Felicidades, mamá (+18)
-Narra Shadow-
—¿Por qué siempre me dices lo mismo?— habla hacia su amigo de dos colas con frustración; ay, Rose, ¿Por qué siempre eres tan delicada?
—Por favor, Amy, sabes que es necesario— alza los brazos para defenderse negando con sus palmas; Rose enojada es un peligro para sus amigos —si te quedas de una vez en la cabaña puede derrumbarse, sigue inestable y necesita refuerzos— suelta un puchero Rose mientras le daba la espalda a su amigo. Luego del bombardeo absurdo entre los países hubo bajas materiales en el pueblo, no se necesitó más que un puñado de gente en rabia para ponerse a construir lo que salió perjudicado, entre eso, la casa de Rose.
Tails ha estado con el gobierno al ser un cerebrito, las maquinas que esta vez proporcionó como mano de obra son rápidas y han ido avanzando y facilitando el trabajo de reconstrucción, pero para la desesperada eriza rosada era como estar viendo a caracoles trabajar.
—ya va una semana y lo sé — vuelve a dirigirse a Amy que no deja de soltar puchero tras puchero por no tener donde dormir —personalmente estoy poniendo atención en tu casa para que quede como antes, sólo no debes de desesperar que te aseguro queda como nueva— sí, claro, parece que se te olvida que Rose es la número uno en exigencias.
—Tails... — pronuncia con aire de resignación —¿Donde crees que voy a seguir durmiendo? la renta en la ciudad me está saliendo muy costosa.
—ya te había dicho desde un principio que yo te ofrecía mi casa — primera vez que meto mi cuchara en esta discusión, y sólo porque me colma estar aquí parado oyendo a la rosa siempre alardeando —No veo porqué has de negarte ahora.
Suspira buscando relajación y me dedica una mirada de agradecimiento...hasta parece que esperaba a que le dijera aquello. —en ese caso ya que puedo hacer...no quiero causar molestias— dice mirando a mi y a Tails de soslayo.
—Bueno, Shadow te lo ha propuesto así que dudo que sea molestia...— el zorro suele caerme bien, pero cuando lanza sus especulaciones con ese tono me da grima.
—Como sea— interrumpo con tono agresivo —si aceptas, adelante, sino, no hay problema.
—Claro que acepto— expulsa en un tono elevado y alegre que a ambos machos nos sorprende —quiero decir...necesito dormir en algún lado.
—Bien...— suelta dudoso Miles pero vuelve a sus asuntos con las maquinas.
—Entonces ve por tus cosas y te espero en mi departamento— también le respondo y afirma con la cabeza —¿o necesitas ayuda?— suelto en forma de burla.
Me saca la lengua divertida —como quieras, si lo que quieres es acompañarme, adelante.
—Mira mis ganas contundentes.
— ♪...Yo sé que quieres...♪ Andando.
*POR LA TARDE...*
-Narra Amy-
Después de todo es agradable, ya nadie puede decirme nada por estar con Shadow, pues lo que se ve ¿para qué se pregunta? Ya todo está claro y me alegra que nadie me critique por lo mismo.
En cuanto llegamos a su departamento bajo del auto y espero a que abra la cajuela para poder bajar mi equipaje, luego del ataque ya me tuve que resignar a tener solo tres maletas de pertenencias; toma dos de las mismas y cierra las puertas, yo con la otra (la menos pesada, para variar) subimos hasta su departamento y abre paso con la "card" en forma de llave. Deja mis maletas a un lado y yo hago lo mismo...vaya, no es la primera vez que entro aquí pero siempre que vengo me siento más que agusto, los lujos que se carga Shadow por sus años en G.U.N se sienten.
—Ya sé que lo has hecho con intención — habla interrumpiendo mi atención admirada todavía por el departamento, giro mi cabeza para verlo dirijirse hacia mía pero sólo camina para cerrar la puerta —No creas que no me doy cuenta que te moja mi departamento.
