Capítulo 30 | final

Stephen - Camila

— Pues... sabes que estará feliz de que hayas cumplido con eso. Además, es como en esos grupos de autoayuda, es así como lo hacemos. Un paso a la vez. Por lo pronto ya diste el primer paso, ¿quieres pasar a verla?

— Si, pero necesito hablar con tu madre antes— había vuelto a la casa de Max y sus padres, me había esforzado en cambiar por mi hija, en empezar de nuevo por ella. Ante mis palabras Max asintió y luego se fue dejándome en la sala.

Luego de unos largos minutos, la madre de Camila llegó junto a mí segura de lo que quería hablar con ella. Le expliqué que mi intención no era robarle lo único que le quedaba de su hija. Que tampoco iba a separarla de Bella y que me gustaría que mi hija conviviera con ellos siempre. Pero lo mejor para Bella sería vivir con su padre, conmigo.

Al parecer estaban de acuerdo porque no sólo aceptó mi petición sino que también mencionó que Max y su padre estarán felices de que así sea. En cuánto a dónde viviríamos, le conté que a pocas cuadras de aquí había una casa en venta y pensaba comprarla pues de esa forma no estaríamos lejos de ellos.

Cuando terminamos de hablar, ponernos de acuerdo en los cuidados y educación de Bella, Max ingresó junto a nosotros en la sala volviéndome a preguntar si estaba listo para ver a mi hija. Asentí ante eso pero la verdad estaba muy nervioso porque no sabía si mi pequeñita me aceptaría de vuelta o me rechazaría. La había abandonado desde que Cam murió, no había sido un buen padre desde entonces. Espero me perdone algún día por haberla dejado sola cuándo más me necesitaba.

Subí lentamente las escaleras recordando cada instante que había pasado aquí, con Camila. Recordando cuándo la besaba, cuándo corríamos por meternos al cuarto, o cómo cuando una vez casi nos encuentra su padre semi desnudos en pleno pasillo. Había vivido mi mejor historia de amor con ella y será la única en toda mi vida. Al llegar frente a la puerta del cuarto cerré mis ojos respirando profundamente mientras apoyaba mi mano sobre la perrilla para abrirla.

Ingresé lentamente a la habitación pudiendo observar que gran parte de los objetos que eran de Cami, ya no se encontraban aquí. Ahora casi todo era de color rosa. Me acerqué a la cuna y pude notar que mi pequeña se encontraba despierta jugando con su chupón. Me fue imposible contener las lágrimas, recordando que en una de mis manos traía lo que debí de haber comprado desde hace mucho.

— Hola princesa— susurré cuando ya me encontraba totalmente cerca de mi bebé. Coloqué el peluche en forma de conejo color rosa a un lado de la cuna e inmediatamente captó la atención de Bella haciendo que soltara su chupón y balbuceara algo que me hizo derramar aún más lágrimas.

— Ma... — ella intentaba decir su primera palabra — Ma...

— Si cariño, es de parte mamá— la tomé entre mis brazos besándola sobre su cabecita— Sé que la extrañas cómo yo a ella, por favor perdóname princesa, prometo no volver irme. No lo volveré a hacer— Bella me observaba como si lograra entender algo de lo que decía, con sus manitas puesta sobre mi rostro. Me sequé mis lágrimas y luego sosteniendo a Bella con un brazo, agarré al peluche de conejo con mi otra mano provocando que mi pequeña se riera.

— ¿Te gusta princesa? Mami lo eligió para ti mucho antes de que llegaras, sólo que papi es un tonto y no podía traerlo antes.

— Pa... pa...pá

— Si, ¡eso es mi amor! Dilo de nuevo mi cielo. Soy papá, estoy aquí cariño. ¿Qué te parece si vamos a darles la sorpresa a tus abuelos y tu tío?— Bella reía como si en verdad comprendiera todo. Mi niña era hermosa, era la copia exacta de Camila. En sus ojos se podía ver el reflejo de su alma.

Bajamos hasta la sala dónde toda la familia estaba reunida y juntos pasamos una tarde alegre, intentando sobrellevar el dolor. Antes de irme a buscar mis cosas para mi mudanza aquí, en lo que terminan los trámites de la compra de la casa nueva, la mamá de Cami me entregó una carta que había guardado. Pero la carta estaba dirigida a mí, la había escrito Camila antes de morir.

Bella se quedó jugando con su abuelo y Max, mientras yo me dirigía al jardín trasero de la casa para leer en privado la carta. Hasta me costaba sostenerla y saber que ella me había escrito algo antes de partir. Me senté en el último escalón del pórtico y con algunos temblores por los nervios, abrí el sobre para extraer de el la carta. Abrí lentamente la hoja para comenzar a leerla.

