Capítulo 17

Así como llegó el momento en el que ambos perdieron la cordura, presos por la molestia transformada en pasión contenida dentro de esas cuatro paredes, llegó nuevamente esa frialdad que siempre los abrazaba. Se vistieron ignorando la presencia del otro, solo tuvieron que culminar el acto para que ambos cayeran en cuenta de lo que habían hecho. Fue necesario pero no dejaba de ser un tanto confuso para ambos por alguna razón.

Estaban casi terminándose de vestir cuando la puerta fue abierta con fuerza dejando ver a un Min Yoongi evidentemente molesto acompañado por dos de sus hombres. Su orbes recorrieron todo en lugar, a esos dos hombres que se apresuraban a vestirse luego de todo lo que había sido testigo. ¿Era posible que realmente fueran pareja? Cerró sus ojos para alejar esa imagen de la mente, era momento para los negocios, nada más importaba.

Chasqueó sus dedos y sus acompañantes se retiraron, caminó hasta el bar tomando una botella de Chambord Royale en sus manos para agitarla frente a Jungkook y sirvió dos vasos del mismo. Le dio uno a su amigo y se sentó a observar a la única persona que sobraba en la habitación con sus piernas cruzadas obligándose a mantener la compostura.

— Tu cara me dice que tienes problemas. ¿Qué ocurrió? — El pelinegro conocía a su amigo como la palma de su mano en ciertas cosas. No era difícil ver que algo no estaba yendo bien. — Desembucha.

— Tú. — Señaló a Taehyung. — ¡Fuera!

— Hyung.

— Puedes follártelo todas las veces que quieras, casarte, enviudarte y volverte a casar con este espécimen aquí presente pero ahora hablaremos de negocios y no confío en él. Esto es entre tú y yo. Así que rubio, no te lo volveré a repetir. Fuera. — Su tono era bajo pero gélido.

El aludido esbozó una sonrisa un tanto cínica al notar la molestia del líder de la organización. Seguía pensando de que él tenía sentimientos hacia el Liquidador y saberlo molesto por su causa le alegraba. Odiaba a los delincuentes como él y más cuando trataban de humillarlo. Nunca iba a delatarse frente a sus trabajo pero no por ello dejaba de desearle muchas cosas malas a esos sujetos que no tenían respeto por la vida de los demás.

— ¿Y bien? Ya estamos solos.

— Perdí un importante cargamento que debe estar dentro de cuarenta y ocho horas en Busan. No tenemos tiempo para ponernos a rastrear lo perdido por eso necesito que converses con nuestro proveedor. Mingyu está reacio a repetir la transacción en tan corto tiempo para no ponerse en evidencia o qué se yo su motivos exactos. El caso es que él es el único que nos puede surtir y eres el indicado para lograr que esa negociación sea fructífera. Podrías hablar con él esta noche y arreglarlo.

— Eso no será problema, me encargaré de ello a la brevedad. ¿Alguna otra petición? — Cuestionó poniéndose de pie mientras acomodaba su camisa.

— Encuentra a quien robó nuestro cargamento y mándalo a mejor vida. — Un sorbo de aquel licor recorrió su garganta eliminando la resequedad que sentía. — Sobre Kim... ¿Realmente vas en serio?

— Arreglaré lo del cargamento esta noche. El tiempo apremia así que me voy yendo. — Ignoró la última pregunta. — Te daré noticias una vez que haya logrado cerrar el acuerdo.

— ¿Te gusta tanto follartelo que ni siquiera puedes responderme mirándome a la cara? — Alzó su rostro para encontrarse con su mirada.

— No te gustará la respuesta, así que evita hacer la pregunta. — Palmeó su hombro y caminó hacia la salida. — Te llamo después, mantente sobrio.

Jungkook, escoltado por alguno de los hombres que estaban trabajando para él, fue hasta donde estaba Taehyung. Solo una seña bastó para que entendiera que había llegado el momento de irse, rodeó su cintura y abandonaron aquel edificio en silencio. Una vez que estuvieron a pocos pasos del vehículo el rubio quitó la mano que lo rodeaba con gran pesadez.

— ¿Qué quería Suga? — Lo interrogó a penas el convicto posó su retaguardia en el asiento.

— Se perdió un cargamento que yo debo recuperar. Esta noche no iré al apartamento, al menos no ahora contigo. No sé cuándo vaya a llegar. Me iré ahora en otro de los vehículos que aquí se encuentran no me podrás rastrear pero ambos sabemos que yo no me voy a escapar así que no entremos en la misma batalla campal y ahorrémonos las amenazas.

