N/A: Lenguaje y contenido explicito.

Xiao tenia 6 años, jugaba en la tierra de un parque cercano a su casa, hasta que alguien le dijo que del otro lado había un payaso regalando juguetes, no dudo en correr, pero sintió un fuerte olor en su nariz, junto a dos brazos sosteniéndole el cuerpo.

Cuando despertó estaba desnudo en una celda, una para animales, a su lado había otros niños que estaba igual que él, algunos lloraban en silencio, otros que solo parecían muñecos que no hablaban.

Su mandíbula comenzó a temblar, estaba a punto de romper en llanto, realmente tenía miedo, mucho miedo.

—No hagas ruido —dijo un chico que parecía tener ¿12 o 13 años? —si haces ruido, ellos vendrán y te golpeara

—Quiero a mamá, —musitó.

Las luces se prendieron dejando ver a 3 hombres, quienes llevaban mascaras de animales.

—Él es el nuevo, un conejito blanco —dijo señalando a Xiao.

La reja se abrió y Xiao Zhan tembló fue jalado, comenzó a patalear, a llorar a gritar, pero entonces un golpe en su mejilla lo hizo sentirse mareado, un silencio se produjo.

—No maltrates la mercancía o si no, no pagaran bien por ella —dijo otro hombre y Xiao Zhan se quedo en silencio. No hablo, no grito, fue obediente.

Un obediente conejito.

─────────────────────────

Abrió sus ojos con pesadez, se sentía mareado, aturdido, se incorporo en lo que parecía una cama, pero no recordaba nada, después de hablar con aquel chico. Coloco su mano en su rostro, miro las sabanas de ese hermoso color azul profundo, la delicadeza de lo que estaba a su alrededor le indico que era un lujoso lugar y no un hotel. Miro su ropa y era otra, abrió un poco los ojos, porque entonces alguien lo cambio, y vio lo que nadie debía de ver. Entro en pánico, apretó las sábanas sobre su pecho y la puerta se abrió para ver a Yibo con una bandeja.

—Por fin despertaste, pensé que no lo harías nunca —camino hasta él y dejo en su regazo la bandeja con comida —come algo

—¿Cómo llegue aquí? —preguntó sintiéndose mareado

—Ayer en la noche te desmayaste frente al bar, Zhehan, Gong Jun y yo te trajimos a mi departamento, tu amigo se fue porque tenía un compromiso pero me dijo que regresaría en la tarde-

Fue interrumpido cuando Xiao Zhan dejo la bandeja en cama y corrió a lo que dedujo que era el baño, vomitando acido estomacal, pues no había dentro mas que alcohol y agua.

Yibo se levanto para ir hacia el baño.

—Largo, no me veas, ¡Largo! —cerro la puerta y se dejo caer en el frío y perfecto piso.

El mayor tomo la bandeja que habia sido arruinado por el movimiento brusco, la dejo en la mesa que estaba en aquel enorme cuarto. Colocó sus dedos en su sien y dio un suspiro.

¿Qué demonios haces Yibo?

Minutos después la puerta del baño se abrió dejando ver un pálido, con ojeras pronunciadas y una mirada sin brillo Xiao Zhan, nunca lo habia visto así, quizá era el exceso de maquillaje o de cremas que secolocaba para ocultar eso, que Yibo se sorprendió.

El celular que Xiao Zhan que estaba en la mesita de junto comenzó a sonar, elmenor camino sin ánimos y contesto.

—¿Papá? —y la mirada de Yibo cambio —si papá no lo olvido, la fiesta de la presentación de tu compromiso es hoy... lo sé, si nos vemos en la noche. —colgó y miro a Yibo —¿mi ropa?

—¿Qué haces? —bufó molesto

—¿Perdon? —preguntó mientras buscaba sus cosas

—Te desmayaste ayer, porque al parecer tenías dos días sin comer y...

—Somos amantes con un compromiso en un papel, donde dice que solo somos eso, loespecificaste, no besos, no abrazos, no dormir en la misma cama, no cuestionamientos—lo miro por un momento —no celos, no podemos tener otra pareja sexual, pero sipodemos salir con otras personas, no debemos meternos en la vida del otro, porlo qué, si como o no, si salgo o no, si voy o no, no es tu problema Wang Yibo, túy yo tenemos un contrato

—Quiero coger —dijo sin pensar, ¿Qué demonios estas haciendo? Idiota, seregañó internamente —¡Ahora!

Xiao Zhan se quedo estático por un momento, se sentía sucio, acaba de vomitar ysu cuerpo dolía, pero ese era trato, no acaso eso era lo que él amaba, cogery que lo lastimaran, que lo trataran mal, entonces porque en ese momento no sesentía bien.

No dijo nada, solo se quitó los pams que traía puesto, se quito las calcetas,comenzó a dejar sus cosas, al final no se quito la camiseta, se quedo con ella,se bajo la ropa interior y luego se coloco en cuatro en la cama sin emitirpalabra.

Yibo observo todo en silencio, pero su polla no se reaccionó, ni siquiera seexcito, se sintió asqueado, pero no por la visión si no consigo mismo.

—¿Lo harás o no? —interrumpió sus pensamientos —realmente necesito irme

Yibo camino hacia él, lo tomo de la cintura y lo giró, para luego quitarse el cinturón,tomo las pequeñas y delgadas muñecas del mayor y las amarro sobre su cabeza.

El menor lo miro a la expectativa, pero el mayor tenía una mirada que no podía describir,su cuerpo sintió un escalofrió recorrer su cuerpo. Se coloco entre sus piernas,con sus grandes manos comenzó acariciar sus piernas, subiendo a su cintura,donde sintió los huesos de estas, luego subió a su diminuta cintura, apretó unpoco ahí, luego subió y alzo la camiseta de Xiao, quien se movió incómodamente.

—Quieto —ordenó, y le menos obedeció.

Yibo miro la marca, era clara, con un dedo repaso cada pliegue de esta. La marcaera de un tono café claro, un relieve que dejaba ver y sentir que fueprofundamente quemada, las figuras dentro eran: Una corona, un dragón y unaespada, unas letras en latín que Yibo marco bien en su mente.

"Dei Nugas"

Averiguaría que significa eso, cuando miro hacia el rostro de Xiao este lomiraba con los ojos llenos de lágrimas. El mayor se acerco a él, beso aquel sello,lo beso de manera que el menor solo apretó los ojos. Un pequeño y silenciososollozo se escucho en aquella habitación. El mayor desato las manos del menor, cubriósu cuerpo con las sábanas, luego fue por un suave cobertor y lo puso sobre sucuerpo. Acaricio su cabello y no dijo nada, lo dejo llorar en un cómodo silenció.Hasta que vio como la respiración del menor se calmaba, se había quedadodormido de nuevo.

Se levanto de la cama y salió de la habitación, tomo su celular y marco.

—Necesito que averigües algo —ordenó.

Se dijo que así mismo que era por una promesa, pero la verdad es que ya no erasolo por eso... Lo supo cuando cruzo esa "línea peligrosa", estaba sintiendo algomás allá de un contrato.

Gracias por leer.

Makishi Konue