27
—¿Que opinas? Te lo dejé brillando.
Agust asiente, luciendo complacido ante las palabras de su chico.
—Claro bebé, me dejaste el pelón brillando.
Lo siguiente que sabe es que JiMin lo abofeteo, pero suavecito porque aún se preocupa por él.
—¡Estoy hablando del piano!
Frotando la piel dañada de su mejilla, Agust resopla. Es casi como si JiMin hubiese olvidado lo muy caliente que anduvo en esos días y al pobre que se sacrificó por su bien.
—Puliste ambos, así que gracias. —Murmura, encogiendose sobre su sitio por si a JiMin se le ocurre soltarle otro golpe.
—Y ambos se empolvaran por largo tiempo si continúas hablando. —Frotando su mejilla, JiMin regresa su atención al productor. —Mira, no olvides que esta tarde es de compras. El bebé llegará pronto y aún nos faltan muchas cosas. Estaba pensando en..
Durante la siguiente hora, Agust escucha el parloteo de JiMin y sus cientos de ideas para terminar de arreglar la habitación del bebé.
Por supuesto que se siente feliz de aquello, pero sus ideas están un poco nublada debido a los cambios de humor de JiMin y ya siendo más sincero, tampoco dejará de lado que hace más o menos un mes, siente la enorme necesidad de permencer pegado a su novio.
Desearía permencer todo el día a su lado, besando sus mejillas abultaditas y sus labios rechonchitos, hundiendo su nariz en la curvatura suave de su trasero.. no, perdón, de su cuello.
Carraspea, sacando las ideas eroticas de su cabeza y regresando la atención hacia el luminoso JiMin.
—¿Que opinas?
Parpadeando rápidamente, asiente hacia lo que sea que esa pregunta se refiera.
No hay modo de que le diga a JiMin que no le prestó atención y quedar como el jodido mal padre que pinta ser.
Pero su chico es tan suave y bondadoso, que parece saberlo sin preguntar y decide tener toda la paciencia que siempre le caracterizó, para tratar con un idiota como él.
—Dije que sería bueno pensar bien sobre el nombre.
Agust jadea, haciendo lo único que saber hacer desde que tiene memoria. Algo que no es exactamente ser un buen productor y crear música.
Cagarla.
—¿No lo llamaríamos estorbo?
Disculpenlo, es un poco insensible pero les jura que lo dijo con cariño.
De todas formas, ama muchísimo a su bebé pero continúa siendo un cabezota.
—¡MIN AGUST D!
Ah. Otra semana durmiendo en el cómodo baño.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top