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N/A: De nuevo escrito desde el móvil, cualquier error no duden en decirme.
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Había pasado una semana desde que Yibo perdió aquello que lo mantenía cuerdo. Primero fue una promesa a una persona a la cual le fallo, luego fue enamorarse hasta el desespero mismo. Aun si cerraba los ojos podía ver su lunar, su sonrisa y su voz. Amaba su forma tan descarada y ególatra de ser, amaba todo lo que le podía producir, pero ahora, ya no estaba.
La botella vacía en su mano fue rota contra la pared. Se levantó, con la ropa arrugada, la camisa a medio fajar, para caminar por aquella y fría casa, buscando el bar. Al entrar tomo otra botella para empinársela y beber lo más que su garganta pudo sostener, mientras el ardor recorría esta.
Quería ahogar esas voces que le decían que todo era mentira, que debía verificar todo, que debía correr y buscarlo, que no era cierto él no debía estar muerto.
La puerta se abrió para dejar pasar a Gong Jun, quien casi corrio para sostener a Yibo, quien a ese punto ya no está sobrio.
—¿Cuándo creciste? —dice con una sonrisa triste —me alegro verte
—Yibo —pronuncia con tristeza, para luego acomodarlo en el sofá —ya no debes beber
—Estoy celebrando, ahora soy el CEO en el puesto 5to —musita —ya Lee ni siquiera esta
—Yibo, supe lo de Zhan, su padre hizo una rueda de empresa y dijo que había sido un accidente, pero Zhehan no lo aceptará, esta seguro que Zhan no esta muerto —intenta quitar la botella de la mano de su amigo
—Zhan está muerto y punto —vuelve a beber.
—Zhehan me contó que él no era un chico que dejara todo así, que estaba seguro que él está ocultándose y es por algo —le tomo del hombro para que lo mire —¿Tu crees realmente que él este muerto?, ¿tu corazón no te dice algo?
Y es que era cierto, su corazón se negaba a creer eso, él solo vio una foto y una urna, no hubo cuerpo, además su corazón a un decía que lo buscara.
—No lo sé, solo sé lo que duele... duele aquí —señaló su corazón.
—Lo sé —y lo abrazó en un reconfortante silencio.
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Gong Jun se volvió la mano derecha de Yibo, ambos comenzaron una investigación algo que ayudo al corazón de Yibo, una esperanza necesitada para un corazón desesperado.
—Según los reportes, fue un hospital privado no pagado por Lee, quienes llevaron anónimamente las cosas de Zhan, un anillo y credenciales que al parecer correspondían con él —pronunció Gong Jun
—Podemos pagar para que nos abran la urna —preguntó desde su escritorio.
—Si.
—Entonces vamos.
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El hombre encargado del cementerio, les explicó que el hospital solo lo envió la vasija con el nombre, sin dar ninguna explicación. Ambos fueron llevados a ese lugar, para abrir la pequeña vasija donde estaban los supuestos restos de su amado, pero al sostenerla Yibo se dio cuenta que no pesaba y cuando la abrió entendió que no existía absolutamente nada.
—¿Cómo no supo que estaba vacía? —preguntó molesto.
—Yo solo hago lo que me pidan, no es mi trabajo hacer preguntas —respondió.
El hombre se va, dejándolos solos. Yibo rompe la vasija y se deja caer en el suelo para mirar el cielo.
—Siento que solo huye de mi, y también que sabe todo, ahora debe odiarme, para fingir su muerte, no sé que hacer, si dejarlo solo o buscarlo hasta que me de una respuesta, siento que estoy en un callejón sin salida. —pronunció pasando su mano por el cabello en frustración.
—Zhan no fingiría su muerte solo por huir, él te enfrentaría, si lo hace es por otra razón.
Yibo se levanto para ver un carro negro estacionarse frente cerca de ellos donde varios hombres bajaron con traje, un traje que todos conocen. La mafia.
Uno de ellos se acerco.
