3. "Sí Duele Recordar..."

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3. "Sí Duele Recordar…"

Estaba cerca.

Era rápido.

Estaba persiguiendola.

Cada vez que miraba hacia atrás, estaba allí, sus ojos rojos brillando en la oscuridad de la noche.

Cerca.

Más cerca.

Justo detrás de ella.

Gruñó y chasqueó las mandíbulas detrás de ella, disfrutando de su miedo. Podría matarla en cualquier momento, pero no lo hizo. Disfrutaba de la caza, de la presa fácil.

Ella corrió lo más rápido que pudo. Ingenuamente, esperaba perderlo y escapar, pero, en el fondo, sabía la verdad… Ese monstruo podía alcanzarla y matarla en cualquier momento que quisiera.

Estaba jugando con ella, como un gato jugando con un pájaro antes de romperle el cuello.

No importaría, al final, iba a matarla de todos modos.

Pero ella seguía corriendo.

El aire frío de le quemaba los pulmones, la oscuridad la hacía tropezar cada pocos pasos, pero no sé detuvo— detenerse seria su muerte.

El oscuro bosque se marchitaba a su alrededor, la luna se tiñó de ceniza, los monstruos y el fuego se elevaron entre la oscuridad.

Ella lo ignoró y siguió corriendo.

Debía haber alguna manera… Debía de haber una forma de escapar.

Debía haberla, sí no—

Un rugido estremecedor hizo eco por el bosque agonizante.

Fue el sonido más horrible que haya escuchado.

Todos los monstruos se detuvieron por un segundo.

…Y hicieron eco del rugido.

El monstruo detrás de ella rugió y aceleró.

Escuchaba sus garras raspar piedra y tierra, y el choque de las flechas clavadas en su espalda, cada vez más cerca.

Hasta que lo supo… Ya no había escapatoria.

Fue en ese mismo momento donde dejó de escuchar las garras.

Estúpidamente, decidió mirar detrás.

El dolor estalló en su brazo izquierdo y en su pecho, la sangre cayó y manchó el suelo… Y ella estaba cara a cara con el monstruo.

Cara a cara con un par de ojos escarlata.

. . .

El sol apenas había empezado con su recorrido por el cielo.

Pero Lin estaba despierta… Aunque no por decisión propia.

Masajeó el área cerca de su hombro izquierdo con insistencia, aunque no había nada ahí.

Sin pensarlo mucho, tomó la primera camisa que vió y se la puso apresuradamente— una camisa roja con detalles dorados, había sido un regalo de Olivia.

(Su camisa favorita había perdido la batalla por la supervivencia recientemente)

Sin mirar, apretó su bandana en su brazo izquierdo, probablemente más ajustada de lo que debería.

Era una distracción bienvenida.

Sin su armadura, las múltiples cicatrices en su piel eran fáciles de ver.

No le importaban mucho. La mayoría no le producían nada más que indiferencia, o un recuerdo de como ocurrieron.

Sí no fuera por su armadura, y varias pociones, probablemente tendría más.

…Y, probablemente, aún más en el futuro si no conseguía un reemplazo pronto.

Así que, después de estirarse para sacar lo último de sueño que le quedaba, y ponerse su armadura, salió de su casa.

Por más que Ciudad Faro estuviera bien iluminada para evitar monstruos merodeando por las calles, Lin era de las muy pocas personas afuera a esa hora.

Aunque, eso era una buena señal.

Sabía que no era la única acechada por pesadillas. Varias veces terminaba encontrándose con Jesse en ese tipo de mañanas— lamentablemente, ambos eran del tipo de personas que usualmente preferían empezar el día antes en esos casos.

Para Jesse, usualmente eran los recuerdos de la Tormenta o PAMA… Y algunas veces, ese juego de Spleef donde—

…Para Lin, a veces era la Tormenta, otras veces eran fantasmas del pasado. Pero la mayoría del tiempo, era lo de esa mañana.

Hablar con Jesse y, a veces, Lukas ayudaba… Pero no podía evitar sentirse egoísta. Ambos tenían sus propios asuntos de los que preocuparse, qué hacía ella dándoles más carga?

Así que usualmente intentaba quedarse eso para sí misma, guardarlo cerca de de su pecho y jamás dejarlo salir.

(Sabía que no era la mejor manera de lidiar con ello, pero viejos hábitos son difíciles de borrar— especialmente por el cómo los había aprendido.)

