Emplatado

Una mañana espléndida para preparar algunos platillos innovadores en aquellos talleres gastronómicos.

La universidad de aquella ciudad tenia esa especialidad, y en ella se haya un joven erizo ya al termino exitoso de dicha carrera; pero primero, debe de ejercer un poco de ayuda a los nuevos, con algún chef en la clase de montaje y finalización de platillos. La idea quizá sonaba tediosa, pero al final la cocina no lo era, y ese resulta ser el mejor impulso para poder terminar y poder ayudar a los nuevos en la carrera.

—¿Qué tengo que hacer exactamente?

—Nada más responde dudas y comenta entre los chicos —Fue la respuesta del Chef, y así fue, el veteado comienza a pasar por los lugares, revisando los platillos con curiosidad.

—Disculpa...¿Puedes ayudarme? —Una voz ligera le susurra detrás, deteniéndose y girando hacia ella para prestarle atención.

—Claro —Camina más hacia su lugar, observando cómo la eriza tiene una angustia en su rostro.

—Necesito un consejo, no puedo montarlo...—Una risa nerviosa se escapa de sus labios; era el primer semestre y nadie está seguro de lo hace, pero ella se siente más insegura creyendo estar equivocada.

—jaja te entiendo pero, deja te ayudo con esto... —Sus lecciones sirvieron para ese momento.

La pelirosa escucha y observa atentamente, sin perder detalle de lo que le explica el azabache; al principio estaba cohibida, pero cuando el montaje está por finalizar, hasta ella se entromete un poco y más y suelta sus dudas y curiosidades. Lo más sorprendente es, que el Chef se maravilla del plato de la joven, felicitándola.

A la hora del almuerzo, terminada la clase y estando el azabache respirando aire sin presión por estar en un salón de clases, un grupo de jóvenes identificables como "alumnos" por haber estado en la clase, se le acerca pidiendo un poco de orientación escolar. Las típicas preguntas llegan: ¿Qué tal la escuela? ¿Cómo son los profesores? ¿Es pesada la carrera? ¿Cuanto tiempo te llevas en los trabajos? ¡Pfuu! Aunque su rostro sereno y nada amable muestre irritación, por dentro disfruta de ser el centro de atención, ser la orientación frustrada de la botana de primer ingreso.

La sorpresa llega aun más cuando los chicos, agradecidos y a la vez preocupados por haberse llevado mucho tiempo interrogando, invitan al azabache a una fiesta, que se celebrará esa noche en una discoteca famosa del sitio; ya saben, un poco de diversión por el inicio de la carrera antes de quedarse sin tiempo por el avance de escalones en cada semestre, no es novedad. El veteado acepta, «¿Por qué no?» piensa, y es que siendo algo antipático, le convence la idea de encontrarse con algunas jovencitas, en especial, la pelirosa a la que ha ayudado ha montar hace una hora.

Cuando la noche cae, el oscuro se siente dueño de la manada de jóvenes, más no por ello presume ser el mayor; simplemente se termina aislando y en una pequeña mesa, disfruta viendo a la juventud divertirse. Para su sorpresa, la joven pelirosa se le acerca, agradecida nuevamente por haberle ayudado con el platillo...pero la platica no se queda ahí.

—Vamos, que para eso estaba en la clase —expulsa el veteado con tranquilidad, jugando con el móvil sobre la mesa.

—En serio que estaba perdida en la clase...me sentí muy nerviosa.

—Lo noté, pero vamos, así son los primeros días, poco a poco te irás acoplando

Suelta el celular dejándolo boca abajo, mientras se acomoda mejor en el asiento.

—¿Qué tienes pegado en el teléfono? —Su curiosidad pica puerta y él, extrañado por su pregunta, suelta una sonrisa ladina, alzando el aparato, mostrando la etiqueta de una caricatura infantil.

—¿Te gusta? —pregunta la eriza, juguetona.

—Si... —Su risa oculta una vergüenza extraña pero que, al poco rato, le enorgullece—, y mucho, dejarme decirte.

