8. Como agua del mar, como lluvia del cielo
Haré todo lo posible para encontrar mi camino a través del tiempo,
Debido a mi persistente visión y el dibujo de mis sueños,
Que representan a mi yo completo y puro,
Volaré sin fin, hasta encontrar mi camino y eliminaré el miedo,
Quiero darle la bienvenida a esta brillante, clara y mejor alma.
Lay - Soul.
Como agua del mar, como lluvia del cielo
Las calles son adoquinadas y las casas de un piso se ven bastante amplias y prácticamente todas las fachadas en Suwon son de colores rojizos hasta tonalidades tierra.
—Es pintura a base de terracota —explica de la nada Junmyeon a su lado al ingresar a la aldea—. Hay bastante terracota en esta zona, por eso las casas tienen esas tonalidades, además la gente de aquí se dedica a la alfarería.
Yixing lo confirma cuando pasan por el centro del poblado, hay carpas a cada lado del camino, de colores entre morados, rojos y verdes, que sirven como pequeñas tiendas donde los vendedores exhiben sus productos, como jofainas, vasijas, platos hasta figuras de Buda y de dioses hindúes; todos construidos con arcilla rojiza. Siguen caminando en medio de las apretujadas callejuelas, tirando de sus caballos en medio de la multitud, las personas pasan de largo con la vista gacha alrededor de Junmyeon, lo que le parece extraño, sí él ha vivido allí y su madre sigue residiendo en esa aldea, no debería ser así, es algo que le llama la atención.
—Parece como si no te conocieran.
—Créeme lo hacen —dice riendo débilmente—. Solo que, uhm mi madre se ha ganado una reputación, a punta de exageraciones... así que prefieren simplemente ignorar al hijo de una Wu.
—Pero dijiste que ella no es una bruja.
—Y no lo es —aclara calmadamente—. Pero la gente piensa que sí lo es.
—¡Y hemos llegado! —anuncia luego de unos minutos cuando han atravesado la aldea y están a las afueras.
Están a unos escasos metros de una casa de un piso, de tonalidades rojizas, que ya sabe, es debido a la terracota, a un lado tiene un establo, y sobre la fachada hay una enredadera, que asciende por toda la columna, de hojas verdes puntiagudas, y con un fruto rojizo, Yixing se acerca y toma una de estas en su mano.
—¿Son bayas?
—Si —Junmyeon mira hacia los lados y su sonrisa se amplía al señalar con su mano una serie de árboles pequeños a un lado de la propiedad—. Y al parecer mamá sigue con su viñedo.
Han atravesado un caminito de piedras blancas luego de asegurar los caballos en el establo, cuando Junmyeon está a punto de golpear la puerta, esta se abre desde adentro. Yixing se encuentra nervioso, expectante al encuentro con la enigmática señora Kim.
Desde su posición solo ve un par de pálidos brazos rodeando el cuello de Junmyeon quien ahoga un quejido, cuando la mujer al parecer lo abraza con demasiada fuerza.
—¡Mamá, tiempo sin verte! —exclama.
—Hijo, tus ojos están brillando —señala ella y su voz es firme.
Yixing sonríe ampliamente al escuchar el comentario.
—Eh, si mamá —agrega algo apurado—. No vine solo —Junmyeon se hace un lado.
Cuando tiene la atención de la señora, Yixing la saluda con una reverencia a la señora y observa cuando ella se le acerca y lo toma por los hombros.
—Tú debes ser quien hacía que mi corazón doliera.
Yixing con la boca abierta mira a Junmyeon quien solo se encoge de hombros como diciéndole, "te lo advertí", la mujer extiende sus brazos y Yixing se encorva un poco para quedar a la altura de la mujer bajita.
—Pero ya ha sanando —agrega cuando todavía lo tiene entre sus brazos.
La mirada de ella es tan penetrante, como si estuviera viendo su alma, probablemente lo esté haciendo. Y sus ojos, nunca había visto algo similar, la mujer tiene un ojo azul y el otro es marrón, el aspecto de la señora es desalineado, su cabello ondulado, gris casi blanco cae hacia los lados y le da un aspecto despeinado, además que sus ropas son anchas y oscuras; sin duda, es alguien que se sale del molde.
—Mamá, él es... Zhang Yixing. Te escribí hace unos meses de él.
—Señora Lee Hi, un gusto finalmente conocerla, Junmyeon me ha hablado mucho de usted.
