«Acto I: Oportunidad»

“Un sabio dijo alguna vez: Hay tres cosas que nunca vuelven atrás; Una bala disparada, una palabra dicha y una oportunidad perdida. "


I


Mo GuanShan no es que no crea en los destinados o en el amor eterno y fiel, tan sólo piensa que él es la clase de persona que jamás se toparía con algo tan bueno o tan malo como su destinado y el verdadero amor en su efímera existencia. No se hace esperanzas en encontrarlo y sólo sigue su vida monótona con una rutina fija. Cuando cree su vida seguirá siendo tranquila y sin problemas, aparece He Tian. Su Alpha, quién es la persona que menos esperó que fuera.

En cambio He Tian quién ha vivido siempre alerta y entrenándose para hacerse una persona más fuerte tanto física como emocionalmente, odiando casi a muerte a su padre y hermano mayor tampoco se hace muchas ilusiones en encontrar aquello que dicen alma gemela o destinado. Sin embargo, cree que habrá alguien que le dará luz a esa obscuridad y tempestad que lleva día con día cargándose desde que supo que su vida jamás sería normal. Quizás no era amor, tal vez era esa pequeña necesidad impulsiva de sentir algo diferente. Algo que marcará su vida por un momento o para siempre. Y cuando conoce a Mo GuanShan, empezó a desarrollar cierta obsesión e impulso casi primitivo porque sus sentimientos sean igual de correspondidos por el rebelde, hermoso y exótico Omega de ceño fruncido con pésima actitud. Aunque esté siguiera sin aceptar por completo la situación algo inusual que los encomendó los hilos del destino juguetones.

—Vamos pequeño Mo, ¿Acaso no soy el Alpha indicado para ti?— cuestionó sonriendo con arrogancia, abrazándolo por detrás deteniendolo en su andar.

GuanShan no podía ni salir tranquilamente de su trabajo sin que su extraño acosador ya estuviera jodiendole. ¿No tenía algo más interesante que hacer? Cómo estudiar, por ejemplo. Su presencia en vez de alegrarle el día como se supone debería ser, le enerva.

—Mi problema no es tanto tu actitud engreída, tosca o que te guste molestarme en demasía. — hizo una breve pausa soltando un cansado suspiró, intentando apartar el largo y medio musculoso brazo que lo rodea por sobre sus hombros.— Si no el hecho de que soy casi ocho años mayor que tú. ¿Notas la gran diferencia de edad niño imbécil? No quiero que me acusen de pedófilo o algo más . — le dijo en un tono obvio, aún con ese persistente intento zafarse del agarre de su pareja destinada.

Pero el orgulloso y altísimo Alpha no lo dejó. Acercó sus labios a su cuello, presionando un poco esa zona con sus recién humedecidos labios causando un fuerte escalofrío en el Omega mayor, quién sólo pudo quedarse quieto y meditar la situación. Grandes corrientes eléctricas, cosquilleos más una sensación agradable lo sacudió y no pudo hacer nada en contra del joven Alpha que le marca con su aroma.

¿Por qué parecía temblar debajo suyo? ¿Por qué mierda se siente tan bien? Un cosquilleo agradable e intenso en su pecho se instaló, claramente no podía ser normal las reacciones de su cuerpo al corresponderle al de menor edad. Nada de eso estaba bien, pero a la vez lo siente tan correcto y cero desagradable.

¡No! Suficiente problemas tiene ya, su papá dentro de poco saldrá de la cárcel por fin y no puede permitirse que sea él ahora quién entré porque andaba de caliente con un menor de edad ante la ley. De todas las personas del mundo, de la ciudad no podía terminar creer que su pareja destinada fuese un niñato arrogante, aunque su cuerpo dijera otra cosa.

—Guan Shan, soy tu Alpha. Y no me alejaré de ti ahora que te he encontrado.  Porque eres mío y yo soy tuyo. El destino así lo quiso. — mencionó con deleite en cada palabra,  susurrandola en el oído del pelirrojo que no pudo decir nada ante los toques del azabache en su cuello, el fuerte y encantador aroma que desprende y lo envuelve por completo.

El pelirrojo ni siquiera tuvo el tiempo de apreciar la mirada del Alpha, de total locura desbordante como arrogante. Su destinado seguía siendo un niño mimado, o al menos así lo ve él. ¿Qué va a saber el menor de amor si aún es un adolescente? Incluso aunque sean destinados, sigue siendo incrédulo y tonto.

—Y muy pronto, te marcaré.

Por una vez en la vida, odio tanto ser un Omega que sucumbe ante los deseos primitivos de su joven pareja, que no hace muchas semanas atrás encontró por mera casualidad en el mismo restaurante familiar en el que trabaja.

Porque de todos los Alphas del mundo y vuelve a repetir, ¿Le tuvo que tocar un chico tan joven y engreído como lo es He Tian?

Este chico sólo me causará muchos problemas. Es lo que piensa.

