CAPÍTULO 7








Todos los recuerdos de los últimos meses pasaron en pequeñas secuencias en su mente, había empezado con discusiones por cosas sin sentido, la ropa, la loción, a quien saludaba, con quien comía, a quien le sonreía, ligeros empujones, pellizcos y apretones, después había ido escalando hasta convertirse en golpes. Pero nunca había tocado su rostro, ni siquiera semanas atrás, porque cuando lo había empujado contra el escritorio él no había tenido forma de meter las manos y su rostro se había llevado la peor parte.

Ahora parecía que no se detendría por nada, recibía golpes por todos lados, se sentía cómo un muñeco de trapo, al cual azotaba por todo el lugar.

Todo el daño, su cuerpo y mente lo absorbía, pero no lo procesaba, estaba enterrado en un lugar seguro donde nada podría dañarlo.

— ¿¡QUÉ DEMONIOS CREES QUE ESTÁS HACIENDO!?

Escuchó un grito femenino, pero no logro reconocer quién era, solo sintió que le quitaban de encima a Lewis, perdió la consciencia durante unos minutos.





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Lewis parpadeo tratando de centrarse en lo que sucedía frente a él, podía ver a su hermana con lágrimas en los ojos tratando de despertar a alguien.

¿Sergio?

Sintió cómo su alma abandonaba su cuerpo, él no despertaba, Lewis no dejaba de mirar sus manos ¿Qué había hecho?

— ¿L-Liv? —trato de acercarse a su hermana que había colocado la cabeza de Sergio en su regazo.

— ¡No! ¡Aléjate! No te acerques —Liv sentía las lágrimas correr por sus mejillas mientras la desesperación se abría paso.

Gritó de alivio cuando el mexicano comenzó a toser y abrió los ojos encontrándose con el rostro pálido de su cuñada. No entendía muy bien que había pasado, pero todo en él gritaba ¿Qué había sucedido?

— ¿B-Bebé?

— ¡No! ¡Aléjate! No me toques, por favor, por favor…—comenzó a llorar mientras se refugiaba en el cuerpo de Liv.

La morena estaba impactada, aún sin poder creer lo que había visto. Acababa de llegar a Hungría para apoyar a su marido y a su hermano y cuñado, que se había convertido en uno de sus mejores amigos.

Lew siempre dejaba una llave extra del cuarto de hotel para ella, por lo que había pensado sorprenderlos.

Pero la sorprendida había sido ella al encontrar a su amado hermano sobre Checo maltratándolo.

Durante los primeros segundos no había podido reaccionar, después usó toda su fuerza para quitarlo de encima.

—N-Necesitamos llamar a una ambulancia —trataba de buscar su bolsa, pero con Checo sobre ella no le dejaba mucho espacio.

Después  del rechazo del más joven, su hermano se había quedado sentado simplemente mirándolos.

— ¡No! —Liv miró sorprendida a Sergio ¿De qué demonios hablaba? —N-Nada De ambulancias, l-Llévame a mi habitación.

—Pero Sergio…

—Por favor Liv, solo sácame de aquí.

La chica asintió y ocupando toda su fuerza lo ayudó a levantarse, ni siquiera buscó su bolso, simplemente ayudó al menor a salir de ahí, fue una suerte que no se encontraran con nadie de camino a la habitación.

Aunque Lewis y Sergio solían compartir habitación, a él Siempre le reservaban una para antes de la carrera, ambos necesitaban concentrarse, por lo que ahí fue a donde se dirigieron.

—L-La llave está en…  —hablar le costaba demasiado, pero Liv fue capaz de entenderlo.

—Tranquilo, espera aquí ¿sí? No tardaré… —la chica limpió sus mejillas y salió corriendo.

Sergio sentía que cada zona de su cuerpo gritaba, no terminaba de entender que había pasado, su cabeza dolía demasiado, estaba aterrado, pero era cómo sí su cuerpo no reaccionara de manera correcta.

¿Qué acaba de pasar Dios?

Sus piernas estaban a punto de fallarle cuando Liv regresó con la llave y entraron a la habitación. Rápidamente lo ayudó a llegar a la cama.

—Checo ¿Qué? ¡Dios! Es que ni siquiera puedo creer lo que pasó ¡Necesitamos ir al hospital! Es que mira tu cara ¡Dios mío! Por favor —de repente el frío se apoderó de Liv y miró a Sergio– ¿E-Estaban, estaban peleado?...

Sergio no supo que contestar.

—Checo, acaso mi hermano… —podía ver el terror en los ojos de su hermana, sí, también para él era imposible pensarlo— ¿Acaso él? Checo, ¿Lewis Esta siendo abusivo contigo?

Un pesado silencio se creó en la habitación, pero, ¿Qué podía decir? Su primer instinto fue negarlo, por que en el momento en el que lo admitiera en voz alta lo que sucedía, se haría realidad para él. 

Sería una persona que sufría abuso de parte de la persona que amaba y eso lo llenaba de vergüenza.

—F-Fue mi culpa.

—¿Queee?

—Yo le mentí, él solo… Estaba muy estresado por las prácticas y yo le mentí.

Liv lo miró, Sergio era bajito, pero tenía una personalidad tan exuberante y era tan encantador que nadie lo apreciaba realmente, pero ahí sentado en la cama con los ojos llorosos casi parecía un niño. Su silencio hablaba más de lo que él pensaba, esa justificación hacía su hermano, que tampoco desmintio Lo que le preguntó. Amaba a su hermano, pero jamás, jamás sería partícipe de algo así y menos para alguien cómo Sergio.