Pero la mujer no parece creerle y hace un sonido de incredulidad mirando a su hijo.
—Estoy seguro que mi hijo intenta ocultarme a toda costa, hasta se avergonzará de su mamá
—¡Mamá! —se queja Junmyeon—. No es cierto, no le hagas caso, Yixing.
La casa es amplia, una vez Lee Hi los invita a pasar, hay algunos ventanales decorados con pinturas de flores de loto, y en el pórtico hay una enorme estatua de un Buda que le llega a nivel de su cintura; también tiene un solar agradable en el centro de la casa, y al igual que la casa de Junmyeon, hay estantes en madera con cientos de frascos, hiervas, y una pequeña huerta vertical dentro de la cocina, de la que reconoce menta, manzanilla, lavanda, y otras plantas aromáticas.
—Te advertí, que ella podía ser un poco...
—Encantadora —complementa Yixing que se ha fijado por el rabillo del ojo que la señora los está oyendo, así que intenta sutilmente advertirle a Junmyeon para que no diga nada imprudente.
—Ella es muy extraña.
—¡Kim Junmyeon! ¿te avergüenzas de la persona que te parió?
La señora se encuentra ahora detrás de Junmyeon con sus brazos en jarra y un gesto molesto en su rostro, que le recuerda a Junmyeon cuando Kyungsoo hace alguna de sus travesuras. El aludido voltea lentamente e intenta disculparse, pero la mujer lo interrumpe:
—El almuerzo está listo.
Yixing bastante apenado por las atenciones recibidas se dispone junto con Junmyeon a organizar la mesa hasta sentarse con sus piernas cruzadas sobre el piso para tomar el almuerzo.
—Apuesto que sabías que veníamos —comenta Junmyeon luego de dar una probada al vino casero, una vez que recogen la mesa.
—Por supuesto —La señora lleva su mano a un colgante que tiene una piedra verde opaca, similar a la cadena que siempre lleva consigo su hijo—. Siempre sé cuándo mi hijo tiene encrucijadas y es por eso que estás aquí ¿verdad?
Junmyeon con el rostro enrojecido niega.
—Te equivocas, en realidad venimos de paso, Yixing —Junmyeon le dirige una mirada— ha pasado por una serie de dificultades y yo le dije que tú podías saber si sigue teniendo fortuna.
—Por supuesto que la tiene, después de todo te encontró a ti, hijo —señala sonriente.
Yixing apenas puede tomar de su vino y esquiva la mirada de la señora antes de preguntar interesado en su respuesta.
—¿No cree que haya sido casualidad?
Pero ella niega mirando hacia la nada.
—No hay casualidades en el mundo. —Le segura—. Pertenecemos a un destino, y el destino te llevó a los brazos de mi hijo, aunque pueda que hayas tenido una ayuda extra.
—¿A qué te refieres, mamá?
Yixing decide escuchar atentamente la respuesta de la señora, algo en él desde esa mañana se ha preguntado si Soojung lo ha estado acompañado.
—Es un espíritu femenino —agrega ella manteniendo los ojos cerrados como si entrara en trance, su voz es profunda—, quien te ha salvado, no solo una vez, dos veces, en la que has quedado a la deriva en el mar.
Yixing ha quedado sin palabras sus ojos se empañan por las lágrimas que atentan en salir.
—Yixing —Lee Hi lo toma de su mano como el gesto de una madre compasiva y le habla suavemente—. Tienes una gran fortuna y un propósito que todavía no has terminado de cumplir. Puedo ver que has sufrido bastante y has perdido, pero ese dolor ya no está en tu mirada, ha cambiado, algo o alguien lo ha hecho cambiar —agrega esto dirigiendo una mirada significativa a su hijo quien parece más que todo avergonzado y protesta de inmediato.
—¡Mamá!
—¡Mamá, nada! Tú también te ves diferente. Solo cuídense los dos y cuiden a mi nieto, no puedo creer que no lo hayas traído.
—Era un viaje largo.
—¿Estás bien, Yixing? —Junmyeon por primera vez después de iniciar esa extraña conversación lo mira, y siente su preocupación, intenta asentir, pero no lo consigue como si estuviera en otra piel, su cuerpo ha dejado de responderle y se siente débil.
—Déjalo no te va a responder, ha pasado por mucho, llévalo a tu antigua habitación, necesito hablar contigo.