—V-Vale... — aclaró su voz llamando su atención. Para salir de ahí no le quedaba de otra que seguirle la corriente o el juego por el momento. Quiere ser comprensivo y ponerse en el lugar del azabache. Un joven incrédulo y raro que se cree mucho por ser un Alpha y encontrar tan joven a su destinado. — Me gustaría discutir ésto pero, necesito ir a casa. ¿No debes ir tu también a casa? Con tus padres, que de seguro estarán preocupados por ti.

Suspiró de alivio cuando por fin consiguió sacárselo de encima. Sin embargo se dio cuenta que olía bastante a él, lo cuál le resultaba entre extraño y molesto. Las feromonas del azabache son tan fuertes como impregnarse tan rápido en él.

—Desde hace meses que vivo solo en un departamento que dejó mi tío. Rara vez me comunico con mi familia desde entonces. — explicó brevemente, notandose decaído.

Mo infló su mejilla pensativa, sentía que había tocado algo que quizás al otro no le agrade hablar mucho. ¿Quizás tenía problemas con su familia? ¿Un divorcio? ¿Problemas económicos? Podía compadecerse un poco de él ya que tampoco es alguien muy rico económicamente y durante su adolescencia igual sufrió de muchas deudas por sus padres. Quizás ellos no son tan diferentes como imaginó.

Tal vez.

En una buena obra de voluntad de la semana que a GuanShan se le pasó por la cabeza, volviendo a recordarse que sólo está tratando con un adolescente casi tan obstinado y terco como llegó a ser él a su edad, le pregunta en un tono menos arisco y más "simpático":

—Debo tomar el metro para ir a casa. ¿Quieres que te acompañe a la tuya?

—... ¿No debería ser yo quién lo haga?

Mo sintió un tick en el ojo, un poco irritado por la respuesta del de menor edad quién hasta pareció meditar lo que diría. Realmente quería darle un golpe, pero no quería meterse en problemas con los derechos de los jóvenes o quién sabe qué, y menos si ni siquiera son familiares. Cabe agregar que aún siguen en la calle.

—Yo soy el adulto aquí. — recordó con obviedad, sonando como una amenaza. Pensó que el Alpha menor debería tenerle más respeto por ser mayor, tan sólo por ese simple hecho.

—Pero eres tan bajito. Y yo soy el Alpha aquí, creo que mi deber es acompañarte a casa. — le dijo picandole el hombro, como si de un juego se tratará y se tuviesen mucha confianza. Aquello sin duda le dolió a GuanShan en su masculinidad.

Podrá ser un Omega y no cumplir precisamente con todos los estereotipos remarcados por la sociedad que si bien en estos años se han ido rompiendo, si algo que caracteriza a Mo aparte de su ceño fruncido y cabello rojizo, es su altura. Si no fuese por su aroma que lo delata, podría pasar de desapercibido por un Beta sin problema alguno.

Pero ver a sus apenas veinticinco años a un estudiante de escuela superior; Alpha de todavía diecisiete años ser mucho más alto que él, es un golpe duro para su ego de sentirse mas alto que otros Omegas e incluso Betas. Sabe que esta en la naturaleza de los Alphas tener esa complexión gruesa, grande y alta, pero le parece ridículo que se aplique en alguien todavía tan joven.

—¿Bajito yo? ¡Tu altura es anormal!— le señaló con enojo, apartando su mano de su hombro para que dejará de picarle con manía. — Y donde vuelva a escucharte decir un comentario tan machista*, juro que te voy golpear sin importarme que seas un menor.

El azabache rió un poco, divertido. Mo no entendía en qué veía graciosa la situación. ¿Quizás por qué le da gracia verlo rabiar por la diferencia de estatura?¿O por qué se tomó muy personal su último comentario?  El Omega tenía entendido que media más del 1.70, pero no llegaba al 1.80, por lo que He Tian definitivamente a su corta edad ya llega a poco más que el metro ochenta.

Se que nosotros los Chinos somos muy altos pero, ¿No es demasiado para un jovencito de todavía diecisiete años? Y pensar que en el futuro aún puede crecer más me aterra. Pensó GuanShan mirando incrédulo y con envidia al estudiante que aunque no lleva el uniforme de su escuela, es fácil deducir que lo es y muy probablemente esté en su último año de escuela superior o ya esté postulado para ir a alguna buena Universidad. Aunque quisiera preguntarle por mera curiosidad, tampoco quiere verse interesado en él por lo que se abstiene a decir nada.

—En realidad en poco menos de un mes cumpliré dieciocho, así que tampoco seré totalmente un crío. Y lamento por haber sonado como una machista, no quise decirlo con esa intención. — se disculpó.

—Como digas. — suspiró para darse media vuelta e ir a la estación de metro más cercana ya que por fin que había tranquilizado ese instinto posesivo de Alpha arrogante que hace unos pocos minutos el más joven traía con él.

—¡Espérame pequeño Mo!

Y como si de un perrito de la calle se tratará, He Tian no tardó ni tres segundos en seguirle  hasta caminar hombro con hombro. Mo pensó que tal vez, el Alpha no sea una mala persona, o eso quiere creer.

—No hagas que me retrasé. — le advirtió. Por lo menos se sentía más aliviado de ser él, el adulto en mantener un control sano para los dos sin que alguno se sobrepasara con el otro. — Espera, ¿Dónde dices que vives?