—¡jajaja! ¿qué has dicho?— mi risa es completamente espontánea, suelto carcajadas como si me hubieran contado el mejor chiste del mes; su lenguaje inesperado se ha oido sumamente gracioso en él.
Rodea mi cintura por detrás y yo todavía rio levemente por lo que oí, siento su respiración en mi nuca y pasa alrededor de mi cuello —"me moja" hay otras cosas que lo hacen, cochino— digo juguetona y giro para tenerlo de frente pegando mi nariz a la suya — tú, por ejemplo.
—No necesitaba oír eso— ahora finge una mueca de desagrado que me provoca otra risa; me da pequeños besos mientras sus manos se deslizan detrás mía y yo las detengo —pero me da gusto saber que no estoy equivocado.
—Claro, lo que tu digas— le doy el avión separándome un poco y tocando su pelaje —andas muy juguetón ¿no crees?
—¿te molesta?— su voz gruesa ordenando y hablando de manera agresiva son las que me encantan en mis momentos de...jugueteo... —porque yo no estoy así todos los días así que...
—...¿deberia aprovechar? — dejo su pelaje y lo tomo del mentón para darle un beso que él sin dudarlo lo sigue volviendo a soltar sus manos juguetonas. Me separo al sentir una vibración en la cadera y puedo oír su gruñido al ser interrumpido — no es que no quiera aprovechar pero parece que me solicitan, todavía es temprano, Sombra.
Busco con esfuerzo el telefono hasta que logro sacarlo —y así fueran las 12 de la noche tus amigos como joden— su grima caracteristica...pobrecito, ahorita se le pasa.
Sonrio viéndolo de soslayo y el se muestra indiferente dirigiéndose al sofá; rápido contesto sin mirar quien era pero aún así no le doy importancia —¿Sí? ¿hola?
—¡Hola, Amy! ¿Cómo estás? — ¡oh, es Cream! Pero que alegría —ya no pude verte en la mañana con Tails, se me complicó.
—Ay, Cream, no te preocupes, es bien recibida una llamada— digo muy tranquila caminando por la sala y mirando de manera despectiva — Estoy muy bien, lo de la casa me preocupa todavía pero ya resolví donde dormir por ahora, otra vez, ¿tú que tal?
—Tranquila, verás que Tails de encarga de repararla lo más antes posible— sus buenos ánimos característicos —¿adivina que? Esta noche hay cena por el día de las madres, bueno, es más que nada para mi mamá, quise darle ese regalo y ha aceptado, sabes perfectamente que estás invitada.
Vaya, vaya, comienzo a creer que esto puede ser mala idea para él —¡suena muy bien! Pero...— pienso haciendo pausa y dirigiendo mi vista hacia el azabache que mira y realiza acciones con su teléfono todavía en el sofá —¿puedo llevar un invitado?— sus orbes rubí de inmediato voltean estupefactos hacia mí por lo que dije.
—Si lo dices por Shadow sabes que si, no hay problema alguno...será pronto de la familia ehhh— ¡ay! Me apeno por eso y rio por lo bajo —ya, ya, le paro. Si desea acompañarte, adelante, tampoco lo obligues. Te espero después de las 8:00
—Muchad gracias Cream, ahí estaremos— sigo sintiendo su mirada sobre mí y cuando volteo me doy cuenta que ya está nuevamente de pie frente a mi, ¡sufrí un mini infarto por eso! —hasta al rato— cuelgo volviendo a guardar el teléfono en mi cadera.
—No me salgas con una salida — sus palabras no suenan tan amenazantes pero estoy convencida de que no tiene muchos ánimos.
—¿te molesta?— imito su frase de hace un momento y el sólo sonríe de lado —en realidad si hay una invitación por el día de la madre, Cream le prepara una cena esta noche a Vanilla.
—Que fastidio— vuelve a decir caminando otra vez hacia el sofá y dejándose caer —¿quieres ir?
—Será agradable— aseguro poniendo parte de mi cuerpo en el respaldo —¿vamos?
—Eso depende.
—¿Depende de qué? — le digo dudosa....me pregunto qué clase de condición está a punto de poner...
