Capítulo 51
— ¿Qué tenemos? — Preguntó Taehyung mientras abrazaba y besaba a Jungkook por última vez antes de ponerse en pie. — No estoy seguro si esto es una celda o una suite. Sí que tienes privilegios, convicto. Definitivamente escogí al mejor hombre. — Bromeó observándose al espejo.
— Tenemos al antiguo director de la NIS junto a otro agente que resulta ser sobrino del presidente de este país actualmente. Lo que significa, ellos están más custodiados de lo que aparentan a simple vista y también, saben más de lo que ellos mismo quisieran. Saben de nosotros y todo lo que nos trajo aquí. Sin embargo, no estoy muy seguro de que ellos sepan que el famoso agente Kim eres tú.
— Huele a que haré uso de mis poderes marchitados para acercarme.
— No. — Sentenció el pelinegro nalgueándolo con tanta fuerza que lo hizo brincar en su sitio, riendo al ver su reflejo por el espejo. Lo volteó con fuerza para sostener su mandíbula y besarlo. — Te dije una vez que ni siquiera en una cuestión de vida o muerte te dejaré acostarte con alguien más.
— Entonces eso significa que usaremos la fuerza.
— Es la única manera que tenemos para obtener la información que necesitamos. Precisamos de tres cosas, nombres, fechas y nosotros dos juntos. Nada más. — Comentó dándole un beso corto en sus labios para terminar de ponerse la camiseta blanca. — Tenemos aún algunas horas, antes del anochecer, esa es la hora en que actuaremos. Es el mejor momento para no crear conmoción y aunque de día sería genial porque la mayoría de las personas están entretenidas y los sonidos se reducen debido a todas las actividades, no queremos tener que agotarnos peleando contra lo que hasta ahora es un número desconocido de protectores.
— Esas tres cosas prácticamente las tenemos. — Respondió con una sonrisa comprobando las armas bajo su uniforme entregadas por Jungkook. — Sinceramente no estoy preocupado por el tipo de protección que tengan, podemos quebrarla sin agotarnos con los medios idóneos para eso. No estamos solos, tienes a la guardia de este lugar bajo tu mando, incluso al director quien por casualidad también trabajaba para la NIS pero siempre hemos sabido que juega por su cuenta. Contamos con armas y como bien lo dijiste, nosotros.
En silencio, Jungkook relamió sus labios para observarlo y sin una sola palabra, Taehyung pudo adivinar sus pensamientos. No le gustaban, esos pensamientos que su miraba denunciaba no le gustaban en lo absoluto.
Ellos tenían una única forma de comunicación imposible de explicar o replicar. Sin mirarse, hablarse, tocarse o siquiera escucharse, ellos podían descifrar aquello que el contrario planeaba. Ladeó su cabeza negando mientras el rostro del menor le indicaba que lo escuchara primera en una súplica silenciosa.
— Convicto, no lo intentes.
— Escúchame, estaremos juntos. ¿De acuerdo? Solo... Solo que sin pelear, tú no vas a luchar y tampoco te llenarás las manos de sangre. Eso es algo que haré yo, estoy relativamente acostumbrado y aunque suene enfermo decirlo, me he pasado mi vida matando personas. Ninguna inocente, pero he matado al fin y al cabo. Yo no quiero que pases por eso a no ser que sea extremadamente necesario. Tú interrogas si deseas pero de lo demás me encargo yo.
— A veces creo que eres medio imbécil, convicto. — Bufó frotando su rostro para ir hacia el otro lado de la celda y regresar con grandes pasos hacia él mostrando su molestia. — Sé que quieres protegerme de la misma forma en que yo quiero protegerte a ti pero debes dejar de pensar en mí como alguien inofensivo e indefenso.
— Sé que puedes llegar a ser tan letal como yo, no te estoy subestimando pero comprende que no quiero volver a sentir lo que experimenté en Busan. Si te lega a ocurrir algo, Taehyung yo...