Debían darse al menos unos cinco minutos para presentarse ya si iban a conocerse más, aunque eso no significara que Mo lo acepté, primero necesita conocerlo mucho más para tan siquiera considerar salir con él. La primera y una de las más importantes, que He Tian sea mayor de edad.

II


Al cabo de varios minutos "conociéndose", hablándose en un lugar tan concurrido como lo es el metro e intercambiando información lo más básica posible uno del otro, por fin llegaron a su destino donde la charla entre los dos se puso más interesante.


—¿QUÉ ME DICES?— dijo Mo en voz alta, a unas cuadras de llegar a su casa y con cierto temblor en su voz. Ya sea de la sorpresa o del enojo por lo que escuchó decir al más joven.

—Como tu destinado, debo ir a presentarme a mis futuros padres, o sea los tuyos, para hacer formal nuestra relación y próximo compromiso. — dijo con tanta serenidad y confianza en sí mismo que Mo no sabía si sentir lástima, pena o frustración por él, porque reírse sería perdida de tiempo.

No dudaba que el estudiante seguía siendo muy incrédulo e inmaduro ante tales pensamientos que dijo en voz alta. No le puede encontrar lo "romántico" a su declaración, lo ve muy apresurado, todo considerando que se conocieron hace quince días y desde entonces muy escasas veces se han visto o vuelto a encontrar. Mo está en una disputa interior por golpearlo por su ingenuidad y ser a la vez tan odioso, a pesar de que tratase de ser más paciente con él, pero GuanShan no es alguien muy tolerante y suele impacientar se rápido si la situación lo orilla a eso.

Mo podrá no verse como alguien más viejo, pero si se podía notar un poco quien de los dos es más joven. Especialmente si uno iba vestido de un cocinero profesional. Cualquiera se daría cuenta que ya ejerció una carrera y por lo tanto ya es un adulto.

—¿Estás jodiendome, verdad? Eres muy gracioso idiota. — dijo fingiendo gracia, esperando que la broma saliera a la luz.

—¿En qué soy gracioso? Pensé que te gustaría si fuese más serio y directo, que diera la cara. — hizo una pequeña pausa, donde ambos se detuvieron por un momento. He Tian se puso increíblemente serio lo cuál sorprendió al pelirrojo quién había pensando que en el más joven todo era broma, indirectas y terquedad. —¿No son así de maduros los adultos?— cuestionó con ironía.

Llendo a un lugar más solitario o donde poca gente pase, Mo se llevó al Alpha para que nadie ni por asomó escuchará de que están hablando.

—No estamos ni siquiera saliendo, ¿Y ya quieres que te presenté a mis padres?

—Cierto, ¿Entonces prefieres algo más romántico? Puedo acortejarte si quieres.  — tensó menos los hombros y volvió a ser más amigable, menos serio pero directo. —Comprarte flores, chocolates, salir a la plaza, llevarte en mi helic,— comenzó a mencionar recordando lo poco que sabe sobre regalarle cosas a tu enamorado, siendo interrumpido sin disculpas por el contrario.

—No tienes que gastar dinero que no tienes, no seas un Alpha engreído. Además no soy tan fanático de las flores.

—¿Dinero que no tengo? — repitió incrédulo, con vaga sorpresa. Preguntándose, ¿En qué momento dio a entender al pelirrojo sobre la falta de dinero? No quiere mencionarlo en voz alta ya que sabe que a GuanShan no le agrada que sea engreído pero, dinero es lo que menos le falta en su vida, casi tanto como tener admiradores en la escuela.

—Escucha. — suspiró cansado, intentando relajar su ceño.— Llevarte con mis padres ahora no será bueno, ¿Entiendes?


Además de que papá todavía no sale de prisión. ¿Qué dirá He Tian si se entera que mi papá ha estado en la cárcel? ¿Estará decepcionado o algo así? Esos y más pensamientos inundaron su mente, recordando también que cuando era más chico varios de sus compañeros lo hirieron, lo molestaron con que sería un delincuente o ratero como su padre. Después aprendió que no debía tomarle importancia a lo que los demás le dijeran sin siquiera conocer su historia.

—¿Por qué?— preguntó confundido el Alpha, ladeando la cabeza en señal de total duda.

—¿Podrías esperarte al menos a que cumplas la mayoría de edad? Sería un poco más fácil.—le dijo persuasivo.— ¿Cuánto dices que falta exactamente?

—Tres semanas.

—¡Perfecto! Prometo que en tres semanas te los presentaré. ¿Entendido?

—¿Y tú yo estaremos juntos?

—Si... — respondió apenas fingiendo una sonrisa de confianza.— Es mejor que nos despidamos aquí, tengo que preparar la cena, luego dormir para levantarme temprano en la mañana.

—¿Me pasarías tu número celular?


