien podría repetirse la historia una y otra y otra vez, y ahora con un BaekHyun y dos niños por nacer, su preocupación solo iba en aumento.
Sus enemigos tendrían más de donde amenazarlo. Él temía porque le arrebataran a su familia. Pero realmente no podría decirle eso a la cara a BaekHyun, mucho menos en este momento. Sonrió, por el mismo motivo.
"Estoy muy feliz de saberlo, Baek, no sabes cuánto me alegro por esto."
"Lo sé," BaekHyun le devolvió el gesto, y sintió sus ojos volver a humedecerse al tener otra mano de ChanYeol que le acariciaba por la mejilla como de su mano entrelazada. Una contracción más aguda lo llevó a sacar un jadeo poco más duradero. "¡Ah! ¿Dónde está ya el puto anestesiólogo?"
"¿Señor Park? Soy el medico Choi, estaré a cargo de su cesárea el día de hoy," un hombre más entró a la habitación donde aún le tenían y le sonrió como bastardo mientras él más se retorcía del dolor en la cama, con un ChanYeol que apenas lo sostuvo en el acto. "Vemos que ya está a tiempo para iniciar el proceso. Vamos a trasladarlo ahora a quirófano. Su esposo puede acompañarnos si lo desea."
"Sí, quiero estar ahí para el nacimiento de mis niñas," ChanYeol declaró inmediatamente, lo que le dio cierta paz a BaekHyun en cuanto escuchó tales palabras. Porque quizá no estuvieran en la posición o el encuentro más casual, pero debía admitir que escuchar eso del amor de su vida era lo único que en un pasado habría deseado tanto.
Sonrió con lágrimas en los ojos al verle y supo que aún resistir ese dolor valía la pena por estar a su lado, fuera en la circunstancia que fuera.
{☀️}
"Muchas felicidades, señores Park, es un niño."
{☁️}
Poco más de veinticuatro horas del nacimiento de sus mellizos había pasado. BaekHyun estaba esa noche en el hospital, sabía que ChanYeol lo mantendría ahí por otra cuarentena, no le daba mucha importancia, a lo que sí era a su hermosa niña que tenía en brazos y succionaba ávidamente la leche de su pecho.
Los doctores habían dicho que en tamaño estaba bien, solo un poco baja en el peso, había alcanzado apenas los dos kilos con quinientos gramos. Pero era una medida favorable si se consideraba que el mismo peso lo tendría su hermanito. Quien le cargaba ChanYeol a su lado, parado junto a la cama a diferencia de él por obvias razones. Le daba una mamila predispuesta con algo de la misma leche que ambos debían tomar a esas horas.
Era una noche tranquila, muy a diferencia de cómo fue la experiencia de la noche pasada, de donde BaekHyun ya tenía marcas visibles sobre lo sucedido. Un par de golpes cicatrizados en la cara, la herida con puntadas y vendas en el brazo, el labio partido que estaba sanando aún bajo la hinchazón, las ojeras del desvelo sobre la cirugía por la que no habría siquiera intentado dormir para presenciar justo el momento en el que sus dos hijos nacían.
Y las estrías marcaban su flácida piel del abdomen, junto a su cicatriz rodeada por más vendas cerrada con varias puntadas que le dejarían una sonrisa pequeña bajo su ombligo. En tales condiciones, no se suponía que debiera hacer muchos movimientos o esfuerzos grandes, y ChanYeol casi le había prohibido que se incorporara de la cama, pero a él no le iban a quitar su oportunidad de tomar en brazos a sus recién nacidos, aun al hacer lo imposible para acomodarlo con su brazo herido. Le ayudaron al principio porque tampoco ante su necedad querría ocasionar un accidente donde dejara caer a alguno, pero ya se había habituado a una posición, y con ella fue capaz de cargarle por su cuenta y tenerle en esa misma posición que tomaba ahora.
Su recién nacida era tan pequeña y delicada solo como podría recordar a SoYeon hace poco más de un año. Era evidente que SoYeon había pesado un poco menos de lo que ahora su hermanita, pero la diferencia no era descomunal, y él sentía gusto por saber que una como la otra pudieran ser ese pequeño aliento de vida que le dirían a él cómo todo al final sobre lo que había pasado valía toda la pena.