— ¿Y yo si puedo experimentarlo? ¿Cómo puedes ser tan egoísta en ese sentido? ¿Acaso no piensas que yo sería capaz de ponerme una bala en mi propia cabeza si te sucediera algo? Bueno, tal vez no me mate a mí físicamente pero mi mente, mi alrededor... Kook, yo me perderé sin ti. Yo no me hayo viviendo en un mundo donde no estés tú porque te has convertido en mi vida.
— Tae...
— ¡Cállate y escucha, convicto! — Exclamó casi molesto, desesperado. — Yo voy a interroga, si tengo que matar también lo haré. Sabemos que no se pueden dejar cabos sueltos como lo somos nosotros en carne y hueso. Una sola palabra y todos nuestros esfuerzos se irán por el excusado lo que significa que no podemos dejar testigos. Tenemos que hacer las cosas al estilo del Liquidador, sin huellas, sin rastros, rápido y limpio. Si tenemos que eliminar media cárcel así lo haremos pero escúchame algo que te diré por última vez. ¡Juntos! — Musitó firme sosteniéndolo por la mandíbula como minutos atrás lo había hecho el pelinegro. — ¿Me entiendes o te lo digo en otro idioma? Together, zusammen, insieme, ensemble, issho... ¿Entendido?
— Solo si me prometes que no te dejarás derrumbar, que no te lastimarán...
— Puedo prometerte que si lo hacen, no me dejaré vencer, que cuidaré tu espalda como tú cuidas la mía y que bajo ninguna circunstancia, me rendiré. Esa no es una opción, es una palabra sin uso en mi vocabulario. — Susurró contra sus labios. — Simplemente no vuelvas a alejarme. No lo hagas porque juro que seré yo quien te pondrá una bala en la cabeza.
— Oh, eso lo sé, no tienes que jurármelo porque te creo. — Sonrió abrazando su cintura. — Maldición, no sabes lo orgulloso que estoy de que seas mío, mi hombre. No tienes idea de lo mucho que te amo, agente.
Sonriendo casi inocentemente aprisionando su lengua entre su labio inferior y sus dientes para mirarlo coqueto y con picardía. Acariciando sus rostro, perdiéndose en su mirada mientras Jungkook lo orillaba a un lánguido beso presionando con posesividad su trasero.
— Lo sé... — Musitó separándose lentamente entre sus labios unidos por hilos de saliva, chasqueando cada vez que tenían un pequeño y rápido encuentro. — Tengo una excelente idea de cuánto lo haces porque te amo de la misma manera, convicto. — Agregó apretando ahora también su trasero con tanta fuerza que lo hizo reír frunciendo el ceño. — Ahora, vamos a divertirnos un poquito en este lugar.
Kim Taehyung caminaba con las manos en los bolsillos de su overol detrás del Liquidador hacia el comedor para tener su almuerzo. Habían muchas vistas sobre ellos y lejos de molestarse como otras veces sucedía, al castaño le gustaba. Todos podían ver, admirar, sufrir y desear pero ninguno podía tocarlos. Eso generaba un delicioso sabor en su boca que no sabría describir pero le encantaba.
Sin embargo, entre todas esas miradas, hubo una que hizo al agente detenerse en seco. Es como si un detector funcionara en su interior, fijándose en alguien que a él, como otros hacían, no lo miraba con buena cara pero era casi repulsivo ver la forma tan descarada en la que buscaba aproximarse, mirando con ojos brillantes a su convicto.
Oh, podían matarlo si se equivocaba pero había detectado el hoyo que se le ofreció a Jungkook como regalo de bienvenida. El sujeto pasó de su lado hacia la mesa en donde el pelinegro ya aguardaba, ignorándolo como si no fuera nada más que el juguete con el que el Liquidador se divirtió la noche anterior. Y oh... Ese choco no sabía el camino que estaba escogiendo recorrer sin saber que era un camino que él gobernada y en el cual no permitía intrusos.
El chico no se atrevió a sentarse en la mesa sin el permiso del pelinegro pero sí permaneció parado esperando esa autorización para sentarse.
— L-Liquidador... — Musitó bajo.