GuanShan volvió a meditar bien si darle su número móvil, tardando un poco en responderle. Por una parte quería decirle un no rotundo, ya que sabía que si le daba algo tan personal como su número de celular lo estaría molestando por mensajes o llamadas quizás todo el tiempo. Sin embargo, si se mantenía comunicados por lo menos así podría averiguar las locuras que el otro podría planear. Tal vez de esa manera podría persuadirlo para que no fuese a su trabajo de imprevisto o a su casa sin avisar estando su madre en ella. Estaría más al tanto de lo que el azabache se le ocurriera hacer. Podría mantenerlo bajo un control. Prefiere que se hablen por mensajes a que un día He Tian llegué a su casa o trabajo diciendo tonterías cursis que podrían dejarlo en evidencia, especialmente si es en un lugar público.

—¿GuanShan?— mencionó el Alpha un poco preocupado al creer que el nombrado dudaba mucho de dárselo, sacándolo de sus profundos pensamientos donde al fin había sacado una conclusión.

—... Claro. — respondió apenas tomando el celular del contrario para agregar su número entre sus contactos. Aunque igual tardó un poco en pensar como ponerse, ¿Bastaría sólo como Mo GuanShan? ¿Por qué lo piensa tanto? De todas maneras el otro de seguro le cambiaría su nombre de contacto. — Sólo te advierto que no siempre contestare pronto. ¿Vale?— le devolvió su celular, recordándole indirectamente que es un adulto que tiene muchas obligaciones además de un trabajo.

—De acuerdo.— asintió sonriendo de medio lado, observando con deleite el contacto de Mo en su celular. Pensando que al llegar a su departamento podría cambiarle el nombre a uno más "adorable". —Así nos pondremos de acuerdo en alguna salida.— añadió y antes de que Mo pudiera responderle algo, se adelantó y dijo:—¿Sabes? Cuándo te conocí hace quince días no sabía cómo volver a localizarte y menos porque no sabía tu nombre, poco después descubrí donde trabajabas y así tú nombre. No creo que haya sido suerte, más bien el destino.

—Tu nivel de acoso me espanta.— confesó mirando lo con incertidumbre.

—Puedes decirme hermano Tian~

—Se me hace tarde, nos comunicamos por mensaje, ¿Vale?

—Cuidate pequeño Mo. — asintió despidiéndose del Omega que dio media vuelta y camino las pocas cuadras que le faltaba hasta llegar a su casa. Perdiendo lo de vista cuando cruzó una esquina.

He Tian se quedó ahí por al menos cinco minutos más, observando las casas alrededor, el tipo de vecindario, perros callejeros y un ambiente más o menos tranquilo y sencillo sin dejar de pensar en Mo GuanShan. Afligido, regresó a su hogar temporal para regresar a aquella soledad de la que ya está acostumbrado.

Si Mo se hubiera complicado un poco más, tal vez se hubiera rendido y creído que ni siquiera su alma gemela lo puede querer y qué, su destino es no tener a nadie de su lado. Porque sin entender exactamente el porqué, tiene ese fuerte necesidad de ser querido por esa persona en especial.

III


Los días siguieron con relativa normalidad a la que está más que acostumbrado; el sol y la noche contrastan en su vida diaria de estudiante de escuela superior (preparatoria) sin mayor problema. Esforzándose por ser un estudiante estrella con cierto aburrimiento pero para demostrar ser el mejor así también como en el deporte, especialmente en básquetbol. Trae detrás suyos a todo tipo de mujer y hombre para buscar su amistad o a veces algo mucho más íntimo. Ser el popular es una gran responsabilidad, su don y su maldición.

Él sólo es amable, caballeroso, simpático y genial con todos, tiene un carisma increíble para que varios caigan encantados con él, respetando a sus profesores sin meterse en algún problema grave. Rechazando con simpatía las declaraciones de amor que siempre le llegan, así como una que otra insinuación de las que no está nunca interesado ni por más que sus celos estén cerca.

Al terminar la escuela y practicar básquet, regresa a su solitario departamento donde nadie lo está esperando. No sé culpa mucho por sentir en ocasiones un vacío y estar solitario, él se mudó para ser independiente, porque ese viejo departamento de su tío le queda más cerca de la escuela y también para dejar de estar debajo del techo de su fastidioso padre.

Se pasa las tardes estudiando. En su tiempo libre en donde no estudia pide comida a domicilio, ve series en Netflix, mira vídeos random en YouTube —la mayoría de música o perritos en acción—, se mensajea un poco con su club de fans u otras amistades menos hostigosas, y de vez en cuando responde las llamadas de su otro dolor de muela, su hermano.

Es la misma cansada y fastidiosa rutina desde hace meses. En poco tiempo se acostumbró pero lo hizo mucho más aburrido y cansado. No tenía nada lo suficientemente interesante que encendiera su vida, una chispa de emoción y locura intensa que descolocara su rutina.

Hace poco se unió al club de música porque un amigo cercano le insistió, le motivó un poco en ésto para que fuese más emocionante el crear una banda. Es de los pocos Omegas que conoce o quizás el único que no tiene interés especial o romántico hacia él. Quizás sea porque ya está interesado en su mejor amigo, otro Alpha de ojos azules. Por lo que un poco curioso, accedió a unirse a la dichosa banda de muy pocos integrantes. De ésto ya hace un par de  días. Aunque ninguno de los tres sabe tocar algún instrumento más que tal vez la flauta, decidieron hacerlo también para aprender considerando que no debía ser tan difícil.

