Capítulo 11| S
Stephen
— Por favor tranquilízate, pronto nos dirán cómo está— eran ya la casi las tres y media de la madrugada, nos encontrábamos en el hospital aguardando por saber cómo se encontraba Camila. Su amiga había llamado a Max pidiéndole ayuda. Ella estaba sentada cerca de nosotros mientras aguardábamos en la sala de espera. Cuándo Max trajo a Camila al hospital acompañado de Clara, me llamó para avisarme y decirme lo ocurrido. Me cambié lo más rápido que podía y vine hasta aquí. Ni bien llegué, Max fue el primero en notar mi presencia.
— Quiero verla. ¿Qué pasó? ¿Por qué está aquí?— me dirigí a la amiga de Camila intentando obtener alguna respuesta.
— Ella... ella sufre de insuficiencia cardíaca. Fue operada cuando era niña pero no sabemos bien. Su madre nunca le ha querido hablar al respecto. La única que cuidaba de Cam era su abuela— la amiga de Camila lloraba, estaba muy preocupada y Max le ofreció un vaso con agua para tratar de calmarla.
Me llevé las manos despeinándome el pelo. ¿Cómo no lo investigué? ¡Con un carajo! No sabía nada de esto y había dedicado mis malditos últimos meses estudiando a la familia Cross. ¡¿Para qué?! ¿Para qué? si lo único que terminó por importarme realmente fueron esos ojos verdes. Esos ojos que me hicieron entender que ella tenía que estar fuera de toda mi mierda.
¿Y de qué me sirve? Si ni siquiera puedo salvarla de mí mismo. Ahora ya no puedo alejarme de ella, no puedo ni quiero saberla lejos de mí. ¡¿Qué se supone qué haré ahora?! No quiero estar fuera de su vida, no ahora.
— ¿Familiares de la señorita Cross?
— Somos nosotros— un doctor había salido preguntado por los familiares de Cam y no dudé en contestarle— ¿Qué tiene doctor? ¿Cómo está ella?
— Ahora está bien. Lastimosamente no dispongo de su historial médico y no sé con certeza qué medicamento le era suministrado. Pero pudimos controlar sus palpitaciones y provocar la oxigenación adecuada a sus arterias debido la angina que se le presentó. Pude constatar que ella tuvo un donante, es decir, fue transplantada del corazón. ¿Alguien aquí puede indicarme con exactitud?
— Yo soy su mejor amiga, doctor. Camila fue operada cuándo era una niña, ella estaba bajo el cuidado de su abuela quién sabía a qué hora y qué dosis administrarle su medicamento. Pero... estos últimos meses han sido muy difícil para Camila.
— ¿La paciente ha pasado por situaciones de estrés? ¿De presión tal vez?— el doctor seguía preguntando y cada vez que lo hacía quería romper algo. ¡Claro que había pasado por mucho! Sobre todo con esa basura de Scott. Ojalá se muera ese infeliz.
— Si, ella ha pasado por situaciones muy dolorosas— Clara comenzó a narrarle a grandes rasgos por lo que había pasado mientras que Max y yo únicamente observábamos y escuchábamos. Al terminar el doctor indicó que haría unos cambios en su medicación.
— ¿Sabe si ha descuidado su alimentación?— ¡con un demonio! Es por eso que siempre la he visto comer poco, sabía que tenía un problema. Ella no se estaba alimentando bien y mucho menos desde que esa basura que tenía como novio comenzó a presionarla y tratarla mal. Ya no pude escuchar lo que Clara decía, sólo alcancé a escuchar lo que el doctor decía al final.
— Bien, aguardaré a que la paciente pueda estar plenamente consciente para corroborar otros datos. Cambiaré su medicación de ahora en adelante y su hábito alimenticio será controlado y estrictamente cuidadoso. De ahora en más debe estar fuera de ese ambiente al que estuvo sometida. ¿Sus padres ya saben que se encuentra aquí?
— No, a esas ratas no le importa lo que le pase a su única hija. Ellos son los culpables de que ella esté así.
— Stephen por favor, cálmate.
— No Max, el doctor debe saber que sus padres son unos miserables.
