55.


—Me siento un poco raro.

Canadá se sostuvo el pecho y respiró profundo.

—Ay no, ¿qué tienes? ¿Fiebre? ¿Cansancio? ¿Mareos? ¡Dime!

Canadá rio bajito al ver lo alterado que se puso USA.

—Ame... tranquilo.

—Pero ¡estoy preocupado!

—Ame, solo me siento raro... —le sostuvo del rostro y le sonrió—. Ansioso, tal vez un poco hambriento... Solo raro.

—No quiero que nada malo te pase.

—Y yo solo quiero que volvamos a casa.

—¡A tus órdenes!

—Y que... —sintió un mareo.

—¿Sweetie?

—Ame...

Y en menos de lo pensado, USA vio con pánico, como Canadá se desplomó frente a él.

Ya no estaba preocupado.

Ahora estaba histérico.

Tanto, que llamó a CIA para que le mandara un jet por emergencia.

Pánico hasta llegar con OMS, histeria mientras intentaba explicarle todo a ONU, y un poco de alivio cuando le dijeron que Canadá estaba bien.

—Pero ¿qué fue lo que pasó?

—Contaminación o tal vez un incidente menor en su territorio. Tranquilo, se pondrá bien. Solo déjalo encargarse de eso y cuida que no se salte las comidas.

—Lo haré. Lo prometo.

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