capitulo 11
Pesadilla o recuerdo
Hambre es lo que su estómago y cuerpo pedían a gritos, no era un antojo o porque solo quería comer algo delicioso, no, lo necesitaba, había pasado hambre donde antes era nombrado como hogar, comía almenos avena por las mañanas y en ocasiones, algunos manjares que su ángel le daba con toda la buena voluntad. Ahora solo quería comer para sobrevivir, la tierra se veía apetitosa, pero para su mala suerte le haría daño.
Estaba solo, perdido, siendo que nunca había pisado un lugar en esta ciudad antes. Solo sabía cuándo era noche por como todo se volvía negro y oscuro, mañana por los cantos de las aves, junto la aparición de la luz. No recordaba con exactitud la última vez que había comido y tampoco como era posible que estuviera caminando.
Una cosa que realmente sabía, era que tenía hambre.
Solo usando trapos, que antes eran su ropa que normalmente vestía, buscaba por las calles algún indicio de alimento, pero como todo estaba oscuro, le era difícil ver.
No quedaba nada en la basura, siendo que ya lo había revisado horas atrás. Sentándose a descansar en un callejón, se tapó con los papeles que habían ese lugar, carteles dañados, periódicos y entre otras cosas, fue el único calor que pudo tener.
El frio de la noche era doloroso, provocando que su cuerpo delgado que hasta los huesos temblara.
_ ¡chicos miren, un vagabundo enano! _ abriendo los ojos, aquel niño que confundieron como vagabundo con bastante edad, por sus cabellos blancos, miro sus visitantes del callejón, no eran más que unos jóvenes adolescentes ebrios por el aroma de alcohol en ellos.
_ estoy un poco estresado que importa si lo golpeamos un poco, a las finales, a quien le importa _ el más bajito de los chicos y tal vez el más ebrio que su compañero, choco su puño contra su palma, enseñado que no estaban en broma, Lincoln al escucharlo, supo que tenía escapara ahora, levantándose rápidamente, intento correr solo para que cayera al suelo por el esfuerzo físico, el no comer estaba devorando su energía como músculos, eso provoco el tropiezo.
Con la oportunidad en la mano, uno de los chicos, dio una tremenda patada al estómago del chico. Sacándole el aire y saliva por la fuerza de aquel golpe, tosiendo en el suelo, obligándose a respirar ya que no podía, recibió otra patada, que lo mando más adentro del callejón, sintió como unas de sus costillas se rompía y el dolor brillaba en su cerebro, no tenía tiempo de reaccionar y gritar, cuando fue nuevamente pateado.
Respirando forzadamente, pudo ponerse de rodillas, solo para ser sujetado por uno de los sujetos, quien los sostuvo de sus brazos e inmovilizándolo.
_ sujétalo ahí, Fred _ el enano del grupo comenzó a caminar hacia el anciano vagabundo. Preparando su puño para romperle algunos huesos a esa aberración de la sociedad.
Sintiendo que su vida posiblemente corría en peligro, intento escapara, aun así sus intentos fueron en vano, luchaba una y otra vez, no queriendo cerrar los ojos, quería vivir.
Juntando toda la fuerza que pudo obtener, el albino mordió la mano del sujeto que lo detenía y pudo saborear algo de comida, provocando que su cerebro se llenase de éctasis, siendo que no había devorado un algo tan delicioso en días quizás hasta semanas, solo pudo saborear todo ese manjar se color carmesí. Era asqueroso, a las ves deliciosas y jugosas, un néctar muy apetitoso.
Todo se volvió borroso oscuro, solo se escuchaba gritos, de suplicas, piedad y ayuda.
Pero todo era borrado por un extraño sentimiento de asco. Algo que lo hacía sentir muy bien. Sintiendo como sus lágrimas salían de sus cuencas, se arrepentía de ello, esos actos que estaba cometiendo, de lo que se estaba alimentando.
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Sudando a mares, el albino se despertó por la pesadilla que había tenido, casi gritaba por el miedo de verlo tan real, como si en verdad hubiera hecho eso, aun así no recordaba tal acto de aberración. Sintió náuseas y corrió hacia su baño personal, expulsando de su cuerpo los alimentos antes digeridos, vomito en el inodoro.