— Perfecto. Eso nos sirve para nuestros propios planes. Como te dije con anterioridad necesitamos ganarnos la confianza de la calle pero también de Suarez. El capo mexicano que está radicando aquí. Necesita ese cargamento de arma dentro de cuarenta y ocho horas. Yo tampoco iré al departamento, tengo otras obligaciones. Nos vemos pasado mañana en la ubicación que te daré. Ahora sí, ya puedes irte si lo deseas.

Sin más palabras el convicto descendió del automóvil y él arrancó a toda velocidad. Necesitaba quitarse ese mal sabor de boca que dejarse coger por ese hombre le había dado. Necesitaba eso y más, liberarse, sacar sus demonios. Tenía muchas obligaciones pendientes que finalizar.

El casi desolado estacionamiento donde se encontraba aparcado a la espera de una nueva misión que tendría que enfrentar lo hacían imaginarse miles de escenarios recordar otros tantos. Esa era su vida, de misión en misión, cumpliendo tareas y arriesgando su vida por convicciones suyas. El mundo siempre iba a ser un chiquero que él no se cansaría de intentar limpiar. No le veía un final aquello, en sus planes estaba morir haciendo su trabajo, librando al planeta de escorias humanas.

Unas luces intermitentes lo hicieron centrar su atención, seis veces parpadeó, siendo el último parpadeo el más duradero. Esa era su señal. Las luces de su automóvil imitaron las contrarias antes de apagarse totalmente junto al vehículo. ¿Ese hombre en serio era su jefe? Su caminar, su vestuario, parecía más el de un hippie, o gitano en medio de una celebración que el de un agente de la NIS. Negó con la cabeza y se trasladó a los asientos traseros con rapidez, esperando que la puerta se abriera.

— T-Tae, espera. Tenemos poco tiempo y una misión que tratar. Tae...

No hubo mucho tiempo para las palabras, el rubio necesitaba eliminar la esencia ajena que cubría su cuerpo, sacar su frustración y todo aquello que corría por su cabeza. Necesitaba hacer suyo a su jefe, necesitaba tener el control de sus acciones, del momento. Había odiado sentirse tan impotente, a merced de una bestia como aquella que dos horas antes había estado dentro de él.

El aire se volvió más denso, caliente, sus respiraciones llenaban el lugar, con gemidos controlados por parte del pelirrojo que no quería ponerse en evidencia. Fuera de allí, nada se escuchaba, el coche no se movía, como si ambos estuvieran en medio de una misión más donde no podían ser descubiertos.

Sudado y entre risas Hoseok se reincorporó en uno de los asientos mientras Taehyung anudaba el lugar aquello donde toda su esencia había quedado contenida. Se sentó correctamente como si nada hubiese sucedido, acomodándose su ropa.

— Tienes que darme la receta de lo que comiste para volverte tan intenso. Estuviste más brusco de lo normal.— fingió quejarse acercándose para estampar un beso en sus labios que fue correspondido, con intensidad y fuerza. — No me quejo, al contrario pero sí me gustaría saber qué te tiene tan tenso.

— A lo que vinimos Jung. — Aclaró con su tono que no iba hablar del tema. — Si lo disfrutaste entonces nada más importa. Ven aquí.

Volvió a besarlo, esta vez sin la sombra de aquel delincuente. Esa vez no estaba desquitando su rabia sino, que estaba besando a la única persona por la cual tenía algún gusto e interés. El pelirrojo pudo notar la diferencia entre ese beso y los otros, él más que nadie conocía a Taehyung pero no quiso profundizar en ello. Lo alejó y extendió los papeles que habían caído en el suelo minutos antes.

El rubio hojeó los documentos mirando cada detalle, enarcando las cejas al ver sus objetivos. ¿Dos actores?

— ¿Esto qué cosa es?

— Park Seojoon y Do Jihan estarán organizando una fiesta en la que tenemos que entrar. Tenemos que cubrir todo el evento y descubrir quiénes son los socios que están en este país. De seguro allí habrán varias mujeres y alto consumo de estupefacientes.

— De eso se encarga la policía, no nosotros. ¿Desde cuando la NIS se involucra en casos menores de droga y prostitución? Claro, si es que la hay.

— Termina de leer los documentos. — Espetó hojeando él mismo la carpeta que su subordinado sostenía en las manos. — Nos involucra por varias razones, una de las mujeres que irán a la fiesta es la hija menor del presidente de la república.

