⚪ 00:22
Esa misma semana, hay una tarde que ellos pasan encerrados en la habitación porque JiMin quiere verse lindo para YoonGi, todavía no se ha cambiado, sigue vistiendo su pantalón deportivo y su camiseta blanca, pero está maquillándose un poco, y se ve realmente feliz mirando sus uñas perfectamente barnizadas.
Por el momento, YoonGi sólo observa a JiMin atentamente, hasta que JiMin se detiene un momento y una vez más ofrece: —¿Quieres? —y saben que se refiere a las prendas, porque maquillaje no es algo que JiMin piense en ofrecer aún.
Ambos, YoonGi y JiMin, saben que YoonGi espera por esa pregunta para poder dejarse ir, aún es difícil para él, sin embargo, esta vez, antes de que JiMin pueda siquiera dejar el maquillaje sobre el escritorio, YoonGi ya se ha levantado y por su cuenta ha ido hasta el armario. Lo cual, ha dejado a JiMin con la boca abierta, sobre todo cuando el mayor abre el armario y decide por su cuenta qué es lo que quiere ponerse.
El mayor se detiene un momento, siente sus mejillas calientes y su corazón frenético otra vez, pero entonces JiMin siente su duda y murmura amable: —Puedes tomar lo que quieras.
YoonGi suspira, y busca entre las cosas la camisa celeste enorme que tanto le gusta. Es algo difícil de aceptar incluso para él, pero esa camisa es su favorita, siempre que puede, la usa.
Y también, busca las medias que le llegan a la mitad de la pantorrilla, esta vez se atreve a tomar unas azul y celeste rayadas. Él corazón de JiMin late aún más frenético admirando el arranque de valentía de YoonGi, incluso YoonGi está sorprendido de sí mismo, pero no se detiene.
Deja sus prendas sobre la cama, y consciente de la mirada de JiMin, comienza a desvestirse sintiéndose caliente y avergonzado por todos lados, los nervios lo vuelven tembloroso y algo torpe. Y cuando termina de vestirse con lo que ha elegido, le toma una eternidad voltearse y enfrentar a JiMin.
Las mejillas de JiMin están tan rojas como las suyas y lo mira con fascinación, su boca está levemente abierta a causa de la sorpresa y de la maravilla que provoca el mayor en él, pero también hay adoración por todo su rostro. Y YoonGi se siente aún más pequeño y expuesto que de costumbre cuando JiMin camina hasta él con sus prendas normales.
—Te ves precioso, Yoon-Yoon —susurra JiMin mientras entrelaza sus dedos, YoonGi apenas es capaz de mirarlo a los ojos pero no se niega al beso tenue que le dedica JiMin. —Muy lindo —repite, el menor. YoonGi se siente sonrojar aún más, pero no es capaz de contestar, porque de pronto está siendo devorado lenta y suavemente por JiMin.
Los suspiros y jadeos empiezan a escapársele y antes de poder darse cuenta está recostado; JiMin lo presiona amorosamente contra el colchón acomodado entre sus delgadas piernas, y pronto el menor está haciéndole el amor sin dejar de susurrarle a cada segundo lo hermoso, precioso y tierno que se ve.
Por primera vez, YoonGi realmente lo cree.
Espero que les haya gustado!
Cuídense mucho, coman bien, no olviden lo hermosos que son <3
—LuShi.
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