Capítulo 7
Sentado en la parte trasera de una camioneta negra, Jungkook miraba el paisaje, aún le parecía extraño poder ver algo más allá de los muros del presidio. Notaba como evidentemente dejaban la ciudad, dirigiéndose a las afueras, acompañado del oficial Park Jimin y de ese hombre que continuamente le miraba por el retrovisor mientras conducía. Llegaron a un lugar un tanto desolado, lleno de contenedores y con algunos policías merodeando la zona.
Sabía que todo sonaba demasiado bonito para ser verdad, que no le darían libertad tan fácilmente a alguien como él, sin embargo, la libertad no era su meta, les seguiría el juego hasta lograr sus cometidos sin dejarse joder en el camino.
El vehículo se detuvo frente a lo que hubieran sido antes dos enormes contenedores, que ahora se unían dando la forma de una pequeña casa. No entendía que estaban haciendo ahí, no tenía idea si eso era una prueba o una primera misión pero no le daba muy buena espina. Miró en busca de respuesta a quienes se encontraban en la parte delantera y, como si estuviera leyendo sus pensamientos, encontrando una vez más sus miradas, el rubio procedió a hablar.
— Hay una razón por la que estamos aquí. — El motor del automóvil se apagó y el silencio que llegó se volvió tenso. — No trabajarás solo, necesitamos que trabajes con alguien más a parte de nosotros y para eso estamos aquí. Tu primera tarea es convencerlo por las buenas que se una al equipo.
¿Convencer a alguien, él? No conocía ese sitio y tampoco de quien hablaban pero claramente él no estaba interesado en interactuar con nadie más de lo necesitado. Eso de tener que convencer a alguien se sentía casi como rogar, cosa que claramente él no hacía. Sus formas de convencer incluía que una vez él terminara la persona no pudiera unirse, no tendría la fuerza para hacerlo.
— Esta es residencia de alguien a quien conoces muy bien. — La voz de Jimin llegó hasta sus oídos. — Aquí vive tu compañero Kim Namjoon, supongo que sabes de quién estamos hablando.
Tenían que estar queriendo tocarle las pelotas. Ellos no podían estar hablando en serio en esos momentos. Una cosa es que él accediera a colaborar con ellos por un propósito personal pero otro muy diferente era convencer a la única persona cercana en todos sus años de confinamiento para que hiciera lo mismo. Existían códigos que habían que respetar, entre los criminales como eran ellos calificados, habían reglas que debían seguirse y con eso que le estaban pidiendo, se rompían más de una.
— No pienses que tienes la opción de negarte, al menos no si no quieres regresar en este preciso momento a tu adorable celda y que todos sepan que has estado colaborando con la policía.
La cabeza ladeada de Jungkook se enderezó lentamente al escuchar las palabras que el copiloto estaba diciendo. ¿Lo estaba amenazando, a él? Negó con la cabeza, dejando ver y escuchar una ladina y fría risa. Ambos oficiales estaban en alerta, aún así, ninguno fue más rápido que el Liquidador cuando este se echó adelante y con gran agilidad utilizó la tira del cinturón de seguridad para enredar el cuello de Park Jimin para asfixiarlo contra el espaldar del asiento.
— ¿Qué crees que estás haciendo en estos momentos Jeon Jungkook? — La profunda y calmada voz de Taehyung, casi igual de tenebrosa que la del convicto se escuchó en aquel vehículo que permanecía con sus luces apagadas.
— Creo que se están confundiendo en algo. Yo estoy desde hace muchos años mentalmente preparado para salir del presidio con los pies por delante, ya fuera asesinado o de viejo. Sus amenazas me importan una mierda. — Jimin golpeaba su mano mientras trataba de controlar su respiración, sintiendo aquella fuerte presión en su cuello que le hacía lagrimear sus ojos. — Estás vivo porque a mí me da la gana, aunque me pudiesen mandar para una silla eléctrica en este instante, te llevo por delante conmigo, al final el resultado será el mismo.
Taehyung claramente podía defender a su compañero, sin embargo estaba más concentrado en estudiar las expresiones y cada palabra que aquel presidiario decía. En esa faceta, le hacía mejor uso a su apodo... El Liquidador. Miró que sus manos ni siquiera mostraban señal de estar apretando demasiado fuerte, lo que significaba que solamente quería darle una lección a Jimin y no matarlo realmente, de quererlo, lo hubiera hecho súbitamente desde que la cinta atrabancó su cuello. Sin duda alguna, ese hombre estaba siguiendo su propia agenda, así como él pero, de verdad parecía no importarle si regresaba ahora mismo a prisión.