— Joven tranquilícese, no querrá que la paciente lo vea en ese estado ¿no? O ¿acaso usted prefiere quedarse afuera?— miré iracundo al doctor, ahora este señor venía a joderme la vida— se lo digo para que entienda de una vez. Es por el bien de esa joven que se encuentra en la habitación de este hospital. En cuanto a sus padres, pues no podemos hacer nada por momento. Tengo entendido que la paciente es mayor de edad y nuestra única responsabilidad es cuidar de cada persona que ingrese aquí. Pero espero contar con uno de ustedes para que comuniquen a sus padres sobre su estado.
— Yo... les avisaré doctor, gracias por todo. Puedo pasar a ver a mi amiga ¿ahora?— Clara quería pasar a verla pero el doctor le dijo que aún debíamos de esperar.
— No creo que sea conveniente aún, señorita. Pero en una hora más podrán verla. Ella permanecerá por veinticuatro horas aquí bajo mi observación, luego le daré el alta. Y ya hablaré con la paciente personalmente sobre cómo se cuidará de ahora en más. Ella puede hacer su vida normal, de eso no hay duda pero si tendrá ciertos cuidados que manejar.
— Muchas gracias por todo, doctor— Max le agradeció de nuevo y el doctor se despidió después.
— No hay de qué. Tomen asiento porque aún deberán aguardar o si gustan pueden hacerlo en la cafetería, en el tercer piso. Con permiso, iré a checar sus datos clínicos y más tarde volveré.
Asentí lentamente, reteniendo sus últimas palabras <<checar sus estudios clínicos>> era lo que tenía que hacer, debo conseguir esos estudios y saber absolutamente todo de Camila. Me encargaré de que cumpla con lo que el doctor le indique.
*** Una hora más tarde***
Le había dicho a Max que no era necesario que se quedara para que pudiera ir a descansar pero insistió en hacerlo, al igual que Clara. Esta última ahora se encuentra con Cam porque cuando el doctor volvió, nos permitió ingresar a verla y mientras nosotros seguíamos en la sala de espera, Clara estaba con Camila.
— ¿Crees que sus padres vengan?— había olvidado que Clara dijo que les avisaría. No quiero que vengan a molestar a Camila, a ponerla mal. Pero también sé, que si no vienen a verla, ella quedará triste por eso y es justamente lo que debemos evitar por ahora, que siga sometida a angustias, malos ratos y desgastes.
— No lo sé pero estoy seguro que si al menos la vieja que tiene como madre, no viene a verla, ella estará triste.
— Te juro que no entiendo cómo es que personas como esas pueden ser padres. Mira que no preocuparse por su única hija y ni siquiera importarles si esta bien, eso es horrible. Además ese Cross no me cayó nada bien, siento cierta repugnancia hacia su persona sobre todo desde que ofreció a su hija por dinero. Casi termino golpeándolo ese día.
— Te entiendo Max, también quisiera golpearlo hasta dejarlo suplicándome por su vida.
— Sé que engañó a tu hermana y que por culpa de ese sujeto ella se equivocó pero por alguna razón más, que no sé cómo explicarlo, odio a ese sujeto. Te ayudaré a dejarlo en la banca rota Stephen.
— ¿Lo dices en serio?— que Max esté conmigo en esto era lo mejor, juntos podríamos acabar con Cross lo antes posible.
— Sí, lo estuve pensando mucho. Y no daré marcha atrás. Arruinaremos a Cross junto con su esposa. Pero Camila no estará involucrada en esto.
— Eso júralo, ella quedará completamente fuera de toda esa mierda. Creo que una vez... Una vez que ella vaya a la universidad estará segura y nosotros podremos cumplir nuestro objetivo.
— ¿Sabes a que universidad irá?— estaba por contestarle, la verdad aún no lo sabía pero cuando iba a decírselo llegó la madre de Camila.
— Mi hija no se irá a ninguna parte. Hoy mismo me la llevo de aquí, no quiero que siga cerca de ti. De seguro tienes la culpa de que se encuentre aquí— la señora me apuntaba con el dedo cómo si en verdad fuese un delincuente que lastimó a su hija, me levanté con rabia queriendo ponerla en su lugar pero Max me lo impidió.
— Señora cuide sus palabras, le recuerdo que estamos en el hospital y el doctor dirá lo que es mejor para su hija. Y no olvide que ella es mayor de edad, ella decidirá donde ir— Max tenía razón, la única que podía decidir era Camila. Esta vieja solo la pondrá peor ¡maldita sea! Ojalá no hubiese sido su madre así la podría hundir ahora mismo sin ningún tipo de remordimientos pero no lo hago únicamente por Camila.
