«Acto II:Familias»

I

Prefiero hablar con "tú",
Porque no me gusta el "usted",
Creo que envejece.

Para no sentirse solo después de regresar de la escuela, siempre suele escuchar música con la que se sienta identificado o lo alejé de sus emociones.  A veces incluso no es necesario ponerse lo auriculares, pero esta ocasión está acompañado, dejando los auriculares conectados a su móvil, y ha dejado por descuidó la canción puesta.

Adelante, te digo todo
Sobre el drama que vivo día a día,
En el infierno aquí es donde estoy
Me gustaría irme,
Escaparme lejos de todo.


La música son como un acompañante que lo hace olvidar o recordar aún más su soledad. Sin embargo, está vez es diferente. Porque ya no está solo.

La noche había caído por completo ya desde hace un buen rato. Pero a diferencia de otras muchas noches anteriores, en esta ocasión tenía una especial compañía que hacía más amena la cena. Incluso una vez terminada y llendo al pastel, poco después al acabar y Mo apunto de despedirse fue emboscado por el cumpleañero quién no le permitió apartarse de su lado. En vez de eso lo envolvió con sus brazos alejando lo de la puerta, enterrando su nariz en su cuello y haciendo más fuerte el agarre, apretando para que GuanShan no huyera tan fácil.

Este mundo me estrangula,
Me aplasta y me quema,
Me destruye, me impide vivir en mi burbuja,
Entonces me gustaría irme lejos de todo,
Sólo huir.

El agarre de Tian no era para menos, se empezaba a frotar su mejilla con la del mayor en busca de un contacto más cariñoso. La canción seguía avanzando pero poca atención ellos les prestaban a la melodía o a la letra. Además que recordemos están los auriculares conectados disminuyendo su volumen en toda la habitación.

—¿Qué mierda te pasa?— le preguntó bruscamente el pelirrojo, sin embargo no pudo enojarse más debido a que He Tian se mostró más dócil, y su aroma delataba que se encontraba en un estado de ánimo muy inusual en él.

—Creo que estoy enfermo... Y me siento solo. — aflojó significativamente su agarre con la de su compañero, sin dejar de frotarse encontra de él. Cómo disculpándose pero a la vez sin querer apartarse.

—¿Cómo dices...?— soltó preocupado de que realmente algo muy malo le estuviera pasando y no pudiera ayudarlo. Se dio la vuelta y le tomó la temperatura poniendo la palma de su mano en su frente por un rato.—Oh mierda, estás caliente. — soltó con evidente sorpresa y llevándose al azabache hasta su cama no muy lejos de ahí.

—¿Tengo fiebre? — preguntó vagamente, dejándose controlar por las manos del Omega quién lo hizo recostarse en la cama debajo de las colchas.

Transformame en eso que los doctores llaman "loco",
Y tal vez así yo vea en lo borroso.


—No diría precisamente que sea ese tipo de fiebre.— mencionó un poco incómodo, haciendo una mueca insegura en su rostro.—De casualidad, ¿Cuando se supone que llega tu celo?

—A principios de mes.

—¡Estamos a principios de mes, idiota!— le reprochó, aunque no estuviera enfadado con el más joven, no evitaba sentirse preocupado por él, por su salud.

—¿Tan pronto? Quise decir a mediados.— soltó con un deje de sorpresa y corrigiendo su error, envolviendo su mano con la de Mo para que esté no se apartará de él. — Siento que se me adelantó un poco aún así. Lo siento.

Podrá no estar enfermo de una terrible fiebre, tos o gripe, pero no quiere ser dejado esa noche en específico. Egoístamente desea ser mimado por el pelirrojo, ser su centro de atención y que Mo le hiciera compañía por un muy largo rato más de ser posible. Esa noche siente una necesidad en especial a comparación de otros días por recibir toda la atención de GuanShan.

Montaña, entonces, ayudame, ámame
Yo no lo logró en este mundo que veo,
En este mundo de luchas
Dónde el hombre solo es un bruto
Dónde el amor no es más que querellas y disputas.

—¿Tienes algo para calmarlo?— le preguntó el pelirrojo, haciéndose un idea de porque quizás el celo de He Tian se adelantó por algunos varios días.

Había escuchado un rumor hace tiempo de su madre y otra persona más, que supuestamente es casi imposible que suceda algo como "se te adelanta el celo", específicamente en Alphas es todavía más raro e irrealizable. Por lo general solo sucede cuando la persona está con su destinado e inevitablemente se da este caso desastroso. Mo no evita sentirse un poco culpable por ser él el causante de que al joven Alpha se le adelantará su celo aunque sea por poco. Para suerte suya, no le pasó lo del contrario. No sabía exactamente si se debía a qué tal vez él al ser alguien más maduro y desarrollado, capaz de poder controlarse no le pasará lo mismo. No obstante, comenzaba a picarle la nariz por tan sólo estar en el mismo espacio que el contrario, donde su aroma lo golpea fuerte.

Pero también tiene entendido que si el Alpha entra en su ciclo de celo, nada ni nadie le dice que no influencie en su compañero —en este caso GuanShan—, lo cuál le pone un tanto inquieto.

—En el baño debería tener supresores. Si no es que se han acabado. Mañana iba a comprar más, lo juro. No pensé que me llegará justo está noche porque aún faltaban un par de varios días más.

Entonces, cada noche me emborrachó
Para olvidar que el fondo,
El éxito es solitario.
Pocos amigos, poca vida
Estoy encerrado, no más salidas.

—Mierda... — suspiró fastidiado el Omega, algo le decía que el otro no mentía. Poco a poco la habitación se inundaba con las feromonas de excitación del Alpha. Mo sabe que no lo hacía a propósito.— Solo hazme caso, recuestate en tu cama. Tendré que irme para-

—Pequeño Mo, hueles muy bien. — le interrumpió atrayendo al pelirrojo hacia él hasta que cayera en su pecho.—Más bien de lo normal... No me dejes, por favor. — pidió de manera lastimera causando un efecto en GuanShan quién trataba de resistirse a todo contacto visual o rozar sus cuerpos. Él siendo el adulto, no podía permitirse salirse de control como ya lleva pensando. Más podría tratar de ayudar al más joven.

Aunque técnicamente, el menor ya es legal... Ahora sólo son siete años de diferencia. No estaría mal, ¿Cierto?pensó intentando buscar una solución.

GuanShan intento apartarse pues el azabache no ejercia alguna fuerza demandante en él, no quería caer en alguna clase de tentación que el otro le provocará. No quería de alguna forma, aprovecharse del menor. Él mejor que nadie sabe lo que es cuando otro se aprovecha de tu celo. Lo sufrió con su ex, y no quería ser la escoria que es ése hombre abusivo y manipulador. No caerá de nuevo en una relación tóxica. Es mejor persona que ése.

—¡No te me arrincones! — le pidió haciéndole la tarea más difícil de lo que ya es. El Alpha dentro de toda esa atmósfera lujuriosa, hay en realidad un cachorro que no quiere ser dejado de lado, que súplica por su atención y compañía, Mo lo puede percibir. Es su pareja destinada, y aún así las cosas para ambos es complicada, dolorosa. Podrán no estar enlazados, pero pueden percibir un poco del sufrimiento ajeno. GuanShan no quiere ver a su Alpha sufriendo por su causa. —He Tian se supone que ya eres grande, debes saber controlarte, ¿Comprendes?

Me gustaría escribirme un mundo,
Un planeta solo mío,
Un planeta en el que me sentiría yo.
Una renovación, sin cadenas, despojado del odio.
Un planeta donde me darías alas,
Un nuevo universo donde las lágrimas, las penas sólo serían un mito, sólo una puta leyenda urbana.

—Omega, ven aquí conmigo... Ayudame a calmar mi celo. — le murmuró un poco persuasivo cerca del oído, depositando un beso húmedo en su cuello, una zona sensible para él por lo que se estremeció de inmediato.