— ¿Qué sucede tesoro? ¿Te perdiste? — Preguntó Taehyung avanzando nuevamente, tomando asiento justo al frente de su pareja, mismo que se limitó a mirarlo con una sonrisa ladeada. — ¿No has recibido el memo? Creo que la mensajería carcelaria está fallando pero bueno, te lo daré yo. Si antes era difícil acercarse al Liquidador ahora, es simplemente imposible. No lo intentes, sé que gusta luchar por lo que se quiere pero toma mi consejo, no lo intentes. Ojos fuera de mi hombre si quieres mantenerlos en ese bonito rostro.
— ¿Sabes que las personas son libres de mirar lo que deseen cierto? — Rebatió el chico con cierta ironía y Taehyung solamente rió señalándolo, alternando su mirada entre el pelinegro y él. — ¿Qué es tan gracioso?
— Claro que las personas son libres de mirar lo que deseen, incluso mirar al hombre que jamás podrán tener pero eso no significa que si dan un paso en falso no se vayan a encontrar con un Desquiciado que les haga frente. El problema es que mientras más se mira algo más se desea, uno hace cosas inimaginables cegados por el deseo de obtener aquello que queremos por eso yo buscaba protegerte pero si quieres hacer el intento... Adelante.
Por alguna razón, el sujeto no quiso siquiera volver a mirar al Liquidador y tampoco a su evidente compañero, solo dio un paso atrás y se dio la vuelta para alejarse. Taehyung sonreía divertido y el pelinegro rodaba sus ojos conteniendo una sonrisa que lo le iba a mostrar.
— Eso es pasarse de posesivo frente a un pobre chico.
— Es divertido ver sus caras cuando creen que tienes a un novio loco capaz de arrancarles la piel a tiritas por solo mirarte. Yo sé que al final eres mío y no como propiedad sino porque nos pertenecemos en cuerpo y alma. Sin embargo, a veces me gusta puntualizarlo para lo atrevidos. No deberías regañarme, solo darme mucho cariño y hacerme el amor bien rico siempre que podamos. — Le guiñó un ojo lanzándole un beso y Jungkook terminó carcajeándose.
Los reos encargados de la cocina llevaron su almuerzo y ellos lo disfrutaron como si estuvieran de camping y no en el medio de una prisión de máxima seguridad con una comida que incluso los caninos rechazarían. No importaba nada más que ellos compartiendo solo tiempo junto sino parte de su pasado. Taehyung podía experimentar esa otra parte que fue la vida del hombre que él amaba aunque un día en su compañía no igualaban casi ocho años de soledad y autodestrucción a la que el convicto estuvo sometido.
— A tus diez, hay movimiento. — Mencionó el agente haciendo la contabilidad. — Creo que son seis por protectores por cada uno.
— Son ocho, cuatro más moviéndose a tus seis. — Rectificó. — Ocho para cada uno de nosotros, no hay necesidad de armas de fuego. — Se puso en pie dándole una mirada para que lo siguiera. — Vamos a dar un paseo por el patio durante treinta minutos, luego vamos a la celda a dormir por otra media hora. Necesitaremos fuerza para la noche y todo lo que eso desencadenará, debemos salir de aquí antes de medianoche. — Murmuró a su oído aprovechando que tenían la cercanía de su brazo rodeándolo pos su hombro.
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— ¿Por qué estás tan preocupado? — Murmuraba Moonbyul viendo a su esposo caminar de un lado a otro. — Tu hermano está bien, siempre logra estarlo. Es un buen agente, así como tú eres un gran detective, mi amor.
— No lo sé, simplemente tengo un mal presentimiento desde ayer en la noche que no me deja dormir. E-Es como... — Seokjin calló observando a su mujer acercarse a él.
— ¿Como qué?
— He tenido esta sensación cuatro veces en mi vida. Cuando murió mi madre, el día que Taehyung mató al hombre que ayudó a procrearnos, cuando Yoori fue asesinada y el día en que perdimos a nuestro hijo mayor. Esa extraña opresión en el pecho que no me deja respirar junto con continuas imágenes de mi familia... No lo sé.