El rubio rodó sus ojos con pesadez, no le gustaban los tratos preferenciales a los políticos y lo que una chiquilla calenturienta hiciera por voluntad propia no le interesaba. Tenía mejores cosas que hacer que estar metido en ese tipo de fiesta.

— Sabes que en estos momento estoy llevando a cabo una misión por la que ustedes andan agitándome desde hace varias horas. Que ahora me vengas a decir que tengo que detener aquello para servirle de niñero a una hija de papi, así sea del mismísimo presidente, me molesta en demasía.

— No se trata solamente de cuidar de ella, creo que ni siquiera necesita protección. La cuestión está en que ella está liderando una organización junto con esos dos actores y hacen negocio directamente con el hijo de la gobernadora general. Es posible que ella también esté inmiscuida en sus asuntos y eso es algo que le interesa solucionar tanto a este gobierno como el estadounidense.

— ¿Para tapar la letra o tomar ventaja de la situación? Realmente dudo que vayan a erradicarlos con la información que quieren que consiga. — Suspiró molesto devolviéndole los papeles. — No soy un títere.

— Eres un agente, un soldado y los soldados reciben órdenes que tienen que cumplir sin rechistar. Esta es una operación que debes cumplir a cabalidad, sin fallas, sin equivocaciones. Si se te dice que tienes que lanzarte de un F-22 Raptor sin paracaídas eso tienes que hacer. Si tienes que comportarte como payaso para el goce de otro, lo harás. Esto no se trata de lo que quieres o no, no te confundas.

— ¿Cuál es mi misión?

No estaba en condiciones de litigar con su jefe en esos momentos, tampoco podía ponerse en negativa cuando ambas agencias lo solicitaban. Tenía que ser algo realmente importante o que les interesara si ambas le habían mandado esa orden. Ni siquiera dentro de la misma agencia se daba a conocer los nombres de los agentes por seguridad. Cada alto mando daba su orden a su agente directo y estos a los siguientes pero ninguno revelaba a quién se lo diría o quién llevaría a cabo la tarea. Era un sistema que solamente fallaba cuando alguien de los altos mandos o alguien que pudiera estar vigilándolos filtraba información, por ahí, como el dominó, una ficha derrumbaba a la otra.

— Cómo y con quiénes contarás para llevarlo a cabo no me interesa. Deben sacar la mayor información posible esa noche, tienes que llegar a los tres y descubrir quiénes son los otros socios. Tenemos información de que se reunirán todos los bandos allí y se necesita evidencia. La fiesta no es más que una cortina de humo, donde ellos hablarán y se reunirán seguro será más reservado y con alta seguridad. Debes infiltrarte hasta llegar ahí. Quiero resultados en setenta y dos horas.

— Entendido.

Jung Hoseok al finalizar la conversación sonrió y se acercó a él. Lo besó, hasta dejó pequeñas mordidas por todo su cuello pero una vez que llegó a su oreja simplemente volvió a reír dejando que su respiración lo acariciara.

— Tic Toc agente, tic toc.

Taehyung miró los papeles y chasqueó su lengua viendo como su jefe se alejaba lentamente hasta montarse en su automóvil y desaparecer. Descendió del auto con la carpeta que incluía toda la información una vez que la leyó y memorizó. De la cajuela sacó un pequeño cubo de aluminio y un frasco. Dejó caer los papeles, los roció con alcohol y sacando un mechero de su bolsillo, les prendió fuego.

Los vio consumirse lentamente y ya cuando solamente quedaba las llamas y todo lo demás se había reducido a cenizas, apagó todo con una botella de agua sacada también del maletero. Removió todo creando un agua negra por las cenizas y lo hecho por el desagüe que quedaba cerca de él. Regresó todo a su lugar, montó en su coche y se marchó de allí.

+++

Seokjin miraba indignado las noticias cuando sintió las teclas de de la puerta ser presionadas. Aún quedaba casi una hora para que su esposa regresara junto a su hijo, había acabado de hablar con ella y estaban regresando de casa de los padres de Taeyon. Se levantó lentamente tras alzar cuidadosamente el volumen del televisor y caminó hasta la cocina, abrió el aparador y sacó un arma al escuchar que la contraseña había sido puesta de forma equívoca dos veces.

