65.
—¡¿Qué debo hacer para seducirte?!
Canadá lo miró extrañado.
—Ame... ¿intentabas seducirme?
—¡Sí! ¡Y nada funciona!
—Oh... Entonces el que te pasaras en bóxer por la casa era...
—¡Sí! —suspiró derrotado—. Pero ni me miras.
—Creí que el aire acondicionado estaba dañado.
—Noooooo —ya ni sabía qué sentir.
—Bueno... ¿por qué no me lo dijiste?
—Porque me daba pena.
—Pero me lo acabas de decir.
—Es porque estoy a punto de mandar todo al carajo.
—Ame... para seducirme solo necesitas de algo —sonrió divertido.
—¿Qué?
—Besarme.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top