Mo maldijo bajo varias veces, quería resistirse ante el aroma excitante del Alpha, no caer por algo que su cuerpo comenzaba a exigir en esos momentos. Todo su Omega estaba impaciente, gustoso por las leves caricias y el contacto físico que hay entre los dos. Incluso respondía agradecido exparisendo más su aroma y sin querer, correspondiendo al del azabache. Sea su Omega interior o no, él también desea algo que no puede explicar ni en palabras.

—Niño... Esto es peligroso, no deberíamos...— dijo entre pausas bastante nervioso.

El contrario dejó de besarle, y aquéllas corrientes eléctricas se detuvieron. Mo se sintió aún más raro, porque en el fondo sabía muy bien que si lo quiere.

Es cierto, quizás estoy vencido, lo confieso, lo asumo.
La vida me come con un sucio gusto de amargura.
Entonces óyeme gritar, sacar todas mis tripas,
En este sonido que cuenta la vida de un tonto pesimista.

—Te dije que ya no soy un niño, soy un hombre. Quiero que me veas como eso, como un igual a ti, como tú hombre, tu Alpha. — le dijo abrazándolo y frotándose con él. Tian detesta el hecho de que el Omega lo siga viendo como un niño, y él quiere demostrarle que ya no lo es.

—Oh joder... — suspiró caliente. Ya no es un adolescente para dudar, sabe lo que quiere y aunque titubea un poco, las reacciones de su cuerpo no mienten. Por lo que pensándolo detenidamente, agregó:—Pero que quedé claro, yo soy quien tiene el control.— hizo un mohín (puchero) en sus labios, decidido a hacer lo que está por comenzar. Lo que los dos demandan.

Me siento solo, ¡Joder!
Nadie me sostiene la mano
Nadie con quien compartir esta gloria, joder.
Camino solo por un camino que parece no tener mañana.
Aceleró pero nadie me espera al final.

Hubo una pequeñísima pausa en la que rápidamente GuanShan le avisó a su madre que se quedaría a dormir en casa de un "amigo" suyo y sin entrar en demasiado detalles, que mañana alrededor de las seis de la tarde estaría de regreso.

Mo como si fuera dueño del departamento, lo guía hasta la cama para nada lejos de ahí, y lentamente lo recuesta en ella con un tenue sonrojo apenas visible, notorio.

—Claro~ yo soy el virgen aquí. Y me excita que mi primera vez sea contigo~— recalcó un tanto divertido, observando con deleite y una mirada perdida, como el pelirrojo se iba desvistiendo enfrente suyo.

Verlo tan sólo de la parte superior desnuda es suficiente para excitarlo. Para querer desesperadamente hacerlo suyo e impregnar su semilla en él hasta que quede lleno de sus cachorros. Es como un deseo o idea, una fuerte tentación que nunca pasó por su cabeza en todos estos años. Pero no quiere asustarlo. Ahora que hay tal acercamiento, no quiere alejarlo de él en momento tan crucial por lo que debe mantener a raya su instinto de lobo, su instinto animal.

—No digas esas cosas vergonzosas...— murmuró entre enojado y avergonzado, sintiendo debajo suyo a la vez que se iba acercando, el bulto del más joven por encima de sus apretadas prendas. Sin duda, debe dolerle.

Se volvió a pensar un poco antes de continuar lo que seguiría a continuación. Aunque técnicamente He Tian por fin sea mayor, sigue siendo mucho más joven que él a sus ojos. Entonces, ¿Por qué lo desea tanto? ¿Por qué lo siente tan prohibido como tan bueno?¿Y en qué momento He Tian siguió su ejemplo de desvestirse para ahora devorar le sus labios?

Cualquier gemido, jadeó, quejido o gruñido simplemente era callado en medio de la intensidad y el deseo que con lleva sus labios moviéndose frenéticos, intercambiando saliva y dejando sin aire al otro. Sus labios se movían sin control alguno, con desespero y esa tentación que llevaban días escondiendo. Manos traviesas se metían debajo de prendas íntimas, poco torpes pero explorando a profundidad sus cuerpos casi a ciegas. La habitación no está a total oscuridad, la luz del comedor llegó hasta ellos pero no con tanta intensidad.

—¡Ah! ¡mierda!— arqueó su espalda desde su posición, sentando encima del regazo del Alpha quién ahora solo trae un estorboso boxer gris donde se ve más que reflejado su entrepierna. La razón de su temblor y fuerte gemido se debía a qué una de las manos del azabache dejaron de acariciar su cintura para pasar ahora a su trasero.

Bajándole sin cuidado su bóxer amarillo hasta más abajo de sus muslos, donde su carne está más que expuesta, otra mano le acompañó, siendo dos las cuales juguetean con esa parte trasera e íntima suya. Las cuales se dedicaban a tentar la zona, darle caricias que lo hacían temblar más, separar sus nalgas para rozar peligrosamente su entrada la cuál de igual forma parecía temblar, pero no de miedo precisamente.

Ansioso por querer más.

—Estas mojando, es tan lindo. — escuchó decir al Alpha.

¿Mojar? ¡No puede creerlo! ¿Por unos simples toques estimulantes? No podía ser que ya esté dilatando tan pronto. Ni que fuese un jodido adolescente hormonal.

Dos dedos entraron con casi facilidad, debido al lubricante de su entrada que empezaba a crear. He Tian embistio con estos mismos, haciendo gemir más, sin poder controlar la cantidad de lubricante que salía de él, escurriendo alrededor de su agujero, empapando parte de sus muslos y las fuertes manos del Alpha que continuaba estimulando en esa zona tan sensible y húmeda. Claramente en su rostro podía verse como lo disfruta, y como el celo lo está envolviendo.

Mierda.... Había pasado un buen tiempo desde la última vez que tuvo intimidad, desde que fue poseído y que lo hacían sentir jodidamente bien, casi se siente en el cielo.  Especialmente cuando todo su cuerpo reaccionaba por las feromonas que el menor expulsa debido a sus oleadas de calor, de su celo. Mo  movía poco su trasero en un intento de sentir más profundas las embestidas que el azabache le proporciona. Apenas y sintió como Tian incluía más de sus dedos que los dejaba empapados de su líquido o lubricante natural.

Mo se siente caliente, húmedo, todo un desastre. Ni siquiera se tiene que tocar el mismo su pene para hacerlo más placentero, porque He Tian ya lo hace.

—Joder pequeño Mo, estás mojado y apretado. Estás devorando mis cuatro dedos dentro tuyo. Y yo queriendo ser un caballero y prepararte. — dijo en un tono divertido, pero sin dejar aquel atrevimiento desvergonzado de su parte, ni la excitación que posee ahora mismo.

GuanShan dejó escapar un jadeó cuando la boca de Tian capturó uno de sus pezones, comenzando a succionarlo, lamer y dejar pequeñas mordidas. Su lengua larga y húmeda jugueteaba con su pezón y areola sin dejar de sacar e introducir sus dedos en su interior. Mo presentía que podía perder la cabeza en cualquier momento y lo peor es que todavía no habían llegado a lo más carnal y orgásmico del momento. Incluso trataba de abrir más sus piernas en busca de que He Tian llegará más profundo con aquellos largos dedos que posee, y las llemas de estos rozando con peligro su cavidad uterina pero alcanzando su próstata al estar más cerca.

Milagrosamente todavía no se corría, pero lo poco que le quedaba de cordura le hizo recapacitar para mantener el control y recordar que es él quién debe ayudar al Alpha y no al revés.

—N-No los saques. No necesito preparación, yo debería prepararte a ti. — objetó recuperando oxígeno, sacando los dedos del Alpha de su interior para cambiar de posición.

—Me gusta que tomes la iniciativa. ¿Te montaras encima mío? Que grandiosa vista, será demasiado para mí. — contestó con bastante interés y emoción, su mirada perdida en aquel formado cuerpo del Omega. Sus pectorales lo suficientemente grandes sin ser descomunales, casi como los pechos de una mujer se tratará, sus pezones redondos llamando su especial atención como si lo invitaran a seguir devorando los. Su delgada cintura, su piel tersa y suave donde se abulta en la parte trasera la cuál se debe encontrar empapada por todo el lubricante que anteriormente secreto.

