Abigail buscó a Alisa con la mirada y la encontró en la cima de la colina a la sombra de un árbol discutiendo con un muchacho.

- Te e dicho que me dejaras en paz Stewart y lo digo en serio! Si no dejas de fastidiarme...

Abby carraspeó para hacer notar su presencia.

- Soy Abigail, que tal? Os está molestando este muchacho?

Otro soldado se había acercado a Stewart y se quedó mirando a Alisa y Abigail.
Stewart se acercó y tomó a Alisa de la cintura, ella soltó un chillido y trató de liberarse de su abrazo.

- Sueltame Stewart!

- Ya la has oído - ordenó Abigail - más vale que te alejes de ella!

- Solo quiero un beso - dijo Stewart sonriendo - y luego la soltaré! Tal vez te robe un beso a tí también, en mi opinión eres tan bonita como Alisa!

- Quieres apartarte de mí? Hueles a perro mojado! - dijo Alisa.

El otro joven se acercó presuroso.

- Ya has atrapado a una de las mujeres, yo atraparé a la otra - alardeó - y le robaré un beso!

En ese instante Stewart gritó de dolor y soltó a Alisa dando un salto hacia atrás.

- Me has mordido! Tú, pequeña... - gritó mirándose el brazo.

- Pequeña qué? - dijo Alisa desafiandolo.

- Perra - masculló Stewart.

Abby no pudo hacer otra cosa que quedarse con la boca abierta.

- Eres un imbécil Stewart, vete y déjame en paz pesado!

- Eres una mujer fácil!

- Y tú eres un niño con sueños de guerrero y no llega ni a escudero! - decidió intervenir Abby con desprecio.

Ahora fue el turno de los muchachos quedarse con la boca abierta.

- No soy ningún niño - dijo Stewart frunciendo el ceño - y lo demostraré, conseguiré el beso - dijo mirando a Alisa - con tu permiso o sin él!

- Entonces yo también lo conseguiré - se jactó el otro soldado.

- Ese joven se llama Donal - dijo Alisa - es tan joven e ignorante como Stewart - se acercó a Abby y susurró - tienes miedo? Puedo pedir ayuda!

- Tengo cara de tener miedo? - dijo ella alzando una ceja - que opinas si los arrojamos por la colina?

Alisa sonrió cómplice, el plan le pareció arriesgado pero divertido. Siguió los pasos de Abby y ambas retrocedieron hasta encontrarse cerca de la pendiente.
Donal y Stewart sonriendo como idiotas fueron acercándose. Alisa los alentó haciéndoles señas con el dedo.

- Haz lo mismo que hago yo - le susurró a Alisa y entonces ordenó a los muchachos darse la vuelta y cerrar los ojos con la promesa de recompensarle.

Excitados como cachorros ante un hueso, los muchachos se dieron la vuelta.

- No miréis - les ordenó Alisa - cerrad los ojos con fuerza!

- Estáis listos? - preguntó Abby.

Donal asentía vigorosamente cuando recibió un fuerte empujón en la espalda. Al mismo tiempo Alisa le dió otro empujón a Stewart; Donal salió volando pero Stewart demostró ser mucho más ágil. Lanzando un grito de victoria dió un paso atrás para evitar caer por la cuesta y se volvió para ver como caía su amigo colina abajo. Alisa y Abby aprovecharon su distracción, alzándose las faldas le dieron tremendas patadas en el trasero logrando que rodara junto a Donal.
Desgraciadamente, durante el proceso Alisa perdió el equilibrio. Antes de poder recuperarlo rodaba ella también por la ladera de la colina. Sus carcajadas podían oírse resonando por la arboleda.
Abigail queriendo ayudarla fue tras ella, se enredó con sus propias faldas y terminó cayendo sobre Alisa.
Quedaron cubiertas de hierba, tierra y hojas pero a ninguna de las dos pareció importarle. Estaban muertas de risa y armaron tal alboroto que los soldados que entrenaban en los campos de más abajo hicieron un alto para mirarlas. Ellas intentaron recobrar el control pero cuando lograron sentarse y vieron a Donal y a Stewart que se escapaban corriendo, las hizo tanta gracia que volvieron a estallar en histéricas carcajadas.

- Te dije que eran imbéciles - respondió Alisa secándose las lágrimas de la cara.

- Son bobos - replicó Abby poniéndose de pie tambaleante.

- Tengo un aspecto tan horrible como el que tienes tú? - preguntó Alisa.

- Tu cabeza parece un nido de pájaros con todas esas hojas encima!

- Para - rogó Alisa - no puedo reír más, me a dado una puntada en el costado.