Sintió el olor hierro en su nariz, el líquido tan espeso y caliente, ese sabor tan delicioso pero asqueroso.
Recordado un poco la pesadilla vomito nuevamente, quedándose un tiempo en el baño, alguien toco la puerta de su cuarto y como no recibía respuesta, entró por la preocupación.
Leah al ver que su padre no estaba en su cama, escuchó un ruido en su baño, dirigiéndose hacia allí, observo a su padre botando un líquido viscoso al su inodoro. Se preocupó más por verlo sufriendo.
Ella corrió a abrasarlo por la espalda, estaba llorando por la preocupación.
_ ¡papá, que te pasa! _ sintiendo el abraso y la voz en su espalda, Lincoln se intentó calmar, sus ganas de vomitar estaban elevadas, pero al sentir las lágrimas de su hija, intento pensar en otra cosa.
_ estoy bien, cariño, solo tengo un poco de nauseas _ Lincoln dijo, limpiándose con su manga un pequeño rastro de vómito, se giró un poco para abrazar a su hija con un brazo. Tratando de tranquilizarla el mismo se mantuvo en calma constante.
Se mantuvieron un tiempo en esa posición, no importándoles el asqueroso olor del vómito.
_ Papá... _ Leah hablo un poco llorosa.
_ ¿Si cariño? _ pregunto el albino a su hija.
_ no quiero que te vayas con mama, quédate _ la sorpresa a tales palabras, hicieron que el albino calmara repentinamente sus nauseas, sintiendo un insensible por como su hija se preocupaba por él, abraso y acaricio el cabello de su pequeña.
_ tranquila cariño, siempre estaré contigo, es un promesa_ haciendo que su pequeña se calmara, ambos se acostaron en la cama para dormir apegados en un abraso de padre e hija.
"siempre contigo"
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De mañana, cuando los pájaros empezaron sus cantos, las risas de una pequeña niña eran tan frecuentes y fuertes, que parecía que la alegría estaría con ella en todo el día. Padre e hija, estaban observando un pequeño programa de dibujos animados, acompañados de un tazón de cereal con leche, cada uno no les importo cambiarse su piyama, sintiéndose mejor con esos atuendos que los que usaban todos los días.
Como eran las vacaciones de su padre, Leah aprovecho el tiempo, últimamente no pasaban el tiempo juntos y eso que su padre no tenía trabajo, pero con la llegada de sus tías las cosas en sus vidas había dado una vuelta de 180 grados. No es que sea de su desagrado, pero el tiempo junto a su progenitor se había reducido, con todo eso, que es mejor que ver televisión, con su serial favorito y junto a su padre, observando cualquier cosa la tv.
Tocaron a la puerta y el padre albino se levantó a ver quién era. No fue una gran sorpresa ver a su hermana lisa parada con un atuendo que no había visto.
_ ¿sigues acostado? _ lisa pregunto, mientras observaba la piyama a cuadros de su hermano o futuro prometido. Ella misma siendo optimista sobre ese tema. Pero verlo con todo despeinado y con una cara aburrida.
_ No realmente, como hay no tenía nada que hacer, pensé pasar el tiempo con Leah, estamos viendo caricaturas, quieres acompañarnos _ dándose un bocado a su cereal, Lincoln espero una respuesta.
_ Porque no, hoy quería relajarme un poco _ lisa dijo, mientras ingresaba y sacaba algunas cosas de su vestimenta que le apretaban. Y siguió a su hermano hacia la sala, donde se encontraba su sobrina.
_ Buenos días, Leah, cariño _ lisa saludo mientras se sentaba a un lado de Lincoln, dejando a albino entre el medio de las dos chicas.
_ tía lisa, mira como el conejo se escapa de ese cazador _ señalando con el dedo a la tv, Leah indico a un conejo delgado con largar orejas y de una constituía humanoide escapando de un escopetazo del cazador, chaparrito y calvo.
Lisa lo observo y le pareció tierno el comportamiento de su sobrina, pero siendo que era temprano y ella estaba cansada, por las pequeñas ojeras en su rostro, deposito su cabeza sobre el hombro de su amado, quien al ver que como la castaña estaba cansada, la abraso con un brazo y la aruco un poco hacia él.