Si no se desmayaba en esos momentos por tan hermosa vista es por su voluntad de hierro, pero definitivamente desea fundirse con el pelirrojo para cumplir sus deseos más prohibidos y primitivos que nunca imaginó poseer. Su cuerpo joven no evitaba estremecerse por el contacto con la desnuda piel del Omega, y como esté se ponía encima suyo indicándole cómo debía estar sentado.

He Tian sólo se dejaba guiar por las indicaciones y tuteos del mayor, cómo esté acaricia sus pectorales, bíceps hasta el tronco donde más abajo está su entrepierna más que despierta. Como una clase de masaje donde los dedos del pelirrojo se permitían recorrer el cuerpo bien formado del Alpha mientras que insinuosamente frotaba sus nalgas en la hombría del azabache. 

—¿Por qué no cierras mejor tu bocota?— le respondió Mo ante el comentario del contrario.

—¿Por qué no me la cierras tu mejor?— le provocó sin dejar de sonreír divertido y jadeante por el calor que había en toda la habitación, así como el hormigueo para nada extraño en su entrepierna.

Y para sorpresa del Alpha, eso mismo hizo Mo, cerrarle la boca con sus propios labios hasta sacarle todo el aire que podía mientras con una de sus manos y ágilmente, introducía la dura y palpitante polla del Alpha en su interior provocando un ardor y placer tan extraño como esperado por ambas partes.

Tian no pudo aguantar más, se derretía en su interior y todavía no había entrado por completo. Ansioso y deseoso de ser uno solo con GuanShan, con sus dos manos llega hasta los muslos del contrario, abre sus nalgas acariciando el contorno de estás incluso su entrada dilatada que está llena por la parte superior de su hombría, su glande. Acercándose hasta ella, la abre un poco causando un cosquilleo agradable en el pelirrojo subir desde esa zona hasta su espalda alta y cuello, para después introducir por completo todo el tronco de su pene hasta chocar sus redondos testículos con el trasero del contrario, avisándole que solo hasta ahí podía, por desgracia meter su polla. Más no podía quejarse, pues sintió entre sus brazos como el Omega se estremeció hasta gemir bien alto en el momento exacto en qué le embistió por completo.

—M-Muevete idiota. — le dijo quizás amenazante, pero su voz entrecortada no lograba ese efecto atemorizante y serio. No obstante, el Alpha hizo caso a omiso un tanto torpe al principio al ser su primera vez y solo guiándose por sus instintos. —Si fuese mi primera vez, ésto me dolería demasiado. — suspiró irritado y reprochante. — Tienes suerte de que te ayude.

—Pequeño Mo es muy amable. — dijo jadeante, observando como el miembro del mencionado saltaba al momento que su dueño igual lo hacía para las embestidas o auto-penetraciones.

He Tian siente un cúmulo de sensaciones inexplicables y bastante reales, que en poco tiempo se corrió en el interior del otro un tanto avergonzado por no durar demasiado. ¿Lo podían culpar? Estar en el interior de Mo es el maldito cielo de glorioso y como el infierno de caliente.

GuanShan no dijo nada al respecto, un tanto compresible tratándose de alguien inexperto que está en su celo, sólo siguió moviéndose un poco incómodo como excitado por la corrida del otro en su interior, recordando apenas que no estaban usando un preservativo y él por su parte tampoco había estado tomando nada en especial en estás semanas pues tampoco tenía previsto el tener relaciones sexuales con alguien. Menos con su joven Alpha. Sin embargo tampoco estaba preocupado por ello, ya luego se las arreglaría.

—Lo siento pequeño... — enterró su rostro en el pecho del mayor, oliendo su aroma sin importarle el sudor que su cuerpo recorre.

—¿Por qué cojones te disculpas?— preguntó confundido mientras se movía lento pero lo suficiente rudo para que el pene del azabache llegase profundo y tocará más allá que su próstata.— Te disculpas a cada rato, es molesto. — expresó.

—Me corrí antes.

—Fue inesperado, pero no importa. Puedo soportar tener tu semen, sólo que es mucho...— admitió sonrojado. — Aún sigues duro y yo igual, así que continuaremos hasta el final, ¿Entendiste?

El contrario asintió para seguir ayudando al pelirrojo en las embestidas. Ninguno estaría satisfecho hasta llegar al clímax. Mientras que He Tian siente el interior de Mo apretado, húmedo y caliente, sus paredes anales envolviendo su pene como si lo estuviese exprimiendo hasta la última gota de su semilla, escuchándose el chapoteo cada vez que sale y entra en su interior, así como el sonido de sus testículos azotar contra sus glúteos hasta que estos, adquieran un color más rojizo por la fricción de los pequeños golpes.

Sus asentaderas estaban llenas desde su propio lubricante natural, hasta del semen que poco a poco salía de su entrada debido a la corrida anterior del azabache.

No pasó mucho para que Mo también se corriera encima del pecho del azabache que sólo le sonrió juguetón. Y aunque ambos hayan descargado, los dos saben que todavía no es suficiente y el orgasmo está aún más cerca que antes.

He Tian realmente se siente de cierto modo, muy feliz al tener a alguien que considera muy especial en su vida, y que en esos momentos lo este ayudando a pasar su celo de la manera más increíble y satisfactoria.

Algunos payasos dirán que estoy exagerando, abusando.
Pero que se pudran esos idiotas porque soy joven y estoy luchando,
En mi cabeza es un caos.
¿Quién apagó la luz?
Mamá, ya no veo claramente.

II

La posición había cambiando unas dos veces más. Desde el Omega estando en cuatro hasta lo que es ahora, la pose del misionero. Dónde el pelirrojo está debajo del azabache abierto de piernas, con las miradas encontrándose perladas de sudor como el resto de su cuerpo y con las penetraciones sin parar.

Ya varias veces sus bocas se habían secado, sedientos de agua pero en vez de detenerse aunque sea un poco para ir a beber algo, se besaban para intercambiar saliva, humectar la boca del otro sin quejas y dándose un pequeño respiro en medio del apasionado beso. ¿Cansados? Un poco, las piernas, sus caderas, pero no por completo. Quién más seguía motivado por seguir en el sexo es el Alpha, quién después de todo está en su estado más bestia donde sus instintos animal de lobo le dominan bastante.  Pero si el Omega tampoco le pedía detenerse, él no lo haría hasta sentirse saciado, satisfecho y completo en el momento de llenar a su pequeña bolita pelirroja de su esencia.

No importaba ya la hora, ni el calor o si sus cuerpos se están agotando, pero ambos no pensaban en separarse el uno al otro. Sus cuerpos se encontraban unidos como uno solo, como compañeros en busca del calor y amor del otro aunque no siempre lo digan en voz alta.

—He Tian...— lagrimeo el pelirrojo debajo del nombrado, sin poder mover un músculo ya por la última y recién corrida de los dos. Nunca se sintió tan lleno y pegajoso por dentro.

La dura polla de Tian quién lo había estado penetrando en su interior, llenado lo, haciéndolo sentir desde dentro su tamaño para acostumbrarse y como en poco tiempo ya se había corrido, largas y abundantes tiras blancas calientes y pegajosas llenándolo. Pero sobre todo, He Tian le hizo alcanzar el paraíso cuando no sólo tocó su otro punto dulce, si no que también se corrió dentro de esté en grande haciéndolo flaquear, gemir y desbordar su mirada jadeando sediento y satisfecho. Como un gusto culposo el que su Alpha se corra justo en esa parte tan sensible y fértil, donde enviaba varios cosquilleos y corrientes placenteras en todas las direcciones en su cuerpo señalando que había llegado al orgasmo, donde justo había tomado de la espalda al pelirrojo para levantarlo un poco por encima del colchón en clara señal de retenerlo así por un breve momento en qué terminaba de correrse.