. . .

Después de la #7 araña que se le lanzó encima ese día, Lin concidero momentáneamente sí la armadura nueva valía la pena.

Pero, canalizando su Lukas interior, sabía que tenía que hacerlo sí iba a seguir "poniéndose en peligro innecesariamente" y "ignorando cualquier sentido de autopreservación", como el y Olivia habían comentado en alguna ocasión.

…Por más que la cantidad de cosas que necesitaba la hicieran dudar.

No eran tanto las cosas como el cobre, o el hierro, o el oro… Sí no la cantidad absurda de experiencia y lapislázuli que necesitaba.

Las confusas notas y libros que Ivor le había dejado (antes de irse a ayudar a Harper) no ayudaban. Lamentablemente, Ivor escribía como un doctor borracho con prisa. Eso y el vocabulario antiguo y confuso con el que algunos de los libros estaban escritos no resultaban en una buena combinación.

Pero por más difícil que fuese, aún podía hacerse. Las complicaciones no la habían detenido antes, no empezarían a hacerlo ya.

Sería mucho más fácil aceptar una de las armaduras que Ivor había hecho antes? Si, lo sería. Pero no sería de ella.

Hacerla ella misma… Se sentía correcto, cómo sí fuera algo que debía hacer.

Cada monstruo liquidado, cada mineral minado, cada runa tallada en cada pieza de armadura, todo valdría la pena eventualmente.

Además, sí era honesta, la ayudaba a mantenerse ocupada y no pensar demasiado en las cosas que las últimas semanas la habían obligado a considerar.

Ya había pasado casi un año desde la Tormenta, y semanas desde que lograron regresar a su mundo, las cosas eran diferentes…

Jesse se había vuelto el líder de la ciudad.

Axel y Olivia habían logrado volverse aprendices de sus ídolos, algún día seguirían sus pasos.

Lukas perseguía su sueño de volverse un escritor y compartir sus historias con el mundo.

Y Petra… Petra seguía adelante. Seguía con sus aventuras. Eso no había cambiado.

…Bueno, al menos no del todo.

La imposibilidad de tenerlas a ambas en un espacio compartido por un tiempo y mantenerse civiles era un viejo amigo, no del todo desconocido pero tampoco algo con lo que hubieran tenido que lidiar desde— …desde que perdieron a su padre.

Si, esos no habían sido los mejores años de ninguna, tenía que admitirlo.

…Viendolo en retrospectiva, era extraño pensar que su relación había sobrevivido a esos años de frustración y mal manejo del luto, pero no a la Tormenta.

Una parte de ella aún quería dejar ir su enojo, disculparse y hacer las paces… El resto estaba cansado. Ya no quería ser la niña que sólo agachaba la cabeza y aceptaba toda la culpa. Ella lo había intentado! De verdad lo intento. Por años.
Dió su granito de arena cada día, extendió cada rama de olivo, le perdonó todo por el simple motivo de que eran hermanas y eran lo único que la otra tenía.

…Y qué hacía Petra?

Tratarla como una carga que debía estar apresada o vigilada con correa.

«Solo esta preocupada…»

«Por qué no confías en mí?»

Cuando terminaba soltando un comentario hiriente en alguna discusión, raramente había una disculpa después.

Y Lin lo dejó pasar.

«Está bien… No lo dijo enserio.»

…Pero ya estaba cansada eso. Si Petra no se molestó en salvar lo que quedaba de su relación, ni cuando la Enfermedad del Wither la estaba matando lentamente, ni después cuando Lin le dió la oportunidad por varios meses, entonces Lin no seguiría esforzándose por nada.

La sangre no significaba nada, ya no—

Clang

Su pico de hierro dió su último golpe y se desvaneció de entre sus dedos, sólo dejando trozos de lapislázuli que había conseguido en su último momento de vida.

Ese había sido su último pico.

Tomó el lapislázuli y lo metió en su inventario junto al resto, conciderando todo lo que había conseguido ese día, «Parece que eso será todo por ahora…»

Su viaje a la superficie no había sido muy destacable, algunos monstruos aquí y allá, pero nada que no pudiera manejar.

Al emerger, el sol ya estaba alto en el cielo, a unas horas de atardecer.

Internamente, Lin gruño. Estaba agotada.