—De lo bien que me sienta para la noche...— ¡oh, vaya, vaya! Ya sé por donde va esto por su tono suave y sencillo lleno de picardía.
—Entonces— doy un brinco por el respaldo callendo en sus piernas de golpe, muestra asombro alzando los brazos y poniéndolos por gusto detrás del respaldo —vamos a ver que puedo lograr para la noche.
-Narra Shadow-
De manera inesperada la eriza cayó sobre mis piernas y pegué susto increíble, no me esperé esa jugada de parte suya. Alzo los brazos de manera disimulada y los pongo sobre el respaldo, sujetando el mismo para no cometer acción apresurada —vamos a ver que puedo lograr para la noche— oh, joder, Rose, tu puedes lograr mucho...mucho...
Pega más su cuerpo al mio y juega con mi cara paseando la suya, su nariz se restriega en mis mejillas y yo sigo sin apartar los brazos del respaldo...quiero que continúe provocando y sacando sensaciones en mí...
—Tendrás que darlo todo si quieres ganarte esta salida...— le susurro de manera sorpresiva mientras suelto mi agarre y la pego con violencia a mi cuerpo, comienzo a besar su cuello y ella aprieta mi torso contra el suyo.
Desde la mañana tuve unas extrañas ganas de estar con Rose, son esos deseos carnales que cualquier hombre tiene por naturaleza y no pienso dejarlos pasar. A la hora que llegamos decidí mostrar mi apetito y parece que ella lo tentó y aceptó, pero aún así, tampoco la pienso obligar a algo que no quiera... nuestro noviazgo va cada vez más rápido y es porque ambos nos vemos persistentes en detalles.
Sus mejillas se tornan coloradas y sé que es momento de subir el tono; me levanto de golpe del sofá con Amy en mi torzo como si fuera un koala, suelta un chillido de impresión pero el camino al cuarto no es tan largo...podríamos hacerlo en cualquier lugar, no tengo problema con ello, tratandose de mí llevo experiencia que no pienso comentarle por respeto a su amiga, pero si ella no se siente cómoda en ello esperaré a probar nuevos lugares cuando ella lo desee.
Cierro la puerta con una patada hacia atrás y puedo oír un monosílabo de sus labios que expresa misterio. La suelto en la cama y ella se extiende boca arriba mirándome con los ojos entre cerrados, quiere provocarme y no quiero ceder tan fácil. Me lanza besos y yo giro la cabeza a un lado representando rareza, ríe por mis expresiones y eso me es suficiente para subirme encima de ella sin querer retirarme mis zapatos.
—Vamos bien~ — habla por lo bajo de forma picara y yo sigo con su cuello, me tiene hipnótico su aroma concentrado en ese sitio, hasta parece fetiche de mi parte. Aprieta mis púas de la espalda y no siento dolor, mi concentración tan grande de olfatear y besar su cuello me dominan y las risas pequeñas que suelta por las cosquillas que le provoco me empiezan a excitar bastante, jadeando por la respiración acelerada que comienzo a tener.
—No es tu primera vez... ¿cierto?— detengo mis acciones y me aparto de ella colocando mis brazos a los lados de su rostro, ¿acaso es muy notorio? Su pregunta me ha quitado todo de tajo. Me mira de manera compasiva pero con cierto éxtasis en sus pupilas dilatadas; no sé que decirle, la conozco y puede malinterpretar cualquier cosa.
Baja la mirada jugueteando con mi mechón y sonríe de lado de manera picara y sencilla...es tan versátil, pero sé que mi silencio respondió su pregunta y ahora quiero terminar con esa extrañeza que me aprisiona —no lo es, Rose, lamento que no sea como lo hubieras deseado.
—No, no tienes que lamentarte de nada— jala mi mechón con tanta fuerza que no sólo gruño por el ardor repentino, sino que mi cara se pega a la de ella y puedo sentir como rodea con sus piernas mi cadera —mejor para mí, seguro me harás disfrutar lo suficiente para querer repetirlo...— joder...fiera que se vuelve en esto de manera seductora y llena de complacencia... —pero verás que yo tampoco me quedaré atrás, quiero esa salida.