*** _____________***

Camila

Amado Stephen:

Sé que tal vez te fallé al ocultarte sobre mi salud pero no hay nada que desee más en este mundo, que puedas comprenderme y perdonarme por no habértelo dicho. Sobre todo porque lo comprenderás cada vez que mires el rostro de nuestra pequeña.

Fue la decisión más difícil que tuve en toda mi vida, pero desde que lo supe, sólo estaba segura de que nuestra niña tenía que venir al mundo, aún si yo no estaba en el suyo.

No permitas que el dolor te destruya, eres fuerte y saldrás adelante de nuevo, mi amor. Sé que así será porque confío en ti, sé que no fallarás y nunca dudes en que eres un muy buen padre. Serás el mejor de todos cariño.

No olvides que me prometiste comprar ese conejo rosa que tanto quería para nuestra bebé. Haz que nuestra pequeña se sienta protegida, querida, amada por todos ustedes. Asegúrate de que cuando crezca, sepa cuánto la amé y lo importante que era para mí.

Enséñale los buenos valores, a estudiar, bailar, cantar, reír. Haz que se apasione por la vida. Enséñale a ser fuerte, guerrera y justa. No la malcríes y consientas demasiado, para eso estarán sus abuelos, tenlo por seguro.

Me prometiste que siempre la protegerías, no rompas tu promesa cariño. Asegúrate de estar ahí para ella cuándo las cosas se pongan difíciles, cuándo tenga su primera ilusión, su primer amor, su primer beso. Sobre todo acompáñala cuando la vida le dé reveses, ayúdala a levantarse de nuevo y a seguir su camino.

En cuanto a ti mi amor, por favor  no te encierres de nuevo. Cómo cuándo te conocí, sabía que había mucho dolor en tu interior y eso te llevó a actuar de una manera en que no eras tú realmente. El dolor, el rencor y la amargura te cegaron. Pero ahora... estoy segura de todo el amor que nos tuvimos hará que seas el hombre maravilloso de quién me enamoré.

Ese hombre fuerte, decidido, justo, un poco gruñón, si, pero eras el mejor hombre del mundo para mí. Fuiste mi primer amor y siempre serás el único. Tal vez no tuvimos el mejor comienzo, sin embargo, tú me salvaste de ese infierno en el que me encontraba, me devolviste la vida, la esperanza y la felicidad.

No dejes que la vida pase frente a ti, sin que puedas disfrutar de sus colores y sabores. Vive cada día cómo si fuera el último día. Sobre todo ábrele las puertas al amor, no te niegues a volver a sentirlo y vivirlo. Busca una mujer que te ame incondicionalmente y que que te acepte tal como eres. Pero sobre todo, una mujer que ame a nuestra hija cómo si fuera suya. Nunca olvides que nuestra pequeña estará por encima de todo y de todos.

Ama libremente, sin condiciones, sin esperar algo a cambio. Debes de estar preparado para abrir de nuevo tu corazón. Es por eso que no me arrepiento de nada, si regresara a la vida, volvería a recorrer los mismos caminos si es necesario, con tal de estar de nuevo a tu lado, agradezco cada día que vivimos, que compartimos juntos, porque hasta en el último suspiro supe... que siempre estuve...
Lista para amar.

Nunca olvides cuánto te amé, cuánto te amo y cuánto te amaré, hasta la eternidad.

                                      Camila.

      *** _____________***

Stephen

No he parado de derramar lágrimas desde que abrí la carta para leerla. Está claro que no tengo nada que perdonarle. Si hubiese estado en su lugar, también hubiese tomado la misma decisión. Porque ella y mi hija siempre serán lo más importante para mí. Sólo lamento que haya pasado por todo eso, sin mi apoyo.

Pero cumpliré con mis promesas y seré un buen padre para nuestra pequeña. En cuanto a amar de nuevo... estoy seguro que eso no volverá a pasar, jamás. Camila será la única mujer que amé, que amo y amaré por siempre.

Luego de unos largos minutos, ya un poco más calmado, me levanté, doblé el papel y volví a meterlo en el sobre. Esta carta será un hermoso recuerdo de parte Cam. Y nuestra hija es el mayor tesoro que tendré de ella. Bella siempre será la demostración en carne y hueso, de todo el amor que nos tuvimos Cami y yo.

Ingresé de nuevo a la casa, me despedí de los padres de Cam, de mi princesa y por último de Max. A partir de ahora iniciaría una vida, un nuevo comienzo. Haré lo mejor posible para que desde allá arriba, Camila se sienta orgullosa de mí. Porque ahora sé que estoy listo para comenzar de nuevo.

Y llegó el final corazones 😭 deseo en verdad, hayan disfrutado de esta historia. Los estaré esperando en mis redes sociales para compartir con ustedes, saber que piensan, que sienten, de donde son, ¿creen que Stephen volverá a amar? O en verdad se cerrará al amor? ¿Qué piensan?

Aquí abajo les dejó cómo contactarme y estaré feliz de leerlos! No se olviden! 💜

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top