— Opciones tengo miles y ni tú ni tu acompañante me las pueden controlar, creo que todos seguimos un interés común, así que creo que será mejor que colaboremos amigablemente. Un monstruo, bestia o psicópata acorralado, como suelen llamarme, es muy peligroso. Si un loco como yo está tranquilo, es mejor que se le deje tranquilo y no hacer que vaya del cero al cien en un instante. Por ende, te lo voy advertir una sola vez... Intentas ponerme nuevamente un pie encima de mi cuello para controlarme y no solamente perderás tu pierna.
Terminando su última oración liberó a Jimin, quien comenzó a toser en busca del oxígeno que le faltaba. El rubio posó una sonrisa en su rostro intentando permanecer en calma para después observar a los otros dos pasajeros.
— No es momento para ponernos sentimentales niñas, mejor calmémonos y concentrémonos en nuestros objetivos. En estos momento, el primer objetivo es entrar hablar con el pirómano — Jungkook rodó sus ojos al escuchar el apodo. ¿Era él la única persona que los odiaba? — Entremos hablar con él y tú... — Observó a al convicto. — No tienes que hablar si no quieres.
...
Namjoon no esperó que esas tres personas aparecieran delante de él, menos que el Liquidador estuviera fuera de la cárcel, por el motivo que fuese, que sacaran a alguien condenado a cadena perpetua así como así, no era algo fácil. Debían estar moviéndose muchos hilos de muchas partes, aunque la mirada de su antiguo compañero de celda le dejaba claro que él no estaba ahí por voluntad propia, al menos no del todo.
Accedió al traslado porque supo que no le quedaba de otra, además, deseaba al menos saber o entender de qué iba todo eso, sospechó que esas personas que estaban con Jungkook fueran importantes, pensó en narcos o políticos camuflados, tuvo muchas teorías, pero lo menos que esperó realmente era que fuesen verdadero oficiales.
— ¿Oficiales? — Namjoon abrió los ojos de par en par. — ¿Qué diablos quiere de nosotros? ¿Ustedes tienen demencia?
— ¿Demencia? — Rió Taehyung de forma fingida. — Una buena palabra sin duda alguna. Si tuviera que recordar todos los días de mi vida, yo preferiría morir que vivir. Por ende sí, creo que tengo cierta demencia.
— Lo que ese oficial dice, ¿es verdad? — Namjoon tenía la mirada fija en Jimin.
Con una sonrisa de medio lado, tratando de ocultar su desagrado por estar tratando con criminales, Jimin estaba parado observándolos de brazos cruzados, devolviéndole la intensa mirada sin hesitar una sola vez.
— Sí. — Respondió la pregunta que llevaba su nombre aunque no fue ella a él directamente.
— ¿Quiere decir que si los ayudo con todo este teatro reducirán mi sentencia y podré moverme más de trescientos metros a la redonda sin tener esta maldita tobillera y un oficial jodiéndome casi cada día? Porque la verdad es que en prisión tenía más libertad que ahora.
— Eso es correcto, — respondió Jimin — por supuesto, habrán algunas condiciones.
— ¿Qué condiciones? — Volvió a preguntar el pirómano mientras que el Liquidador permanecía callado escuchando todo.
— El alcohol está prohibido, las mujeres, conducir, usar violencia, armas, todo está prohibido. ¡Prohibido, prohibido! — Resaltó Taehyung con cierta obstinación. — Todo estaría prohibido pero los dejaré hacer lo que quieran, todo. ¿Cómo pueden las personas vivir sin un trago?
— ¡Oficial Kim! — Protestó Jimin, esos criminales no deberían tener acceso a todo eso.
— Yo lo que necesito son resultados. Quizás mi compañero no lo sepa pero yo sí, estoy consciente que si queremos llevar a cabo esta misión en las calles, necesitaremos de todo eso y más. Pero, hay una cosa que tienen que hacer, incluso si no les gusta. Inspector Park...
Jimin rezongó y apretó sus labios antes de retirarse a buscar lo que se necesitaba, regresó segundos después con una pequeña maleta negra. La colocó en uno de los abandonados bancos y la abrió. Los dos convictos miraron silenciosamente el contenido y rodaros sus ojos con molestia.