—Señor, nuestro jefe quiere que se reúna con él, en la casa de Té. —indicó abriendo la puerta del auto.
Yibo mira a Jun y ambos entran al carro. Para después ser llevado hacia la casa de té donde ambos fueron guiados a un cubículo.
Se sentaron a esperar. Yibo sabía que su padre estaba haciendo negocios ilícitos con la mafia, como con el grupo donde Lee estaba envuelto, su cuerpo estaba rígido y no podía dejar de golpear su pierna con los dedos, mientras ambos esperaban, lo peor que ahora Gong Jun estaba metido en eso.
En aquel elegante lugar estaban dos hombres en la puerta deslizable de madera, cuando está fue abierta sus cuerpos se tensaron.
El primer en entrar fue un hombre de mal rostro, piel broceada, barba, ropa elegante y una cicatriz en su cuello, junto a tatuajes que salían de las mangas de su saco. Sabía que era el líder pero su atención fue desviada por completo por el joven hombre detrás de él.
Delgado, piel blanca, cabello oscuro, ante ojos, cabello largo y recogido, un traje de tono rojo oscuro y pulcro.
—Zhan —musito Gong Jun a lo bajo.
Entonces entendió que no era un sueño, Xiao Zhan estaba frente a él.
—Joven Wang, me alegro que haya aceptado mi invitación —como si hubiera tenido otra opción, pensó Yibo —deje que mi querido Wei Ying sirva el té.
El joven hombre sirvió el té sin mirarlo en ningún momento.
—¿Y me dirá por qué estamos aquí? —pregunto sin rodeo.
—A-Ying, tráeme los papeles. —ordenó, este lo hizo, colocándolo enfrente de Yibo y parándose a lado del jefe de la mafia. -mira, tu padre me debe dinero, me ha dicho que tu puedes pagar
—Yo no voy pagar nada de lo que ese hombre le debe —dijo tajantemente
—Lo suponía —golpeó el dedo en la hoja -es una lastima que tu fortuna esté envuelta en mucho más que una revista.
—Le empresa de prestamos de Yibo esta legalmente —esta vez respondió Gong Jun.
Zhan tenía la mirada hacía el suelo, sin mirarlo y Yibo necesitaba que lo mirara, estaba agonizando.
—Tu padre ha hecho un trato conmigo, me ha pedido el préstamo a nombre de Wang's y asociados, lo que implica que si él no pagaba, lo harías tu —bebió de su té.
—Pero yo no firme nada —protestó.
—Siendo tu padre el fundador no necesitamos tu firma —y esta vez por fin hablo Zhan —la mafia no necesita el dinero, necesita las conexiones que tu plan de limpiar el dinero de tu asociación ha estado negando a seguir usando esas conexiones importantes para la mafia.
—¿Cuáles conexiones? —preguntó mirándolo.
Y por fin se miraron, sabía bien en que la mirada de Zhan había odio, tristeza y decepción. Le mintió y estaba seguro que él ya sabia todo.
—Veras Yibo, yo necesito dos cosas, el transporte de mi mercancía en su tus lotes de revistas a otros países y mi amigo aquí —señalo a Zhan —necesita una invitación que lo que sabemos solo se les da a los CEO's mas importantes. Por lo que al no ser parte de la finísima vida de los CEO's obtenerla tardaría mucho
—¿Invitación? —y entonces en su cabeza todo hizo clic, ahora estaba todo claro —entiendo. —tomó un poco de Té y sin dejar de ver a Zhan pronunció -la invitación la obtendrás, pero el transporte, no.
El jefe alzo la mano y los hombres sacaron sus armas, incluso Zhan lo hizo y apunto.
Yibo lo miro y le dio una media sonrisa.
Aquella sonrisa que dolía... Dolía como una flecha incrustada en el pecho que lo hizo dejar de respirar.
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Hola, solo venia a preguntarles, ¿les gusta como va la historia?, no quiero aburrirles, pero amo el drama, de ante mano gracias por leerme.
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