Todo parecía ser un pequeño mundo para los tres.
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_ Como va esos panqueques, Linki _ lisa pregunto, mientras abrazaba por detrás a su hermano albino. Siendo que estaba yendo con todo, quería estar más pegajosa con él.
_ están saliendo, lis, dile a Leah que ya se vista, que hoy vendrá nuevamente Leni y quiere llevársela al centro comercial _ Lincoln contesto, dando un gran giro a la sartén.
_ ¿entonces, solo vamos a quedarnos los dos, solos? _ sintiendo un pequeño escalofrío, Lincoln volteo un poco su vista para ver a su hermana, sonriendo, no de una forma tierna como había visto, esta vez tenía un algo de en ella que lo había inquietado por un segundo.
_ eso parece, que quieres hacer, hoy _ respondiendo a la pregunta de lisa, el albino coloco los panqueques en un plato.
_ humm... que tal si vamos a la ópera, conozco un buen lugar, hay una función, has escuchado Turandot _ lisa comentó, habiendo escuchado una de esas hace mucho tiempo, sería bonito oírla con su futuro pretendiente.
_ La hija del Turán, si escuchado, es uno de mis favoritos _ al oír eso, lisa se sintió nuevamente firma por su decisión de enamorar a su hermano, compartían gustos por el arte similares, aún estaba un estante el amor por el rap, pero la opera era un momento para tranquilizarse.
_ ¡genial!, ya no puedo esperar _ lisa comento abrasando con más fuerza y acercándose más al rostro de su hermano, aunque ella era pequeña, era muy liviana y no lo tomo mucho trabajo en escalar un poco a su hermano.
_ ¿Qué están haciendo? _ Tanto Lincoln como lisa, se sobresaltaron a ver que Leah había parecido de la nada, les recordó a cada uno a su hermana Lucy, pero la cuestión era que los había pillado en una posición algo comprometedora, en rápidos movimientos cada uno se separó del otro, los dos sabían que, Leah aún era pequeña y podía ser afectada psicológicamente, aun no era el tiempo para que Leah entendiera los sentimientos que su tía sentía por su padre.
_n-nada, cariño solo abrasaba a tu papa, ya sabes, la demostración de afecto es la mejor manera de saber que le importas a alguien _ explicando lisa, tomo de la mano a su pequeña sobrina y se la llevo a la mesa a esperar su desayuno.
Lincoln por otro lado se quedó mirando cómo se retiraban, se preguntaba cómo explicaría a su hija, si por alguna razón fortaleciera más su relación con lisa. Se imaginó las miles de posibilidades, una donde ella aceptaría tal relación y con el tiempo también formalizaría un vínculo materno con lisa o por lo contrario, donde no quería verla de nuevo por intentar remplazar a su madre biológica, o donde ella lo odias a él.
El albino pensó que tal vez se preocupaba demasiado, estaba en sus vacaciones quería estar relajado y pasar el tiempo con su hija.
Entonces el timbre de la casa sonó, indicando que Leni había venido, lisa se acercó y abrió la puerta, para encontrarse con una feliz y confundida Leni.
_ ¿lisa?, creo que me equivoque de casa_ confundida por no entender que hacia lisa ahí, Leni miro a su alrededor y la casa, solo para notar que si era la casa que estaba buscando.
_ sí, es la casa de Lincoln, vine temprano hermana, entra que Leah te espera _ interrumpiendo a su hermana, lisa indico con los ojos que entrase, lo que su hermana hizo.
Al entrar Leni, pudo observar algo tierno, que le hizo pensar unas cosas; su hermanito con un delantal y sirviendo jarabe a los panqueques de su sobrina, siendo esta que sonreía al ver el delicioso dulce siendo expresado por todo su plato. El pequeño ángel sintió algo que nunca había sentido, o era ignorante del sentimiento, que presionaba su pecho. Eran emociones confusas que ella no entendía, así que ignoro eso y avanzó hacia su hermano y sobrina con una sonrisa.