Después de eso, Yixing es llevado por Junmyeon hacia una habitación en el fondo, en la que convenientemente hay dos esteras y colchas organizadas. Junmyeon suavemente le ayuda a acomodarse, extiende la colcha sobre él, ya que ha estado titiritando de un frío súbito.
—Debí decirte, mi madre toma la energía de las personas cuando "hace eso" de canalizar. No hay nada como un buen descanso para que te sientas mejor. —Besa su frente y se queda allí por unos segundos—. Descansa, Yixing.
🍃☀️🌸
—Siempre te dije que el aire y agua traerían el amor para ti.
Junmyeon se sienta frente a su madre en el corredor. Ella está tejiendo una canastilla de mimbre y ni siquiera lo mira.
—Y que uno de los dos sería más fuerte que el otro —añade ella concentrada en su tarea.
—Aún recuerdo cuando conocí a Yoon-ah —indica Junmyeon sumergiéndose en sus recuerdos—. Ella estaba corriendo tras su sombrero que aterrizó sobre mis pies; el viento llegó de sorpresa ese día. —Finaliza con una pequeña sonrisa.
—Te dije que era el destino, incluso cuando solo tenías 15 años.
—Fui muy feliz con ella.
—¿Y ahora? —su madre levanta la mirada, tan penetrante que no se le ocurre otra cosa más que ser sincero con ella.
Junmyeon hace un encogimiento de hombros.
—Lo soy nuevamente. Yo lo amo, mamá. —Su sonrisa se ha extendido y siente que está sonriendo con toda su cara.
Junmyeon cree ahora saber cuál de esos dos amores es el más fuerte. Su madre le sonríe complacidamente.
—Y él te ama a ti —Le asegura—. ¿Cuál es tu temor? —La mujer detiene su actividad.
—Yo... —su voz se quiebra y mira hacia otro lado—. Solo pensé que él seguiría amando a su esposa y lo que sentía por mí era solo agradecimiento.
—Y lo hace, él la sigue amando, al igual que tú sigues amando a Yoon-ah, el sentimiento no desaparece. Lo importante es que amas al extranjero y él te ama a ti, no lo dudes, hijo.
—Gracias mamá.
Junmyeon más tranquilo al escucharla, rodea a su madre y la abraza por detrás descansado su barbilla sobre su hombro estrecho.
—Yo... no quiero que la gente nos juzgue —confiesa.
Junmyeon recuerda hace unos años, a su aldea llegó una pareja de hombres, altos, delgados y de poco hablar; la gente llegó a especular que eran amantes, tanto fueron los rumores que decidieron marcharse. No quiere que lo mismo les pase, no lo soportaría, especialmente sí eso daña a Yixing y en especial a su pequeño hijo.
—Confía en mí, no lo harán.
Lee Hi acaricia sus manos y gira su cuello mirándolo, Junmyeon se siente reconfortado con el gesto y con aquellas palabras. Toca el colgante que ha llevado desde que tenía 13 años con la piedra de jade verde, que lo ha protegido todos estos años; su madre en sus saberes, había conjurado la piedra.
—La próxima vez trae a mi nieto. Sabes que Kyungsoo tendrá un momento difícil.
Tiembla al escuchar las palabras apesadumbradas de ella.
—Si, lo sé. Por eso intento ser un padre comprensible, para que cuando llegue el momento, él pueda confiar en mí.
—Y lo hará —asegura— Va a ser menos difícil desde ahora —añade ella mirando hacía el panel que separa la habitación donde descansa Yixing.
Junmyeon suspira cual enamorado y ella le sonríe. Adora a la madre que le ha tocado, siempre comprensible y desobligada de cualquier prejuicio de la sociedad; la besa en la mejilla con mucho amor. Ahora puede ser finalmente libre, Yixing le da alas para sentirse en completa libertad.
Se quedan allí en silencio, hasta que ella termina la canasta. Cuando se da cuenta, el sol está sobre el horizonte, su madre lo despide con un toquecito en el hombro y le indica que se dirija a la habitación; pero Junmyeon, tal vez por el cansancio, corre el panel equivocado y encuentra que su madre ha organizado otra habitación, sabe que no debe ser una coincidencia, así que confundido se voltea a verla.
—¿Por qué organizaste otra habitación?
La mujer tan enigmática como siempre, le sonríe como si supiera algo que él no.