Cae la noche. Duerme temprano luego de haber logrado con éxito encontrarse a su Omega y conseguir su número. No quería ser molesto, por lo que se resistió en mandarle un mensaje por ese día.

Él no es alguien que sienta interés específicamente por conseguir pareja, nunca tuvo esa motivación por ser amado o amar a otro. De lejos le parecía lindo, pero nada relevante para su vida. No consideraba importante encontrar novio o novia en la escuela. Nadie le llamó la atención especialmente y se preguntó si algo estaba totalmente mal en él.

Hasta que conoció a un Omega casi ocho años mayor que él.

El Omega más bonito de todos. Su aroma le cautivó y removió por completo. Ni mencionar ese atractivo color de cabello que lo caracteriza tanto como su ceño fruncido.

Más días transcurren.

Al regresar de comprar algunos productos en una tienda cercana; se encuentra en la entrada del edificio a la persona que menos se esperó ver ahí. Su visita no le fue desagradable en lo absoluto, sólo lo dejó bastante sorprendido y no dudó en invitarlo a pasar. Sabía que para que GuanShan pudiera acceder a su departamento necesitaba de su permiso especial, después de todo el edificio donde se encuentra viviendo es bastante estricto en la seguridad al cliente.

—¿Cómo me encontraste?— le preguntó con intriga. Si bien le había dado su dirección hace poco, nunca esperó que esté se quedará esperando y lo fuese a visitar sin avisarle primero.

Ambos tomaron el ascensor, al no haber nadie pudieron hablar con más fluidez y confianza. El piso de He Tian es el noveno.

—Necesito hablar contigo. Han pasado varios días desde la última vez que platicamos en persona.

El ascensor se abrió por fin dejándolos en su piso correspondiente. Los dos salieron y no caminaron mucho hasta llegar a la habitación correspondiente. He Tian debía admitir que se sentía muy feliz porque Mo tomara la iniciativa de contactar con él.

—Claro, pasa... ¿Dé que quieres hablar conmigo exactamente?— preguntó ingresando la clave en su puerta para poder pasar, dándole paso al Omega y cerrando detrás de si. Dejó las bolsas que traía en la mesa más cercana para poder prestarle más atención a su nueva compañía.

El Omega no respondió de la manera en la que hubiera esperado. Fue inoportuno y sorprendente más bien, pero no por ello desagradable. He Tian siempre fue alguien que se guiaba un poco más por sus instintos si la situación lo ameritaba, casi confiando en ellos ciegamente. Por lo que ahora, su Alpha se remueve en su interior inquieto pero contento. Contento por tener a su Omega a solas en su departamento. Desprendiendo su aroma de forma exquisita y sentir sus labios húmedos sobre los suyos.

Lejos de sentirse confundido o muy extraño por el peculiar comportamiento del pelirrojo, poco le importa y solo se guía por sus instintos en corresponderle de buena manera.

Mo GuanShan lo está besando. Se puso de puntillas y rodeó su cuello, hasta empezar a besarlo como si su vida dependería de ello, con tanto deseo que le abruma. He Tian ni siquiera se puso a pensar si GuanShan ya tenía experiencia en eso, tan sólo le correspondió cómo podía mientras lo guiaba un poco a ciegas hasta su cama donde el pelirrojo se posicionó encima suyo, él le acariciaba su cintura con deseo y esmero. Sus ropas estorbosas desaparecieron rápidamente sin darse cuenta, He Tian tiene ahora a un pelirrojo debajo suyo pidiéndole más y más. Rogando por atención que el gustoso está dispuesto a dar.

—Mo...

—Marcame.

Aquéllas palabras sonaron tan irreales, como un sueño que casi no pudo terminar de creer pero a la vez, sólo lo encendieron y motivaron para llegar más lejos. Pensó un poco si el olor y la actitud de Mo se debería a su celo, lo cuál le ponía en cierto modo muy contento que fuese hacia él para satisfacer sus deseos de Omega el querer pasar su celo a merced de su Alpha. Sin cuestionarle el porque vivía en un edificio donde él alquiler no debía ser nada barato.

Su mirada suplica placer y amor. Un amor que He Tian recibe más que gustoso y está listo para embestirlo en cualquier momento. 

—¿Seguro que quieres ésto? Pensé que te harías el difícil. — se acercó a su oído, lamiendo su cuello y mordiendo un poco esa zona.

—Joder Alpha, ¿No escuchas lo que digo?

¿Cómo no escucharlo? Su polla está dura por tenerlo debajo suyo, oliendo tan malditamente bien y tan sumiso pidiendo que lo marqué. Casi exigiéndole. He Tian tampoco se cuestiona mucho si GuanShan está en sus cinco sentidos.

Mo, estás tan mojado. ¿Realmente tan excitado estás conmigo?

Es culpa de tus hormonas idiota. Ahora entra en mí y márcame. — sonó amenazante, tomando del cuello y rodeando con sus piernas su cintura para más fricción en sus desnudos cuerpos.

La tempura subió y sus pieles ardían ante el contacto del otro. He Tian sintió sus dientes pinchar contra sus labios y dolerle por lo que hizo lo que tantas ganas tenía desde que Mo se puso debajo suyo.