El hormigueo que había sentido en esa zona desde que la polla del azabache se adentró en su interior por fin se iba calmando cuando esté le lleno de su esperma, haciendo vibrar o estremecer todo su cuerpo totalmente satisfecho y lleno por el inmenso orgasmo que su buen Alpha le otorgó. Inevitablemente y todavía cegado por el reciente y dichoso orgasmo, se cayó por completo en la cama dejándose descansar aún disfrutando de los placeres de la corrida mientras acariciaba los cabellos azabaches de su pareja, enredados sus dedos en estos en una muestra de cariño hacia él por haberle hecho sentir tan malditamente bien mientras regulaba sus respiración.

Su vista que había sido nublada, acompañada de expresiones vergonzosas donde había delatado el momento en qué había llegado al orgasmo rindiéndose a esté, ahora regresaba a una más natural y calmada, pero sin dejar de tener pequeños ticks estimulantes en lo que es su espalda y glúteos debido a la gratificante sensación de sentir todavía la polla del Alpha en su interior terminando de vaciar se, a He Tian cayéndose un poco brusco encima suyo por el gran cansancio.

—¡No te caigas así nada más! Pesas mucho. — se quejó Mo apenas pudo regular su respiración, abriéndose de piernas para dejarlas a los costados de He Tian quién todavía no se había salido dentro suyo. Al notar una actitud y lo peligrosamente cerca que está el contrario de su cuello, le advirtió:— No se te ocurra morderme. Juro que te castrare si me marcas ahora. — le golpeó en la cabeza en busca de defenderse.

Se habrá sentido muy en cielo de los placeres pero no está lo suficientemente alejado de la realidad como para dejarle de manera inrresponsanble marcarle así de fácil, y no lo perdonaría solo porque esté en su celo.

Por el momento, había conseguido alejar esa idea en su cabeza de enterrar sus dientes en su cuello para hacerle la marca. Sólo habían tenido intimidad, le había ayudado en su celo, sería demasiado pronto para llegar tan lejos.

De cualquier manera seguía sintiéndose sensible, Mo podía jurar que cualquier movimiento o incluso cuando esté se saliera de su interior iba a temblar o estremecerse por dicho movimiento, su entrada estaría muy sensible y húmeda por todos los fluidos que ahí guardan, estaría volviendo a gemir como una perra necesitada de más placer lo cuál en cierto modo le enojaba y avergonzaba al saber que es verdad.

Antes de que cualquier otro pensamiento bochornoso surca sé su mente que apenas se está recuperando por aquella larga jornada de sexo donde sabe que aún no termina ya que el Alpha sólo se iría a dormir unas horas, quizás luego se ponga a comer para después volver a querer hacerlo con él, He Tian le llamó la atención levantándose un poco para no recargar todo su peso en él, pero todavía sin salirse desde su interior.

—Mo, te quiero.— le besó su mejilla con ternura, provocando que el mencionado  se quedará un poco en shock por la repentina nuestra de afecto acompañada de lindas palabras. Agregándole que ahora se frotó contra la suya. —Dime qué me quieres también.

Un poco evidente el hecho de que He Tian necesitará muestras de afecto de su parte apenas dejó de tener sexo con él.

—... E-Eso es muy cursi.

—Si quieres que continúe, dímelo. — dió un empujón más, haciéndole recordar algo importante que ya sabía.

El Alpha todavía sigue en su interior, y cada movimiento lo vuelve sensible y no puede evitar gemir. Algo en él le exige con enferma locura más.

—Yo...— balbuceó un poco, suspirando al momento que los labios del más joven repartían besos húmedos en su cuello para darle más placer y confianza. — También te quiero He Tian. — confesó recibiendo un largo silencio por su parte.

—...

GuanShan volvió a jadear y gemir cuando el más alto volvió a dar más empujones hasta tocar su útero, pero todo el placer cambió a un agrio dolor inesperado y odioso que lo hizo reaccionar en cuestión de segundos. El sentir la glande del Alpha incharse en su interior hasta anudar lo.

Anudarlo. ¿¡Qué se cree ese imbécil engreído para anudarlo y sin avisar!?

—¿¡Pero que cojones!? ¿¡Me anudaste!? — le reclamó apenas el dolor pasó un poco, intentando no llorar en el intento. El podía soportar el nudo sin derramar lágrimas o gritos desagarradores, pero tampoco iba aguantar las altas ganas de reprocharle con justa razón.

—Lo siento, fue demasiado para mí. — se disculpó apenado, mirándolo con pesadez lo cuál llegó hasta el corazón del Omega que se ablando un poco en cuanto seguirle regañando y darle golpes.

—Mierda...— desvío su mirada en un intento de parecer rígido y rudo, como si el nudo no le molestara tanto o la mirada del azabache.

—¿Te duele mucho?

—¿Tú qué crees?— le miró molesto, aunque no estuviera realmente enojado con él, sólo para hacerle saber que a la próxima no debería hacerlo sin siquiera avisarle. He Tian volvió a disculparse. —Tienes suerte que no sea mi primera vez, si no me dolería un montón más y créeme que te golpearía hasta tirarte tus dientes. — le respondió medio gruñón y a la defensiva, con un tono de obviedad en su voz por la pregunta del otro.

—¿Lo has hecho ya con algún novio?

—No seguido, pero sí. Hace bastante tiempo. — contestó sin muchas ganas de querer hablar de eso. Sus manos se agarraron hasta la espalda del contrario, clavando sus uñas debido al movimiento un tanto brusco y por ende doloroso del más alto. Se nota demasiado que es la primera vez que anuda dentro de alguien. —No te muevas joder, espera a que el nudo baje. — comentó mordiéndose el labio para no soltar ningún otro quejido adolorido.

—Perdón, sólo quería estar más cómodo mientras te observo.— le sonrió para después apoyarse y recostarse en uno de los pectorales del pelirrojo para descansar mientras esperaba a que el nudo bajase, suponiendo que ha de tardar unos minutos más . —Mientras cuéntame un poco más de ese novio tuyo.

—¿Quién cojones habla de su ex en una situación cómo está? — lejos de estar molesto, se ponía acariciar los cabellos del contrario lo cuál hacía más relajante el momento.

—Quiero ser mejor que él. Y en cierto modo, me alegra que hayan terminado. ¿Podrías contarme porqué?

Hubo un pequeño silencio antes de algo se escuchará. Mo acariciaba desde sus cabellos hasta su ancha espalda, cerca de los omóplatos brindándole calidez y cariño al Alpha que atentamente esperaba oír de nuevo su voz.

—... Él y yo fuimos novios por cuatro años. Comenzamos a salir hasta el penúltimo año de la escuela superior. Sin embargo nos conocíamos ya desde mucho antes. — comenzó a contar con una paz bastante inusual en él, pero con un tono melancólico de por medio.

Se notaba por el ambiente que no le es agradable hablar de esa persona, pero se estaba abriendo a él para decirle. Demostrándole que estaba confiando en él poco a poco.

—¿Beta o Alpha?— preguntó con cierto recelo, dejando suaves besos en esa zona de su pecho para mimarle un poco.

—Es un Alpha igual que tú. Tan sólo un año mayor que yo. Cómo dije, sólo duramos cuatro años. — suspiró mirando hacia el techo, dándose cuenta lo cansado que se siente y apenas el nudo baje se echaría a dormir ahí mismo. Ya mañana limpiaría el desastre. —O sea que terminamos hace  cinco años.

—¿Por qué terminaron?— no evitó preguntar con curiosidad.

—Era un abusador, o creo que todavía lo es. Le gustaba dañar a las demás personas y sacar provecho de sus debilidades. Conmigo no era así pero...— suspiró cansado.

Le daba una sensación de asco y absoluto rechazo volver a pensar en esa persona. Sin embargo en esos momentos parecía estar bajo un margen en qué sus emociones no se saldrían de control, y aunque todavía sigue aborreciendo a esa persona, en presencia de su Alpha esas emociones frustradas se desvanecen.

