Limpia mi alma capítulo 23

Limpia mi alma capítulo 23

inciso: Si existen dudas al respecto del comportamiento errático de Naruto, hay que tener en cuenta que él está en un estado mental completamente roto, con medicación que lo único que hace es volverlo aún más inestable, es por eso que se comporta así... En pocas palabras, está completamente loco. Muchas gracias por la comprensión.

Un figura femenina se acercó a él bloque de departamentos en los que residía Naruto Uzumaki actualmente, los anbus que custodiaban al muchacho no hicieron movimiento alguno, pues la mujer no era otra que la antigua Hokage, Tsunade Senju, Sannin de las babosas, la mujer ascendió lentamente por las escaleras hasta llegar a la última planta del edificio, la rubia dio un par de golpes a la puerta a modo de llamada, la Senju tuvo que esperar varios minutos hasta que la puerta se abrió por fin, aunque sólo fuera un poco, lo suficiente para que ella pudiera ver uno de los ojos del muchacho, este estaba un poco hinchado y rojizo, muestra inequívoca de que el chico rubio había estado llorando recientemente, la voz cansada y débil del joven rompió el silencio imperante entre ellos.

Naruto: Qué quieres... Tsunade?.- Musitó el chico sin abrir más la puerta de su hogar, denotando que no deseaba ninguna visita o interrupción.

Tsunade: Naruto... he venido a asegurarme de que te tomas tu medicación... puedo pasar al interior?.

Naruto: Si me niego... no te irás... y lo más probable sea que le ordenes a todos esos anbus que me vigilan de cerca que tiren abajo mi puerta verdad?.- La mujer asintió con gesto triste, si ya pensaba que la confianza del chico en Konoha estaba quebrada, ahora, conociendo que se le vigilaba muy de cerca las cosas serían aún peor.

Tsunade: Así es... así que... no pongas las cosas difíciles y coopera conmigo, las cosas irán mejorando con el tiempo...

Naruto: Tonterías... piensas que con el tiempo voy a olvidar lo que le hicieron a mi familia... que voy a... perdonar y olvidar?.- Gruñó el joven apretando el pomo de su puerta a la vez que sus dientes.- Hice una promesa a sus padres Tsunade... y sabes muy bien que yo siempre las cumplo... de una forma u otra...

Tsunade: Tómate tu medicación... estás empezando a desvariar demasiado.- Poniéndose un poco nerviosa ya que temía que el Uzumaki estallara de nuevo en un arrebato de ira y echara todo a perder.

Naruto: No estoy desvariando, estoy siendo sincero contigo y conmigo mismo! me habéis privado de mi chakra! me habéis privado de libertad! me habéis privado de muchas otras cosas...- Musitó el joven con odio en su voz.- Pero no me vais a privar de mi vengan...- Naruto no pudo acabar su frase debido a que fue sujetado por un par de anbus los cuales habían entrado en su casa forzando la ventana de su habitación, Tsunade le pidió a uno de ellos que quitara la cadena que bloqueaba la puerta para así poder ingresar y darle al muchacho su medicación.- Soltadme malditas basuras!!! te maldigo a tí y a Konoha Tsunade!!!.- Gritó el ojiazul totalmente fuera de sí para dolor y tristeza de la rubia.

Tsunade: Abridle la boca...- Ordenó la Godaime a los anbu que agarraban al chico tratando con mucha dificultad de mantenerlo quieto, pese a no tener su chakra activo, el muchacho se resistía con ferocidad, uno de ellos cometió el error de meterle un par de dedos en la boca para tratar de abrírsela.

Anbu 1: Ahhhhhhg!!! maldito cabrón!!.- El anbu sacó la mano sangrante de la boca del rubio, la sangre espesa salía a borbotones del lugar en el que anteriormente estaban dos de sus dedos.

Naruto: Jódete!!! jodeos todos!!! no me privareis de mi venganza!!! bastardos!! sois lacayos de la basura Uchiha!!! sois sus putas marionetas!!!.- Escupiendo los 2 dedos del anbu sonriendo en una mueca maligna y desquiciada mientras miraba a los ojos miel de Tsunade que temblaba ligeramente al verlo en ese estado.

Anbu 2: Tsunade-sama!!! no podemos sujetarlo más!!! dele la medicación!!.- La rubia asintió colocando su mano libre en la mandíbula del muchacho haciéndole presión para abrírsela, el ojiazul trató de resistirse agitando la cabeza y sacudiéndose con fuerza inclusive intentó morder la mano que contenía las pastillas que Tsunade trataba por todos los medios de hacérselas tragar, otros 2 anbu entraron en la vivienda sumándose a ellos 3 sujetando al joven y forzándolo a tragar, las píldoras fueron introducidas en su boca y tragadas a la fuerza gracias a los 2 pares de brazos extras que habían llegado, Tsunade suspiró con varias horas de sudor cayendo por su rostro producto del esfuerzo y el nerviosismo.