—Ve a despertar a Yixing —dice a cambio— y salgan a caminar, los árboles de Cerezo en esta región ya han florecido, de seguro le fascinarán.
🍃🌸🌘
Como un niño obediente, luego de asearse y que su madre le preparara a Yixing un brebaje de esencia con algunos pétalos rosados flotando para recuperar energía; salen al exterior. Junmyeon hace mucho que no se detenía en la vista de su tierra natal, le da la impresión que todo sigue igual, y lo mejor, hay pocas personas en las calles, así que se siente más seguro en salir en compañía de otro hombre.
Yixing a su lado permanece callado, pero puede sentir su mirada sobre él.
—¿Ya te sientes mejor?
Yixing sonríe y el hoyuelo de su mejilla salta la vista.
—Mucho mejor. Tu madre ella...
—Sí, tiene un don especial.
Junmyeon mira al cielo, es una noche de luna llena. En eso siente a Yixing acariciando su cabello, no puede negar que el gesto lo relaja.
—Creo que nunca me has hablado de tu esposa.
—Es verdad —Junmyeon frunce sus labios antes de seguir—. Yoon-ah, ella, mi esposa... sucedió cuando tenía 15 años, esa vez realmente nos vimos.
—¿Se conocieron en ese momento?
Junmyeon se detiene, Yixing luce intrigado y puede notar que está revitalizado luego del brebaje, sus mejillas tienen un tono levemente rosado. Niega a su pregunta, y decide abrirse con él y le confiesa cuando Yoon-ah y su familia vivían aquí, por lo que desde niños se conocían, pero nunca estuvieron interesados el uno del otro, hasta que el viento sopló a su favor y un día mientras caminaba de regreso a su casa, a sus pies aterrizó un sombrero, lo recogió y en seguida ella luciendo apurada, apareció ante sus ojos.
—...Y bueno supongo que allí nos enamoramos. —Junmyeon corta allí su recuerdo. Yixing parece dudoso.
—¿Qué pasó después?
Suspira pesadamente antes de continuar, están a punto de iniciar un sendero de árboles de Cerezo, pero Yixing parece tan absorto en esa conversión que no podrán disfrutar el camino como él desea, así que detienen su caminata.
—Fuimos pareja y un par de años después, sus padres fallecieron antes de casarnos, fue muy duro para ella—reflexiona con su vista sobre los árboles rosados—. Así que por esa razón nos mudamos a Jemulpo y al año siguiente nació Kyungsoo, un par de años después, ella quedó embarazada nuevamente, una segunda bendición llegaría.
Siente la mano de Yixing sobre la suya reconfortándolo y le agradece silenciosamente. La mirada del otro hombre es cálida y le anima. Cuando cree que no va a quebrarse en llanto, continúa:
—Recuerdo que mi madre estaba preocupada por su embarazo, no fue igual con el de Kyungsoo. Así que por esos meses ella estuvo acompañándonos, pero Yoo-ah enfermó gravemente en el último mes; hice todo lo que pude, recorrí distancias para encontrar algo que la pudiera sanar. —Junmyeon hace una pausa, Yixing está cada vez más cerca, parece contenerlo cuando está a punto de venirse abajo.
—Una noche sentí como si aplastaran mi pecho, lo supe en ese momento, algo estaba mal, así que dos días después, puede finamente regresar a casa. —Junmyeon sacude su cabeza y con un murmullo culmina su recuerdo—. Era demasiado tarde, ella había fallecido con mi hijo no nacido.
Yixing lo rodea entre sus brazos y se deja acunar como un niño pequeño buscando protección, sus manos se pasean suavemente sobre su espalda. Había días que sus recuerdos lo querían hundir, pero intentaba aparentar que todo estaba bien, especialmente porque había un pequeño que dependía de él y necesitaba a su padre más que nunca; solo su madre y ahora Yixing, pueden saber el dolor en su corazón.
Yixing ahora entiende la razón por la que Junmyeon había colocado dos velas en su flor de loto. Alguien tan brillante como él, ha sufrido bastante y se siente un ser egoísta al pensar que su dolor es único, Junmyeon también pasó un tiempo difícil, su corazón también estaba llorando pidiendo a gritos ser escuchado.
Mientras lo abraza, el extranjero deposita un beso sobre su coronilla y lo arrulla un rato más.