—En una ocasión no le gustó algo que hice, y se lo tomó muy a pecho y enloqueció. Empezó a golpear me y ser manipulador conmigo. Los últimos meses de relación fueron todo un martirio, horrible. Y cuando le dije por fin que quería terminar toda conexión con él, tampoco le agrado en lo absoluto. En vez de querer le o amarle, me empezó a infundir miedo,  solo eso. Una relación no es así, me hizo tanto daño tanto física como emocionalmente. — explicó lo más detalladamente que podía abrazándose al cuerpo del azabache, como una forma de querer abrazar algo caliente entre sus brazos, algo vivo y que le brinde calidez por unos momentos.

—...

—Aunque por fortuna en todo esté tiempo nunca me marcó, aún así esos años de relación con él habíamos creado un fuerte vínculo.— mencionó luego de percatarse el silencio del Alpha y como el dolor del nudo en su interior iba disminuyendo considerablemente.—
Terminarlo y superarlo también me costó bastante, pero logré avanzar, seguir adelante. Por eso tampoco quería tener alguna relación en todo este tiempo.

Una vez con el corazón roto
No hay necesidad de llamarla.
La soledad llega, viene rápido a encontrarte.
Ella no espera a que abras, ¡No!
Ella entra sin tocar.
Tu depresión para ella solo es una merienda a comer.


—Pequeño Mo, yo quiero cuidarte. No quiero hacerte daño, y lo más importante, tampoco quiero que me temas. — confesó He Tian sincero, levantando la vista hasta intercambiar miradas con el pelirrojo. — Tú eres diferente a los demás, no eres hipócrita. Y sobre todo, no le temes a la oscuridad. — añadió con una peculiar sonrisa en su rostro. Era entre feliz, melancólica y pensativa.  

Entonces, ¿Tú quién eres?
Porque ya yo no sé quién soy, estoy perdido.
Mi felicidad tiene un sabor amargo.


Algo dentro de Mo se removió y no supo con seguridad que podría ser, sin embargo no fue algo desagradable. Sabía que el motivo se debía a esas palabras del contrario que van muy enserio dirigidas a él. Aunque le dejó bastante intrigado aquello último que dijo.

¿A qué te refieres con la oscuridad, He Tian?

Todavía hay varias cosas que no termina de comprender y de saber de él, pero ahora sabe que quiere ayudarlo y sobre todo, siempre estar ahí para él. No necesariamente como su Omega, si no más bien como su amigo, como su confidente, como su compañero. Un igual a él.

—A mis ojos sigues siendo un crío, así que jamás te tendré miedo. — se me ocurrió decirle, aunque se tomó su pequeño tiempo en hacerlo. Sus manos viajaron hasta el rostro del Alpha, para tener su cara entre sus manos y verlo fijamente. — Y también cuidaré de ti.  No cargues siempre con tanto peso tonto, ¿Entendido?

Aquello hizo sonreír enormemente al azabache, pues sus sentimientos después de todo habían sido correspondidos. En un principio había dudado que GuanShan realmente le quisiera tanto como él. Por eso no evitaba sentirse entre frutado, decepcionado y triste hasta llegar a obsesionarse un poco con ese tema. Pero ahora al conocerlo un poco más y haber podido conectar íntimamente y emocionalmente con el Omega, puede decir en voz alta con total seguridad que se siente en casa. Se siente amado y aquello le llena de dicha y felicidad.

Quizás para Mo fue tener sexo, pero para He Tian es algo diferente.

—Nos cuidaremos las espaldas los dos, prometo ser un buen novio. — le respondió sin dejar de sonreír le con total honestidad y naturalidad al pelirrojo.

—... Vale.

Mo se ruborizó por lo extraño y romántico de la situación, pero esa noche nunca lo abandonó incluso el nudo apenas bajó, permitiendo así que He Tian logrará salir de su interior con todo el cuidado del mundo. Tal como GuanShan imaginó, esa zona está muy sensible y le volvió a dar unos espasmos y cosquilleos placenteros cuando su entrada empezó a contraerse totalmente dilatada y expulsando el semen de su Alpha.

Limpiar aquello iba a ser tardado, y puede que incluso difícil, pero sería algo de lo que se preocuparía mucho después. Sin importarle tanto en ese instante, sólo quería descansar, entregarse a los brazos del Dios Morfeo y no despertar hasta dentro de un par de varias horas.

He Tian le siguió de igual manera, tapando los por igual con las colchas del poco frío en la habitación. Aún estando sudados, seguían desnudos y la noche siempre traía alguna ventisca dónde fuese, por lo que debían mantener se calientitos entre ellos.

Antes de caer por completo en sus sueños, Mo estaba consciente de que muy probablemente al día siguiente Tian todavía seguirá caliente y querrá seguir follando con él hasta saciarse por completo, hasta volverlo hacer su Omega.

Y aunque lo niegue, él pasaría toda la tarde con él de ser necesario sin reproche alguno, porque también desea volverlo a tener en su interior hasta hacerlo llegar al orgasmo con locura.

Ahora no puede separarse de él.

Entonces espero un día
Pueda hacerle el amor a una persona sincera, valiente.
Que no tema a la oscuridad y me acompañe en esta soledad,
Que no me juegue trucos.

Ya basta de dar sin recibir.
Estoy borracho de amarme a mi mismo.
Sin un alma gemela es pesado.
Por eso te digo gracias, por estar a mi lado.

III

Poco después de que el celo de He Tian culminará por completo donde a su vez GuanShan le dio el definitivo para aceptar el hecho de que estaría con él en algo más serio e íntimo, a pesar de que se habían vuelto más unidos o se veían mucho más que días anteriores, Mo todavía se sentía inquieto cada vez que el azabache insistía en ir hasta su casa, donde todavía vive con su madre. El pelirrojo apenas está aceptando sus sentimientos hacia el de menor edad, pero considera que es demasiado pronto para lo siguiente.

—¿Para que vienes a mi casa?— preguntó con un deje de preocupación.

Lo había ido a recoger a su escuela, donde pudo percatarse sin ser muy observador que el Alpha siempre parece estar rodeado de todo tipo de personas. Especialmente chicas quienes, no se necesita ser Sherlock Holmes para deducir, todas ellas buscan algo más romántico con él. Pero el He siempre parece rechazarlas amablemente. Y apenas lo vio esperándolo en la salida/entrada de la escuela, se emocionó de sobremanera hasta ir a por él. Y los murmuros de los compañeros no se hicieron del rogar. Lo único que GuanShan pedía es que no se notará a simple vista la diferencia de edades. Qué solo lo vieran como "el Omega pelirrojo que vino la otra vez a buscar a He Tian".

—Yo creo que ya es tiempo de presentarme formalmente con tu mamá. — confirmó con determinación el Alpha, abrazando por los hombros al Omega que todavía seguía sumido en sus pensamientos. —Quiero poder ir a tu casa sin preocuparme de esconder lo nuestro. Además pienso que se notaría mucho la tensión sexual entre nosotros cada vez que estemos juntos en tu hogar.

—Solo han pasado tres días desde que culminó tu celo, ¿Tan desesperado estás por ello?— chasqueo su lengua sin estar seguro de eso. Pero podía comprender un poco la desesperación y emoción del más joven, de querer emparentar con él y llegar a tal formalidad en su relación como para ir a presentarse con su madre.

Mo GuanShan había aprovechado luego de todo el día de estar en el territorio de He Tian en su ciclo de celo para comentarle sobre el asunto con su padre y porque muy posiblemente no lo vería en casa. El azabache no comentó demasiado al respecto, agradeció no recibir ninguna mirada de lástima o decepción de su parte. Sólo lo miró comprensivo y le prometió que siempre tendría su apoyo incondicional, su compañía y cariño sin importar las circunstancias que se dieran a futuro en su relación. Que no dejaría de ser su pareja solo porque su padre esté en la cárcel. Y que —agregó—, cuando sea el momento, también se presentaría con él.

—No quiero que nadie obstruya lo nuestro. Y pensé que sería mejor que apresuremos está parte de conocer a la familia del otro para que nos acostumbremos y no tuviéramos que esconder nada de lo nuestro a ellos.

—De acuerdo...— fue su respuesta ante todo ello. Dio un largo suspiró antes de entrar a casa.

