Capítulo 7


Abigail y Alec estaban en la habitación con el pequeño cachorro para jugar con ellos. Abby le había enseñado unos trucos al perro y estos conseguían que los dos soltaran enormes carcajadas.

Bruce al pasar junto a la habitación del pequeño oyó las risas y abrió con cuidado la puerta para observarlos sorprendido de ver a Alec junto a Abby y el cachorro que se revolcaba por los suelos mientras ellos reían.

De pronto el animal se paró y miró hacia la puerta.

- Puedo pasar? - preguntó Bruce al verse descubierto.

Alec asintió; una vez dentro de la habitación se sentó junto a ellos en el suelo.

- De qué os reís? Vuestras risas se escuchan en toda la planta!

- Abby le a enseñado al perro unos trucos - dijo Alec maravillado.

Cuando Alec alentó al cachorro que hiciera los movimientos que le habían enseñado Bruce rió y después miró a Abby con tanta intensidad que para romper esa tensión, a ella solo se le ocurrió decir:

- Peque, porqué no le enseñas a Bruce el juego que has aprendido?

- Abby me  a enseñado un juego - dijo Alec tras soltar una risita mirando a Bruce con ojos chispeantes.

- En serio?

- Oh, sí... y es muy bueno - apostilló Abigail con gesto divertido.

- Ven, te lo enseñaré - dijo Alec acomodándose al lado de Bruce - los dos tenemos que poner las palmas de las manos hacia arriba y sin dejar de mirarnos a los ojos tienes que chocar tu palma con la mía o yo con la tuya. Pero ojo, el juego es conseguir quitar las manos antes de que tu contrincante te dé en ellas!

Durante unos minutos Alec y Bruce jugaron y rieron. Abigail se mantuvo al margen y apoyando su espalda en la cama, observó a aquellos dos disfrutar el momento. Recordó cuando jugaba a ese mismo juego con su padre y tuvo que tragar fuerte y pestañear varias veces para no echarse a llorar.

- E vuelto a ganar! - dijo Alec lleno de júbilo.

- Me rindo Alec - rió Bruce encantado - creo que Abigail te a enseñado demasiado bien a jugar a este juego!

- Ya es muy tarde - dijo Abby viendo bostezar al niño - es hora de acostarse!

Alec subió a la cama y ella lo arropó.

- Te quedas hasta que me duerma? - dijo Alec mirándola.

- Claro - dijo ella sonriendo.

Abby le tarareaba una nana mientras le acariciaba el pelo adormeciendolo.

- Suele tardar más tiempo en dormirse - dijo Bruce a su lado.

- Mi madre me hacía lo mismo de pequeña - dijo sonriendo con añoranza - todo esto es tan extraño... pensar que este niño tan adorable es mi antepasado...

- Entonces te lo crees?

- Estos lugares... los vestidos... - dijo tocándose la ropa - en mi tiempo solo se usan como disfraces o en ferias medievales para recordar como se vivía. Sabes lo que más echo de menos?

Bruce negó con la cabeza atento a todo lo que decía.

- Levantarme por el olor de las tortitas recién hechas de mi madre, encontrármela en la cocina con restos de harina en la cara y manchandome de ella al darme un beso de buenos días! Echo de menos ver a mi padre sentado en la silla leyendo su periódico mientras toma su café y antes de irse a trabajar nos daba un beso y nos decía: nunca olvidéis que sois  lo mejor de mi vida y os amo! Lo decía cada día pero ya no lo volveré a oír - dijo temblandole el labio inferior mientras se quitaba la lágrima rebelde que se atrevió a salir.

Bruce la atrajo hacia él y la abrazó.

- Duncan te prometió averiguar quién es el traidor y cuando acabemos con todo, ninguno de sus descendientes morirá a mano de los Mclean. Y yo te prometo que los volverás a tener a tu lado!

- Yo creo que no - dijo apartandose.

- Crees que no podremos solucionarlo? - dijo Bruce mirándola a la cara.

- No es eso.

- Entonces?

- Según la historia, mi abuela huyó con mi padre a España para escapar de los Mclean; conociendo así a mi madre años después - dijo Abby.

- A donde quieres ir a parar?

- Si lo solucionamos, ella no tendrá motivos para huir; por lo tanto mi padre no irá a España ni conocerá a mi madre. Y sí no se conocen...

- Tú no podrás nacer - dijo Bruce dándose cuenta.

- Pero lo importante es que mis padres si vivirán - dijo ella - da igual que no exista al final, me conformo con esta oportunidad que se me a dado para salvar a mi familia!

- No pienses así - dijo Bruce.

Él tampoco quería pensar en esa posibilidad y aunque lo intentó, no pudo quitar la mirada de la de ella. En ese momento sintió deseos de besarla; la rozó los labios con los suyos, el mero roce de los labios de Abby era tan embriagador que lo que le sucedió a continuación era inevitable y destinado a ocurrir.

Bruce se dejó vencer.

Cubrió su boca con la de Abby en un gesto de posesión absoluta.
En ese gesto encubría su propia necesidad, así como el deseo de transmitirle a ella sus sentimientos. Sintió el temblor de Abby cuando su lengua se introdujo en la boca de ella con evidente autoridad y apretó el abrazo en torno a su cintura pensando que no quería soltarla nunca.
Abigail lentamente le rodeó el cuello con sus brazos hundiendo los dedos en el cabello de Bruce para atraerlo más hacia sí. Con los dientes apresó su labio inferior y tiró suavemente.
Si Bruce hubiera estado de pie, se le hubieran aflojado las rodillas. Con un ronco gruñido volvió a besarla, su lengua enredada con la de Abby; estuvo a punto de perder el control cuando la escuchó emitir un gemido de placer.

Pero se apartaron bruscamente jadeantes en busca de aire cuando oyeron a Alec murmurar. Los dos giraron la cabeza hacia la cama y sintieron alivio al ver al niño murmurar en sueños y no porque los hubiera descubierto.

- Será mejor que vuelva abajo - dijo Bruce levantándose alterado por lo que acababa de pasar - Duncan me estará buscando!

Dicho esto salió de allí sin mirarla cerrando la puerta tras él.
Abby perturbada por lo que acababa de ocurrir se levantó tocándose los labios y abrió la puerta para ir a su habitación a dormir aunque no creía que lo consiguiera.

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Dedicado aLaChicaAnonima18, MaryEstuardo2112

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