— Sabiendo sobre la salud de su hija, la dejó ir y ¿ni siquiera se tomó la molestia en preguntar por ella? Peor aún, permitió que su marido la ofreciera cómo si fuese un objeto dejando que esa basura que tenía como novio la lastimara. ¿Así se dice llamar madre? ¡¿Qué clase de madre es usted?!
— Stephen, cálmate.
— Tu amigo tiene razón, hazle caso y no grites, porque pediré que te saquen de aquí.
— Usted sólo es una rata más al igual que marido. Su hija, su única hija, tiene problemas del corazón y a usted lo único que le importa es el que dirán, el dinero, los lujos. Es una vergüenza señora, no sabe cómo deseo que Camila pueda dejar de quererla y usted le sea tan indiferentemente como lo es ella para usted. Aunque eso sería poco comparando con lo que realmente merece. Se merece morir sola sin el amor de su hija y con tan sólo dinero a su alrededor pues ahí se dará cuenta de lo miserable que fue y es. Porque ni su asqueroso esposo la va a querer salvar.
— Stephen— Max apoyó su mano sobre mi hombro, era tanta la rabia y él resentimiento que sentía contra esa señora que no me había dado cuenta de que ella se encontraba con lágrimas sobre el rostro y que Clara ya se encontraba fuera de la habitación— no dejaré que ingreses así, recuerda que Cam necesita tranquilidad. Acompáñame afuera, debes calmarte antes de verla— asentí aún mirando con rabia a la madre de Camila y con mis puños cerrados.
Antes de salir, Clara nos dijo que Camila estaba mejor pero aún seguía un poco débil. Su madre no tardó en ingresar a la habitación. Sólo espero por su bien, que no haga sentir peor a su hija porque no seré capaz de responder por mis actos.
— Jamás te había visto de ese modo, parecías querer matarla con tus propias manos. No debiste hacer eso Stephen, podría usarlo en tu contra ya sabes cómo son esa señora y su marido.
— Lo sé, lo sé. Es que me sacó de quicio lo que dijo respecto a no dejar ir a Camila. Sólo lo dijo con el fin de que su hija no cumpla sus sueños y metas porque sabe que para Cam, es muy importante ir a la universidad.
— ¡Ey! Sabes que no permitiremos que sigan cometiendo injusticias. Anda, olvida eso por ahora y trata de serenarte para poder verla. No pensé que llegaría el día en que vería a mi mejor amigo arrastrado por una mujer— llevé un golpe no fuerte en dirección al estómago de Max cómo cuándo teníamos dieciséis años— ¡Ah!
— Sólo cállate.
Regresamos adentro pero la mamá de Camila aún seguía con ella. Clara nos dijo que cuando la llamó no demostró mucho interés por eso creía que no vendría. Pero al parecer la señora cambió de opinión. Mientras aguardábamos Clara nos dijo a que universidad irían y nos sorprendió saber que sólo queda a cuatro horas de aquí, exactamente en la ciudad dónde Max y yo crecimos. En San Francisco.
Ellas habían sido admitidas y a pesar de que irían juntas, sus carreras serían distintas. Mientras Clara estudia ciencias y letras, Camila estudiará artes en una de las mejores universidades de la ciudad.
Max y Clara comenzaron a hablar sobre leyes, los dejé un momento a solas mientras me disponía a ir por un vaso con agua. Así no me desesperaría por ir de una vez junto Camila. Pues ganas de sacar a esa señora de ahí no me faltan pero por Cam me estoy conteniendo.
Al cabo de unos diez minutos más, esa señora salió de la habitación y sin despedirse de nadie se fue, oportunidad la cuál aproveché para poder ver al fin a Cam. Me sentía estúpido cómo cuándo esperaba ver a la chica que me gustaba en el colegio.
Antes de entrar aflojé mis puños y respiré profundo para poder estar tranquilo. La vi observando hacia la ventana, ida, perdida en sus pensamientos. Tan frágil, tan hermosa, con sus ojos brillando con el reflejo de la luz del sol. Pues estaba amaneciendo y la imagen de ella como si fuese un verdadero ángel se coló en mí.
Y lo es, ella un ángel en mi vida que llegó para mostrarme de nuevo la luz en la oscuridad que me estaba envolviendo.
🙊🙉🙈 sin palabras 😶
Simplemente los espero en los comentarios! 😁
Maratón 2/3
Espero les haya gustado el capítulo.
🥰💜
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top