La plática se desvía, pero continua la buena noche con ímpetu; las ganas por conocerse y saber sus nombres se muestran, "Shadow" no da buena espina, ¿Verdad? pero que va, si para Amy es una extraña manera de poder tener a alguien que le apoye siendo forastera en la ciudad y en la escuela.

—¿Quieres bailar? —Hora de poner la noche más divertida. La eriza lo piensa, y lo piensa mucho...

—Es que...tengo novio —«¿A qué vendrá eso?» indaga; sin duda se le hizo una respuesta comprometida.

—He dicho a bailar, Amy, no a ligotear —Esa sonrisa que emana la joven le resulta sarcástica, sin embargo no le quita la verdad al veteado que, corre con suerte, pues ya le ha extendido la mano y juntos, se levantan a la pista.

La noche termina y sin duda se hizo amena. La eriza le pide su número para que puedan seguir en contacto con tal de poder tener un apoyo en la carrera, lo que no esperaba Shadow era que, al día siguiente, le terminaría mostrando la ciudad y más a detalle otros sitios.

La eriza continua con sus asuntos, el problema es, que se volvió tan amiga del azabache, que cuando es víctima de una discusión con su novio, cae en confianza con Shadow para contárselo. Él para este punto, siente un cariño por la eriza, pues sabe y conoce ahora más que nunca luego de unos meses que ella posee una sensibilidad y normalidad, al igual que confianza y sentido agradable difíciles de encontrar en una chica...pero ella es una excepción.

Shadow no busca más que su bienestar y le brinda consuelo. Palabras de aliento que no subyugan, pero si ayudan a que tome decisiones firmes sobre su vida, sin entrometerse demasiado; no deja de ser un amigo simplemente cercano a su carrera.

El problema surge cuando el novio aparece a los seis días de su última discusión con la pelirosa; Shadow lo ve en la ciudad...¡Ja! Que si erizo tan más prepotente y zopenco está a la altura de una bella flor como lo es Amy...la mentalidad de Shadow no cambia ni para los celos extraños que el peliverde muestra al verlo cerca de su novia.

—Será mejor que no trates nada con ella, estás muy advertido —Típica amenaza sutil, sin embargo a Shadow ni le interesa. Como si no supiera las verdaderas intenciones, el azabache busca ayudar a que Amy no se rinda y de por muerta la relación.

La insistencia tremenda del otro erizo con título de pareja era tal, que durante una fiesta de la escuela organizada por alumnos, el mencionado esmeralda se presenta con celo, ya que la pelirosa ha sido invitada por el veteado. El pequeño detalle que se le olvida al erizo es que esa fiesta viene a ser organizada solo por estudiantes y que Shadow, tiene a tan buenos conocidos...cosa que no le va bien al esmeralda. Una típica competencia sin sentido, el conocido "a puño cerrado", como si de machos peleando una hembra fuera; Shadow niega completamente aquello.

—¿Por qué tengo que aceptar eso? —Y con lógica completa, pues por respeto a la eriza no ha de hacerlo, sin embargo, no olvidemos que los invitados están completamente enardecidos ante el atrevimiento...

Por la media noche, el novio enfurecido arma escándalo que, es apaciguado por los amigos del azabache, ellos no dudaron en ponerle un alto con sus puños, jurando Shadow que, él en ningún momento metió las manos. El desenlace dramático es, cuando Amy se entera de todo: está exhausta de sus comportamientos y ha de terminar con ella definitivamente.

Tres años de noviazgo no son fáciles, Amy creyó que era el indicado, pero resulto ser cualquier hipócrita. Estando lejos de su familia debido al estudio su único consuelo era aquél, ese erizo que le apoyó el primer día de clases con el emplatado. Aunque la atracción se estuviera volviendo cada vez más fuerte, el azabache respeta la decisión de ella, su dolor, es perfectamente notorio que no desea pasar por las relaciones otra vez, un novio ha de esperar.