Todo va a estar bien, ¿Verdad? No es la primera vez que invitó a un Alpha a casa... Pero si la primera en la que el Alpha es mi destinado. Pensó, un manojo de nervioso le iba acompañando, recibiendo un beso inesperado del azabache para tranquilizarlo. Pero eso más que calmarlo un poco, sólo alboroto más sus hormonas. ¿Por qué lo besaba de esa forma justo ahora?

El sonido que provocó al abrir la puerta fue una clara señal para que su madre desde donde sea que estaba, fuese hasta la entrada para recibirlo cosa bastante inusual, ya que por lo general no hacía eso. O al menos eso creyó Mo por las pisadas que escuchó, y como también se percató de que no era una silueta femenina la que venía a su llegada, si no una masculina.

—¡GuanShan!

Su corazón se detuvo por unos microsegundos, en la que su respiración se fue de su sistema así como regresó. No lloró pero, tuvo la sensación húmeda y agria en el contorno de sus ojos de hacerlo. No sabía si era porque su Alpha quién lo sostenía fuerte, lo cubría con su manto de calor y seguridad causando que no cayera de rodillas o algo así. Varias emociones chocaban entre sí en su interior. La sorpresa se notaba en todo su rostro, la incredulidad y una amarga tristeza también.

—¿P-papá? — mencionó, todavía con gran sorpresa y casi mareandose al instante. Pero repito, su Alpha lo sostenía fuerte sin llegar a lastimarlo para que no se derrumbará ahí mismo. —P-Pensé que saldrías hasta la otra semana.

He Tian estaba casi tan sorprendido como él Omega. Podía oler perfectamente sus emociones, sus sentimientos y casi adivinar sus pensamientos. Era obvio que ese reencuentro con su padre quien por fin está en caso después de tantos años, es algo privado donde Tian cree no encajar. Examinó rápidamente, neutral el aspecto del padre del Omega. Nada en específico, un señor que ya se veía en sus cincuenta años, con canas en su cabello oscuro, arrugas y bolsas debajo de sus ojos, medianamente alto y vestido de manera un poco formal. Podía observar que el señor también estaba conmocionado por ver a su cachorro ya hecho todo un adulto. Aunque tanto el señor Mo como la esposa — sus suegros— lo veían con el rabillo del ojo curiosos. Después de todo se han de estar preguntando lejanamente, "¿Quién es ese joven Alpha que sujeta a nuestro hijo de esa forma?".

Podía comprender la incertidumbre en todos lados, y por ello cuando creyó oportuno que GuanShan no estaría débil, lo soltó para que esté fuese abrazar a su padre que tanto extraño, donde en el proceso varias lágrimas fueron derramadas, dándose cuenta que también la mujer pelirroja lo acompañó. Todos estaban envueltos en una enorme nube de nostalgia, tristeza con el calor de un hogar.

He Tian se sentía feliz por él. Pero también ajeno a todo ello, no evitó comparar ese reencuentro familiar con su propia familia, en la que todos son distantes a los sentimientos o muestras de afectos cariñosas. No evitaba desear egoístamente hasta sentirse culpable el querer unirse también a ese abrazo familiar. A pesar de saber que no encajaba ahí, todavía no. Ese era momento privado entre el pelirrojo y su padre, donde sólo su madre también podía unirse. 

—Me dejaron salir antes por buen comportamiento. — le comentó a su hijo, apenas separándose de él y limpiándose debajo de sus ojos. Poco después fijo su mirada en el único desconocido de ahí. —¿Quién es este muchacho? ¿Algún joven ayudante tuyo en la cocina?— preguntó curioso el padre de Mo.

Antes de que He Tian dijese nada, la madre de GuanShan también se unió a la conversación para hacer menos incómodo el ambiente, después de todo había acontecido una escena familiar enfrente de ojos ajenos, por lo cuál fue un tanto incómodo para los mayores que no tienen ni idea de quién es el alto Alpha. A excepción de su madre, ya que ella sabía un poco sobre de él o sospechaba que fuese esa persona.

—Momo, he preparado el almuerzo para la bienvenida a tu padre. ¿Él es el jovencito del que me has estado hablando estos días? — habló invitándolo a pasar con amabilidad y confianza.

—¿Jovencito? ¿Hablado? ¿Que están diciendo?— interrogó su esposo confundido. Claramente la idea de que su hijo este saliendo con alguien quien de nada sabe no le es muy grato.

—Hum, bueno, ¿Cómo decirlo?— murmuros más para si mismo GuanShan, rascándose la nuca bastante nervioso.

Honestamente el realmente esperaba que solo su madre estuviera en casa, pues sentía que sería más fácil el hablarle de la situación y su relación con un casi Universitario. No sabía cómo podría reaccionar su padre exactamente, además que podría ser más duro que su madre en cuánto ese tipo de relación romántica. Todo se puso más incómodo cuando los cuatro se encontraron en la sala para hablar mejor del asunto y antes de cualquier tomase asiento en alguno de los sofás, el Alpha de cabellos azabaches habló:

—Buenas tardes señor y señora Mo. Mi nombre es He Tian. Estoy postulando para la Universidad de Shanghái en la carrera de negocios y comercio. Tengo dieciocho años, y soy el novio de su hijo GuanShan.

La presentación de He Tian había sido ni muy formal pero tampoco floja. Sonó cortés, serio pero su sonrisa hacía más natural su presentación, demostrando que no está nervioso. Todo lo contrario, está seguro de sus palabras y pretende ir muy enserio con lo que dice. Aunque claro, eso no significa que la sorpresa en los gestos de los padres no sea de gran sorpresa. Especialmente del hombre que seguía procesando lo que había dicho y haciendo cálculos rápidos en su mente sobre la diferencia de edad entre su cachorro Omega y el Alpha imponente de extraña sonrisa.

—¿Novio? ¿Acaso mi hijo tiene novio?— expresó con evidente sorpresa e incrédulo, casi dramático.

No sabía que le causa tanta incertidumbre; si el hecho de que su hijo tenga un novio que no le da buena pinta a pesar de verse bien vestido —aunque dicen que las apariencias engañan—, o que él joven Alpha sea muy joven para GuanShan, aunque tuviese dieciocho no sabía si decir que es aceptable. El chico de cabellos oscuros le parece un lobo disfrazado de cordero que va a devorar a su hijo, y aunque sea ya un adulto de casi veintiséis años no lo puede permitir.

—No llevamos mucho tampoco, sólo un par de días. Sólo que él quiso presentarse formalmente a ustedes. — intervino GuanShan, agregando:— Se que es muy pronto, pero bueno...

—Hice mucha comida para todos, vayamos al comedor. — continuó su amada madre, quién parecía que se tomó mejor el asunto. Ella se llevó a su esposo hasta la cocina para que le ayudará a servir los platos sin escuchar alguna objeción por parte de esté, que todavía tiene mucho que decir.

—¿Lo hice bien?— preguntó Tian abrazando a su pelirrojo, pidiendo mimos por parte de esté para saber si hizo un buen trabajo.

—Solo vayamos a comer.

GuanShan le tomó de la mano para brindarle algo de confianza y transmitirle el pensamiento de "no estás solo". He Tian se sintió muy contento al saber que el Omega lo ayudaría, con ese simple gesto sólo hacia que lo quiera más y que si no fuese porque están sus padres, le daría amor ahora mismo.

IV

—Y dígame, ¿Su familia sabe sobre su relación con mi hijo? ¿Sabe que está con un Omega siete años mayor?

El primero en hablar casi terminando de almorzar fue el padre y señor de la familia. Interesado y queriendo sacarle cualquier mala intención que tenga. No pensaba ceder fácilmente a su pequeño y único hijo. Menos ahora que por fin volvía a estar en casa después de tanto tiempo.

—Solo mi hermano mayor tiene ésa información. Pero seguramente conociéndolo, se lo habrá dicho a padre hace muy poco. — contestó relajado y amable el Alpha, siempre sonriendo con naturalidad.

—¿Y su madre?

