lipstick
llevaba haciendo esto durante un tiempo. no quería que nadie se enterara. ¡evidentemente! kirishima se alejaría de él, diciendo que no era muy masculino, que más bien era realmente maricón.
maricón. odiaba esa palabra.
¿por qué tenía que existir?, se preguntó mirándose al reflejo del móvil. era una palabra fea. la había usado una vez en toda su vida. su hermana lo cogió de la mano y le frunció el ceño de sobremanera.
—¡denki, esa es una de las peores palabras en el mundo!— exclamó, el pequeño Denki (siete u ocho años, no lo recordaba bien) frunció el ceño.— insultar a alguien por como es es de las cosas más bajas del mundo— explicó y aunque en el momento él no lo entendió (demasiado niño para entender cómo alguien podía odiar, sí con todas las letras y en negrita, a otra persona sólo por ser cómo era) nunca más usó esa palabra.
a denki lo llamaron maricón durante mucho tiempo. ¡sólo había besado a una chica, por todos los dioses! ¿era tan raro? ¡hasta katy perry decía en esa canción suya que las chicas besaban bien!
era sólo que... no sé, quizás era sólo que no le habían atraído mucho más.
hasta... ella.
denki creía que se fijaba más en los chicos que en las chicas (eran masculinos y graciosos, le caían bien) pero yaoyorozu era un mundo aparte. risueña, cariñosa, sincera y amable. los ojos negros, el pelo azabache. era alta, más que él y realmente refinada.
¡por todos los dioses, comía con cubiertos!
tenía el pelo largo y suave y bien peinado. era realmente femenina, delicada y cálida. todo lo contrario a su mejor amiga pero quizás por eso se llevaban bien. jirou lo había visto mirarla, soñador, mientras les daba clases extraescolares. le había escuchado cuando él le había dicho sobre su pequeño "crush (luego se rió pero en su defensa diré que fue muy poquito). finalmente decidió ayudarlo.
apartó todos los pensamientos que había tenido en dos segundos y luego se miró al reflejo del móvil. en su última salida a comprar comida, había podido echarle el guante a un pintalabios de maybelline new york realmente bonito. era rosa palo, que le quedaría bien.
lo sacó del bolsillo de la cazadora, olvidándose de todo. lo abrió e inspiró su olor. afrutado y dulce. típico para chicas.
¿¿verdad??
empezó a aplicárselo con mucha dificultad, con una sola mano mientras con la otra sujetaba su móvil para verse en la cámara.
-¡kaminari!- exclamó la voz que él tanto idolatraba. en blanco. papel en blanco. quiso guardar su pintalabios pero se le cayó al suelo, rodó hasta pararse en los pies de alguien. momo lo cogió con delicadeza y cuidado, mirándolo.- ¡cómo te has pintado así!- exclamó, sentándose a su lado.
-momo, sé que no es lo normal, pero- los ojos se le aguaron. momo frunció el ceño.
-¡excusas! por dios, que mal puesto está este pintalabios- denki no pudo evitar que las lágrimas cayeran por sus mejillas, aunque se las limpió con rudeza.
-¿q - qué?- preguntó.
-disculpa mi ignorancia. ¿qué es lo que no es normal?- preguntó ahora, sacando el pintalabios y observándolo a la luz.
-el...- bajó la voz.- maquillarme.
momo lo miró fijamente y denki sintió como si cayera al suelo. luego, en los labios de la chica se estiró una sonrisa. una pequeña risa abrió su boca y mostró sus dientes.
-oh, denki- había usado su nombre y sintió sus sentidos dejar de funcionar un segundo. al menos hasta que momo le limpió el labio inferior con el pulgar y denki se estremeció ante su contacto. era suave.- no hay nada raro en que te maquilles. sólo... hazme el favor de maquillarte bien- ambos rieron aunque la risa de denki fue apagada por la mano de momo en su barbilla.- ahora...- susurró. la tensión parecía cargar el aire.- quédate quieto.
denki la miró fijamente mientras abría la boca para que ella le pudiera pasar el color por los labios. sus ojos se entrecerraron levemente cuando ella subió su mirada y se encontró con la de él.
denki pensaba que existía dios si había creado a bellezas como momo.
cuando terminó, se retiró de él y le dio una sonrisa satisfecha. no había pintalabios que quitar en ninguna de sus comisuras y no tuvo que quitarse lo sobrante.
-¡wow!- se miró con la cámara del móvil.
se sentía... bonito.
-ahora haces así- le dijo momo con una sonrisa mientras levantaba su mano y colocaba su dedo del medio entre sus labios. los labios se cerraron y momo tiró de su dedo corazón. denki nunca vio algo tan jodidamente excitante como eso.- es para que no manches los dientes de pintalabios.
se levantó del sofá, sacudiéndose suciedad invisible del regazo.
-¡gracias, momo!- exclamó él, obviando el sonrojo propio.- por... todo- luego le sonrió de esa forma genuina, esa sonrisa que utilizaba cuando de verdad sentía la urgencia de ser feliz.
momo le sonrió de vuelta.
-no hay porqué darlas, kaminari- volvió a usar su apellido. iba a marchar escaleras arriba cuando frenó en seco y bajó un escalón.- tú... ¿querrías que te maquillara? en mi cuarto tengo más cosas...
-¡sí, claro que sí!
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-¡wow, denki, que varonil!- exclamó kirishima al ver su maquillaje. denki había bajado a por agua después de una sólida sesión de "make-up" (y make-out) con la diosa de pelo negro. el chico pelirrojo le dio una sonrisa.- qué bonito.
-¿te - te parece varonil?- preguntó, incrédulo. el pelirrojo asintió.
-¡la valentía es realmente varonil! y vencer los estereotipos también es varonil.
una voz suave los interrumpió a los dos y denki sintió como unos labios se presionaron con los suyos. fue suave, corto. un pico. pero fue un sueño.
cuando volvió a abrir los ojos, kirishima los miraba fijamente con la boca realmente abierta.
-está guapo. ¿verdad kirishima? me encantan los chicos con confianza- se pronunció momo, besándolo una vez más en los labios. mina soltó un chillido.- nos vemos chicos, tengo que estudiar. ¡oh, kaminari!- aún un tanto embobado, la miró con una sonrisa tonta. ella le extendió la mano y le posó el pintalabios, cerrando la mano de él a su alrededor con delicadeza.- toma. te queda mejor a ti que a mi. ¡adiós, chicos!
según desapareció escaleras arriba, cuatro cabezas se giraron a la vez.
-¡AHORA MISMO NOS CUENTAS DE QUÉ HA IDO TODA ESA MIERDA!- bakugo.
-¡qué varonil!- kirishima.
-¡¿YAOMOMO TE HA BESADO O HAN SIDO MIS OJOS?!- mina.
-wow, quién te ha hecho el eyeliner, es hOt- sero.
denki rió y juró que oyó una risita en las escaleras, seguido de pasos que llevaban a la habitación de momo.
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