— Por si no recuerdan, yo ya tengo uno... — Namjoon levantó su pierna y subió su pantalón para dejar ver su tobillo. — ¡Qué manera de humillar a una persona! — Exclamó en tono bajo con sus brazos cruzado e intentando alejar la vista de la maleta. — Vaya. Los agentes de policía en la República de Corea son realmente...
¿Personas? Sí, quizás teóricamente lo eran pero qué persona valoraba tan poco la vida de otras? Uno había incendiado un edificio lleno de delincuentes como él pero, "personas" al fin y al cabo. Mientras que el otro, había matado ya un sin fin de personas con varios métodos diferente. ¿No era irónico? Era muy difícil para el inspector Park ocultar su antipatía por ellos dos.
— ¿Por qué no se los colocan de una maldita vez? — Cuestionó seriamente acercándose a Namjoon, con su cara a escasos centímetros de distancia, cabeza ladeada y ojos que lo acribillaban sin piedad. — No están en condiciones de exigir absolutamente nada.
Taehyung los miraba sin inmutarse, sentado despreocupadamente, siendo observado por Jungkook, quien analizaba detenidamente la situación y a cada uno de los oficiales, principalmente a quien también era abogado.
— Entonces... ¿Los delincuentes tienen que renunciar a todos sus derechos? — Suspiró y se rió, desplazando sus ojos desde donde se encontraban los rastreadores hasta quien no dejaba de responderle y mirarlo fieramente. — Esto es como para volverse loco pero de acuerdo, de todas forma da lo mismo la que ya tengo puesta que cualquier otra. Acabemos con esto de una jodida vez.
— Nosotros también tenemos derechos. Condenen al crimen, no a la persona. Tampoco pienso ser carne de cañón allá fuera si realmente debo trabajar con ustedes. Saben perfectamente que los soplones, no tienen muy buen final y a todos nos conviene que esto se resuelva. Por lo tanto, yo no usaré eso. — Espetó de forma calmada Jungkook.
Jimin cerró molesto la maleta y se retiró resoplando. Eso sería más difícil de lo pensado. Taehyung finalmente se inmutó cuando escuchó hablar al asesino de su hermana, levantándose sonriente.
— Pero fue la persona quien cometió el crimen. ¿Cómo se puede no odiar a la misma?
Sacudió la ropa del Liquidador y lo miró sonriente, ignorando que este pareciera no tener expresión alguna y que lo mirara con cierto desagrado escondido por haberlo tocado. Ambos sabían que era una provocación aunque no fuese explícita.
— Jeon Jungkook, cometiste más de un crimen pero el principal, asesinato. — Palmeó su hombro. — Por eso, la gente te detesta. Incluso al igual que Kim Namjoon, ambos pertenecieron a bandas en el pasado, pandillas que se dedicaban al asalto, secuestro, detención ilegal, tráfico de droga y armamentos, así sucesivamente. Es por ello que las personas los condena.
Si por él fuera, ya le hubiera dado paredón a ellos dos, principalmente a a Jungkook. Debía temporalmente controlarse pero definitivamente, no iba a dejar que ese hombre tuviera una vida, ni siquiera en una prisión. No se iba llenar las manos de sangres pero existían más de una forma de hacerlo experimentar el infierno en la tierra.
Ahora tenía que trabajar con tres agendas... La del gobierno coreano, el de las agencias de inteligencia quienes lo habían acorralado horas antes y, la suya propia. Tenía que mantener la cabeza fría, ir a pasos lentos pero aplastantes.
— Pueden demandar por sus derechos humanos básicos una vez que sean liberados. En este momento, si les doy fideos gordos, finos o echados a perder, solamente deben ser agradecidos y comerlos, eso si no quieren morir de hambre.
— Este hombre no para de hablar, — interrumpió Namjoon mirándolo serio, con unas ganas enormes de hacerle tragar sus palabras. — Me está poniendo nervioso.
Taehyung escupió en el suelo, a pocos milímetros de sus zapatos, logrando que el pirómano perdiera la paciencia al verlo sonreír; agarrándolo por el cuello de su ropa mientras caminaba hacia adelante, haciéndolo moverse.
— Oficial, ¿quién se cree que es? — Escupió déspota el mayor.
— Estoy a cargo de tu destino. Probablemente deberías hablar más calmado y con mayor educación. Esa libertad condicional que tienes gracias a mí, podría ser revocada en cualquier momento. — Dio suaves manotazos en sus manos para que lo soltara.