— No pienses en eso, creo que solo estás estresado porque apenas hace dos días creíste que matarían a tu hermano pero ya sabemos que es como un gato con muchas vidas. Yo estoy tu lado, tu hijo está seguro con mis padres en estos días y tu hermano... Bueno, dijiste que no sabías donde estaba, ¿cierto?
— No lo sé. Desde que se comunicó para dejarme saber que estaba bien y que el Liquidador había sido apresado nuevamente no sé nada de él.
— ¿No tienes forma de averiguar? — Volvió a preguntar Moonbyul entregándole una taza de té recién hecha. — Solo para que estés más seguro. Intenta llamarlo.
— Sabes que no puedo, si está en alguna misión no podré contactarlo e igual podría ponerlo en peligro. Tengo que esperar a saber de él como siempre lo he hecho pero... No lo sé, estoy realmente preocupado por él. — Suspiró vencido absorbiendo su té mientras su compañera lo abrazaba. Solo pedía que su hermanito, sin importar en dónde estuviera, se encontrara a salvo. No sabía si podría soportar la pérdida de un familiar más.
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— ¿Estás listo? — Preguntó con un deje de nerviosismo en su voz que no pasó desapercibido para Taehyung. — Darán el toque de queda y la hora de sueño en veinte minutos. Ese grupo tiene el privilegio de permanecer ayudando con las labores durante una hora más. Ese es el tiempo que tenemos para sacarles la información y eliminarlos. De ser posible, también limpiar cada rastro que pueda implicarnos. Tratemos de actuar lo más limpio posible así que no habrá mucho que recoger después.
— Copiado.
— Si todo sale bien y logramos llegar al patio trasero con ayuda de algunos hilos que movió mi padre, estarán Namjoon y Jimin esperando para sacarnos de aquí. — Repasó nuevamente Jungkook su plan observando a Taehyung ponerse todos los juguetes arriba.
— Eso será pan comido siempre y cuando seamos Liquidador y Desquiciado. Centrados, despiadados, letales y casi invencibles, esos son los hombres que debemos ser hoy. Somos pareja pero también compañero de batalla así que necesito que tengamos eso en claro. — Se escuchó el cierre de su arnés y Jungkook asintió tras esto. — ¿Quién contra nosotros?
— Nadie. — Respondió seguro. Sus miradas se cruzaron, ambos ahora tenían preocupaciones a diferencia del pasado pero esas mismas eran las que le daban la fuerza necesaria.
Se acercaron para susurrarse en un relajante beso cómo se sentían respecto al otro. Algunos te amo, algunas tácitas promesas y el timbre anunciaba que era hora de que todos los reos regresaran a sus celdas. Junkook golpeó su pecho y traqueó su cuello mientras que el castaño dio dos pequeños brincos sacudiendo sus manos.
Las luces se apagaron, las celdas se cerraron, todas menos la de ellos que solo simuló estar cerrada. Entre los guardias que constataban que todos durmieran pasó uno que les entregó una tarjeta maestra del centro y desapareció como si nada para terminar su ronda.
Quien conocía aquella prisión como la palma de su mano fue el primero en salir y guiar el camino hasta el cuarto de la lavandería que aún funcionaba Sus pasos fueron ávidos pero silenciosos, certeros. Como ya sabían que sucedería, se toparon con dos de los reos que protegían a los antiguos agentes y con un simple movimiento de cuello, ambos quedaron fuera de juego.
Evidentemente no los dejaron caer al suelo de golpe para que no hicieran mucho ruido. Una vez acomodados, cada uno se separó. El Liquidador se desvió por otro camino a través de las despensas que tuvo que abrir con la llave maestra en su poder mientras que el castaño continuó por el mismo pasillo derribando a dos vigilantes más con rápidas cuchilladas, ayudándose de su pierna para sostener a uno y sus manos para el acomodar al otro en el suelo.
Por su parte, Jungkook derribó a dos más y cuando se volvieron a encontrar, otro par pereció. Ya llevaban la mitad de los hombres eliminado de manera fácil. Sin embargo, aquellos que aguardaban en el interior eran un poco más adiestrados.