Hubo un pequeño silencio antes de la respuesta a esa pregunta llegará. Mo poco conocía de la familia de He Tian en realidad, incluso sólo había oído muy poco tanto del hermano como del padre de esté. Pero ahora que lo pensaba, jamás escuchó que Tian mencionará ni una sola vez a su madre, incluso percibió un ligero cambió en su olor. Dándose cuenta que quizás hablar de su madre es algo que tampoco le es muy agradable, pero tampoco le desagrada. Más bien, es algo triste.

—Mi madre murió apenas nací yo. — comenzó a decir, haciendo una breve pausa. Borrando cualquier sonrisa o gesto retador de las caras de los padres pues no se esperaban esa respuesta, sintiéndose un poco cohibidos.—Ella al igual que padre, fue una Alpha. — por debajo de la mesa tomó la mano de GuanShan quién sólo la envolvió con la suya dándole un apretón.  He Tian se dirigió ahora y más al padre.— Y sabe lo difícil que es que una Alpha mujer sobreviva a un parto ya que sus cuerpos no están cien por ciento, biológicamente capacitados para engendrar a un cachorro, aunque tengan esa opción. — su sonrisa ya no existía en su rostro, ahora sólo es un gesto decaído que aparentaba ser neutral. — Sobrevivió al parto de mi hermano apenas, pero desgraciadamente al mío no.

Escuchar esas últimas palabras le rompió el corazón a los tres integrantes de la familia. Los Omegas querían correr abrazarlo para darle cariño, especialmente GuanShan quién por primera vez desde que lo conoce quiere darle mimos, más no lo hace al estar en presencia de su familia. Quiere acurrucarse en su cama con él mientras le besará, diciéndole al oído que todo estará bien y desde ahora él formará parte de su hogar.

Que no volvería a estar solo en aquella inmensa oscuridad que lo persigue.

—... Lamento mucho escuchar esa noticia, joven He Tian. — se disculpó el señor apenado y un poco nervioso.

—Mejor hablemos de otra cosa, cariño. — comentó su esposa a lo que él asintió aclarando su garganta.

—¿Su familia a qué se dedica?

—Hermano mayor está en el mismo negocio que padre. Tienen su propia... gran empresa con marca registrada. — mencionó no muy seguro de revelar dicho dato.

—Eso suena fabuloso. — aclamo la mujer más animada.

—¿Qué intenciones tiene con mi hijo?— fue directo al grano el señor Mo, pues había notado la conexión en las miradas y el aroma mezclado entre su hijo y ese Alpha.

—Mis intenciones con él son muy serias, señor Mo. Estoy consiente de la diferencia de edad entre los dos, pero eso no me impide establecer una relación lo suficientemente seria y madura con su hijo. Quiero que en un futuro de ser posible, lleguemos a ser algo más que novios.

Uno. Dos. Tres. Cuatro minutos y el señor Mo todavía seguía en su pequeño trance pensando en una coherente respuesta para lo que le dijo el joven Alpha. Ya que dicha declaración le sonó a casi propuesta de matrimonio. Y su esposa tampoco le ayudaba.

—Por mi parte, siempre serás bienvenido. Espero pueda cuidar de mi hijo.— se adelantó a decir la madre, tomándole de las manos al He quién gustoso le sonrió y juró ser una buena persona para él y el mejor yerno del mundo lo cuál ganó más simpatía por parte de ella que le pareció un chico bastante encantador.

Especialmente cuándo esté comentó que es un buen estudiante y está postulado para la mejor universidad de la ciudad. Y juró en un futuro darle nietos.

—Gracias tía, yo igual espero que GuanShan cuide de mí. — añadió él bastante contento de que al menos su suegra lo acepte y sea muy buena con él. — Ojalá el señor Mo también me de su bendición.

—¿¡Mi qué cosa para qué!?

GuanShan había terminado de comer rezando porque su padre no asesine a su novio. No quiere volver a preocuparse por meterse en problemas ilegales. Que tener algo de paz por unos momentos. Aunque ahora, se siente más aliviado de que su familia conozcan a su pareja, ya no les está ocultando nada ahora.

V

Eran pasadas las ocho de la noche; la hora en que He Tian ya salía de su casa luego de almorzar y cenar también en está. Podría decirse que se había ganado el corazón y respeto de la madre de su Omega, pero todavía estaba en una cuerda floja con el padre quién no cree que Tian sea una mala persona, todavía duda si realmente aceptarlo como pareja de su hijo. A veces el señor Mo se le olvida que GuanShan ya no es un adolescente como para juzgar a cualquiera que quisiera andar con él en una relación seria. Aunque también se preguntaba cómo había sucedido entonces con el ex tóxico del pelirrojo. ¿Su papá nunca supo de esa relación al estar en la cárcel y que su hijo no se lo contará? ¿Quizás si lo sabe y es por eso que tiene miedo de que su cachorro vuelva a sufrir de tal manera? Si es la última opción, podría entender perfectamente que no confiará en cualquier otro Alpha con temor de que le volviese a pasar lo mismo a su hijo.

Si él estuviese en su lugar, difícilmente confiaría en alguien para tal tarea.

GuanShan como su pareja, decidió acompañarlo al menos hasta un par de cuadras en la estación de metro más cercana. Y aunque no lo quiera admitir, también para tener un poco más de su compañía antes de despedirse hasta un siguiente día. Todavía no habían discutido cuando volverían a reunirse, pues debían considerar el tiempo por ambas partes. He Tian con sus clases y proyectos de la escuela superior, aparte de seguir  estudiando arduamente para el examen de ingreso a la Universidad de Shanghái, y Mo GuanShan por su parte trabaja seis días a la semana con turno de ocho horas al día, y el tiempo que le sobra usualmente lo hace para hacer despensa, ir a pagar cuentas o pasar tiempo de calidad con su madre. Ahora debía hacer unos pequeños ajustes para dedicarle el tiempo suficiente y justo a su pareja.

Podrían no estar enlazados por una marca todavía, pero de cierto modo están conectados, habían hecho una unión de aromas y roce de pieles que verse y estar con el otro se convertirá en una necesidad, una fuerte atracción. Su Omega y Alpha habían pasado casi todo día entero juntos y lo menos que querían es separarse por un tiempo indefinido. Estarían añorando estar en brazos del otro.

—Lindo Momo.

—¿Cómo me dijiste? — preguntó un tanto a la defensiva y asombrado por el apodo que solo su madre le ha dedicado, más no molesto. Los dos sentados en una banca esperando la llegada del metro-tren.

—Me gustó mucho el apodo que te dio tu madre. Te quiero decir así, suena adorable. — le sonrió con gracia y cariño, sin dejar de abrazarle por encima de los hombros.  —Lo que te quería decir es que, esté domingo tengo una comida familiar. Y quería llevarte.

—¿En dos días? — hizo una mueca pensativa en su rostro, tenía ese día libre pero de todas formas trataría de darle espacio, pues los domingos usualmente es día de limpieza en la mañana.

Además que con la llegada de su padre, también debía dedicarle más tiempo a su llegada. Y realmente no quería rechazar la invitación de He Tian. Aunque las palabras "comida familiar" le pusieron ansioso.

—No estés nervioso, no me despejare de ti en todo el día. — le aseguro sonriéndole ahora con calma y confianza, para darle seguridad total al pelirrojo de que todo estaría bien.

Pero aquello no lo calmaba en su totalidad.

—¿Qué dirá tú padre? ¿Estará de acuerdo con nuestra relación?— preguntó sin poder ocultarlo, preocupado.

Ya no sólo era cuestión de que anduviese con un Omega mayor, si no que también le agrade al hombre. Mo sabe que no es la persona más sociable, carismática o linda del mundo, sin mencionar que casi siempre tiene su cara de pocos amigos. ¿Cómo lo juzgarán? ¿Si tiene un buen y estable trabajo? ¿Quizás investiguen a su familia? ¿Si es lo suficientemente bueno para He Tian? Aquéllas dudas lo carcomen sin quererlo.