_ Linki, Leah buenos días _ con un beso en la mejilla a ambos, Leni se sentó a un al costado de su sobrina.
Leah al verla sonrió y también saludo, con un común y alegre buenos días. Gesto imitado por su padre que procedió añadir un plato de panqueques a su hermana, quien agradeció.
Todo fue visto por la científica, no le importo realmente que Leni, le hubiera demostrado afecto a su sobrina dándole un beso en su mejilla, pero tenía que darlo a Lincoln. Apretando los puños, lisa se relajó, ya que al final del día, ella conseguiría un beso más directo.
Sentándose a lado de Lincoln, lisa procedió a tomar una de sus manos, algo que sorprendió al albino, pero no se quejó, adivinando por qué sentía una presión considerable en su mano.
El desayuno trascurrió tranquilo, dándose par de chistes, anécdotas o información aleatoria.
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Lisa y Lincoln caminaban tranquilos después de presenciar una magnífica obra de ópera, cada uno caminaba muy cerca del otro, tomándose de las manos daban la impresión que eran pareja.
Había sido una magnifica noche para ambos, no preocupándose mucho por Leah, quien era cuidado por su hermana. Que lisa admitió que ya tenía la suficiente madures para tomar ese deber.
_ no me gusta decir esto, pero... no me gusta verte tan cerca de Leni _ admitiendo, lisa miro el camino que era iluminado por las luces de los faros. Ella sintiéndose celosa por aquel beso en la mejilla que su hermana le dio a Lincoln.
_ no te preocupes, entiendo, pase por lo mismo con Leni_ Lincoln dijo, tratando de hablar de un tema con ella, algo que era algo complicado de compartir.
_ ¿Leni?, no dirás Carol, hermano _ intentando negar algo era muy preciso y certero, lisa corrigió a su hermano, esperando que se haya equivocado.
_ lisa... estuve enamorado de Leni cuando era más joven, claramente ese sentimiento desapareció por diferentes motivos, pero quería decirte esto, no me sentía bien ocultándote lo que alguna vez sentí _ Lincoln observo como su caminata de volvió silenciosa, haciendo que Lincoln se sintiera un poco preocupado por ella.
_ entiendo, pero... ¿realmente dejaste de sentir eso por Leni? _ una insegura lisa pregunto, ella ya de por sí, se sentía insegura de sí mismo, no era muy alta y tampoco era muy bonita o atractiva como su hermana mayor, y ahora que su hermano le haya contado que en algún momento se sintió atraído hacia esa persona. Le hizo dudar de esa confianza que tenía de conseguir el afecto deseado de su hermano.
_ desapareció... solo la veo como una hermana, te lo aseguro de corazón _ Lincoln tomo la mano de su hermana que se había se había aflojado un poco.
Con esas palabras lisa se tranquilizó y abraso a su hermano, quien también devolvió el abraso.
Lincoln olía tranquilamente el aroma de su hermana, noto a una persona adelante de ellos, a espaldas de lisa, había un sujeto; de largo abrigo café, capucha que no dejaba notar sus cabello y una máscara de payaso, tapando su rostro, solo dejando ver esos ojos verdes lunáticos, su podía notar que no había dormido en días.
El sujeto en cuestión era alto, casi la misma altura que el mismo albino, era corpulento, dejando notar que hacia deporte por seguramente unos músculos bien desarrollados.
Antes que Lincoln dejara el abraso e indicara a lisa del sujeto que los observaba de frente, el noto como de su abrigo sacaba un objeto metálico, que no pudo distinguirlo bien pero cuando llego a sacarlo por completo, se aterro por ambos.
Rápidamente empujo a su hermana hacia un lado, su acción provoco dos cosas; una es que dejo su hermana se librara de un disparo en la cabeza y dos, que esa misma bala callera directo a su pecho.
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Lincoln se encontraba nervioso, su corazón estaba muy acelerado, pero tenía la confianza de que sus acciones tendrían un éxito considerable. Tenía la aprobación de las personas más confiables para la chica en cuestión.
Tenía en su mano una caja lo suficientemente grande para ver tomarlo con toda su mano, lo que tenía en sus manos era algo que le confiaron a él, por ser la persona indicada para su hija. Porque él también quería hacer esto, él amaba a esa chica.
