—Priepara mi chocomilk. 

Agust abre los ojos un tanto desconcertado, observando rápidamente a su lado y levantándose del cómodo sofá en la sala de Kim lunático SeokJin.

A sus pies, el pequeño JungKook le observa, sentadito en su alfombra de colores y con su dedo pulgar en la boca.

—¿Qué?

Tras varios minutos observandose mutuamente, Agust termina por negar y soltar una carjada.

Ese bicho sólo tiene 1 año y no habla.. ¿verdad?

—¿Qué haces aquí pequeño engendro de Satanás?

El bebé saca su dedito y sonríe, como si Agust tuviese todas las respuestas del mundo y aquello termina por relajar al mayor.

Puede escuchar el parloteo de JiMin y Jin e incluso los ronquidos de NamJoon en alguna parte de la casa.

—Espero que la cena este lista, muero de hambre.

JungKook niega, aún sin borrar su sonrisa y el mayor gruñe.

—Eres un bebé medio extraño, igualito que tu papá Jin.

Un pequeño balbuceo escapa de los labios del bebé y Agust no puede creer que este manteniendo esa conversación con un bebé que probablemente no entiende una sola cosa.

Y si no entiende..

Agust echa un vistazo a su espalda y consciente de que no hay nadie cerca, él decide demostrar que tan maduro es.

—Ni en tus sueños. —Susurra al bebé. —Mi pequeño no nacido bebé TaeHyung, nunca tendrá novio.

JungKook frunce su delicado entrecejo y seguidamente, suelta una carcajada que borra la sonrisa siniestra de Agust.

—¿Qué demo..

—Awww, ¿entrenando para nuestro bebé? —JiMin medio grita, saliendo de la cocina con su tierno delantal que ya no le cierra. —Eres un encanto, mi amor.

Agust decidió dejarlo pasar.

JungKook le ponía nervioso.