Día anterior de la desaparición de Lilo.

La respiración sobre su cabello y la embriagora colonia masculina calmaron de a poco sus sollozos.

-Todo estará bien, Lio- prometió el mayor pasando sus pálidos dedos por el castaño cabello de la chica.

-H- lloro la castaño apretando la playera azul marino de su amigo con sus puños. Ella no quería soltar a su único soporte.

-Ya, cielo mío- pidió el castaño arrullando la suavemente contra su pecho-. Todo esta bien ¿De acuerdo?-beso su coronilla.

Ambos se encontraban fuera del baño del departamento del mayor.

-No quiero, H...-lloro la chica pasando sus manos y brazos al cuello del mayor para abrazando con mas fuerza mientras hundía su cabeza contra el pálido cuello.

-Yo estaré contigo-juro el mayor abrazando a la chica por la cintura y sintiendo sus ojos picar-, yo me haré responsable, Lio.

-H, no...-el suave susurro golpeo contra el cuello del mayor.

-Oye-llamo el mayor soltando la delgada cintura, alejándose levemente para tomar el rostro de la chica entre sus manos-, no pasa nada ¿De acuerdo?-Apunto con su cabeza llena de rulos hacia el baño-, ese plástico solo confirmo algo que los sabíamos desde hace dos semanas-le sonrío con dulzura-, y yo te prometí estar para ti, siempre.

Ambas miradas se quedaron conectadas.

Verde y café en una bella danza.

-Tienes que hablar con tú padre, cariño- dijo el castaño acariciando la sonrojada mejilla limpiando el ligero rastro de lágrimas de la misma.

La castaña asintió y volvió a abrazar al ruloso.

-Gracias, H- susurro la castaña dejando un beso bajo la mandibula del mayor.

-Siempre que lo necesites, bonita- contesto el ruloso volviendo a abrazar la por la cintura clavando su vista en el plástico blanco sobre el lavabo de su baño.

La prueba había dado positivo y eso rompía el un poco más corazón del ruloso.

El amor de su vida espera un hijo.

Un hijo que no era suyo... si no de su hermano.

Me siento mal por H/':