Capítulo 26 | C
Camila
Me sentía cálida y protegida, podía sentir su perfume, podía sentir a Stephen a mi lado. Temía a que sólo fuese un sueño pero al despertar lo vi a mi lado, abrazándome y yo a él. Quise acariciar su mejilla, quise besarlo, reprocharle, reclamarle todo al mismo tiempo.
Hasta que de nuevo un mal estar estomacal comenzó a invadirme, me levanté de la cama dirigiéndome directamente al baño. Vacíe absolutamente todo el estómago y eso que ni siquiera había cenado la noche anterior. De pronto sentí las manos de Stephen tomar mi pelo suavemente y ayudándome.
No quería que me viera así pero esto no lo había previsto. Stephen ayudó a lavarme los dientes y luego aún sin decirnos nada, nos dirigimos de vuelta a la cama. Solo que ahora él permaneció sentado a mi lado. Mirándonos mutuamente hasta que rompió el silencio.
— ¿Estás mejor?— asentí lentamente con la cabeza sin dejar de mirar nuestras manos entrelazadas.
— Creo... creo que es algún virus o alguna gripe, no lo sé.
— Tu madre me lo dijo ayer, no creo que sea una simple gripe. Max también me lo había comentado hace días. Iremos al doctor para que te revise Cam. No puedes seguir así.
— Esta bien— tenía razón, este malestar me ha durado lo suficiente para comenzar a preocuparme. Iré al médico hoy— ¿Cuándo llegaste? ¿Cómo...
— Llegué ayer con tu padre y Max. Cam... yo... Te juro que te amo, me enamoré de ti. Sé que hice mal en acercarme del modo en que lo hice pero por favor perdóname mi amor. Perdóname. Ahora que Cross tiene su merecido, sé que sin ti no tengo nada, ni a nadie. Eres mi mundo Cam— Stephen sostenía mi mano mientras me observaba a los ojos y me pedía perdón.
Cuando llegué aquí, sin saber qué hacer o decir. También sentía que lo único que que tenía y a quién necesitaba era Stephen. Y al enterarme de que estas personas eran mi verdaderos padres y que fue él precisamente quién me trajo a ellos. Sentí que mi mundo terminaba definitivamente pero hoy, ahora me doy cuenta de que no es así. Todo ha sido un inicio.
— También te amo Steph. Pero tengo miedo de que haya más secretos, de que tú me digas que en realidad no me quieres porque-
— Shh... eso no pasará mi cielo— Stephen se acomodó mejor a mi lado abrazándome mientras yo dejaba mi cabeza reposar sobre su pecho— te amo tanto Camila, tanto que antes de volver a cometer otro error y perderte, me muero. ¿Me escuchas? Moriría por ti cariño.
Stephen colocó una mano sobre mi mentón haciéndome cosquillas con su aliento al acercar su rostro al mío. Nos besamos cómo si nos diéramos la bienvenida, lo necesitaba tanto. Al terminar el beso nos separamos y permanecimos un momento recostados.
— ¿Quieres descansar un rato más?
— No, creo que será mejor ir al doctor hoy. Me cambiaré y les diré a mis padres. Así estaremos más tranquilos pues también les he preocupado un poco con todo esto. Mamá me acompaña como si tuviera cinco años— dejé escapar una pequeña risa sintiéndome por primera vez en la vida, plenamente feliz— Gracias.
— ¿Gracias? ¿Por qué me das las gracias?
— Porque me devolviste la vida, Stephen. Ese hombre... me hizo tanto daño, tanto que no le bastó con separarme de mi familia. Se atrevió a decirme que ellos estaban muertos, de que Max me había mentido y de que tú fuiste el responsable de la muerte de quién creía que era mi madre. Él me mostró fotos donde tú...
— Lo sé, sé lo que hizo esa rata mi amor. Pero ya estás a salvo, ya estás aquí con tu verdadera familia. Y créeme, jamás, jamás haría algo como lo que quiso hacerte creer. Yo no mate a su esposa. Hay algo que tienes que saber Cam, Cross... en el juicio se pudo comprobar que fue él, el responsable de la muerte de su mujer.
— ¡Oh Dios mío! ¿Él la mató?
— Mandó averiar el freno del vehículo donde iba su esposa. Él pagó para que ese accidente ocurriera. Quería quedarse con el dinero de su mujer dejó a tu nombre. Sólo le importaba eso, el dinero.