Estoy impresionado y ahora más que nunca, excitado; faceta de Rose que no conocía y que me muestra haciendo ver que comparte el mismo deseo que yo para un momento como este... —no me hagas quedar mal...— digo recobrando la postura y le arrebato un beso de su boca que le roba el aliento al despegarme de pronto. Con una de mis manos quito la suya sobre mi mechón y la pongo encima de su cabeza, sin soltarla; los besos castos pero repetitivos continúan por un tiempo prolongado y sus piernas siguen aferradas cada vez con más presión a mi cadera...
Con la otra mano bajo poco a poco la manga de su vestido, se arrima más y más a mí imitando mi fetiche sobre mi cuello...la rapidez en mi mano se hace presente y cuando me percato todo su torso y pechos los he descubierto.
-Narra Amy-
Su mano juguetona me baja el vestido mientras sus besos no dejan de sorprenderme; le aprieto una de sus púas de la espalda con mi mano libre y el calor no deja de subir no sólo en mí, sino en toda la habitación. Jadea un poco y aseguro que ya no puede controlarse más, no quiero mirar hacia abajo pero si fuera el caso...sólo que suceda y ya.
A puesto a que se sintió impresionado por mis acciones y palabras de hace un momento, pero después de todo me encuentro en días libertinos, y quisiera o no...no lo sé, los deseos carnales me invadieron desde que llegué a su departamento y ahora deseo liberarlos hasta el desbordamiento.
Una leve brisa golpea el cuarto y llega a mis pechos, puedo sentir ahora todo el ambiente más fresco y es porque mi torzo está descubierto, vaya que es rápido en esto de quitar la ropa. Me enderezo un poco y me libero de su agarre para dedicarme a buscar el botón que impide que esto siga su curso; su sonrisa de canalla que me muestra me complace, me excita pensar y darme cuenta que tiene habilidad en esto y que debo de esforzarme para este momento. Retiro mis sandalias con bastante rapidez y prosigo a brindarle más caricias.
El tiempo avanza y él ya está libre de ropas, con fuerza en sus pies se despoja de sus zapatillas, oigo el golpe de estas en el suelo y aprovecho que se desconecta de las caricias para dar giro en la cama y ahora ponerlo debajo de mi. Muevo mi cintura sobre su abdomen bajando y bajando hasta su pelvis, el vestido lo desabrocho de atrás y con movimientos sensuales sobre él lo despojo de mi cuerpo y lo lanzo hacia atrás, ahora estoy en lencería y puedo ver como dentellea con su labio inferior; froto con ambas manos su pelaje... ¡ahh! Mi fetiche es ese pelaje blanco y tupido sobre su pecho. Recorro mi lengua de abajo hacia arriba, paseandola por todo su cuerpo que comienza a ponerse erizado, cuando llego a su cuello, sin dejar de tambalearme sobre él lo muerdo poquito...a poquito... —para...— sigo sin creer como suelta sus palabras...joder, es taaaaaan genial oírlo así...
—¿verdad que lo estoy haciendo bien?— ablando mi voz fingiendo inocencia y él se retuerce por mis movimientos y suelta más jadeos ante mis mordidas en su cuello. Su mano izquierda rodea mi espalda y presiona con fuerza mi cuerpo para que mis pechos choquen y los restriegue en su pelaje; poco a poco baja hasta mi trasero y juguetea con mi cola frotándola hacia delante y atrás, algunos espasmos se hacen presentes pero estos me obligan a no detenerme; la mano derecha está detrás de mi nuca y jala mis púas con pasión y rencor por saber que ahora lo estoy dominando, lo conozco y si es así en combate porqué no ha de serlo en un round en la cama.
—Esto no se...acaba aquí... — habló entrecortado por el gemido que soltó de repente; con brusquedad se aleja de nuestro acople y con la misma brusquedad me toma de los antebrazos y me deja recostada boca arriba en la cama... —te voy a... otorgar un privilegio por ser... nuestra primera vez.
