Falsa alarma, detengan las compras de pánico.

No hay invasión zombie. De momento.

Tampoco hay nuevo bebé. De momento también.

—.. dejar de consumir harina y..

Agust suspira, escuchando las indicaciones del médico junto a un avergonzado JiMin. La cosa es que había entrado en pánico después de que se le había insinuado que existía la posibilidad de otro bollo en el horno y ahora estaban aquí, escuchando que JiMin no estaba embarazado.

—Que no te de pena chiquito, solo son gases. —Agust insistió, después de ver cómo su novio se encogía de la pena.

—Debi saberlo pero es que.. has estado muy fogoso últimamente y pensé que a lo mejor podría estarlo. —JiMin dijo, sacando una risa divertida del médico que escribía, en letra muerta, una receta para ayudarlo a superar su malestar.

Agust chasqueo la lengua, él no se estaba sonrojando para nada.

¿Quien no estaría caliente 24/7 con una preciosura como JiMin?

Incluso se apuraba a terminar las labores del hogar y a dormir a su amado hijo, para poder disfrutar de una excelente noche entre las atenciones de ese bombón andante.

Ah, el amor.

Agradecieron al médico y Agust se apuró a llevarlos al auto de regreso a la casa de Jin. Dejaron a TaeHyung a su cuidado porque Agust no confiaba en no acabar desmayado si las noticias de otro hijo resultaban ser ciertas. Pero ni loco dejaría a su pobre bebé más tiempo del necesario con el tipo que ya estaba buscando unir sus apellidos antes de sus dos años de edad.

Miró de re ojo a su novio. JiMin parecía tranquilo y eso le alivió de inmediato.

No hay que mal interpretar, Agust quería mas hijos, quizá un par, pero la idea de lidiar con un JiMin sensible por meses enteros.. cómo que le aterrorizaba.

Pero de nuevo, el era Agust D y el miedo no existía en su vida... ¿verdad?