ChanYeol podría opinar de una misma forma. Estaba fascinado con su niño, era el primero que tenía, y BaekHyun ya creía que el primero en mucho tiempo, porque ya no podría resistir otro embarazo tan rápido y espontáneo al tener ahora básicamente a tres bebés en casa, así que esperaba con ello le fuera suficiente. Aunque sabía de igual modo que ChanYeol simplemente era feliz con lo que le había dado, amaba a ambos niños que vinieron de su vientre, eran su viva imagen, mezcla del amor entre ambos. Los adoraba así como adoraba a SoYeon, y aun sobre las preocupaciones que habría tenido antes, se alegraba de finalmente estar teniendo este momento tan íntimo y familiar entre ambos.
Por ello le sonrió en cuanto conectó su mirada a la de ChanYeol. Su gesto fue mutuo cuando ChanYeol correspondió, y aún bajo el silencio de la noche, mientras tenían que alimentar un poco más a sus mellizos, se atrevió a dar unas palabras.
"No hemos pensado en nombres."
"Y ahora son dos, tenemos que escoger dos nombres para un niño y una niña," ChanYeol rectificó, con BaekHyun que asintió.
"Quiero llamarla como tu madre," declaró al haberlo pensado ya un poco al tomar a su hija en cuanto soltó su pecho, aparentemente satisfecha, para recargarle sobre su hombro y darle los golpecitos a su espalda al sacarle el aire. "YoungMi. Sé que tu infancia no fue la mejor, pero esa mujer fue la que te dio la vida, y sin ella no habrías podido jamás estar aquí a nuestro lado."
"Papá pudo haberme golpeado y maltratado para formarme en un negocio como este," ChanYeol dijo en cambio al retirar la mamila cuando su hijo acabó con ella, e hizo lo mismo que BaekHyun: lo colocó contra su hombro y acarició primero su cabecita antes de comenzar a sacarle el aire. "Pero mamá siempre estuvo ahí para consolarme aunque recibiera el mismo castigo o peor de mi padre más tarde. No fue culpa de nadie más que de mi propio padre el que la hubiéramos perdido. YoungMi es un nombre precioso," declaró, a lo que BaekHyun se sintió orgulloso de ello. No había conocido a la madre de ChanYeol, pero sabía un poco de su historia, y por esto era por lo que se había convencido de nombrarla de tal modo, incluso cuando todavía no se lo propusiera a ChanYeol. Después de todo, creían que tendrían más tiempo, y una sola niña en brazos. "¿Y cómo llamaremos a este campeón?"
"No lo sé, planeaba dejarte eso a ti, ya que yo he escogido el nombre de las niñas. SoYeon y YoungMi han sido ideas mías. ¿Cómo te gustaría llamar a nuestro hijo?"
"Me gusta tu nombre, quisiera llamarlo con algo de tu nombre."
"A mí me gusta el tuyo," BaekHyun siguió para dar ideas por la misma indecisión en la que ChanYeol parecía. No intentó inmiscuirse demasiado en ella por ser de su esposo aunque estuviera ayudando. "Podría ser una combinación de ambos."
"¿BaekYeol? ¿ChanBaek?"
BaekHyun rio, esos nombres eran terribles.
"¿HyunChan? ¿YeolHyun? ¿YeolBaek? ¿ChanHyun?"
"Me gusta ese," soltó sin más, antes de que ChanYeol siguiera combinando sus nombres de una manera grotesca y decidiera llamar con uno de esos a su hijo. "ChanHyun."
"ChanHyun," ChanYeol repitió, por lo que asintió orgulloso, más aún al tener ahora su niño durmiendo sobre su hombro y babeando un poco su caro traje, pero no era que le importara realmente. Él estaba encantado con su niño, al igual que con todos sus hijos. "Sí, a mí también me gusta ese. Todavía no me creo que hayamos tenido mellizos."
"Bueno, pues créelo, porque no voy a ser el único aquí cuidando de ellos y criándoles. Tenemos todavía una bebé de año y medio en casa, eso nos deja tres bebés con nosotros, y te aseguro que cambiar pañales y alimentarles a todos en un mismo tiempo no será tarea fácil de cumplir para una sola persona."