—ahora resulta que estoy dotada de vuestros privilegios...— sonrie de lado por mi tono, tono seductor que jamás creí poseer, pero ya que se ha dado cuenta que estoy dispuesta a todo entrará a mi juego como si no fuera la primera vez.
—Delante...— tararea mientras pasa su mano de seda entre mis pechos, sufro un escalofrío que le provoca más que gracia —o detrás...— no tengo mucha idea a que se habrá referido, pero...
Doy un fuerte respiro recobrando el aliento —Detrás suena más interesante— y si no fuera el caso, no importa, igual estoy con él y es lo único que me importa.
—estoy seguro que no tienes idea de lo que acabas de elegir— uy, que mal rollo me acaba de dar, pero aún así sus modos me suben la temperatura a cada segundo —...pero no tengo ningún problema...y tú tampoco— desprende mi sujetador de golpe y pego un grito por tanta agresividad ¡por el santo caos! Vuelve a reír como gilipollas a la par que se sumerge en mis gemelas con tantas ganas que, se nota ahora, ya no podía controlar. Ahora soy yo quien se retuerce, y no por nada, su humendad de la lengua que se pasea por mis pezones me provoca espasmos que... —¡ahhh! Sha...— no puedo terminar de decir su nombre por morder por completo mi labio inferior, mi espalda se arquea y con sus brazos me aprisiona queriendo dominarme... —hmmm...hmmm— ya no podré volver a recuperar el mando.
Giro en la cama por fuerza de él y quedo boca abajo, todo comienza a cobrar el sentido correcto y tiene lógica... Vaya, vaya, la excitación que siento ya no puede caber en mi cuerpo.
-Narra Shadow-
La decisión que tomó me da mucha sorpresa, pero tampoco pienso "bendecirla" tan pronto, tengo más ganas de adentrarme en la cueva de la fiera que tengo como pareja. De la misma forma tosca caracteristica que poseo arranco su braga y la suelto en el suelo, arrimo su culo a mi pelvis y sólo puedo oír de sus labios jadeos y respiraciones entre cortadas. Todavia me muestro pensativo y no sé por qué...pero el ver que separa sus piernas me hace entrar en confianza.
Mi entrada es completamente facil al estar ella más que lubricada —ahhh...ahhh...Shadow...— gime mi nombre ante la primer embestida y decido doblegarme hacia adelante cayendo en su espalda para poder acariciar sus pechos, alza la cabeza un poco y noto que cierra sus ojos con una sonrisa placentera tremenda que jamás creí ver en ella.
Aunque quiera llevar un ritmo adecuado es imposible para mí, la tremenda lujuria con la que cargo se suelta y lo único que puedo disfrutar ahora es el choque de nuestros cuerpos tras embestida tras embestida y los gemidos que ella puede liberar de sus castos labios. Mi ritmo y todo en conjunto fue tan rápido que mi orgasmo fue repentino pero satisfactorio.
Suelta un monosílabo por saber que me he venido dentro de ella pero aún así, Rose es ahora quien mueve sus caderas delante y atrás buscando su propio placer...tranquila que te lo pienso brindar hasta que llegues al punto perfecto. Vuelvo con sus senos que me tienen loco, mientras con una de mis manos acaricio uno de estos con la otra tomo su cadera para seguir el vaivén rápido que tanto me gusta y se ve que ella lo goza, pasan minutos y sus gemidos se hacen más sonoros hasta el punto de que se contraen sus músculos por completo.
Vuelvo a tomarla para girarla sobre la cama sin antes yo acostarme primero que ella; dejo que caiga en mi pecho y a pesar de su respiración agitada sigue muy jugetona con mi pelo en el pecho...está exhausta.
—este arroz ya se coció~ — pronuncia divertida y rio por su expresión, ¿cuando dejaras de ser tan elocuente?
—Mas que cocerse... Yo diría que se quemó.
