Beomgyu parecía estar emocionado por lo que estaba pasando, Soobin acababa de anunciarle que lo llevaría a almorzar, para eso no tenía reservación, irían "hacia donde el viento los llevase" como había dicho Soobin.

Seguía comiendo su porción de tortita que le había dado Soobin mientras este estaba en la ducha, Beomgyu estaba cubierto por una bata de baño que Soobin le había regalado ese mismo día.

Terminó aquel biscocho de chocolate en unos minutos y se levantó para pensar en cómo debía vestirse, no tenía ni idea de como hacer eso.

Ahí fue cuando encontró una revista de moda en el piso, esa que entregan junto con el periódico, empezó a ojearla quedando fascinado de todos los estilos y de algunos que vio que eras similares o iguales a los que Soobin le había regalado.

Se desvistió quedando simplemente con su ropa interior, levantó un jean color celeste recto del interior de la caja, le hacía un poco suelto, pero iba bien con el estilo que vio en la revista, el que quería conseguir.

también levantó una polera blanca con un único diseño en frente el cual era una rosa de tela adherida a la parte del pecho izquierdo de la remera, la rosa era blanco y negro y pequeña, se veía bien, buscó más al fondo de la caja esperando encontrar otras remeras blancas que talvez combinen mejor que esa sin esperarse encontrar un par de tenis blancos, inmediatamente se los probó, le hacía un poco grande, como cuando tus padres compran una talla más arriba por que crecerás.

El punto es que Beomgyu no crecerá más.

Igualmente le encantaban, descubrió algo que le gustaba; la moda.

Soobin salió de la ducha, no pensó que Beomgyu ya estuviera listo cuando salió, aunque el rostro de Beomgyu estaba sin una gota de maquillaje se veía hermoso, sus labios naturalmente rojos, sus mejillas sonrosadas, pecas casi imperceptibles, pestañas pobladas y largas, su cabello estaba un poco más rizado y se veía sedoso, no sabía que tanta belleza podía estar en solo una persona.

Es solo un niño...

Se repitió ante sus descabellados pensamientos, tenía que ayudarlo, no gustar de él.

-Espérame un momento- tomó la ropa con la que saldría y se metió al baño para colocársela adecuadamente, secó y peinó su cabello y por fin ambos estaban listos.

-Amo, puedo preguntar... ¿A dónde iremos?- se paró y se colocó al lado de Soobin, no quería perderse aunque no sabía si había mucha o poca gente a donde irían.

-Primero vamos a pasear, compraré helado, subiremos a algunos juegos y luego iremos a almorzar- le sonrió, esperaba que le gustara.

Beomgyu sonrió sin decir ni una palabra y salieron de aquel departamento, Soobin sentía todo normal, pero Beomgyu se sentía un poco incómodo y temeroso de que tanta gente se hallara a su alrededor, le causaba miedo, temía que alguien lo reconociera y lo llevara de vuelta a Busán donde su anterior dueño estaba, no sabía si lo estaba buscando, simplemente esperaba que no le dé importancia y no lo buscara después de que se haya escapado.

Soobin notó un poco el miedo de Beomgyu en sus ojos, así que rodeó sus hombros para protegerlo, para que se sienta protegido.

Beomgyu se encogió en su lugar, el calor que Soobin le brindaba lograba calmarlo de cierta manera.

-¿Mejor?- Soobin se preocupaba por Beomgyu, talvez no parecía, pero aquel lindo adolecente 6 años menor se estaba ganando poco a poco el cariño de Soobin. 

El hombro de Beomgyu era muy delgado, sus clavículas se notaban tan claramente, sus brazos eran delgados al igual que sus piernas, Soobin se preocupó nuevamente, tenía que hacer comer a Beomgyu más, como decía su mamá "El mayor acto de amor es engordar a la persona que amas, así hay más para amar"

-Si, Amo, gracias.

-Si te sientes incómodo solo dímelo- le volvió a sonreír, estaban por llegar al centro, las personas cada vez eran más, lo que provocaba que Beomgyu se aferre más al cuerpo de Soobin.

Estaban por pasar frente a la universidad de Soobin, bien por él que Yeonjun se enfermó y no lo molestaría por andar con Beomgyu, no estaba feliz de que su mejor amigo se haya enfermado, estaba feliz de que sea leve y se saltó la clase solo por que si.