El albino se encontraba en un lugar lleno de flores, sentado en un banco, espero a su novia rubia. No noto que el ambiente era muy favorable para su declaración; las hojas estaba verdes, pájaros cataban un tono muy agradable y el sol estaba dando una buena iluminación.
Solo observo a esa persona especial caminando hacia él; su cabello rubio danzaba como una corriente, sonrisa encantadora, ojos hermosos que podrían derretir cualquier glasear.
Carol Pingrey estaba muy contenta de ver sentado a su novio, aunque ella era mayor, no le importo realmente sentirse enamorada por él. Su gran carisma, amabilidad, felicidad, le daban el toque que le gustaba ella de un hombre, siendo que también era muy guapo, ella estaba contenta de haberse encontrado a Lincoln, su novio.
_ disculpa la demora, conejito _ Carol se disculpó, dándole un beso en los labios su novio. No muy duradero porque su novio tenía que decirle una cosa importante.
_ No pasa nada cariño, ven siéntate _ dejando eso de lado, Lincoln se sentón junto Carol, tomados de las manos, cada uno se miraba tiernamente, pero Lincoln estaba un poco serio en esta situación. Había planeado varias cosas, aun así, creyó que solo expresaría la situación.
_ sé que no pasado mucho desde que nos convertimos novios, y realmente fuiste lo mejor que me paso Carol, no tengo idea de lo que pasara más adelante, pero se algo, es que quiero compartirlo contigo _ Lincoln precedió a arrodillarse a un costado, sacando la caja que guardaba en su bolsillo, pero nunca soltando la mano ni la vista de su amor.
Carol quedo completamente de piedra por la sorpresa, pero su sorpresa se convirtió en alegría, felicidad, amor. Ella tenía un mescal de sentimiento. Con una sola mano se tapó la boca para no chillar de emoción y alegría. Dejando también una mano con su amado. Ella habría esperado este día en sueños, que por alguna razón, su novio lo convertía en realidad, sus lágrimas de emociones se escaparon de sus ojos, deslizándose por sus mejillas.
_ Carol Pingrey, te casarías conmigo _ Lincoln abrió la caja, demostrando un hermoso anillo con un diamante gris, maravilloso a la vista de cualquier rey o Reyna.
A Carol no le importo el anillo, toda su concentración estaba en lo que significaba.
_ ¡si!, un millón de veces, ¡sí! _ Carol salto hacia a su amado con un gran beso. Ambos demostrando todo su cariño en ese simple beso de alegría.
Cada uno se sintió completo, ya que sus dos almas y amor estarían destinadas a amarse por siempre. Y todo era presenciado por los árboles, animales y el cielo.
Lincoln saco otra cosa de su bolsillo y se lo entrego a Carol, siendo que aún estaban abrazados en el suelo plagado de flores.
_ quiero que también, tengas esto _ Carol observo algo impresionante, allí estaba un collar de corazón, pero no cualquier collar, era uno de oro que lo había reconocido. Era lo que padre le entrego a su madre, una tradición que sus ancestros hacían, consistía en que el padre de la esposa, tenía que darle ese collar al pretendiente para dárselo a su amor. Ella lo sabía porque su madre como padre se lo había contado.
Ella lloro por lo sentimental que era la situación, solo pudo amar más a ese hombre que le hace sentir estos sentimientos.
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Las pupilas de aquel albino volvieron se visibles, haciendo que el albino despertase de ese pequeño recuerdo. Y antes que el albino cayera al suelo, uso la fuerza su brazo y para usarlo como equilibrador, en un rápido movimiento volvió estar de pie, miro a aquel sujeto, nuevamente apuntando a su hermana.
Lincoln sin dudarlo corrió hacia el atacante y en un gran acto de velocidad fue tan rápido que no dejo que aquel sujeto presionase el gatillo. Con un gran puñetazo en la máscara, el sujeto fue enviado para atrás soltando el arma de paso. El albino perdió el tiempo y corrió tras él, ignorando los gritos de su hermana. Esta vez no fue lo suficientemente rápido para volver a golpearlo, ya que le sujeto se había levantado, desviando el puño del albino, que no pudo que con dificultad llego a esquivar un pata directamente a su mentón.