Sus dientes encajaron perfectamente en su piel, volviéndolos uno solo. Y en vez de escuchar un desgarrador gritó del Omega como hubiese esperado, se reemplazó por el sonido fuerte de la alarma que inundó sus oídos provocando que despertará totalmente desconcertado, preguntándose entre confundido y molesto porque carajo tuvo que despertar de esa manera de tan glorioso sueño.

Suspiró frustrado e indignado, tenso de hombros y viendo la hora a la que sonó la alarma. Las seis inmedia.

Vio debajo de las sábanas que lo cubrían, notando un problemita del cual debía hacerse cargo y causa del sueño que tuvo.

—Demasiado bueno para ser verdad. — se dijo suspirando cansado,  pensando en el causante de su sufrimiento.

¿Cuándo nos volveremos a ver? Ya han pasado varios días.


Entonces motivado, le envío un mensaje al recordar una fecha que podría ser importante.


IV


El lugar no había cambiado mucho desde la última vez que estuvo ahí, o al menos no recuerda algún cambio notable que pudiera detallar. Pero tampoco podía esperarse mucho, no ha estado en casa en los últimos cuatro meses. No quiere convivir con la nueva esposa de su padre, y menos aguantar al serio de su hermano que sólo obedece órdenes como si no tuviera opinión. Como una marioneta.

Realmente prefiere regresar al departamento solitario donde se ha estado alojado y con la esperanza de volver a verse con su Omega de cabellos cortos y rojizos, eso sin duda le alegría el día. Pero en vez de eso sólo está perdiendo el tiempo ahí.

—Hace meses que no te veo en casa. — comenzó la conversación el Alpha mayor. Con un deje de preocupación en su mirada.

—¿Ansioso porque me vaya?— le sonrió de medio lado con poco interés en la charla. Hubiera preferido seguir durmiendo en su nueva "casa".

He Tian no pensaba seguir órdenes de un señor al que contadas ocasiones le ha visto la cara desde niño, ni siquiera tuvo el interés suficiente para mantener una relación sana de padre e hijo. Su actitud rebelde a ojos del padre, desobediente y a la contraria, según le hacen recordar a su madre.

Una mujer a qué le hubiera encantado conocer  en mucho más tiempo si no hubiera sido por su cruel destino.

—Sabes que está seguirá siendo tu casa.
— le recordó.—¿Pensarás volver cuándo?

—Cuando lo considere necesario. — respondió encogido de hombros. Entonces el mayor le entregó un paquete delgado y rectangular, envuelto en papel metálico y moño simulando un regalo. Lo había tenido ocultó detrás del sofá, por lo que alcanzó a ver.—¿Qué es?— sonrió irónico pero curioso por lo que adentro podía contener. Sabía que dinero no podía ser.

— Feliz cumpleaños.— le felicito lo mejor que pudo. He Tian sólo asintió borrando su sonrisa, manteniendo el obsequio a un costado suyo. Lo abriría hasta llegar al departamento.— Hay algo de lo que ameritó hablar contigo. Papá realmente quiere que vuelvas.

—No tengo todo el tiempo. — se quejó, harto de escuchar la misma palabrería de la cuál no desea en participar.

—¿Tienes algo importante que hacer en el departamento está tarde? Mañana es sábado. No deberías tener prisa alguna por volver.

—Tengo planes para esta noche.

—¿Con alguien?— arqueó la ceja dudoso y queriendo sacarle la información. Podía ser toda una sorpresa saber cuáles son los planes del pequeño Tian. No todos los días él tiene algo interesante que hacer. 

—¿Eso a ti acaso te importa, hermano?— soltó bastante a la defensiva, como si por dentro tuviese miedo de que le quitarán algo, lo cuál se le hacía bastante extraño al mayor de los hermanos He quién sospecho de que si se tratará de una persona en particular.

—Me importa todo lo relacionado a ti, He Tian. — suspiró cansado de parecer siempre el malo de la historia. Sólo quería dejar esa tensión y desconfianza que su hermano desarrolló en él estos últimos años. —¿Puedo saber al menos si son sólo amigos de la escuela o... Algo más especial?

—Te lo diré para que luego no te sorprendas, si por casualidades del destino en el futuro te llegas a enterar. — suspiró, titubeando un poco más en decirle.— Encontré a mi Omega. 

Un enorme y extraño silencio se instaló en el lugar. Evidentemente Cheng tampoco se esperaba que Tian confesará que lo traía tan ocupado estás últimas semanas sin ser algo relacionado de la escuela. Hablar de parejas destinadas o sencillamente de tener una pareja es un tema que ninguno de los dos logró tocar como para mantener una larga charla sobre ello. Aunque uno no supiera de la vida personal del otro, por alguna razón se tachaban ellos mismos un poco, como lobos solitarios que muy, muy a futuro tendrían a alguien especial. Pero ninguno, especialmente He Cheng creyó que su hermanito He Tian podría conseguirlo tan pronto a su corta edad lo cuál le envuelve en una gran curiosidad y necesidad de conocer al Omega de Tian.