— ¡Dios! Ella no se merecía eso, fue una víctima más de ese cretino. Yo la quería, para mi fue mi madre— no sabía ni cómo había comenzado llorar pero era la verdad, esa señora seguirá siendo una madre para mí. A pesar de saber toda la verdad.
— Tranquila mi amor, perdóname. No quería causarte más dolor, lo siento cariño.
— Esta bien, es solo que... aún sabiendo todo, absolutamente toda la verdad, ella siempre será una madre para mi. Y me duele saber que ese hombre destruyó nuestras vidas, que ella lo amaba sinceramente. Es difícil darse cuenta de que he vivido con monstruo toda la vida.
— Ahora será totalmente diferente mi amor. Ya no hay secretos de por medio, ese hombre ya no podrá hacer ningún daño. A nadie más. Y estamos juntos Cam. Ahora estamos juntos, pequeña.
— Tienes razón. Habrá sido difícil para mi papá estar allí frente a ese monstruo, verlo a la cara. Agradezco que no hayan estado solos, tanto tú, mi padre y Max. Los quiero mucho, Stephen. Al fin estoy con mi familia, con las personas que si me quieren de verdad.
— Así es pequeña. Y nosotros te amamos a ti. Vamos, te ayudaré a cambiarte. Iremos al doctor y no puedes negarte.
— Esta bien, esta bien. ¡Eres un mandón! No cambias.
Al terminar de arreglarme, aguardé a Stephen junto a mi madre en la cocina mientras ella terminaba de preparar el desayuno para mi padre. Max y papá tenían cosas que hacer, así que mamá y yo iríamos acompañadas de Stephen, al doctor.
Cuándo llegamos a la clínica no tuvimos que esperar mucho, fuimos recibida por un doctor, amigo de mamá y era de su total confianza. Le entregamos mi carpeta, una donde llevo todo el legado de mi salud y así el doctor pudo tener conocimiento de mi estado. De inmediato comenzó a analizar absolutamente todo. Y sobre todo me ordenó un sin fin de controles médicos rutinarios para poder saber con exactitud lo que me pasaba con esta gripe horrible.
Análisis de sangre, controles cardiacos, monitoreos, escaneos, etcétera. Si bien, no tardamos para la atención con el médico, nos tomó casi todo el día realizarme todos y cada uno de los estudios que el doctor se encargó de hacérmelos.
Como algunos resultados nos lo entregarían mañana, al finalizar la consulta y bajo orden médica de seguir reposando, salimos de la clínica yéndonos de nuevo a casa. Se sentía raro aún para mí, poder decir eso, "mi casa". Ahora cada vez que lo decía, realmente lo sentía así. Todo era distinto y estaba con la familia que siempre deseé tener.
— Al menos podemos estar tranquilos de que mi corazón está trabajando correctamente— rompí el silencio que se había formado cuándo estábamos por llegar a nuestra casa.
— Cariño, le ruego a Dios porque así sea siempre. Yo no estaré tranquila hasta que el doctor nos diga que tienes exactamente, ya ves que igual te mandó hacer reposo.
— Tu madre tiene razón, Cam. Por lo mismo creo que en cuanto lleguemos sería conveniente de que no realices ningún esfuerzo— Stephen iba manejando, mamá iba en el asiento trasero y yo en el asiento del acompañante. Este par en serio que se pondrán de acuerdo para no dejarme hacer nada— me aseguraré de ello — lo sabía, Steph es muy controlador y posesivo, sabía que se pondría de ese modo.
— Creo que puedo cuidarme yo sola, no es nece..
— Nada de eso Cam, aún no sabemos lo que tienes. No quiero que vuelvas a estar en una camilla de hospital. ¿No te acuerdas del susto que le diste a tu amiga? ¿Y a Max?— Bueno, en eso tenía razón. La última vez no me había cuidado correctamente y terminé hospitalizada.
— ¿En el hospital? Max no me ha dicho nada de eso— mamá aún no sabía muchas sobre mí cómo yo de ellos. Pues todo ocurrió tan de repente que nadie esperaba todo esto.
— No fue nada, mamá. No te preocupes, simplemente no me cuidé como debía y terminé en el hospital. Sobre todo porque no tenía la medicación correcta pero desde entonces, no ha vuelto a pasar. El doctor que conocía mi cuadro clínico, de hecho también me recomendó reposo cómo el de ahora. Así que haré caso a lo que me digan, se los prometo. Y todo estará bien.
