O6
Agust tronó sus nudillos y golpeó su pie contra el piso pulido, observando como el médico que atendía a JiMin, aplicaba un poco de gel sobre su aún plano vientre.
—... seguramente será igual de lindo que tú..
Levantó la mirada y observó al pobre sujeto.
—Límitese a decirnos el estado de mis bebés.
JiMin bufó, rodando los ojos y estirando su delgado cuerpo, ladeando el rostro para ver la pantalla del monitor a su lado.
Agust inclinó el cuerpo, atento a cualquier movimiento y sintiendo como la respiración se le agitaba cada vez que el médico explicaba pequeñas cosas acerca del embarazo de JiMin y como se iría desarrollando hasta los siete meses.
Y, entonces imaginó a sus pequeños gatitos. Sus cinco u ocho ángeles.
Imaginó las travesuras, los dolores de cabeza, el pánico en sus ojos cada vez que alguno se subiera a un mueble e intentara saltar con su mantita en los hombros y en el caso de ser niñas, en como insistirían en hacerle jugar a la casa de té o a pintar sus uñas y..
—Felicidades, es un bebé.
Agust despabiló, abriendo y cerrando la boca.
—¿Que?
Sonriendo, el médico asintió y apuntó el pequeñisimo punto en el monitor.
—Un bebé.
¡JODER!
JiMin murmuró cuando su novio se desmayó; —No se preocupe, siempre es un poquito exagerado.
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