Con tácticas señas militares el agente le indicó cómo procederían a la entrada a lo que Jungkook asintió pero no sin antes llevar sus dedos índice y medio de la mano derecha a sus ojos para avisarle que estuviera al pendiente. Tras un último asentimiento por parte de su pareja, ambos llevaron las manos a sus arneses para sacar algunas cuchillas de lejos alcance que lanzaron simultáneamente a vario de los hombres. Cuatro más caídos, solo quedaban la misma cantidad en pie sin contar a los agentes que necesitaban interrogar.
Dos por cada uno, era una repartición justa que los beneficiaba a ellos pero no a sus contrincantes y bastaron menos de cinco minutos para tenerlos reducidos a nada. Los agentes también estaban entrenados, uno quizás por su edad y peso se había vuelto un poco más lento, el otro, no tanto pero aún así no fueron adversarios difíciles.
— Esa es una buena entrada, Jungkook. — Jadeó el antiguo director de la NIS forcejeando bajo su agarre, recibiendo un fuerte golpe por parte del nombrado.
— Shhhh... ¿Por qué dices mi nombre? Saben que nadie... Dice mi nombre. No son dignos de ello y me de asco saberme en boca de ustedes, escucharlos llamarme por el nombre que mi madre me dio. ¿Cómo carajos se atreven? — Preguntó quebrando el brazo sostenido, ignorando el grito dado porque si algo bueno tenía el cuarto de lavado es que esas gruesas paredes contenían el ruido. — Eso estuvo mal, muy mal, ex director.
— ¿Qué es lo que quieren? — Cuestionó el sobrino del actual presidente. — Debimos imaginar que algo raro estaba ocurriendo cuando fingiste enredarte con un recluso.
— Oh no, él no fingió absolutamente nada pero los que hacemos las pregunta aquí somos nosotros. — Espetó Taehyung clavándole un cuchillo en su muslo una vez que lo sentó. — Ay, ¿por qué el grito? Mis oídos, imbécil.
— ¿E-Eres Kim Taehyung? — Preguntó el antiguo director aún sabiendo con la respuesta dada anteriormente que, si había realmente alguien en una relación con el Liquidador ese era Kim Taehyung. — Oh, ahora comprendo.
Si bien él estaba a cargo de la organización para la época en que los padres de Jungkook formaron parte de sus filas al igual que Kim Yoori, no tenía ningún tipo de información actualizada que fuera más allá de lo que deseaban que él supiera. Claro estaba, también muchas que descubrió por su cuenta porque una vez agente y espía, es muy difícil salir del todo. Sin embargo, físicamente, no sabía cómo lucía el famoso Kim Taehyung aunque estuviera al tanto de la mayoría de las cosas que andaban sucediendo.
— Sin embargo, no sé cómo es que estás aquí sin que nosotros los supiéramos. — Taehyung entrecerró sus ojos, ignorando los quejidos del herido que trataba de mantenerse estable. — Creo que es un error lo que están haciendo, ¿sabes cuántos años tiene este lío en el que están metidos?
— No pero, creo que tonos lo dirás. ¿No es así? — Inquirió el pelinegro levantando su cabeza para que lo mirara. — Ya sé que deben estar analizando sus opciones, creyendo que no tiene sentido hablar porque de todas forma los vamos a matar y tienen razón. Aún así, les estamos dando la oportunidad de una muere rápida o una tan dolorosa por parte del Desquiciado especializado en obtener información sin importar el costo que ustedes mismos crearon.
— Bien lo has dicho, lo creamos. ¿Han venido a darle clase a sus superiores? Ustedes están muertos desde el día en que nacieron prácticamente, en especial tú, Jeon Jungkook. Fuiste hijo de dos de los mejores agentes, debo admitir. Mas eso trae consecuencias, ser tan bueno en algo puede volverse contraproducente. — Se rió negando con su cabeza lleno de cinismo. — Nada de lo que me hagan me hará hablar, todos sus trucos ya yo los conozco.