*SIETE DE LA TARDE...EL ATARDECER ESTÁ A PUNTO DE DESAPARECER Y DAR PASO A LA NOCHE...*
-Narra Amy-
Un teléfono suena y me hago tonta por creer que es mio, me siento muy bien estando acurrucada en el regazo de mi hombre, pero un golpe duro en la cara me hace chillar y enderezarme un poco para ver que el tonto de Shadow me ha aventado el teléfono a mi cara —eres un cabrón— le expulso enojada pero se hace el que no escucha —¿Bueno?— vuelvo a responder sin ver quien llama, si seré una distraída.
—disculpa la llamada, querida, pero necesitamos de tu presencia esta noche.
—¿¡Qué!? ¿qué hora es?— ¿acaso se me ha ido toda la tarde por andar jugueteando?
— Son las siete con ocho minutos, corazón, tranquila...— estúpida Rouge, suelto un suspiro muy lleno de alivio, casi muero por creer que era tarde — necesitamos unas manitas extras...ya está aquí también sally pero ves que esta medio boba para la cocina... —sonrio por oír eso y al instante unas quejas de la ardilla furiosa por lo que se dijo se oyen al teléfono.
—Bien, no hay problema, querida, intento llegar en una hora, ¿vale? No, no puede, estas ocupada— ¡kya! Alzo el teléfono y le suelto un codazo al azabache por entrometerse en mis platicas. Rio por pena pero aún así complemento —No hagas caso que ya vamos para allá.
—Vaya, vaya, lamento interrumpir ahora con más razón, querida, espero no haber importunado~ —ay, es tan dificil quitarme a mi amiga murciélago para estas cosas — pero bueno, bueno, ahorita platicamos ¿no? Quiero saber cuantos tiempos hubo.
—Más de uno, claro que si, y nos fuimos a extras ¡oye ya! Ya estuvo, Shadow, tranquilo— puedo sentir mis mejilla llenas de vergüenza y las risas de Rouge me dan todavía más calor.
—grrr~ que hermoso querida, ¡hermoso! Pero ya, basta de eso que no quiero avergonzarte— ya para que, los dos ya lo hicieron —te veo en un rato.
—Si, Rouge, ahorita nos vemos en un rato— cuelgo dejando caer el teléfono en el mueble y erizo me rodea de la espalda mientras le suelto mis sermones y chillidos por ser un gilipollas.
—Andad que todo salio bien, más bien de lo que creía.
—¿y ahora de que hablas?— le cuestiono divertida por su forma de afirmar sus planes malévolos.
—Ya que era diez de Mayo estoy seguro que para futuro tendré cerca de mí a una hermosa madre— ¿qué está diciendo este loco? Rio de alegría de pensar en las posibilidades.
Agarro una de las almohadillas y lo comienzo a golpear de juego, él ni se inmuta por mis acciones pero no quita su sorisa de gilipollas —¿pero como te atreves? Por eso no usaste...
—¿vas a decirme que lo sentiste?— ¡ay pero que burlón!
—No, no lo sentí, pero ni permiso o consentimiento pediste — sigo golpeando con la almohada su rostro y el ahora se cubre y me agarra por sorpresa, una vez mas, del estómago, grito por llevarme a la cama de nuevo y girar en el colchón.
—Lamento eso, pero era un regalo— eson son pretextos de su parte.
—¿entonces, que esperas?
—¿hum? ¿a que te refieres, Rose?— jaja sus caras que finge para que yo me divierta...por eso lo amo.
Cruzo mis brazos acostada y le digo con una sonrisa —espero mi felicitación, si das por seguro que seré mamá entonces, felicitame, este es mi primer día.
Sonríe robandome un beso que no discuto y nos volvemos a acurrucar en la cama —felicidades, mamá Rose, que te quedará bien para futuro— jaja ah si, claro —además, ¿por qué has de sufrir si saldrán igual de perfectos que yo?
—¡jajajajaja! No digas tantas sandeces — me burlo de él mientras le pego de juego en un hombro.
—Bien, con tu belleza y me perfección, queda mejor, ¿no?
—aw~, claro que si, erizo emo, claro que si.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top