—¿Recuerdas la ceremonia con la flor de loto? Esa vez fue la primera vez que la flor de loto por mi esposa e hijo entraba al mar. Creo que fue porque tú estabas allí conmigo.
—Me dijiste que esa era una señal cuando el alma está descanso en paz ¿Crees que ahora ella es una con el mar?
Junmyeon niega y con aire nostálgico, reflexiona:
—Estoy segura que ella es la brisa que mueve el mar y lo convierte en olas. Es libre ahora y eso es todo lo que importa.
—Junmyeon, siento que hemos llegado hasta aquí por una razón, dijiste que tenías dudas de la sinceridad de mis palabras. Yo te amo, realmente lo hago y quiero una vida contigo.
—Lo sé... siento desconfiar. Supongo que es un buen momento para entregarte mi corazón, en este tiempo he aprendido a amarte. Te amo, Zhang Yixing.
Yixing manteniendo una suave mirada, toma entre sus dedos su mentón, hasta reducir la distancia, siente la presión de sus labios sobre los suyos, lentamente Junmyeon abre su boca hasta que se entrelazan en movimientos acompasados; su corazón está latiendo fuertemente, ladea su cabeza mientras las manos de Yixing descansan sobre su cintura, en eso se detienen y se sonríen cómplices antes de fundirse en un beso celestial. Una brisa fría los envuelve, y de los árboles de cerezo se desprenden pétalos rosas que caen a su alrededor como lluvia y su vista se deleita al ver a su amado de mejillas rosas y labios rojizos; lo ama, lo hace con una intensidad que le aterra, espera que la vida sea justa con ellos y le permitan vivir su amor prolongadamente con intensidad.
Yixing toma el rostro de Junmyeon, ve que sus ojos brillan, un pequeño pétalo termina sobre su nariz; lo que le hace sonreír, en seguida el pétalo emprende su vuelo cuando la suave brisa los rodea nuevamente, la senda a su alrededor parece mágica, las lámparas de luz amarilla proveen un gentil espectáculo. Yixing siente su amor. Lo toma de la mano y caminan con sus corazones como uno.
🌸🍃🌙
Regresan a la casa, y Yixing se siente bastante exhausto, mañana deben seguir su camino hasta Goyang y ya se han retrasado lo suficiente, pero no lo lamenta, se siente feliz, realmente lo hace. Así que cuando su cara toca la suave almohada, se duerme de inmediato; ni siquiera ha podido esperar a Junmyeon quien se quedó hablando con su madre.
—Te ves tan radiante, hijo. Supongo que todo salió bien con el extranjero.
Junmyeon solo asiente sintiendo que el enrojecimiento ha invadido su cara hasta sus orejas. Aun cuando es cercano a su madre, le incomoda hablar de su intimidad especialmente cuando se trata de otro hombre, pero a ella nunca pareció importarle.
—Le dije que lo amaba.
—Eso está bien —Su madre frunce los labios y su mirada es perdida, sus ojos marrón y azul lucen tristes.
Junmyeon pueda que no tenga el don como su madre, pero a veces puede comprender cuando una emoción se filtra a través de una mirada. Es allí cuando nota la luz de una lámpara en la otra habitación.
—¿Quién está allí, mamá? —intenta preguntar confidencialmente. Algo le oculta y lo único que piensa es que...
—Toma, hijo —Ella le entrega una carta.
La recibe con extrañeza, el sobre tiene un nombre.
—¿Jung Sooyeon?
—Mañana temprano solo regresen a casa y cuando estén allí, entrégasela a Yixing—ordena ella susurrando.
Junmyeon frunce el ceño, sacudiendo su cabeza en negación, el sobre empieza a pesar en sus manos.
—No puedo simplemente hacer eso, Yixing está empeñado en llegar a Goyang para... —Junmyeon se detiene y lee nuevamente el nombre en el sobre—. ¿Jung Sooyeon? —Intenta hacer memoria, ha escuchado el nombre antes—. La familia Jung que solían vivir en esta aldea.
—Así es, ellos solían vivir aquí, Jongdae, la hija mayor de la familia y tú, solían ser cercanos cuando eran apenas unos niños.
—Lo recuerdo, luego su familia se mudó a ¡Goyang! —Junmyeon amplía los ojos, sus manos empiezan a temblar ante la realización...
—Y de esa familia solo queda Sooyeon —agrega su madre bastante melancólica.