Se preguntaba si a Lukas le importaría si ella se quedaba en su casa y robaba a Bigotes para pasar la noche después de su visita regular (que servía tanto para que ella lo ayudara con su libro como para que el pudiera comprobar que ella seguía viva). Sí, quedarse dormida con el ronroneo del gatito sonaba celestial.

…Bueno, asumiendo que no cayera inconsciente primero.

Estaba cansada y lista para acabar con el día.

. . .

"Mi nombre es Micah. . . Summer solía hablar mucho de tí."

La medalla en sus manos quemaba.

Era pesada, ardía con tanto significado y tantas, tantas palabras no dichas. Lin quería llorar, gritar, maldecir al mundo, pero cada palabra se ahogo en su garganta.

La medalla en sus dedos brillaba. Plata brillante en forma de fuego.

Fuego blanco.

Había esperado por tanto… Siempre supo que esa sería una posibilidad, pero una pequeña parte de ella jamás pensó que sería verdad.

Pero ahora… La realidad la golpeó como balde de agua helada.

"Qué significa?"

Summer sonrió en grande. La cicatriz de su mejilla se curvo junto a su expresión, casi enmarcando su sonrisa. "Es luz. El fuego purifica y mantiene alejados a los monstruos grandes y malos."

Micah permaneció en silencio durante la tormenta de emociones que apuñalaban a Lin. Ambos en un luto silencioso.

Sin importar el timpo, ni cuántas veces ocurriera, siempre era difícil.

(Todavía recordaba a la niña, llorando en silencio, aceptando la horrible realidad.
Y al niño, llorando y gritando, mentiroso, mientes! Una y otra vez, maldiciendo al mundo, maldiciéndolo a el, y al clan en el que había nacido.)

…Pero los trabajos más significativos nunca eran fáciles.

Entonces, parpadeó intentando alejar a los fantasmas— intentando alejar al hombre parecido a la joven frente a el, intentando alejar a la mujer con el mismo brillo en su mirada.

(Internamente, envío una pequeña plegaria a su favor a cualquier dios que se detuviera a escuchar a las personas como el.)

"Ella… Quería prepararte ella misma, quería asegurarse de que estuvieras lista cuando tomarás una decisión." Lin levanto la mirada hacia Micah. Había mucho sentimiento en sus ojos, algo que no podía nombrar, pero que era tan pesado como el plomo. "Lo que nosotros hacemos… Es peligroso. Hemos perdido a muchas personas— más de las que puedes imaginar. Y nuestros secretos no son algo que se pueda difundir a cualquiera… Así que no podré decirte tantas cosas como quisiera."

Lin casi se rió, obviamente no era tan sencillo.

No dijo nada por un momento, tantas cosas que quería saber, tantas preguntas que quería hacer, no sabía ni por dónde empezar.

Ojos escarlata. Ojos escarlata acechando en la oscuridad. Ojos escarlata a punto de acabarla.

"Qué… Qué ocurrió esa noche?'

La mano de Lin se retorció, casi alcanzando su brazo. Garras fantasmales hundiéndose en su piel.

Micah no necesito preguntar. "…Hace años, una de nuestras expediciones encontró algo, se suponía que no fuera peligroso pero—"

"Pero lo fue…"

Micah asintió suavemente. "Encontraron algo, un objeto tan peligroso como poderoso… Y estaba despierto. Listo para destruir… Ellos lucharon para detenerlo, para salvar vidas… A un gran costo."

Lin había escuchado esa historia antes…

"Encontramos... Algo. . . Algo mucho más peligroso de lo que esperábamos."

"…Mi madre y Summer estaban con ellos."

"Si… Perdimos 4 nobles guerreros ese día. Cuando los refuerzos llegaron, aunque lograron detenerlo, fue demasiado tarde para salvar a la mayoría del grupo inicial.
Pero, lograron recuperar el artefacto— El Corazón de Dragón, o al menos así fue como se decidió llamarlo.

Estaba, por decirlo de alguna manera, dormido otra vez, estaba contenido, pero llevarlo a Ayrora no era una opción segura… Así que se tomó la decisión de ocultarlo,  lejos de todo para que jamás volviera a ser encontrado… Sirius era uno de nuestros mejores y más confiables guerreros, se decidió confiar en el para liderar al grupo que cuidaría al Corazón mientras un escondite apropiado era construido. El lo escondió en un lugar temporal…"

Piezas sueltas conectaron en la mente de Lin. Los monstruos extraños, las voces, las historias, esa noche—

"Las cuevas."