Abigail la tendió la mano para que Alisa pudiera ponerse de pie.

- Estás cojeando - advirtió Alisa, mientras descendían juntas por la colina - te has hecho daño?

- E perdido mi zapatilla - dijo riendo.

Abigail la vio y la cogió; en el momento en el que se inclinó para ponérsela, Alisa la tomó del brazo.

- Gracias por ayudarme con Stewart!

- La verdad me e divertido mucho - dijo Abby - aunque había ido para hablar contigo sobre el hombre que dices amar.

- Como sabes... - dijo Alisa nerviosa.

- Tranquila no voy a decir nada - dijo tranquilizandola - piensas decir al estúpido - eso hizo reír a Alisa - que lo amas?

- E pensado mucho y también e intentado que reparara en mí, esperaba que fuera más perceptivo pero hasta ahora no se a dado cuenta!

- Tienes que ser más directa - dijo Abby - con ellos no valen las medias tintas.

- Medias qué?

- No tiene importancia - dijo Abby - creo que deberías decírselo.

- Sé que tienes razón; si sigo esperando llegaré a anciana antes de que se dé cuenta de que soy lo mejor que pudo haberle pasado.

- Cuando?

- Cuando qué? - dijo Alisa.

- Cuando se lo dirás?

- Oh, no lo haré.

- Pero si acabas de decir...

- Que tienes razón, sin embargo no lo haré. Y si no me ama? Creo que ni siquiera le gusto, solo me dice lo terca que soy.

- Se a fijado en tí - dijo Abby.

- Pero solo me ve como una molestia, los hombres tienen que cortejarnos!

- Cortejarnos? - dijo Abby - que antigua eres chica, sé valiente y ligatelo tú!

- Ligarmelo? - dijo Alisa extrañada - hablas raro! Mira por ahí vienen!

Bruce y Sloan cruzaban el patio de armas cuando vieron a Abby y a Alisa que iban hacia ellos; los guerreros se detuvieron bruscamente.

- No creo que tengamos tan mal aspecto - dijo Alisa - pero por si acaso guarda esa zapatilla tuya.

Abigail se miró la mano y se dió cuenta que se había olvidado completamente de ponérsela, antes de que llegaran a ellas la escondió detrás de su espalda.

- Que diablos os a sucedido a vosotras dos? - bramó Bruce.

Ante el sonido de su voz, Abby se masajeó el oído y Alisa hizo una mueca.

- Alisa explícate - exigió Sloan.

Abigail se acercó a Alisa.

- Que opinas de arrojarlos también a ellos colina abajo? - susurró.

Alisa se mordió el labio inferior para contener la risa al imaginarse esa escena y después siguió a Abby por el patio de armas.

- Hice una pregunta Abigail, que os a pasado? - repitió Bruce.

Abby se detuvo a cierta distancia de los hombres y se aseguró de que la zapatilla siguiera escondida, Alisa se puso a su lado.

- Que os hace pensar que nos a pasado algo? - preguntó Abby.

Observando el aspecto que ofrecían, Sloan consideró que la pregunta era ridícula. A Bruce no le hizo gracia y dió un paso hacia Abby.

- Tienes el rostro manchado de tierra - dijo - y tu cabello está lleno de hierba y hojas.

La mancha que tenía Abby en el costado de la nariz estaba distrayendolo, la tomó de la barbilla y con el pulgar se la limpió. El color de sus ojos hizo que se quedara prendado de su mirada.

- Que estás haciendo? - dijo Abby dando un paso atrás.

Bruce también se sorprendió de su reacción y carraspeando volvió a ser él mismo.

- Un soldado nos dijo que había unos hombres en la colina, quienes eran?

- No había ningún hombre con Alisa ni conmigo.

- Abigail te ordeno que me digas la verdad!

- Pero quién te crees que eres para darme órdenes, Al Capone? - dijo entredientes acercándose más a él furiosa.

- Quién? - dijo Bruce extrañado.

Abby se llevó la mano a la frente y no se dió cuenta que dejaba al descubierto la zapatilla.

- Que es eso?

- Una zapatilla - dijo obvia - se me salió del pie al tirarme por la colina.

- Te tiraste? - dijo Bruce sorprendido.

- Me pareció divertido - dijo encogiéndose de hombros.

- es cierto eso? Os tirasteis cuesta abajo? - dijo Sloan.

Alisa asintió mirando a Abby divertida.

- Ahora si nos disculpan lairds - dijo Abby burlona - tenemos que irnos.

Abigail cogió a Alisa de la mano y se adentraron a la casa.

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Dedicado a LaChicaAnonima18