Los murmullos comenzaron, algunos de felicidad por que nunca vieron a Soobin con alguien que no sea su mejor amigo, otros de repulsión por que ambos eran chicos y otros de envidia del típico comentario "¿Qué tiene él que yo no? soy mejor que él" "Yo debería estar en el lugar de ese niño".

A Soobin no le importó los diferentes comentarios, seguía caminando abrazado al hombro de Beomgyu.

Beomgyu, sin embargo, sentía que estaba manchando la imagen de su Amo, no quería hacer eso, así que quitó la mano de Soobin de su hombro con la escusa de que le hacía calor, pero la verdad es que sintió frio después de que la mano de Soobin ya no lo tocaba.

-¿Está todo bien?- miró a Beomgyu.

-Claro que sí, solo tengo que atarme los zapatos- estaba por arrodillarse para atar sus agujetas sueltas, pero una chica llegó empujándolo haciéndolo caer al suelo.

-Beomgyu!- quiso ayudarlo a pararse, pero más y más chicas se ponían en frente para que esté lejos del lindo adolecente pelidorado.

-Oppa ¿Porqué no llegó a clase hoy?- dijo una de las chicas.

-¿Sabe que lo esperamos?- habló otra.

-Permiso- quiso hacerlas a un lado, pues ya no veía a Beomgyu, pero las chicas se acumulaban más en vez de hacerse a un lado.

-¿Qué está buscando?- la primera chica que empujó a Beomgyu se hizo a las desentendidas, como si no lo supiera.

-Dije permiso- las empujó y buscó a Beomgyu, lo encontró en el suelo, al parecer ni le dieron chance de pararse pues parecía que hasta lo habían pisado -ven aquí- lo tomó en brazos levantándolo como a un niño, con una pierna a cada lado de su cintura sosteniéndolo de sus muslos, nuevamente se sorprendió por el peso de Beomgyu. Miró a las chicas -Fuera- lo dijo tan frío y seco que todas hicieron caso... bueno... casi todas.

-Pero oppa!- una chica muy maquillada se puso en su delante -¿En serio anda con este chico? yo soy una chica, soy mejor que él, la gente los juzgará, un chico con otro chico es asqueroso, pero si está conmigo todo estará bien ¡Seremos la pareja perfecta!.

-Hazte a un lado- la ignoró y pasó de largo.

La chica se quedó mirándolo cómo Soobin se iba, atónita de ser ignorada.

-¿Estás bien? Dios... lo siento, no debimos pasar por ahí, no era esto lo que quería, por favor perdóname, lo siento...

-No hace falta que se disculpe, Amo.

-¿Quieres un helado?- sentó a Beomgyu en un banco que había en una plazuela.

-¿Helado?

-Si, es una mezcla de... espérame, creo que te gustará- corrió hasta una tienda y compró dos helados con dos bolitas, una de nata y una de chocolate -Toma- le entregó uno a Beomgyu.

Beomgyu estaba con cara de "¿Cómo se come?" pues él no tenía idea de cómo comer aquello.

-Puedes comerlo chupando y lamiendo o con una cucharita, pero yo prefiero la primera opción.

Beomgyu lamió levemente aquel postre.

Frío.

Era dulce y refrescante, la primera bolita sabía a chocolate, era delicioso.

Estuvieron sentados hasta que cada uno terminó su helado, Soobin estaba levemente manchado con chocolate, pero todo el borde de la boca de Beomgyu estaba manchado, tal como un niño.

-Tienes una manchita- Soobin estaba conteniendo sus ganas de sacarle una foto a Beomgyu.

-Usted igual, Amo- acercó su dedo pulgar y limpió la pequeña manchita de helado en el rostro de Soobin -Listo.

-Ven- hizo un ademán sacando una toallita húmeda de su bolsillo, siempre traía un pequeño paquete de estas, por si a caso.

Beomgyu se acercó hasta donde su Amo le había indicado, este tomó el rostro de Beomgyu en manos y fué ahí donde el menor sintió algo que nunca antes había imaginado sentir.

Si uno de sus anteriores Amos hubiera sostenido su rostro de la misma manera en la que lo está haciendo este y además con la misma cercanía; probablemente estaría con mucho miedo, repulsión y con ganas de llorar.

Pero con Soobin era diferente, se sentía cálido su toque e instantáneamente sus mejillas enrojecieron, se puso nervioso por que Soobin tocaba sus labios con sus dedos, con tanta delicadeza y cierto cariño.

¿Realmemte podía confiar en Soobin?

¿Tú no me dañarás?

Cami~