"Tienes a Lay para eso, ¿no?" ChanYeol se rio cuando vio el ceño fruncido de BaekHyun.
Él sabía que detestaba dejar al cuidado de otros a sus hijos. No quería que los niños vivieran en un hogar donde sus padres nunca estuvieran ni les hubieran dado un afecto paternal adecuado a causa del cuidado que podrían tener con sus nanas. Y lo entendía, él también estaba de acuerdo con eso, porque, aunque a veces fuera él el que más lejos se hallaba de casa, admitía que también deseaba darle todo su amor y cariño a sus niños que se lo merecían. No buscaba alguien que le sustituyera en ningún momento.
"Estaré ahí contigo, amor, en lo que sea que se me permita y necesites, sabes que voy a apoyarte. No me perdería por nada el crecimiento de estos campeones. Mucho menos el de SoYeon. Tú sabes que ustedes son lo que más me importan."
"Sí. Y ahora podremos molestar a Kai y KyungSoo al decirles que no son los únicos con gemelos. ¿Qué podría ser mejor que haber tenido mellizos?"
ChanYeol rio de nuevo, aunque bajó el volumen cuando su niño manifestó un ligero gemido que le recordó la paz que necesitaba para estar dormido. Y al dar un pequeño beso a su cabeza, así como se acercó a BaekHyun para repetir la acción con su niña y su esposo, se respondió a sí mismo la pregunta que le fue dada.
«Nada. Nada es mejor que esto.»
Ya después se preocuparía por sus otros asuntos pendientes.
Sus 'otros asuntos pendientes' fueron resueltos tan pronto pudo, a la mañana siguiente.
ChanYeol obtuvo noticias de sus hombres como del gremio con respecto a lo sucedido hacía solo dos noches. Todos los heridos estaban siendo perfectamente atendidos en el hospital, unos incluso ya se habían recuperado y decían estar listos para salir a la acción; pero con BaekHyun que le dio una mirada al escucharlo hablar de eso junto a Ravi–quien había denominado ahora mismo su subordinado más calificado para volverse un segundo al mando a falta de sus otros segundos al mando–, dio orden de permitir a los hombres heridos tomar el tiempo más que necesario de recuperación antes de regresar al campo. Y unos incluso les permitió ir a sus casas a descansar y poder ver a sus familias.
ChanYeol apenas entendía cómo estas personas podrían serle tan leales cuando sus propias vidas y las de sus familias incluidas las ponía en sus manos. Él lo veía ahora tan claro con la suya. Quizá hubiera tenido problemas de seguridad y confianza con algunos de sus hombres ya antes, pero justo ahora no podría dudar más de estas personas. Eran su equipo, no solo sus subordinados o sirvientes. Les debía más que la vida a muchos de ellos. BaekHyun lo estaba volviendo menos sádico–o negligente.
Se podría decir que juntos habían cambiado.
El gremio de asesinos fueron los que salieron mejor de todo eso. A pesar de que unos de sus integrantes también salieron heridos, ellos se encargaron por su cuenta de recuperarse. No le debían nada a ChanYeol, así que tampoco le pidieron nada a cambio. ChanYeol era el que les debía a ellos, por lo que él quiso otorgar al menos un poco de apoyo para todos. El gremio lo rechazó, y se despidió simplemente al saber que todo ahí había terminado. Además...
"En nuestra exploración por la casa de los chinos, encontramos un par de cosas que nos favorecen, jefe Park. Creo que nos daremos una vuelta por ahí de nuevo, luego de pasar lo peor con usted, no veo por qué no intentarlo una vez más."
"De acuerdo, en todo caso, si necesitan ayuda, Nam, ya sabes dónde encontrarnos."
"Por supuesto."
Luego obtuvieron noticias de Chen y Xiumin.
"¿Chen está qué?"
"Tiene mes y medio de embarazo. Apenas está comenzando, por eso las náuseas y vómitos matutinos. Tú sabes cómo es todo esto, Baek."
BaekHyun bufó al escuchar a ChanYeol hablar de ello tan sencillamente. Esta vez ChanYeol estaba cargando con su niña recién nacida y él con su niño. Sabía que había algo detrás de esa sonrisa.
"Les vas a dar reposo de sus actividades, ¿cierto?"