Tsunade: No-noqueadlo!! no llevo calmantes ni sedantes encima!!.- Uno Delos shinobis obedeció las órdenes de la Sannin y golpeó la nuca del chico en un impacto seco con el dorso inferior de su mano dejándolo completamente inconsciente, por fin pudieron soltar su agarre sobre él y recuperar fuerzas tras el ingente esfuerzo que habían tenido que llevar a cabo contra alguien que estaba sellado y en teoría debilitado por los fármacos.

Anbu 1: Se acabó por fin...- Poniéndose de pie observando su mano mutilada que temblaba levemente por el daño recibido.- Me los arrancó de un mordisco...- Tsunade procedió a usar su ninjutsu médico para reducir su dolor, aunque para su mala suerte, los dedos ya los había perdido para siempre.

Anbu 3: El chico tiene mucha fuerza...- agachándose para recoger los 2 despojos sanguinolentos del suelo.- Si no llega a estar sellado y medicado... no hubiéramos podido contenerlo...

Anbu 1: Está completamente loco, eso es lo que explica todo esto...- Sintió como su mano comenzaba a dolerle intensamente de nuevo, pues Tsunade se la estaba apretando con mucha fuerza.

Tsunade: Silencio!!!.- Gritó autoritaria soltando la mano del anbu malherido que dió un paso atrás.- Volved a vuestros puestos, ya hemos acabado aquí.- Los shinobis asintieron abandonando la estancia con suma rapidez para evitar así el más que posible embate de ira de la poderosa kunoichi, una vez esta quedó a solas con el desmayado rubio, lo cargó con delicadeza y lo llevó lentamente hacia su cuarto, allí pudo ver lo que parecía un pequeño altar iluminado con un par de velas, habían unas cuantas fotos enmarcadas, todas ellas tenían algo en común, el chico aparecía acompañado de alguna de sus hijas o su esposa, en algunas junto a todas ellas, pero había una imagen en especial que llamó poderosamente su atención, no solo por el lugar en el que estaba, que era el centro del pequeño altar si no por la imagen grabada en ella y el marco que la contenía que sin lugar a dudas parecía hecho a mano por un niño o más bien... un par de niñas, la Sannin de generoso busto dejó al chico con cuidado sobre su cama y se aproximó con paso timorato hasta el lugar y tomó la foto con cuidado, sus manos comenzaron a temblar al ver y más exactamente al recordar el momento que inmortalizaba dicha fotografía.

???: Veo que al final pudisteis contenerlo y darle la medicación... no entré por si él me identificaba y se ponía peor...- La mujer dió un respingo con tan mala suerte de soltar la fotografía que cayó al suelo en un sonoro golpe seguido de otros más pequeños, el marco que debía estar hecho de porcelana o arcilla se había hecho añicos junto al cristal que protegía la imagen.

Tsunade: Maldita sea Itachi!! mira lo que has causado!!.- El anbu musitó un "lo siento" casi en un susurro agachándose para tomar de entre todos los fragmentos la imagen que contenía el marco, en la foto entre sus dedos se podía dilucidar a una exhausta Sakura tumbada en la cama del hospital de Konoha cargando a dos pequeñas recién nacidas Aru y Kae, la mujer de cabellos rosados sonreía de pura felicidad de cara a la cámara, inclusive se podían distinguir rastros de lágrimas en sus mejillas, esta imagen provocaría un sentimiento de ternura a cualquiera que la contemplara, y así lo estaba comprobando el propio Itachi en sus carnes, el anbu Uchiha le dió la fotografía a Tsunade que la contempló con tristeza y padeciendo el mismo temblor de manos que había sufrido antes de la irrupción silenciosa del talentoso shinobi de cabellos azabache.- Yo... yo estuve allí...- el shinobi observó con detenimiento el rostro de la veterana mujer, parecía que rompería a llorar en cualquier momento.- La ayudé en todo lo que pude... las vi... las vi nacer... las vi... llorar por primera vez... las sostuve a ambas en mis brazos...- Lágrimas... las malditas y traicioneras lágrimas comenzaron a precipitarse inmisericordes por sus mejillas al recordar ese día en concreto.- Pesaban tan poco... y eran tan hermosas... como sus padres... yo... yo... le puse el nombre a la pequeña Aru...- dijo la mujer terminando por quebrarse y caer de rodillas sin importarle el dolor que los fragmentos de cristal y cerámica del marco le hacían al enterrarse en su carne.