Toda una total sorpresa aquéllas palabras que todavía las sigue meditando con cuidado, escogiendo como responderle sin llegar a molestarlo. Podría causar una reacción brusca por parte de su hermano en cómo se dirigía a su pareja.

—... Si no quieres, no necesitas contarme todo sobre ello. — fue lo más sensato que se le ocurrió decir luego de un largo silencio tenso entre los dos. Aunque Cheng si quisiera saber más sobre el afortunado Omega que se encontró Tian o lo que sea del destino, no podía jugarsela para obligar o persuadir a que el menor le contará absolutamente todo. Podría arruinar su pequeño avance que tuvo con él ese día.

—No pienso hacerlo, sólo quería que no te sorprendas tanto si de repente huelo mucho a él. — advirtió con seriedad. Dando por hecho de que planea llegar muy lejos con su pareja destinada hasta ese punto íntimo.

He Tian tampoco tenía muchas ganas de contarle a detalle como es él, por el momento no quería que nadie de su familia lo conociera. Que su Omega estuviese lejos de ese mundo no muy agradable para estar.

—Si vas enserio con él, sólo te diré una cosa, que tiene que ver mucho de lo que te quería hablar en un principio. — mencionó obstinado.—Papá querrá conocerlo.

—... No esperen que se los presente pronto.

Se marchó sin olvidar el regalo que se le dió.

V

Mo había visto el mensaje desde la mañana cuando apenas se iba levantando de su cama. Y como quiere ser considerado con el más joven, no le pareció muy mala idea irlo a visitar a su supuesto departamento para celebrar la festividad de la que le fue notificado.

Apenas salió de su trabajo fue hasta la dirección donde le indicó el Alpha, esperándolo fuera del edificio con una bolsa en manos donde la tenía una pequeña sorpresa. Debe admitir que la verdad no creyó en verse con él tan pronto. Todavía sigue procesando con recelo la idea de que ese Alpha, estudiante y por lo tanto mucho más jóven que él sea su pareja destinada, su famosa alma gemela con la que supuestamente será feliz el resto de su vida.

No puede terminar de creerse lo.

—¡ShanShan, llegaste!— un nuevo apodo se agrega a la lista. He Tian no dudó en abrazarlo fuerte, acogiendo lo y llenado lo de su calor corporal y aroma fuerte. Mo con la idea de removerse, no evitó llegar hasta lo ancha espalda del contrario y acariciarla un poco más sin esa intención.

Lo que en un principio era querer quitárselo de encima debido a la atención que comenzaban a llamar y el hecho de estar bajo su aroma y calor que volvía loco a su Omega, ahora no podía resistirse a estar un poco más en esa posición.

Odiaba el hecho de que su Omega se rindiera ante el toque del Alpha, ante su aroma y sus fuertes brazos rodeándolo. Casi hace que se le caiga la bolsa lo cuál provocaría su gran enojo.

—¡Tampoco te me encimes tanto idiota!
— le dijo por fin haciendo que ambos se separarán. Su corazón había latido fuerte al estar tan cerca de él de esa forma. Con el tiempo sabía que se volvería más difícil y ambos ya no podrían estar lejos del otro por mucho tiempo.

Apenas los dos se conocieron y reencontraron, la necesidad de estar con el otro iría creciendo hasta un punto que no pudieran controlar el fuerte deseo de mantenerse así, juntos. Cómo los compañeros que deben ser.


GuanShan sabe que quizás ahora —se había tomado la molestia de investigar mucho del tema en estos últimos días—; no les afectará tanto el estar tan separados del otro por cierto tiempo y menos el no saber si son correspondidos por el otro, pero en algún punto más adelante si les pesaría como almas gemelas que son. Porque iban a querer tanto estar con el otro. Van a necesitar de su compañero de una forma sin medida que empezaría a doler demasiado la distancia, la indiferencia o el rechazo del otro de forma brutal.

—¿Para mí?— dijo contento y emocionado He Tian, casi quitándole de las manos la bolsa donde tenía un pequeño pastel dentro.

Habían hablado bastante esta última semana por lo que el pelirrojo sabía que He Tian festejaría su cumpleaños lejos de su familia, pasándolo en soledad en una fecha tan importante. GuanShan realmente se compadeció un poco de él, ya sea o no su instinto, quería pasar tiempo con él y quizás no ver tan mala la idea de aceptarlo como su pareja por más joven que fuera.

—Esparate hasta estar dentro... ¿Vives solo cierto?

—Si.

—¿Ni un compañero de cuarto?

—Nada de eso.

Luego de entrar, subir el ascensor, bajarse en el piso correspondiente e ir hasta la habitación que le pertenece a Tian, Mo quedó un tanto sorprendido por el espacio del lugar.

—Wow, debo admitir que el espacio es grande y tiene una vista impresionante.— dijo bastante asombrado. No pensó que el Alpha viviera tan cómodo. ¿Cuánto costaría mantener un lugar así?— Con tanto espacio te entrarían más muebles.

—No tengo ánimo para llenar esté lugar temporal.

—¿Temporal?