Por eso las habían sellado.

Todos los días en los que apenas había visto a su padre… Había sido esa la causa?

"…" Micah asintió en silencio, "Se suponía que no estaría allí mucho tiempo— estaba escondido en una mazmorra, profundo bajo la tierra, lejos… Pero nos equivocamos. El Corazón no estaba tan dormido como pensábamos. Tomó control de la mazmorra y las cuevas a su alrededor— nadie sabía que tan conectados estaban los sistemas de cuevas hasta que fue demasiado tarde."
Sus ojos se alejaron de Lin y suspiró, su mirada y las arrugas y cicatrices decorando su piel lo hicieron lucir más viejo. "… No pudimos recuperarlo, pero el Corazón regreso a dormir después de eso. Sirius renuncio a todo, pero se mantuvo controlando a los monstruos que nacieron de esa mazmorra. Mantuvimos la situación vigilada, pero nunca sucedió nada… Hasta casi una década después."

Y casi una década desde entonces.

Micah no continuo, porque sabía que Lin conocía lo que había pasado después— lo que había ocurrido después en el lugar.

Eso lo explicaba.

"…Ellos murieron peleando."

Esa no fue una pregunta, Lin no necesito ninguna confirmación, pero Micah asintió de todas formas.

"…Qué es 'el clan'?"

Micah pareció verdaderamente sorprendido por la pregunta, "Como es que—?"

"Summer y papá no eran el tipo de personas que discutían en silencio, especialmente cuando pensaban que nadie estaba escuchando."

Micah no sonrió, pero sus labios se doblaron ligeramente hacia arriba, tan imperceptible que pudo haber sido invisible. "…Tu madre nació en el clan, eso es básicamente lo único que te puedo decir de ellos."

"Puedes decirme de un artefacto poderoso pero no del clan del que aparentemente desciendo?"

El soltó un pequeño resoplido, no una risa pero tampoco muy alejado. "El Corazón ha hecho un buen trabajo resguardandose, no importa mucho si digo un poco de más del tema… Por su lado, el clan no es fanático de que la gente sepa de ellos."

Lin frunció el ceño. Estaba al límite de lo que tenía permitido saber, pero ni aún así conocía la historia completa.

Micah se quedó callado por un segundo, y suspiró nuevamente, "Sabes… La Union te ha estado conciderando. Creen que tienes lo necesario para ser como tus predecesores…"

"Qué crees tú?"

"Creo que tú y tu hermana ya han perdido suficiente por los errores de nosotros los fósiles… Pero es tu decisión, no mía." El se levantó y, con una mirada que parecía cargar con el peso de una montaña, le dijo a Lin: "Piénsalo. Piénsalo bien… Cuando estés lista, y si decides seguir por este camino… El sol y tu sangre serán tus guías."

"Qué—?"

"Sólo ten en cuenta," siguió Micah, interrumpiendo a Lin, "este no es un trabajo sencillo… Tienes que estar preparada para lidiar con lo que conlleva. Las perdidas… el peligro… los secretos… Tienes que estar lista para cargar con todo eso."

No dijo nada más, sólo le entrego un cilindro de metal negro y se marchó sin decir otra palabra.

. . .

Esto iba a salir antes con un flashback con Sirius y todo el desmadre ocurrido. Lamentablemente… Escribir esa escena sin que llovieran los spoilers fue casi imposible, así que se tuvo que cortar la escena y cambiarla por puro diálogo. (Eso y algunas cosas más atrasaron el capítulo un poco más de lo previsto, incluyendo pero no limitandose a: estudios, escuela, amenaza de tiroteo en la escuela, y mi cumple)

No precisamente mi cosa favorita, pero bueno, no se pudo evitar.

No sé si la línea de tiempo quedó muy entendible, así que aquí va el resumen:

Lin, alrededor de 4-5 años:
Isis y Summer viajan con otras 4 personas a explorar. El Corazón de Dragón es descubierto. Isis muere.

Lin, alrededor de 11-12 años:
Ocurren los sucesos del episodio 1 y 2. Un tiempo indeterminado después, "algo" sucede.

Lin, de alrededor de 18 años en adelante:
Sucede la cronología de la historia.

Con eso aclarado…

Bye, linduras✌️✨

2711 palabras

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