"Sí, al menos hasta que Chen se sienta recuperado de su periodo. Y Xiumin lo avale. A veces nuestras parejas pueden decir sentirse en buen estado, pero nosotros sabemos solo hasta cuándo es realmente el momento."
"Claro, tú eres el experto en eso."
"Oye, soy el hombre con más experiencia. Ya he pasado por dos embarazos, ¿sabes? Ellos apenas van por el primero."
"¿Por qué todos nuestros amigos están teniendo bebés ahora?"
"No lo sé, tal vez estaban celosos de nosotros y nuestros hermosos hijos. La verdadera pregunta aquí debería ser: ¿desde cuándo Chen es el que debería terminar embarazado? Si te soy sincero, siempre creí que era al revés..."
Esta vez fue su turno de reírse. Estaba ligeramente de acuerdo con eso.
"La dulce versatilidad. ¿Te gustaría ser tú el que ahora quedara luego de estos embarazado?"
ChanYeol se vio asustado al principio, lo que le hizo reír en seguida, pero luego tomó asiento a su lado, y al ver a sus mellizos en ambos brazos, sonrió con lujo.
"Si obtenemos más hermosuras como estas, creo que no me quejaría. Incluso podría comenzar a considerarlo."
Volvió a reírse de eso. ChanYeol no sobreviviría nunca a un parto. No sabía ni de lo que estaba hablando.
Días más tarde, BaekHyun recibió una visita más fuera de lo que su 'círculo social' se esperaba.
"Mira quién está aquí, princesa."
"¡Papi!"
"Oh, ¡SoYeon-ah!" BaekHyun se vio emocionado y al tener a ChanYeol que entraba con su hija de año y medio por la puerta de su habitación, casi se vio parado fuera de la cama, pero ChanYeol se apresuró a llegar a su lado antes de que lo hiciera.
Reunió así a padre e hija luego de tanto tiempo sin verse, lo que causó alegría desbordada en risas por ambos integrantes. SoYeon estaba tan feliz de por fin estar en los brazos de su papi que incluso dejó pasar todo lo que la rodeaba. Y al haber hecho eso, los gemiditos en forma de quejido le parecieron algo con lo que asustarse, por lo que BaekHyun se rio al ver a su niña grande abrazarse como pudiera de su cuello. Era hora de que SoYeon conociera a sus hermanitos.
"SoYeon-ah, no temas, esos son tus hermanitos. Tus dongsaeng."
"¿Hemanita?"
SoYeon señaló a su pancita ahora flácida, con lo que BaekHyun volvió a reír. Sí, le habían intentado explicar antes a SoYeon que tendría una hermanita y estaba esperando a salir de su pancita. Suponía que le sería un proceso difícil de entender el que ya había salido. Y su papi no tenía nada más en la pancita.
"Estaban aquí, bebé, pero ya decidieron salir. ¿Y sabes qué? No es solo una hermanita, son dos. Una hermanita y un hermanito."
"¿Quieres conocerlos, mi amor?" ChanYeol cuestionó ahora al mirar a SoYeon con los brazos extendidos para que entendiera su mensaje. Ella asintió y se dejó envolver en los brazos de su padre.
ChanYeol la cargó y lanzó un guiño a BaekHyun al prometer regresarle a su niña tan pronto pudiera. BaekHyun, por el contrario, también se dio cuenta de lo que le rodeaba entonces y miró en otra dirección para encontrarse a Lay. Estaba cargando con una pañalera, y los veía a ambos.
"Oh, Lay."
"BaekHyun-ssi," se acercó pronto a su lado ante su llamado. Lay le sonrió al estar lo más cerca que podría cuando una inmensa camilla los separaba. "¿Cómo se encuentra?"
"Mejor de lo que parece. Dos bebés en uno no iban a poder conmigo, ¿o acaso lo dudaste, Lay?"
"Sabía que iba a poder incluso contra toda la mafia china, BaekHyun-ssi, jamás dudaría de usted en ningún momento."
Le sonrió. Lay era uno de sus allegados que más quería, y no creía que alguna vez se lo hubiera puesto claro. Suponía que estaba sobreentendido.
"Te agradezco el que pudieras quedarte a cuidar en todo este tiempo a SoYeon, Lay, no sabes cuánto alivio me ha dado el saber que estaría siempre contigo."