— ¿Estás seguro? Quizás estés desactualizado pero yo creé nuevas técnicas de interrogación y tortura que nadie más podría igualar. Dolorosas y muy, muy eficiente.
Interfiriendo, el castaño retiró el cuchillo encajado en el muslo del sobrino del presidente. Quizás él estaba más dispuesto hablar, se le notaba en su mirada que aún siendo agente era un completo cobarde pero... Ese hombre que lo miraba lleno de autosuficiencia no solamente sabía cosas que necesitaba saber, sino que simplemente le caía mal.
Detrás de ello comenzaban a juntarse algunos guardias bajo las órdenes de Jungkook con galones de desintegración humana. Químicos que podían reducir incluso los huesos humanos en minuto sin dejar rastro.
— Podrán torturarme pero lo que necesitas es información y esa es una regla básica, la información es lo más valioso.
— Cierto, los agentes de su época solían apegarse mucho a ciertos códigos pero creo que una vez más está desactualizado. Los jóvenes hoy e día estamos tan echados a perder que a veces no respetamos ni a nuestros padres, imagínese qué quedará para el resto. — Musitó haciendo espacio para alejar a Jungkook y tomar él las riendas de su interrogatorio.
— Les están siguiendo la pista. Sé que se han divertido mucho por ahí, he escuchado de sus grandes hazañas. El liquidador, El Desquiciado... Todas unas leyendas urbanas. — Sonrió. — Es emocionante cuando uno se convierte en criminal, ¿no es así? Muchos lo somos.
Colocándose un guante protector, Taehyung cogió un poco del líquido en el que disolvían los cuerpos, mirando de soslayo la hora en el reloj. No tenían mucho tiempo, tenían que salir de ahí ya. Tomando la mano ya dislocada, vertió solo unas gotas en el dorso de esta, escuchó aquel sonido que simulaba una pastilla efervescente mezclado con un bistec embarrado de aceite friéndose al carbón.
—- Haré esta pregunta solo tres veces aunque espero que a la segunda como máximo respondas. Ahorrémonos tiempo, ¿quieres? Tú necesitas descansar en paz y yo salir de aquí, vamos a colaborar. — Se acercó tirando de su canoso cabello hacia atrás con fuerza, apuntando con aquellos químicos su ojo izquierdo. — ¿Quién es la persona a cargo de todo esto? Sabemos que no son los ministros, ni siquiera el presidente, es alguien que los tiene incluso a ellos bailando a su ritmo.
El sujeto permaneció en silencio y Taehyung sabía que desde el momento en que vertió las primeras gotas solamente tendría veinte minuto antes de que el químico comenzara a envenenar la sangre y muriera rápidamente. Utilizando nuevamente el gotero, tomó una muestra de la taza sostenida y dejó caer dos gotas sobre el ojo izquierdo. El castaño no iba a mentir, ver como lentamente se desintegraba el ojo e incluso un poco más era desagradable pero había visto cosas peores.
— ¿Quién es la persona a cargo de todo esto? — Repitió su pregunta por encima de los gritos del hombre, rellenando el gotero. Lo acercaba al otro ojo cuando escuchó un nombre que no esperaba, uno que no se imaginó jamás y que no se le hacía lógico.
— ¡Moonbyul! — Gritó desesperado —¡Moon Byulyi! La esposa de tu hermano, Kim Seokjin.
¡Hola por aquí!
¿Cómo han estado estado en estos 3 días desde la última actualización?
Yo estoy feliz y triste a la vez.
FELIZ porque hoy hace un año que publiqué el primer capítulo de esta historia y muy agradecida con todos aquellos que la han leído y han hecho que en su aniversario, estemos celebrando también sus 100k de lecturas. 🎉🎈🎊
Otro motivo por el que estoy feliz y a su vez triste es por estamos llegando al final fe esta historia. Nos quedan 2 capítulos más y habremos terminado con esta hermosa travesía. Dos capítulos y Liquidator estará llegando a su final. 😭
Espero no decepcionarlos... Hehehhee.
Besitos 😘
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