—Me mudé aquí hace como cuatro meses sólo para no estar bajo las órdenes de mi padre y hermano. El departamento era de mi tío. Aproveché que me queda bastante cerca de la escuela. — comentó llevando la bolsa de regalo hasta la mesa y sacando lo que llevaba dentro. Le pareció bastante lindo, sintiéndose agradecido de que se tratará de un pequeño pastel perfecto para dos personas.  — Que lindo eres Mo, ¿De qué es?

—De fresas con queso. — contestó apenas un poco más centrado en el lugar. — Por cierto...

—¿Hum?

—Feliz cumpleaños.


—Creo que es el mejor cumpleaños que he tenido en mucho, mucho tiempo. — admitió llendo hasta el pelirrojo, tomándolo del cuello hasta acercarlo a su rostro.

—Si no estás con tu familia, ¿Por qué es el mejor?— cuestionó sin comprender, un poco nervioso por el contacto y acercamiento de sus rostros.

Ahora mismo estaba enfrente de un Alpha técnicamente "adulto", grande pero seguía siendo bastante joven. Y no era cualquier Alpha, es el suyo por tan sólo como lo pone.

—Porque estás tú, y aunque aún no seamos nada, te siento como mi nueva familia. — confesó acariciándole la mejilla con suavidad.

—Dices cursilerías. — evadió más de ese contacto visual que seguía poniéndole bastante nervioso. —¿Tu familia no te dio algo por este día?

—Mi hermano me dio un regalo. Fui a casa antes de regresar acá.

—¿Qué te dio?

—Algo tan bonito como tú. — sonrió de nostalgia al recordar el obsequio de su hermano, lo único no malo de él que ha recibido durante estos años. Si Mo se lo pedía, le mostraría el regalo.

Hubiese tenido una vida un poco diferente si la persona que tanto quiso hubiera seguido con vida en la actualidad. Y aunque Mo no es su reemplazo, es como esa felicidad que la vida le regaló para permitirle volver amar, volver a confiar y refugiarse en sus brazos y aroma dulzón. Sin duda quiere ser mimado por el pelirrojo.

—Patrañas. — murmuro avergonzado por su comentario, sacándolo de sus pensamientos, llendo hasta la alacena, sacando los platos y unos cubiertos para así poder comer el pastel. — Por cierto niño, estuve pensando en todo esto de las almas destinadas, ya sabes...

—Ya no soy un niño, soy un hombre.— le corrigió con sutileza. Acercándose hasta él para ayudarlo con el pastel. — El único hombre en tu vida.

La arrogancia abunda mucho, pero Mo se lo dejó pasar por dos razones; la primera es por la fecha y la segunda por qué se encontraba de buen humor. Podía soportarlo un poco más.

—Sigue soñando.

—Me gustas. — confesó de repente.

—No digas algo que ya se. — fanfarroneó no muy seguro de la confesión. Aunque algo ejerció presión en su pecho por haberlo escuchado. ¿Quizás en su interior anhelaba esa confesión? No podía entenderlo.

—Solo quiero saber si yo te gusto.

Mo no supo que decir, bastante desconcertado. No quería mentirle, pero le dolería decirle la verdad. Sus sentimos aún son muy confusos, por lo que todavía no tiene una respuesta precisa a su declaración.

Oportunidad.




Palabras: 6,500
Fecha de publicación: sábado 22 de agosto del 2020.
Escritor: JaquiiAleWorld
Fandom: 19 Days
Au: Omegaverse
Nota del escritor:

¡Hola mis amores! Tuve un percance y por ello mismo me tarde en publicar esto, les cuento rápidamente. Se supone que está nueva historia, su primera parte la iba a publicar antes de las ocho de la noche. Aquí en horario México. Pero tuve un problema, una disputa con alguien de mi familia y fue un desagradable rato, no tuve ánimo de editar está parte (por qué técnicamente ya la tenía casi terminada desde hace días), y me quedé profundamente dormido por eso de las seis de la tarde. Me levanté hasta las ocho cuarenta, con mejor ánimo y me dije "tengo que publicar si o si esta madre" y me puse a editar está primera parte. Llevo poco más de una hora editandola, y por fin la terminé para publicarla a ustedes, siendo apenas las 10 de la noche.

Otra cosa; aquí puse la palabra "machista" y aunque se que su significado es poner a la mujer como alguien inferior al hombre, quise usar ese término para que en el mundo Omegaverse (esto es cosa mía) fuese discriminación hacia el "género" débil según. O sea, mujeres betas, y Omegas tanto hombre y mujer. Por dar a entender esto mejor. ¿Captaron?

Esta historia la tenía pensando desde hace más de un mes, o al menos la trama y le hice uno que otro cambio. Para los que son veteranos en mi cuenta, ya sabrán que amo escribir al Omega o al pasivo siendo el mayor que el otro. Tengo al menos tres historias en mi perfil con esta dinámica,no es nada nuevo y quise escribir un TianShan con esto que tanto me gusta.

En fin; esto sería todo. Tengo más datos curiosos que decir pero, eso lo dejara para el final. Tengo que admitir que quizás me tarde un par de semanas en volver actualizar esta historia. En fin, ojalá les guste ùwú

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top