Itachi: Lo siento... por oír eso Tsunade-sama...- Fue lo único que pudo salir de los labios del Uchiha que la observaba con el rostro serio.

Tsunade: No... no tengo la fuerza para ir a ver sus tumbas... siento que... yo fui la responsable de todo lo que les pasó...

Itachi: No diga eso...- Ayudándola a levantarse del suelo con gentilidad.- Vamonos de aquí... este lugar es... bueno... le causa dolor a todo el que conoce o conoció al Naruto de antes...- La mujer asintió dejando la foto con cuidado encima de la mesita de noche y saliendo por la puerta acompañada por Itachi.

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Naruto despertó sintiéndose un poco mareado y con un sabor metálico muy desagradable en su boca, trató de incorporarse de su cama notando como al más mínimo movimiento sus tripas comenzaban a revolverse con salvajismo, tomó aire buscando tranquilizar a sus entrañas pero no obtuvo resultados positivos hasta pasados unos minutos que para él fueron eternos, que ironía, pese a estar en su casa, se sentía igual de impotente y encerrado que en el hospital, ladeó su cuerpo logrando posar sus pies en el suelo de su habitación, sin pensárselo dos veces, se levantó de su cama caminando sin siquiera fijarse en el suelo... un dolor agudo y punzante brotó de la planta de su pié derecho, trató de levantarlo y mirar qué demonios le había provocado ese dolor tan insoportable, pero estaba muy débil, sus piernas le temblaban y su cuerpo parecía implorarle para que cediera y se dejará caer al suelo y así encontrar reposo, debilitado tanto física como mentalmente, el muchacho se dejó caer de espaldas sentándose en el suelo pudiendo ver pequeños fragmentos de cristal y cerámica en frente suyo al igual que un poco de sangre que comenzaba a fluir de su pié, sus ojos se abrieron al reconocer el objeto al cual pertenecían esos fragmentos, su vista se centró en el pequeño altar que había hecho, las 2 velas se habían consumido en su totalidad, pero la luz de la luna que entraba por el ventanal de su habitación le daba la iluminación suficiente para cerciorarse de que una de las fotos no estaba ahí...

Naruto: No... no... no... no!!!.- Levantándose asustado sin importarle los trozos que se clavaban con saña en sus 2 pies.- No está... no está... la foto... el marco... el mar...- Terminando de hablar al darse cuenta de lo que pasaba, los trozos que estaban en el suelo... no eran otros que los pertenecientes al marco que sus 2 hijas le habían hecho a mano por el día de su cumpleaños el año pasado.- No... no!!!!!!!.- Agachándose para recoger todos los trozos que podía sin importarle cortarse también en sus manos.- Tranquilas mis niñas... papá va a arreglar vuestro regalo porque papá os quiere mucho... no lloréis... no lo hagáis... a papá le duele veros llorar... porque si lo hacéis papá llora también...- balbuceó el ojiazul comenzando a derramar gruesas lágrimas tratando de recoger todos los trozos.- Papá lo va a arreglar... papá lo va a arreglar...- Siguió repitiendo con la voz resquebrajada por el llanto acompañado de las sonoras bocanadas de aire. Cuando hubo reunido todos los trozos del marco, caminó hasta la mesita de noche con la intención de dejarlos allí para buscar algo con lo que pegarlos, sus ojos brillaron por un segundo al reconocer la foto que yacía sobre el pequeño mueble de dormitorio, no dudó ni un instante en dejar los restos que cargaba en sus manos encima de la mesita y tomar la foto entre sus dedos con mucho cuidado de no mancharla de la sangre que salía de los pequeños cortes que se había causado.- Todo va a estar bien mis niñas... todo va a estar bien... papá os va a dar un regalo que os gustará... porque papá quiere lo mejor para vosotras... mis princesas...- Continuó desvariando durante un buen rato hasta que deparó en toda la sangre que tenía en sus manos y pies, decidió ir al baño a limpiarse más por evitar manchar la foto que por cualquier otra cosa, caminó hasta su pequeño aseo y entró en él encendiendo la luz, abrió el grifo y comenzó a lavar sus manos, luego hizo lo propio con su boca y dientes, aprovechó entonces para inclinarse un poco y echarse un poco de agua en su rostro, el frío líquido tocó la piel de su rostro quitándole de encima el sopor con su tacto frío y húmedo, tomó una pequeña toalla para secarse su rostro sin alzar la cabeza una vez que terminó de quitarse el agua levantó su mirada asustandose al ver el espejo.- T-tu!! no es posible!!.- Musitó con los ojos abiertos de par en par y dando un par de pasos atrás chocando su espalda contra la pared, se vio a sí mismo en el espejo... con tan solo una sutil diferencia... los ojos de su reflejo estaban completamente negros a excepción de unos iris rojos... pulsantes y brillantes como la sangre fresca.