"No es nada, BaekHyun-ssi, sabe que lo hago con gusto."
"Sí, eso seguro," BaekHyun miró cómo ChanYeol acercaba a SoYeon hasta las camitas de sus bebés. Los habían traído para que pasaran un rato con su papi, y justo ahora se debían hallar dormidos, pero SoYeon los veía con una adoración igual o incluso mayor de lo que ChanYeol y él lo hacían. Sabía que su hija iba a ser una buena hermana mayor, a pesar de las deficiencias. "Sobre todo por el tiempo que pasaste solo en casa, ¿no?"
"El jefe Park y algunos de mis compañeros estuvieron asistiéndome en gran parte de las ocasiones. Todos estuvimos muy al pendiente de SoYeon y ustedes mientras las cosas pasaban."
"Sí," continuó al ahora mirar directamente a Lay, con esa sonrisa pícara. "¿Y qué hay de SuHo, Lay?"
Lay carraspeó, pero luego lo miró y le mostró una clara sonrisa bañada de su sonrojo.
"Vamos progresando. Le agradezco su apoyo en eso, BaekHyun-ssi."
"Claro. Me encantan los finales felices," comentó y vio ahora la escena de SoYeon que era poco más acercada a sus hermanos. Los bebés seguían dormidos, así que no parecía que hubiera algo de lo que preocuparse.
SoYeon se volvió incluso emocionada con él diciendo: "¡Papi, papi! ChanHyun y YoungMi, ¡hemanitos!"
"Sí, cariño, ellos son tus hermanitos," sonrió, combinando con el mismo gesto que ChanYeol expresaba al tener en sus brazos a su hija.
Continuaron los días, y ellos siguieron recibiendo visitas de SoYeon y Lay, entre otros subordinados interesados en felicitarle como esperando todo fuera tal cual se debía. Mayormente ChanYeol se quedaba junto a él para disfrutar un tiempo de calidad como familia, o eso al menos hasta que algo con el equipo surgía y debía dejarlos para atender sus negocios.
BaekHyun no se quejaba, él mismo había permitido que se fuera para atender sus responsabilidades. De cualquier modo, sabía que siempre regresaría, a pesar de lo tarde que era. Y ahora tenía la compañía de Lay para agradarle. Además, con tres niños a su alcance, no creía que algún día volviera a sentirse solo.
Luego de tanto, finalmente, había llegado el día en el que SeHun volvió a visitarle. BaekHyun había estado ese día con Lay y SoYeon platicando un rato. Sus bebés se hallaban en cunero, y ChanYeol se había tenido que ir para arreglar otro asunto pendiente, por lo que básicamente tuvo vía disponible para pedirle a Lay un poco de espacio para poder hablar con SeHun. El chico debió esperarse lo que de él quería porque ni siquiera tuvo que volver a mencionárselo para que le hablara sobre eso.
"Lo he estado viendo desde hace un tiempo. Hace solo unos meses, él contactó conmigo de nuevo. Al principio no quería, sentí que me traicionaría otra vez, pero entonces lo escuché hablar sobre su arrepentimiento y pedir por mi perdón... Con tanta insistencia, tanto llanto. Dolió, BaekHyun, y no quería que así fuera. Llegué a verlo poco después, nos reunimos en Beijing, y yo me di cuenta de que no había dejado de quererlo. Hemos estado juntos desde entonces, a distancia, pero hablamos constantemente por mensajes y videollamadas. No es mucho, pero es lo suficiente. Le di mi anillo, además, como una promesa, para hacerle saber que volveríamos a encontrarnos."
"Fue por él que regresaste de tu misión más rápido, ¿no? ¿Acaso él...?"
"Él no sabía el plan que estaban llevando para secuestrarte de nuevo. Había rumores, pero nada que se lo verificara. La mafia en la que está metido no confía en él, no le dirían algo así en seguida. Tratan de meterlo en sus otros oficios, a pesar de todo. Cuando ZiTao hizo finalmente presencia entre ellos, me avisó en seguida de lo que estaba pasando. Supuse que ustedes necesitarían apoyo."
"Y llegaste justo a tiempo, ¿o no?"