Dando unos pasos para atrás, el albino observo, como el enorme sujeto sacaba se ponía en guardia.
_ ¡Lisa, llama a la policía!_ escuchando el grito de su hermano, lisa se recompuso, dejando el sentimentalismo, saco su celular y empezó a marcar a la policía. Observo a su alrededor y vio una cuantas personas, que solo se quedaron mirando, luego observó nuevamente a su hermano en posición de lucha, al igual que su atacante.
Lincoln observo como la máscara de aquel sujeto se agrieto y de su bordes salina sangre, eso dejo en claro que sus ataque había causado una hemorragia nasal. Gracias a su caída su capucha había caído, dejando notar un cabello corto de color negro.
_ No sé quién seas, pero te aseguro que no será bonito lo que te hare _ Lincoln estaba enfadado, no solo por el balazo, si no también es quería asesinar a una de sus hermanas y eso no se lo permitía a nadie. El no había entrenado mucho desde que su esposa falleció, pero estaba seguro que aún se encontraba en forma, no por nada había entrenado una variedad de artes marciales. El golpear el costal fue un gran método de liberar todo su rencor contra su ex familia, meditar por horas había causado que madurara en sus acciones y entrenar le hizo crecer una gran voluntad.
La respuesta del sujeto enmascarado a las palabras fue una gran patada hacia su rostro, que fue esquivada con facilidad, el albino avanzado hacia un costado, adelantado un pie y dejando el otro atrás, provocó un tropiezo de aquel sujeto y con la pérdida de su cetro de gravedad, Lincoln aprovecho y uso su la propia fuerza del sujeto para hacerlo caer al suelo con fuerza.
Levantando una de su pierna en un Angulo de 180 grados, el albino lanzo un gran golpe con la parte de atrás de su zapato hacia la máscara.
Pero antes que su zapato tocase su máscara el sujeto despertó de su pequeño estado de inconciencia, así que por pura suerte pudo esquivar el ataque dirigido hacia su máscara.
Lisa quien observaba todo desde un lado, se sorprendió de flexibilidad que demostró su hermano en esa patada hacia abajo, tenía registros e imágenes sobre personas que podían estirarse de sobremanera, pero verlo en persona era muy impresionante. Ya había llamado a la policía e índico su posición para que llegue los refuerzo a apoyar a su hermano.
El enmascarado se levantó rápidamente para volver a ponerse de pie, aunque le dificulto un poco por estar mareado por enrome golpe contra el concreto. El sujeto estaba asustado y enojado. Asustado por el sujeto a su adelante, era fuerte y no parecía que lo dejaría libre, el instinto de matar que salía del chico era impresionante, lo estaba haciendo sudar y lo más espeluznante, había recibido un disparo directo en el pecho y no murió. Enojado por no tener su venganza, por los sueños que no fueron vengados y por no matar a lisa Loud.
Lincoln se impresiono cuando el sujeto que los había atacado, corrió hacia el como si fuera un animal enojado, usando eso a su favor, tomo la posición de karate, seiken-chudan-tsuki, puñetazo normal de media altura, el movimiento más básico del karate japonés.
Con un gran golpe usando toda su fuerza, Lincoln rompió por completo la máscara, tal ataque directo fue capaz de noquear completamente al sujeto, que ahora estaba de espaldas en el suelo.
Exhalando y respirando, Lincoln se recompuso, para mirar el puño cual había mandado a dormir a su oponente, lo observo lleno de astillas de madera de aquella mascara y salía un poco de sangre de sus nudillos, nada grave.
Lisa a ver que el combate había terminado, corrió hacia su hermano y lo abraso con fuerza, mientras lágrimas de preocupación y alivio salieron de sus ojos, Lincoln también correspondió, no habría imaginado todo el dolor que hubiera sentido al ver que su hermana hubiera recibido el disparo y muerto por ello.
Miro su pecho para mirar, lo que había amortiguado el balazo, el corazón de oro que había otorgado a su esposa Carol. Le había salvado la vida.
"gracias, nuevamente Carol"
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