2O
Cuando Agust al fin logra relajarse, JiMin está cumpliendo los seis preciosos meses de embarazo.
Es una bolita hermosa, con las mejillas sonrojadas y los labios rojizos.
Es el ángel de Agust D y..
—¡AGUST, LEVANTA TUS MALDITOS CALZONES!
El mayor rueda los ojos, demasiado vago para levantarse del sofá y soltar el libro con nombres para bebés.
La ropa interior le golpea justo en el rostro, causando un grito de su parte y un gruñido por parte de su hormonal pareja.
¿Desde cuando su dulce cielo es tan difícil de tratar?
—Ya no puedo dormir, me duele la espalda, mis vómitos continúan y mis cambios de humor me están matando, ¿en serio no puedes siquiera, recoger tu maldita ropa?
Bueno, Agust está seguro que no es para tanto.
—Lo siento gatito, prometo hacerlo.
JiMin parece relajarse, tronando sus pequeños nudillos y tomando asiento a su lado.
Su pancita es todo lo perfecto del mundo y mierda, Agust ama a su chico y ama a su perfecto bebé.
—¿Quieres un masaje? —Sugiere, apegandose a su chico. —Puedo preparar la tina y buscar un rico gel que de seguro ayudará a tu gordita persona y..
—¿Cómo me llamaste?
JiMin respira profundo, mordiendo sus rellenos labios y aguantado las ganas de abalanzarse y ahorcarlo.
Sin embargo, se contiene.
—Estoy embarazo MI AMOR. No gordito.
Agust guarda silencio, concentrándose de nuevo en su libro y decidiendo que JiMin está en esa etapa en la que todo lo vuelve sensible.
Pero entonces le escucha sollozar y de nuevo, él solo lo deja como un estúpido.
—E-eres un insensible.
Día a día, Agust está entendiendo que ese bebé suyo.. es un rebelde.
—Bongi, quiero galletitas. —JiMin susurra entre lágrimas, pero sonriendo de una forma que causa temor en el mayor.
Cosas de embarazados y esas mierdas que Jin le dijo.
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