"El factor sorpresa siempre es una ventaja, BaekHyun," SeHun rio, a lo que lo vio ahora con cierta inquietud. "¿Vas a decirle a ChanYeol de esto?"
"No. ChanYeol tiene ahora mismo otras cosas de las que preocuparse, y creo que si le digo esto, no tendrías las cosas más fáciles, ¿o sí?"
"Gracias, Baek," BaekHyun asintió al revolver los cabellos del menor. "¿Y cómo has estado?"
"Mejor que tú, eso seguro."
Se cumplieron luego las semanas que debía permanecer en reposo. Pudo salir al fin del hospital. Se movía en silla de ruedas, pero era algo. Cargaba además en sus brazos a sus dos pequeñas bolitas. No podía sentirse más gustoso de eso.
Al menos hasta haber llegado a su casa. Finalmente, su casa.
No ese apartamento en el que lo ocultaban mientras estaba embarazado o cuidando de SoYeon. Oh, no, era su casa.
Su hogar. Donde dormiría junto a ChanYeol completamente a salvo y con sus tres niños. Ahora no le molestaba tener que quedarse fuera del oficio de la mafia por un rato. Creía merecerse su debido descanso.
KyungSoo llegó luego, sin embargo.
"¿Creías que te olvidarías de mí, maldito perro?"
"¡Kyungee! ¿Cómo estás, cariño? Veo que bastante grande, ¿no?"
"Sí, no puedo creer que ya vaya para el noveno mes y estos mocosos no hayan nacido aún. Si no lo hacen en dos semanas, me van a inducir la cesárea. ¿Tienes idea de lo molesto que es esto?"
"Te entiendo. Yo llevaba dos y ni siquiera lo tenía en cuenta. Por cierto, ¿ya viste a mis bellos mellizos? ¿Acaso no se ven monos?"
"Son monos. Pero como dos orangutanes, se parecen a ChanYeol, sobre todo en las orejas. Me alegra saber que los míos vengan de Kai, al menos lo único malo que pudieran sacar sería su nariz. Y no es algo demasiado resaltable."
"¡Oye! Deja a mis niños. Ellos son bellos tal cual están. Los tuyos van a salir morenos en cambio."
"Mejor morenos que orejones, ¿no?"
"¿Dónde dejó ChanYeol mi escopeta?"
"Me extrañaste, Park, no puedes engañarte."
"No más de lo que tú a mí, Kim."
Y sí, finalmente se pudo decir que obtuvo el lujo de ser así. Pero ya no tendría que molestarse por ello, ahora ya los tenía a todos consigo.
ChanYeol regresaba a su casa, tal como todos los días. Se había despedido de su seguridad al llegar al frente de su puerta, por lo que pudo entrar por su cuenta al lugar. Los hombres solo regresaron a sus vehículos, ocultos en lugares clave para seguir vigilando su estancia. Él agradecía tener un apoyo extra que pudiera cuidarles las espaldas, al menos mientras se daba su tiempo de convivencia familiar, así podía bajar la guardia por un rato. Ya siquiera por la noche.
Esa noche que al fin concluía con su día.
"BaekHyun, estoy en casa."
Su esposo salió de una habitación y mostró solo medio cuerpo para indicarle entre labios que guardara silencio. Traía puesto un kigurumi de ardilla que le hacía ver tan adorable, por lo que él sonrió y lo miró ya tan enamorado. A veces BaekHyun lo sorprendía con las cosas que hacía, desde que tenían niños en la casa había encontrado facetas que nunca se imaginó ver de ese chico mugroso que lo ayudó a salir de la emboscada en ese burdel de mala muerte.
"Baja la voz, estoy durmiendo a los mellizos. Cuesta su tiempo hacerlo, ¿sabes?"
"Lo siento. ¿Necesitas ayuda?" Preguntó mientras se quitaba los zapatos, antes de adentrarse solo un poco más. Se deshizo luego de las armas que llevaba consigo. La pistola y sus cuchillos quedaron fuera de su indumentaria antes de seguirle su gabardina.