— Me encargaré de eso, pequeña— Stephen me guiño un ojo ladeando una sonrisa en cuanto mencioné que haría caso a lo que me dijesen.
Al llegar a la casa, cuando ingresamos no encontramos a papá ni a Max. No permanecí mucho tiempo en la sala pues mamá me pidió que descansara y ella se encargaría de hacerme una sopa de pollo para poder recuperar fuerzas. No me negué ante su petición y Stephen me siguió detrás.
— ¿Quieres que encienda la televisión?— la verdad sólo quería dormir de nuevo, me sentía cansada pero no quería preocupar a Stephen y mucho menos a mi madre.
— Si, esta bien— me acomodé sobre la cama haciendo a un lado las sábanas mientras que Steph hacía lo mismo del otro lado de la cama y encendía el televisor.
"Las empresas Cross han dejado de existir, se calcula que el empresario William Cross ha quedado totalmente en la ruina tras corroborarse los desfalcos que realizaba al fisco, ahora deberá pagarlo quedándose sin un solo centavo y en la cárcel"
"Además se lo acusa por secuestro y robo de identidad, si verdadera hija murió cuando era pequeña" "¿Lo demandará Camila Cross ahora que sabe que fue secuestrara cuando era tan solo una niña para suplantar el lugar de la verdadera hija de Cross?"
Al encender el televisor estaba puesto el canal de noticias, lo que había escuchado me inquietó en gran manera. Porque si la prensa ya estaba dando lugar a todo eso, no tardarían en venir a pararse frente a la puerta de esta casa y querer asediarme con sus preguntas.
Sobre todo porque quieren saber si es verdad que no soy realmente la hija de William Cross. Esta claro que mis padres y Max ya lo denunciaron por ese crimen, también pagará por esa atrocidad cometida contra mi persona pero no quiero hablar de él, mucho menos delante de una cámara.
— Mejor lo apago— Steph apagó el televisor y luego se acercó a mi colocando una mano sobre mi mejilla— tranquila amor, no permitiré que vuelvas a pasar por algo malo.
— ¿Y si llegan hasta aquí? ¿Si la prensa molesta a mi familia y no nos dejan en paz? Querrán saber si yo... Si yo denuncié a ese hombre, o si aún es parte de mi vida. No quiero eso Stephen, no quiero que irrumpan en mi vida solo para saciar esa curiosidad.
— No lo harán pequeña, no te alteres. Ese hombre ya no forma parte de nuestras vidas, ya no podrá hacer ningún daño. Y nadie se acercará a ti para molestarte, mucho menos para hablarte de esa mierda que se pudrirá en la cárcel pagando por sus crímenes. No te preocupes mi amor, yo te cuidaré. Estaré contigo para protegerte, estaremos juntos Cam.
Steph dejó un pequeño beso sobre mis labios y luego en mi frente. Apoyé mi cabeza sobre su hombro derecho dejando escapar un largo suspiro. Él tenía razón, estamos juntos ahora, tengo a mi familia conmigo y aún si alguien de la prensa se presentará aquí, ya no podría lastimarme, nada malo podría hacerme. Ese hombre ya tenía su merecido y pagará por todos los daños que ha causado.
Con la tranquilidad de saber todo eso y sobre todo de estar al lado del hombre que amo, cerré mis ojos dejándome vencer por el sueño y el cansancio. Abracé a Stephen como si lo apresara con mis brazos sin dejarle la posibilidad de alejarse.
— Descansa amor — pude escucharlo antes de quedar completamente dormida pero no tuve la fuerza necesaria para responderle, con un pequeño ronroneo y acomodándome mejor entre sus brazos Morfeo se apoderó completamente de mí.
Ay! Ya estamos llegando al final de esta historia! 🙈 cuenta regresiva! 😱
No se olviden que estoy presentando oficialmente en físico mi novela juvenil The Race "porque la vida es una carrera para ganar" en la feria internacional de libros Paraguay este 30/05/19 y espero me comprendan la tardanza de mis actualizaciones. Pero intento cumplir con todo!
No se pierdan de The Race mientras aún esté disponible en Wattpad y Sólo Contigo muy pronto se despide de la plataforma.
Los quiero ! 💕💜😘
Hasta el próximo capítulo!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top