—No creo que tenga mucho que decir el viejo. — le dio un apretón al hombro al notar lo nervioso que se ponía. He Tian busca de alguna forma reconfortar lo.—Aunque mi hermano me hizo una observación respecto a la diferencia de edad. Me dijo que quizás no hoy ni mañana, pero pronto tú al ser el mayor vas a querer tener un bebé. Pero yo todavía sería muy joven para ser padre. Y que quizás aquello sea difícil de afrontar y podríamos tener una discusión. — explicó con curiosidad ante este hecho. — Yo no supe que decir en ese momento. Pero dime, ¿Quieres tener un cachorro?— preguntó directamente causando un fuerte rubor en las mejillas del pelirrojo que claramente, no se esperaba para nada la explicación ni la pregunta del azabache que la decía con total tranquilidad.— Te has sonrojado, que lindo. — soltó un poco burlón.

Por lo general las familias promedios o más o menos estables que no tienen muchos lujos suelen hacer su "familia" luego de sus treinta años o poco antes, donde poseen trabajos estables y están bien económicamente como parar criar a un bebé. Mo GuanShan no pensaba demasiado en esta posibilidad en su futuro, más esto no quería decir que jamás se le había pasado por la cabeza o que odiará a los niños.

En cambio alguien como He Tian quién viene de buena procedencia y familia muy adinerada, tiene cierta costumbre o creencia que por lo general una pareja que está en sus veinte años ya pueden criar a su primer hijo —suponiendo que estén muy bien económicamente—. Que ser padre joven no tiene nada de malo y es mejor así, demuestra que ya eres todo un adulto y padre que puede sostener a su familia. Pero realmente quería escuchar lo que el Omega desea. No puede evitar sentirse inquieto.

—No quiero tener bebés, no aún. — respondió luego de un pequeño silencio, aclarando se la garganta.— También pensé en ello, serías un padre muy joven.

—No me importaría en realidad. Sólo espero que no te vayas con otro a tener un bebé. Los únicos bebés que puedes tener es conmigo, ¿Oíste? — le dijo picándole la mejilla en forma de regaño-advertencia. No se necesitaba ser inteligente para ver los celos de He Tian.

A Mo le causó entre gracia y ganas de golpearlo. Sus celos fueron muy tontos.

—¿Y esa posesividad?

—No me pongas celoso. — borró su sonrisa, su expresión facial ahora es entre seria y molesta.

—A veces creo que sigues siendo un crío. Con berrinches y que se molesta si no le ponen atención. — confesó en voz alta lo que pensaba. Aunque en el fondo y puede que jamás lo admita, le gusta un poco que He Tian trate de llamar su atención.

—No me agrada que me vean como un niño, especialmente tú. — se quejó soltando un bufido.

—¿Quieres que te trate como un hombre? ¿Cómo un adulto capaz de hacerse cargo de si mismo y mantener a su propia familia?— interrogó con cierta gracia y pizca incrédula. Sonrió de medio lado como si lo estuviera retando.

Pero sólo tentó, provocó al demonio.

—¿No me ves capaz de mantener un hogar, nuestro hogar?— con su otra mano, le tomó de las mejillas hasta acercarlo peligrosamente a su rostro. Mo se estremeció por el contacto. —Puedo demostrarte que seré capaz de eso y más. Seré lo suficientemente maduro para ti, te daré amor todos los días. — le sonrió con autosuficiencia al percibir las mejillas del pelirrojo como el color de su cabello.

No mentía, le quiere dar amor todos los días de ser posible.

—No te creas mucho.

El Alpha ensanchó más su sonrisa, provocativamente le preguntó, esperando cierta reacción en el Omega:

—¿Te casarías conmigo?

—¿¡Eres idiota o qué!?— le apartó entre molesto y avergonzado por la confesión del Alpha. Lo peor es que lo hacía en público y tan repentino, aunque tampoco hubiese tanta gente cerca en la estación.

—No escuché un no por respuesta.— sonrió con malicia, sólo molestándolo más.— Cuando tenga veinte o más me casaré contigo y te haré una familia.

—...

He Tian seguía dejándolo sin palabras. Mo no dijo nada más no sólo porque no sabía que responderle, si no porque el tren hizo su parada y el azabache ya debía subirse.

GuanShan regreso a casa bastante pensativo, porque realmente no dejaba de pensar en la comida del domingo en casa y con la familia de He Tian. 

VI

No era de menos esperar que dos días pasarán rápido pero a la vez se sintieran como una tortura. Ya era alrededor del medió día y Mo GuanShan se estaba alistando para verse presentable. Ni muy formal pero tampoco muy casual. Algo que lo hiciera ver serio pero no como ir a pedir la mano del Alpha. Claro que no.

Tenía entendido que la comida sería a las tres de la tarde, pero He Tian pasaría a recogerlo dos horas antes, debido a que su casa queda bastante lejos incluso yendo en taxi.

Su madre le había ayudado mientras lo alentaba a qué todo estaría bien, su padre por su parte sólo le decía sus preocupaciones. Pues por lo que el mismo He Tian había contado, tanto su padre como su hermano mayor son Alphas. Y no quería que su único hijo estuviera rodeado de tres Alphas desconocidos para él. Había insistido demasiado en acompañarlo.

GuanShan podía comprender las preocupaciones de su padre, él también se sentía algo inseguro pues ciertamente solo habría Alphas en la comida. Aunque según He Tian le afirmó que puede que estén cerca una que otra mucama o gente del servicio que sea Beta u Omega. Lo cuál le hizo ponerse a preguntar a Mo entonces si la familia de He Tian es de dinero como para tener personas trabajando para ellos en tareas domésticas.


Nunca habían aclarado o mencionado algo al respecto sobre poder o la economía de la familia del otro, especialmente del He, después de todo ninguno se interesó en el otro por su apellido o dinero. Eran detalles que pasaban a tercer plano y que no veían necesaria platicar. Pero GuanShan no evitaba sentirse intrigado al pensar que la familia de su Alpha si fuese gente con mucho dinero y poder lo cuál lo ponía aún más nervioso.

—Deben ser tonterías mías. — se dijo así mismo, despertando de su ensoñación cuando escuchó decir a su madre que He Tian había llegado y lo está esperando en la sala.

El Omega dio un largo suspiró y reunió valor. Todo saldría bien, no debía preocuparse de más. La familia de Tian comprenderá que son destinados y por obvias razones no podrían no estar juntos, ¿Verdad?


Sólo esperaba realmente, no haberse ilusionado en vano.

Palabras: 10,588.
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: domingo 06 de septiembre del 2020
Au: Omegaverse
Historia:  "Limerencia"
Fandom: 19 Days
Nota del escritor:

No pensé que en quince días terminará de escribir un capítulo, esté capítulo de más de 10, 000 palabras. Literalmente rompí mi récord anterior personal ya que lo más largo que había escrito un capítulo o parte habían sido ocho mil y algo de palabras, pero aquí lo rompí con más de diez mil.

Espero no les haya aburrido; tomenlo como mi tiempo en que me tardaré en publicar el siguiente capítulo. Quiero tratar de publicar (y espero hacerlo) el 13 de octubre. O sea dentro de poco más de un mes.

No quise poner la escena donde Mo conoce a la familia de Tian porque ya se iba hacer aún más larga está parte. Sin embargo, no prometo que la siguiente y última parte sea igual de larga que está, su antecesora. El siguiente cap puede que dure entre 4000 y 6000 palabras con suerte.

¿Qué les pareció este capítulo? ¿Muy pesado? Ni yo me imaginé que lo llegaría hacer tan largo. Pero creo que también fue así de extenso debido a la duración de la escena de sexo al principio. Espero se tomen su tiempo en leerlo y reelerlo si pueden, en lo que tardo en publicar al próximo.

La letra que aparecía en cursiva en formato diferente es la letra de una canción que originalmente está en francés. Obvio no la puse toda porque la canción es demasiada larga, sólo escogí algunos fragmentos y en algunas partes incluso le cambié ligeramente la letra o algo así. En las curiosidades lo daré a explicar mejor.

Para no alargar aún más esto, nos vemos en la próxima!

Dejen sus bonitos comentarios ùwú

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top