USA iba tranquilo a su cuartito, tenía planes de ver videos de ovnis hasta que Canadá regresara del dichoso recital al que iría.

Pero no.

Fue atrapado contra la pared, con esos brazos a cada lado de su cabeza y con un nulo respeto por su espacio personal.

—¿Qué haces aquí? ¿Y tu recital?

—Preferí quedarme contigo.

USA entonces se fijó en aquellos ojos, azules como siempre, pero con un brillo diferente.

Y lo entendió.

Sudó frío.

Pero sonrió feliz.

—¿Eres my sweetie.... o my bad baby boy?

La sonrisa ladeada de Canadá le respondió.

Ante sí, tenía a su chico malo, al Canadá "oscuro".

—Hace tanto que no te veía.

—¿Me extrañaste?

USA río bajito. Estaba nervioso.

—¿Voy a ser el pasivo?

—Cómo siempre, América.

—Oh god.