El niño era un sol, a pesar de todas las dificultades que tenía que soportar y los problemas en la escuderia, él siempre tenía una sonrisa, una caricia y una palabra de apoyo para quien fuera, Pilotos, mecánicos, directivos, hasta la misma prensa que lo atacaba, siempre era alguien seguro, en ese momento No podía ver a ese chico frente a ella, era alguien diferente y la mataba saber que su hermano era el culpable.

Más tarde esa noche se daría cuenta de que definitivamente no era algo nuevo, El mexicano los había engañado a todos con su sonrisa, pero los cambios habían estado, sutiles pero constantes, Sergio se había ido apagando.

—De verdad creo que necesitamos Ir al hospital o que algún médico te revise.

—Solo es sangre, estaré bien, no puedo perder la carrera Liv, no en este punto. Solo necesito limpiarme.

Era una suerte que el mexicano fuera pequeño y liviano por lo tanto no era tan difícil ayudarlo a moverse, una vez en el baño le pidió a su cuñada que lo dejará solo, necesitaba bañarse.

Cuando las primeras gotas tocaron su piel tuvo que contenerse de gritar, no quería preocupar a su cuñada, simplemente se quedó ahí, viendo cómo el agua Lavaba La sangre de su cuerpo e iba a parar al desagüe.

Minutos después al salir de la ducha se topó con el espejo y no se reconoció, Más allá de los golpes no entendía quien era ese joven que lo miraba.

¿Dónde había quedado el brillo de sus ojos? ¿La sonrisa fácil?

Ahora no era nada, un despojo, Lew tenía razón ¿Sí no era él, quién? Nadie lo amaría, en piloto segundón, que en los pocos años desde que debutó no había logrado salir de la media parrilla.

— ¿Checo?

La voz amortiguada de Liv lo hizo regresar, ya había tratado demasiado en el baño. No pudo mirar a su cuñada mientras salía del baño, le daba vergüenza el aspecto que tenía.

Los labios partidos y el pómulo reventado, la nariz hinchada y seguramente un ojo morado, el cuello rodeado de manchas rojizas ¿Había tratado de asfixiarlo? Pero lo que más le dolía era la zona de las costillas, sentía su cuerpo arder con cada respiración.

—Checo, debemos ir al hospital, por favor tienen que revisarte.

—No, tengo que correr mañana, no puedo, solo necesito descansar. 

Liv tenía el rostro cubierto de lágrimas y se sentía impotente.

—Yo… iré a buscarte algún analgésico —se acercó y tomó las manos de su cuñado, notando cómo una estaba cubierta de moretones— quiero que en cuanto salga de aquí cierres esa puerta y no le abras a nadie ¿De acuerdo?

Esperó hasta que el castaño asintió y salió corriendo. Ser la hermana del casi 7 veces campeón del mundo tenía sus ventajas.

Tal vez no podía obligar a Sergio a ir al hospital pero sí podría hacer algo para que no volviera a estar en esa situación.

Al llegar a la recamara comenzó a golpear desesperadamente hasta que abrieron.

— ¿Liv? ¿Qué haces aquí? ¿Qué sucede? ¿Eso es sangre?

—T-Tienes que ayudarme-e

— ¿Qué sucede? ¿Lewis Está bien?

—No Toto, tienes que alejarlo de él, necesitas ayudarme a que mi hermano se mantenga lejos de Sergio… Él… —No pudo continuar pues las lágrimas volvieron a llenar sus ojos.

—Olivia —el hombre trató de centrarla— ¿esa sangre, de quien es? Respira y contéstame.

—E-Es de Sergio, Lewis casi lo mata a golpes y-y-y él se niega a ir al hospital, necesitamos alejarlo de mi hermano, sí yo no hubiera llegado… por favor dime que puedes hacer algo para alejarlo de él.

Toto estaba en shock sin poder creer lo que la mujer frente a él decía, había visto la relación de Sergio y Lewis de cerca y nunca había notado nada…

Pero sí había, ciertos cambios, comentarios y actitudes que todos pasaron por alto.

Sin saber muy bien qué hacer, salió de su habitación y se dirigió a la de su piloto, con la ligera esperanza de que todo fuera un malentendido.

Pero no. En el marco de la puerta había una mancha de sangre, Liv o Sergio se habían sostenido de ahí.

La habitación estaba hecha un desastre, las pequeñas mesas volcadas, la cama revuelta, en la pared de enfrente una mancha de sangre resaltaba cómo sí tuviera un reflector encima.

Lewis estaba sentado en el piso, abrazando sus rodillas y abrazándose las piernas, podía ver sus nudillos destrozados, lo peor era la gran mancha de sangre a unos pasos de él.

— ¿Qué carajo has hecho?



















Que ondiiiiii, no me pude quedar con las ganas jjajajajaja.

FELIZ DIA DE LA INDEPENDENCIA U
Y QUE VIVA CHECO PÉREZ, héroe de la patria y que nos llena de orgullo pase lo que pase.

Es día de asueto, NO SE TRABAJA, y a pesar de la pesadilla de ayer ya lo supere. Si Chequito no odia a Carlitos nosotros tampoco debemos besties.

Espero les haya gustado el capítulo.

Bais ❤️

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