Había pasado un tiempo. Apenas tres meses del incidente con la mafia china, y las cosas habían ido bien hasta ese punto. Al menos con BaekHyun que se recuperaba y sus negocios se estabilizaban al igual que antes. Su familia además estaba creciendo. Quizá no era mucho pero al menos sus dos bolitas ya no eran solo dos pequeñas bolitas. Y SoYeon cada día iba creciendo un poco más. Ya estaba comenzando a manejar bien la comida sólida.
"No, estoy bien. Gracias. SoYeon ya está dormida, no hagas mucho ruido. No quiero un circo de llantos en estos momentos, ¿de acuerdo? Solo pido eso."
Asintió al ver la sonrisa complacida de su esposo desaparecer entonces. Y se metió de nuevo en la habitación en la que estaba al cerrar la puerta consigo.
Lo dejó solo de esa forma, pero él se conformó con ello. Estaba por dirigirse a su cocina para llegar a prepararse algo. Una cosa ligera que cenar, después de todo había comido bien en ese día.
Sin embargo, se detuvo cuando pisó algo que llamó su atención. Bajó la mirada al encontrar correspondencia en el suelo. Supuso que BaekHyun no la había recogido al verse tan entretenido todo el día con sus pequeños. Tenía el apoyo de Lay y SuHo cuando él no estaba y había todo un día por delante, además de que sabía que KyungSoo y sus gemelos habrían querido hacer visita ese día al ya tener el mes cumplido de haber salido de su hospitalización luego de al fin haber nacido. Hacía solo dos meses. Pero suponía que con todo ese entretenimiento más difícil le sería darse cuenta de que había correspondencia olvidada al frente.
ChanYeol sabía que no toda su correspondencia era buena. A veces recibía amenazas o bombas con temporizador al abrirse. Pero justo ahora no sentía que hubiera algo de lo que preocuparse mientras estaba revisando uno a uno los sobres en sus manos. Mayormente eran de sus propios aliados, algunos venían empaquetados con sumas grandes de dinero.
Estos eran los beneficios de ensuciarse tanto las manos.
Eso al menos hasta llegar al último sobre. Estaba mojado, y ChanYeol ya sabía lo que teñía de escarlata el envoltorio.
Sangre.
No lo pensó dos veces para abrirlo, pero no fue mayor o menor su sorpresa cuando se encontró con un dedo dentro del sobre. Un dedo que llevaba un anillo, particularmente le parecía conocido.
Hasta aquí su mierda. No aceptaremos más burlas como estas. Tendremos su cabeza y una a una la de su familia. No es una advertencia, será una amenaza. No dudaremos en cumplirla. Cuídese la espalda, jefe.
ChanYeol destrozó la nota y se deshizo en seguida de lo visto. Aunque rescató el anillo que le habían dado. Sabía de quién era, y no iba a dejarlo pasar en seguida. No alertaría a BaekHyun, no mientras estaba con sus niños, esto lo tomaría todo por sus propias manos.
Llamó en seguida a su equipo.
"SeHun, quiero convocar reunión para mañana. Necesito que tú me expliques la mierda que he sacado de mi casa. No notifiquen a mi esposo. Necesitamos pasar más que nada ahora desapercibidos. Tenemos guerra que aún no termina, pero no voy a dejar que mi familia siga bajo amenaza."
Terminó al mirar la bandera china pintada con la misma sangre sobre el envoltorio amarillo que ya se hallaba en su basura fuera, en la calle.
Ok, la tercera parte está concluida, y la siguiente (cuarta) será la última de esta historia...
¿Alguien se esperaba lo que iba a pasar aquí? ¿Los mellizos, el secuestro, lo de LuHan, ZiTao y todo este tipo de giros que quise darle en esta ocasión a la historia? 👀
¿Se dieron cuenta además del VKook infiltrado en una pequeña parte de esto? 😅
¿De cómo siempre pongo a MinHo como el doctor de BaekHyun?–no sé por qué lo volví una tendencia en ya varias de mis historias 🤔
¿De por qué todos los amigos de BaekHyun van teniendo su propia familia? ¿Les pareció lo del XiuChen?–yo advertí de esto desde la descripción, hehe 🤷♂️ ¿Quiénes creen que sean los siguientes? 😏
Les agradezco sus comentarios, votos, visitas y demás en esta historia, todos son un sol por dejarme poquito de su interés en ella, ¡gracias! Ya la próxima parte será el fin de esto 💙
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