Esperó a que finalmente entrara quien fuera que estuviese intentando ingresar a su residencia. El sonido de la puerta abriéndose lo hizo tensarse pero sin preámbulos una vez que el sujeto puso un pie en la puerta de la cocina se lanzó hacia él, lo golpeó y apuntó con el arma. En auto-reflejo el menor pateó su mano y se apropió del arma.

— ¿Cuántas veces te he dicho que si sacas una arma tienes que disparar? — Habló soltando una fuerte bocanada de aire que removió algunas mechas de su cabello.

— De haberlo hecho estarías muerto en estos momentos, además, ¿Quién enseñó a quién insolente? Tus primeras clases te las di yo, que no se te olvide. — Jin echó su cabello hacia atrás ignorando la presencia de su hermano, pasando por encima de las bolsas que habían caído en el suelo para regresar a su sillón. — ¿Qué haces aquí? Te pierdes tanto que en ocasiones ni siquiera sé si estás muerto o vivo.

— Sabes perfectamente que estoy ocupado. Tú mejor que nadie entiendes mi trabajo. — Rezongó molesto recogiendo las compras. — ¿Cómo has estado? Sabes por qué no te llamo seguido o te escribo, no me gusta ponerlos en peligro.

— Lo sé. — Escuetas palabras fueron las que se escucharon. — ¿Has avanzado con la investigación del oficial Jo?

— Está en marcha, tengo a dos personas trabajando en eso. No te preocupes. — Habló pausado, sacando las compras que hizo en la tienda de conveniencias en la que se detuvo camino ahí. — Como hace tiempo que no veo a mi sobrino le traje algunas cosas para consentirlo. También traje algo para nosotros y tu esposa.

Estaba animado de solo pensar que estaría un rato con su familia, moría por ver al diablillo de su sobrino. Se encontraba tan ensimismado en lo que hacía que no notó cuando su hermano mayor se le acercó serio hasta que este lo tomó por el hombro y lo volteó.

— ¿Dos personas trabajando en eso? ¿Que no me preocupe? ¿Te estás escuchando, Taehyung? No puedes decirme que no me preocupes mientras dejas a sabe Dios quién cuidando de un caso que deberías tratar directamente. No por Jo, sino porque eso también podría tener algo que ver con el asesinato de nuestra hermana hace casi ocho años. Podría ser el mismo hijo de puta que la mató quien esté detrás de todo eso y tú simplemente dices que alguien más está a cargo.

Su voz se había quebrado pero a la vez ensombrecido. Sus labios y manos temblaban mientras lágrimas caían de sus ojos acompañados de un ceño fruncido. Lo tiró de su camisa con rabia mirándolo fijamente a los ojos.

—¿Es más importante para ti todos tus cochinos casos, haciendo sabrá el diablo qué, que encontrar al asesino de tu hermana, idiota? ¿Soy yo el único que no ha vuelta a ser el mismo buscando día y noches pistas que me ayuden a dar con el responsable? ¿Soy el único que se preocupa por lo que queda de nuestra familia? — Olisqueó a su hermano y lo empujó con fuerza haciéndolo trastabillar. — Hueles a marihuana, bebida y a sexo. Traes el olor impregnado. ¿Dices que estás ocupado?

— Aunque no lo creas sí estaba ocupado y sí, me estaba encargando de buscar al responsable de la muerte de nuestra hermana. — El mayor chasqueó su lengua y rió con ironía. — Sé que no lo crees pero confía en mí.

— ¿Confiar en ti? Ya ni siquiera te conozco, jamás te veo, no sé que es de tu vida. De mi hermanito, del niño que vi convertirse en adolescente y luego en hombre, no queda nada.

— Ese niño murió cuando murió su madre, el adolescente murió cuando mientras tú trabajaba el hombre que se hacía llamar nuestro padre abusaba física y mentalmente de nuestra hermana, murió cuando mis manos se llenaron de sangre al quitarle la vida a ese desgraciado que hacía de ella lo que quería día sí y día también. Ese hombre murió el día que tuvo el cadáver se su hermanita en sus manos. Ese Taehyung que tú buscas hace demasiados años que desapareció y te aconsejo que no lo esperes porque no volverá.

El mayor soltó a su hermano en el momento que lo vio pese a su rabia, soltar una lágrima. Sabía que ambos cargaban con culpas, se despreció de no estar cuando su madre murió. Las imágenes de aquel día donde al salir de su guardia regresó a casa para encontrarse con una muchedumbre que la rodeaba. Las luces de una ambulancia y una patrulla alumbraban toda la calle mientras los chismosos cuchicheaban. Había suspirado por el agotamiento tan grande que tenía pero, al ver como sacaban a su hermanito como un delincuente esposado y lo empujaban contra la patrulla lo hizo reaccionar.

