—No debiste jugar así conmigo

USA se limpiaba las lágrimas despacito mientras veía el regalo que le dió a Finlandia regado en el suelo. Una caja bonita de chocolates en formas y colores variados, pero a Finlandia no le gustó y lo tomó como un insulto

—Yo nunca dije que te amaría. Dije que respetaría el acuerdo político y conviviría contigo amablemente
—Me esforcé en esta relación para que funcionara
—No te pedí que lo hicieras, USA
—Está bien
—No te debo nada. No me pidas nada

USA se quedó ahí, sentado en la mesa del comedor, viendo su regalo en el suelo, llorando en silencio mientras se daba cuenta que eso nunca tuvo futuro.

Fue doloroso porque con el tiempo él sí se enamoró de Finlandia, pero no le correspondieron