—Acaso... —No termina de formular la pregunta cuando su madre lo mira y asiente.
—Sí, es ella, la persona que Yixing está buscando, la hermana de su esposa.
—¿Pequeño cristal?
Ahora lo recuerda, la hermana menor de Sooyeon, siempre la seguía. Su madre le había obsequiado un colgante de cuarzo transparente, de allí que en la aldea la conocían como pequeño cristal.
—Jung Soojung. —replica ella.
Se ha quedado sin palabras.
—Le diste una piedra de cuarzo.
—La madre de Soojung estaba preocupada por su hija, cuando era una bebé parecía que no sobreviviría, pero lo hizo; sin embargo, cada vez que llovía ella parecía enfermar, así que su madre acudió a mí, quería protección para su hija, Leí su fortuna, y era corta, es por eso que le obsequié la piedra de cuarzo, para repeler la energía negativa y darle vitalidad a su cuerpo por un par de años.
—Así que la persona que Yixing busca, está durmiendo en la habitación contigua, Sooyeon.
—Es así. Ella viene periódicamente intentando que contacte a su hermana —aclara—, no ha sabido nada de ella desde hace un tiempo, pero hoy le he confesado que ella ya murió. Su dolor es muy reciente y de seguro sí mañana ve a Yixing, no será lo mejor para ninguno de los dos.
—¿Me estás pidiendo que nos marchamos antes, sin que se entere?
—Es tu alma gemela, él entenderá la razón que le des.
—Pero no le puedo mentir —exclama inconforme—. Él merece saber.
Su madre se desvanece, sus manos son rápidas y la atrapan antes que caiga al suelo; la lleva en brazos a su habitación. Hay un precio por ese don: su vitalidad se ve reducida y se debilita cada día, especialmente cuando la carga energética ha sido fuerte durante una jornada. Está preocupado, su madre ha envejecido desde la última vez que la vio; pese a lo que le pidió, no cree que pueda cumplirlo.
Yixing despierta cuando Junmyeon ingresa a la habitación, sonríe todavía adormilado y lo observa silenciosamente cuando cambia su ropa y se coloca el camisón, sus piernas quedan desnudas y bajo la lámpara de luz amarilla, se deleita en ellas. Junmyeon se sienta a su lado dándole la espalda, sus hombros se ven caídos, así que no lo piensa más, cuando se pone de rodillas detrás de él y rodea su cintura, apoyando su barbilla sobre su hombro.
—¿Está todo bien? —pregunta Yixing extrañado. Le preocupa su silencio, pero él niega, gira su cuello y sus labios se encuentran brevemente.
—Ha sido una jornada diferente. Solo estoy un poco cansado.
—Sí, yo también me siento agotado, pero definitivamente muy muy feliz.
Yixing bosteza y Junmyeon ríe, acomodándose juntos en las dos esteras unidas.
—Mañana debemos salir temprano, aunque me gustaría quedarme aquí —comenta manteniendo su sonrisa.
—Es un poco raro que no me hayas dicho el nombre de la mujer que estamos buscando.
—¿Verdad? —Yixing se sorprende al darse cuenta de esto—. Tienes razón, la hermana se llama Jung Sooyeon.
El cuerpo de Junmyeon se tensiona.
—Oh, ya veo, yo...
Yixing se acerca atrayendo el cuerpo de Junmyeon y es tan diferente a la noche anterior, así que lo besa en los labios y lo calla, no quiere hablar de algo que le trae recuerdos tristes y sumergirse en ese camino, especialmente porque esa noche Junmyeon dijo que lo amaba, sus sentimientos son recíprocos.
Su sesión de besos se vuelve más intensa, puede sentir esa misma necesidad que arde en su pecho en los labios de Junmyeon, encuentra fascinante lo bien que se siente, sus manos acarician sus suaves piernas y esta vez no hay restricciones, lo quiere todo para él, su cuerpo, su mente y alma, y aunque puede obtenerlo, sabe que no será esa noche, es feliz sí solo lo tiene entre sus brazos antes de dormir.
—Te amo, Yixing, no lo dudes —susurra, sus labios vibrando sobre su pecho.
Yixing le da un beso en la cima de su cabeza.
—Y yo te amo a ti, nunca lo olvides.
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Este cap es el mas brillante y lleno de amorcito 💖🌸☘🌹
Espero les haya gustado 💖
El próximo capítulo ya es el final.
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