Corrió apretando a todos de su camino, usó su identificación para revelar que era un oficial de la policía y también familia de la víctima para que le permitieran acercarse a pedir información. Exigió que no lo trataran como un animal, notando la mirada gélida y oscura también algo asustada que su hermano tenía. No entendió lo que ocurría hasta que vio salir el cuerpo de su padre en una camilla sin vida y a su hermana llorar cubierta de sangre, moretones y su ropa rasgada.

Miró a su hermano asustado pensando que él había hecho todo eso, le preguntó por qué había matado a su padre, golpeándolo como un delincuente más hasta que su hermana se interpuso confesándole lo que por tantos años había callado. Confesándole que su propia padre la usó para sustituir a su madre en todos los sentidos, confesándole sus abusos y todo aquello que él ignoraba por apenas pasar tiempo en casa. Sus hermanos como sabían que él se sacrificaba trabajando para los cuatros, para mantener su casa no quisieron darle más carga y por ello vivió ajeno a todo, ignorando lo que pasaba bajo su techo, frente a sus narices.

Una gran culpa vivía en él hasta la actualidad, se sentía incapaz de defender o velar por nadie, no pudo hacerlo por su familia, tampoco por su amigo y compañero, no pudo librar a las víctimas que delincuentes iban dejando a su paso. Era un perdedor que no tenía derecho a exigir nada.

— Necesito las pruebas que sustenten mi teoría, lo que tengo no es admisible en una corte y por ello debo seguir buscando, pero tengo mis sospechas sobre quién es el asesino de nuestra hermana. Estoy seguro pero necesito evidencia, las pruebas que respalden mis acusaciones. — Le confesó el menor viendo el semblante abatido de su hermano.

— Te exijo que me digas de quién se trata.— Taehyung negó con su cabeza — ¡Taehyung! — Se acercó nuevamente a él para tomarlo por la camisa pero el ruido de la puerta los hicieron separarse de forma veloz.

Un pequeño que se parecía más al tío que a su propio padre, entró corriendo con una gran sonrisa lanzándose hacia el hombre que hacía días no veía. Alzó al niño en brazos, le dio muchas vueltas para luego lanzarlo hacia el techo y volver atraparlo.

— ¡Tío!

— Ya estás muy grande campeón, creo que ya no podemos seguir haciendo esto. — Sonrió agitando su cabello, devolviéndolo al suelo. — ¿Qué te están dando de comida? Creces por día.

— Eso es porque como todo lo que mami me da, me prometieron que si lo hacía sería tan grande, fuerte y guapo como tú. — Sus padres sonrieron pero la mujer notaba la tensión en el ambiente.

— Ven, vamos a darte un baño para cenar lo que tu tío trajo. Ya es tarde y no deberíamos estar comiendo pero para no hacerle el desaire, comeremos un poquito.

Los hermanos los vieron desaparecerse en una de las habitaciones y suspiraron aliviados. Se miraron y sonrieron.

— Ese niño ni siquiera me saludo.

— Estaba demasiado feliz de verme. Yo soy ahora el hombre más irresistible, ya perdiste ese puesto hermano.

— Ya quisieras. — Lo empujó y abrió dos cervezas.

— Te necesito. Necesito de mi guapo hermano para una misión.

— ¿Yo? — Taehyung asintió temiendo que este se negara. Jin pareció pensárselo por un momento pero viendo el rostro de su hermano pequeño, accedió. — De acuerdo. Dime que tengo que hacer.

+++

Este nuevo trailer me acordó de esta historia 😍
🧡🧡🧡
Hola a todos mis amores 😍😘
Aquí les dejo un nuevo capítulo pero, con la mala noticia de que posiblemente no actualice más hasta después del día 5 de septiembre.
Ya se me acabaron las vacaciones y el 5 tengo exámenes, no he estudiado nada entre el trabajo, los viajes y las historias. Es por eso que me voy a tomar los siguientes días para estudiar, ya luego con menos estrés regreso a ustedes. Entre el 6 y 7 quizás el mismo 5 les daré más capítulos.
Puede que vuela a actualizar pero bueno, les aviso. Hasta dentro de dos semanas no es seguro otra actualización. No los dejaré botados 🙈😘
Espero que me comprendan. Besitos.
🧡LORED🧡

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