Naruto oscuro: Hola...- Habló con voz apagada el reflejo desde el cristal del espejo.- Cuanto tiempo sin vernos...

Naruto: Co-cómo? cómo estás aquí? yo te absorbi y me hice uno contigo... ya no está Kurama... cómo pudiste... separarte de mí y aparecer...- Habló el chico rubio con un poco de miedo tanto en su voz como en su rostro.

Naruto oscuro: Solo te diré una cosa... estoy aquí para ayudarte... para guiarte... para apoyarte...

Naruto: Qu-qué?

Naruto oscuro: Ya me oíste... estoy aquí para guiarte por el camino correcto... el sendero que juraste seguir en el entierro de nuestra familia...- El rubio abrió los ojos sintiéndose un poco mareado, como si algo le impidiera enojarse y sentir algo más aparte de pena y tristeza... pero le era imposible, no podía siquiera recordar que fue lo que prometió.- Sé que esa droga que te dió la zorra de Tsunade bloquea algunos de tus recuerdos, y te hace comportarte como un imbécil que daría asco a cualquiera, por eso estoy aquí, para asegurarme que no olvides que le juraste a los padres de Sakura-chan que matarías a sus asesinos...

Naruto: Y-yo...- Sujetándose la cabeza sintiendo una gran jaqueca acompañada de un nudo en la garganta que parecía querer estrangularlo hasta la muerte.

Naruto oscuro: Mírate! me prometiste que seríamos felices!! mírate!! aquí encerrado como una rata, vigilado como un vulgar criminal mientras esos bastardos Uchiha estarán celebrándolo en su asqueroso barrio!! mírate... aquí... solo... solo... solo!!!!.- Gritó su reflejo desde el espejo mientras el rubio original se sujetaba la cabeza con un semblante de dolor en su rostro.- Estoy solo porque me has olvidado!!! olvidaste la promesa que me hiciste en la cascada de la Isla Tortuga!!! me prometiste que seríamos felices y mírate!!! mírame a mí!!.- Continuó el rubio de ojos siniestros mientras lágrimas negras caían de sus ojos dándole un aspecto horriblemente terrorífico.- Cómo pudiste hacerme esto a mí!? que he estado contigo desde que nacimos, he sufrido contigo, he llorado contigo, he maldecido contigo y sobre todo... he odiado todo por tí... nadie te comprende más que yo!!! y yo... sé lo que necesitas para calmar tu corazón... nuestro... corazón y nuestra alma... tienes que matarlos a todos!!! hacer que sus sucios ojos con esa abominación de doujutsu del que tanto presumen vean como violas y matas a sus hijos y mujeres, que lloren pidiendo una piedad que ellos no tuvieron con ellas, y los mates de la forma más lenta y horrible que exista!!! solo así podremos ser felices de nuevo!!!.- Terminó su monólogo el ente siniestro sin parar de llorar una extraña sustancia negra que sin lugar a dudas parecía alquitrán, el ojiazul respiró pesadamente tratando de recordar, tratando de ubicarse, pero el dolor persistía al igual que las náuseas, cada palabra que decía su contra parte le provocaba un punzante dolor en la parte posterior de su cabeza, y esa dolencia lo estaba matando...

Naruto: Ca-cállate!!! no... no hables más!!.- Sujetándose ambas sienes con semblante de dolor.

Naruto oscuro: Ni siquiera te dan el derecho a recordar!!! esas putas pastillas te están volviendo débil!!! te están envenenando la mente!! es que no puedes verlo!? quieren volverte su esclavo y quitarte tu voluntad, hacer que olvides tu promesa a Kizashi-san y Mebuki-san!!! seguro que todo esto lo han ordenado los malditos Uchiha!!! nos tienen miedo!!! saben que vamos a por ellos!! tienes que recordar!! tienes que resistirte!! tienes que pelear por volver a hacernos felices!!!.- El chico original dió un alarido de dolor golpeando el espejo del cuarto de baño con su cabeza rompiéndolo en pedazos, algunos de los fragmentos se clavaron en su rostro provocando pequeñas hemorragias que lo mancharon de rojo, pero nada de esto le importó, solo... solo... quería que él se fuera... y se llevara consigo el dolor insoportable que palpitaba en el interior de su cráneo, el ojiazul perdió las fuerzas en sus piernas y cayó de rodillas vomitando en el lavabo, su vista se nubló y terminó por venirse abajo quedando inconsciente en su cuarto de baño... con la cara completamente ensangrentada al igual que sus manos y pies...

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