¿Gracias a él? Tanto él como su compañero de desgracia lo miraron atónitos. Era claro, al menos para Jungkook que todo eso era algo que llevaban planeando y caminando desde hacía mucho y no era tan repentino como parecía.
— Si actúas de esta forma será un problema para todos. — Sonrió más fríamente golpeando su mano.
— ¿Quieres morir? No permito que nadie me hable así.
Ya había sido suficiente para Taehyung, no quería ni iba a seguir aguantando estupideces, ni escuchando tanta palabrería, ni permitirle a ese criminal que se creyera con poder o que él le temía. Le importaba tres kilogramos de mierda si se moría ese mismo día, la muerte y él, eran amigos después de todo.
— Kim... Namjoon... — Murmuró entre dientes subiendo el volumen a medida que pronunciaba cada letra. — Bastardo, hijo de puta... No me ladres si no vas a morder. ¿Has olvidado el dicho? Pedro que ladra, no muerde. Es posible que mueras primero a causa de mi mordida, una vez que agarro, no suelto.
Su mirada, estaba llena de odio, resentimiento, sed de algo que no lograba descifrar, Namjoon estaba claro que aquel hombre no era un simple policía, ni estaba sólo por una buena causa para al nación. Jungkook, que los miraba desde afuera, notó también que ese hombre tenía tantas o más capas que una cebolla. Llevaba una agenda oculta bajo su brazo.
— ¿Quiénes son ustedes? — Preguntó Namjoon molesto, enfrentando la mirada con la misma fiereza.
Jungkook tomó su brazo sin decir una palabra, mismo si fuera claro que aquel gesto significaba que al menos por ahora, era mejor detenerse.
El ambiente estaba mucho más que tenso, Jimin, quien era el más distante, no se atrevió hablar desde que regresó de guardar las tobilleras y por alguna razón se percató de que a ninguno de esos tres hombre le importaba morir. Estaban dispuestos a matar del mismo modo que estaban dispuestos a dejar de respirar para siempre. Todos, excepto él...
— A ustedes no les importa quienes solo nosotros, sino lo que nosotros tenemos para ofrecerles. — Habló el rubio tras pasar por el lado de Jungkook y sentarse nuevamente. — Ya les dijimos lo que había, ahora, ustedes deciden si lo toman o lo dejan. A partir de ahora tienen... — Comprobó su reloj de mano — Cinco minutos, para darnos una respuesta.
Ambos compañeros se miraron intrigados pero tenían muy claro cual sería la respuesta. No tenían muchas alternativas y eso era claro. Una vez más el rubio chequeó su reloj y con una sonrisa cínica se levantó.
— Y bien... ¿Ya decidieron cuál será la respuesta que darán? — Caminó lentamente por el polvoriento pasillo hasta situarse frente a ellos. — Si desean participar, solamente tienen que sentarse para escuchar lo que vamos hacer, si desean irse, pueden permanecer de pie, en pocos minutos podremos regresarlos a donde estaban. Sin resentimientos.
El silencio se apropió del ya no tan abandonado lugar. Taehyung miró a los dos convictos manteniendo su mirada fija en el asesino de su hermana la mayor parte del tiempo, mirada que fue sostenida recíprocamente. Jungkook con un rostro neutro tomó asiento sin dejar de observarlo. Su compañero no esperó que este se sentara tan rápido pero no dijo nada, se limitó a echarle un vistazo para luego rodar sus ojos y sentarse también.
— Excelente. — Sonrió el rubio mientras controlaba su móvil que acababa de vibrar para luego guardarlo en su bolsillo.
Fueron hasta un pequeño y apartado puesto de comida, donde se sentaron a comer y de paso a tomarse unos tragos. Estaba claro que Jimin no estaba de acuerdo, quería trancarlos rápidamente pero debía seguir la estrategia de Taehyung.
— Esta noche se alimentarán y descansarán, mañana a primera hora nos pondremos en marcha con nuestras misiones. No será fácil pero ahora somos un equipo. No espero que tengamos un buen trabajo de equipo, aquí sabemos que nadie cuidará a nadie, realmente no me importa si les meten un tiro en sus cabeza. — Jungkook lo miraba fijamente, descifrando a través de sus palabras eso que él no decía en voz alta. — Solamente espero una cosa de ustedes, que atrapen a los chicos malos cumplan las misiones que se les darán. Que vayan y muerdan como pitbull, como las bestias que son y me traigan buenos resultados.