—Aun así, sabes que cuentas conmigo para lo que necesites —habla con calma y serenidad a ella, mostrándole lo cortés y confidente que puede ser hoy, mañana y siempre.

El día de la graduación al fin llega. Vestidos elegantes y mucha costura en hombres, las clases finalizan para Shadow, ya no tiene por qué seguir sufriendo con proyectos y andar lidiando con profesores.

La tristeza se palpa cuando la eriza rosada, al final del día, se intenta despedir de él. No fue fácil, nadie dijo que tenía que despedirse para siempre, pues los días de apoyo y de fiestas, de diversión y de películas habían consolidado una amistad inesperada. Las lágrimas resbalan por sus mejillas, Amy lo abraza con súbita ímpetu sin querer separarse nunca. Shadow por el contrario, prefiere que ella no sufra por algo que tarde que temprano ocurriría y es por ello, que le da la noticia:

—Tienes un muy buen lugar reservado para mi fiesta de graduación —expulsa sincero—, tienes que venir, ¿entendido?

—Claro que iré —Se frota las mejillas, apartándose del abrazo— estaré ahí.

—Pero no serás una invitada más, quiero que seas mi acompañante —La sonrisa se desborda por sus labios, esta vez un abrazo más gustoso entre ellos se forma y el "sí" que debe salir de sus labios es muy innecesario.

Para la noche, las cosas habían sido completamente fenomenales, tal y como en la primera noche que estuvieron reunidos. La diferencia y noticia que ha de dar un completo maravilloso es la invitación de los otros amigos de Shadow a la playa; no era tan noche como para creer que era peligroso, así que luego de preguntarle a Amy si le apetecía, ella aceptó.

En la playa, sus amigos no dejaban de jugar con sus parejas; la luna en cuarto creciente no se ve nada mal, y para Shadow, como es costumbre, disfruta más de la vista, observando al resto.

—Me gusta muy poco la arena, es picosa —suelta inesperadamente Amy, sentándose a un costado de Shadow, sobre una toalla.

—¿Y por qué has querido venir entonces?

—Porque tú ibas a venir —¿Ternura? Poca. Shadow sostiene a la eriza, recostándola sobre su regazo.

La brisa era poca, no se logra sentir muy bien sobre sus cuerpos, pero lo que sí llega a rozar es la ventisca, además de enfriar a sus corazones en busca de unirse para hallar calor. El azabache no quiere esperar, aprovecha su altura para descender a la boca de la eriza, proporcionándole un beso sencillo pero muy sincero. Su sorpresa es grande al ver el movimiento de los labios y la aferración de Amy; sujeta la nuca del azabache para continuar con esa prolongada muestra de afecto.

—Te amo... —musitó Amy, de manera inesperada y hasta nerviosa por saber qué podrá escuchar ahora...

Otro beso llega; Shadow no se detiene ahora, su boca pasea muy divertida hasta por la nariz de ella y luego, separándose, replica:

—Esto demuestra que yo más...

Los amigos habían visto la nueva pareja que se está formando. Unas cuantas bullas juguetonas no se esperan pero el par sigue en lo suyo, la pareja que se ve, ya no se puede juzgar.

Y siendo que Shadow ha de volver a su ciudad de origen, y la eriza ha de seguir hasta culminar su carrera, la distancia no ha de ser algún impedimento para sentirse atraídos de maneras iguales, volviéndose a ver en periodos y semanas vacacionales, se sienten como cual críos experimentando el amor a través de los ojos...por un simple emplatado y montaje.











































Hola a todos! tenía ya unos meses que no aparecía por este libro y es que, no soy tan buena con los one shorts xD jaja en fin, esta micro historia me ha sido suficiente, tenia unas semanas que quería hacerla probando una narración diferente y bueno, le debo dar créditos a mi amigo "Sammy" que, el terminó inspirándome con sus cosas que me dice. C:

Si les ha gustado votad y comentad que os ha parecido, procuraré traeros más historias cortas Shadamy ^^ nos leemos pronto.

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