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Había algo mucho más perturbador en tener un hijo y haber decidido nombrarlo con, exactamente el mismo nombre que el marido de tu mejor amigo sugirió.
Mucho más perturbador que la dolorosa derrotada de saber que sí, que existen posibilidades de que termines emparejado con una de tus peores pesadillas y que esta se llame SeokJin.
Mierda, mucho más que todo eso.. es tener la ligera certeza de que tu tierno y dulce novio te esta escondiendo algo.
Observando a JiMin más de cerca, Agust no puede saber exactamente qué, sin importar cuán seguro este de que algo no cuadra en su actitud amorosa y sus tiernas pero a la vez forzadas sonrisas.
JiMin lo observa de regreso y abre los ojos un poco más de lo normal, sintiéndose atrapado e intentado excusarse con la presencia del bebé inquieto en sus brazos.
Finalmente, es el propio Agust quien rompe el silencio con un largo y cansado suspiro. Sea lo que sea, esta dispuesto a resolverlo.
—¿JiMin?
—¿Que? —El híbrido responde, estampando una sonrisa en su rostro sonrojado.
—No sé, dímelo tú.
Está vez JiMin parece más nervioso que antes si es que eso posible y joder, eso solo termina por encender las alarmas imaginarias en la ya de por sí cabeza creativa de Agust D.
—¿Por qué actúas como si algo muy malo estuviese pasando en el mundo?
JiMin aparta la mirada de su rostro y recorre la habitación con poco disimulo.
—A lo mejor es por esos vídeos de Zombies en China. —Suelta, en una ingeniosa carrera por hacer que Agust deje el tema de los nervios y las dudas de lado.
Bueno, de hecho el tema de los Zombies si le atrae y quizá haría falta una buena conversación. Empezar a crear rutas de escape, huir a una maldita isla, provisiones, armamento.. a miles de kilómetros de la civilización y de Jin.
Si, carajo.. pueden dejar a Jin con engaños y largarse con NamJoon y el fastidioso de JungKook en brazos.
Suena bien, suena como..
—No intentes persuadirme, JiMin. Venga, ya es hora de que me digas que pasa y dejes de actuar como si algo peor que esos Zombies, te estuviese volando la cabeza.
Está vez JiMin deja caer la mirada sobre su hijo. Un momento y después otro.
Él duda.
—JiM..
—¿Y si existiera la posibilidad de que tengamos otro bebé?
Agust parpadea. Bueno, esto no se lo esperaba.
—.. cómo.. prontito..
Ay.
Ay mierda.
Ay carajo.
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