Jimin intentó hablar, no le gustaba la forma en la que su compañero se estaba expresando pero terminó optando por permanecer en silencio. Confiaría en él pero mantendría con la correa corta a esos delincuentes y a la menor provocación o desvío de sus partes, mandaría sus traseros de vuelta a la prisión.
— ¿Saben por qué los psicópatas como ustedes — rió negando con su cabeza — corrijo, como nosotros, somos de temer? Porque cuando nosotros mordemos, nuestros objetivos mueren.
Namjoon escuchaba con atención mientras masticaba y bebía, su compañero solamente miraba y oía todo sin moverse. El oficial Park los miraba a cada uno de soslayo mientras se ayudaba del Soju para soportar aquello. Todos estaban a su propia forma, aclimatándose a la situación, preparándose para todo lo que se les venía encima.
— Vamos a beber, hoy beberemos. A partir de mañana vamos a encontrar al bastardo que anda asesinando mujeres inocentes — cruzó su mirada con la de aquel Liquidador que seguía mirándolo — Es nuestro primer objetivo. Esa será nuestra primera misión, tómenlo como un calentamiento. ¿Entendieron?
Levantó su mano con el vaso lleno de alcohol, incentivando a un brindis, fue secundado por Jimin y después por Namjoon, siendo Jungkook el último en tomar su bebida y brindar.
— Otra cosa más que casi había olvidado... — Los seis ojos y oídos de la mesa le prestaron total atención. — Llevaremos otra misión conjunta y para ello, debemos formar parte de Los Cocodrilos.
El liquidador alzó su vista oscurecida, totalmente sorprendido por aquello, pues no se esperó que lo llevaran hasta donde él estaba planeando ir en primer lugar.
— Nosotros estaremos infiltrados en esa organización, con ayuda de ustedes claro está. Yo estaré con Jeon, antiguo líder si no me equivoco... Necesitamos esta a la cabeza para trabajar y poder tener libertad de movimientos sin tener que seguir órdenes. Jungkook tendrá que volver a liderar, yo lo ayudaré a conseguirlo si es necesario.
El mencionado mostró una sonrisa ladeada y negó.
— ¿Crees que es así de fácil infiltrarse en la organización? Los estás subestimando... Para empezar, que yo lidere es fácil. Lo difícil es que ellos, sabiendo que yo estoy cumpliendo una cadena perpetua, me vean llegar libremente, fingiendo haber salido en libertad sin más, y se crean todo ese cuento. No me dejarán siquiera acercarme. Lo primero que pensarán es que estoy coludido con las autoridades o el gobierno. Puede que no pasemos del primer anillo de seguridad.
— Esa parte ya está siendo cuidada por mí. — Acentuó Taehyung sin inmutarse.
— Lo segundo... Aunque a mí me acepten, no los dejarán ir conmigo así sin más, Namjoon podría pasar, es conocido en el medio pero, ustedes dos no, lo primero que harán será investigarlo, estén conmigo o no. No hay forma de que el abogado pueda estar pegado a mí todo el tiempo sin levantar sospechas. Todos me conocen y saben que yo no me apego a nadie, puedo colaborar con alguien, pero soy más del "Llanero Solitario" que de "Voltus V".
— Eso también está arreglado. Hay una forma en la que yo podré estar a tu lado siguiendo las reglas de Los Cocodrilos...
— ¿Cuál sería esa forma? — Preguntó el otro invicto esta vez.
— Sencillo, yo seré el hombre del líder. — Namjoon frunció el ceño sin entender bien la expresión, mientras que Jungkook deseaba que no se tratara de lo que él estaba imaginando. — Para ellos, yo seré la pareja del Liquidador, no su puta, su pareja... Mismo si ellos me investigasen, no encontrarían nada pero esa es la forma más efectiva y segura de yo poder permanecer sin levantar sospechas al lado del ex y futuro líder.
🔪🔪🔪
Hello there my Liquidators 😈
Un capítulo más para todos ustedes, espero que sea de su agrado y nos vemos en el próximo.
PD: Disculpen los errores que puedan encontrar, no he revisado el capítulo, lo terminé de escribir en Pages y lo pasé para Wattpad son controlar. El tiempo es un poco escaso para mí en estos momentos. 🤷🏾♀️
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