• tres •

— No te des la vuelta —murmuró, mirando aún hacia algún punto por encima de su cabeza. Jungkook entrecerró los ojos, tratando de enfocar la vista. Un grupo de adolescentes con remeras de BTS se acercaba por la misma acera en la que ellos se encontraban. Con una KCON en la ciudad, no resultaba sorprendente que el lugar estuviera atestado de fans del K-pop, pero Jungkook no había pensado que eso se convertiría en un problema esa noche. Ahora veía que se había equivocado.

El morocho esperó durante un par de segundos más, pero muy pronto estuvo claro que esas jóvenes estaban, efectivamente, dirigiéndose hacia ellos. Jungkook bajó la mirada y la posó en el rostro de Lisa. ¿Qué debía hacer? Si esas fans se acercaban lo suficiente como para poder reconocerlo... En cualquier otro momento Jungkook le habría restado importancia a algo así, pero ahora no estaba solo: aunque se debiera a una simple casualidad, Lisa estaba con él.

Jungkook se llevó una mano a la visera de su gorra en un acto reflejo. Una cosa estaba clara, y era que las fans no interpretarían la situación en la que se encontraban como algo circunstancial. Lo que pensó sería una noche de ocio acababa de convertirse en una pesadilla. Sin siquiera haberlo visto venir, podría encontrarse en medio de un escándalo y, lo que era peor, arrastrarla consigo. Pero antes de que hubiera podido tomar una decisión, un agudo grito de emoción lo forzó a regresar a la realidad.

Y entonces todo sucedió a una rapidez vertiginosa. Jungkook la tomó de la mano y tiró de ella para que lo siguiera mientras comenzaba a correr en dirección opuesta a las fans. A pesar de que las acciones de Jungkook habían tomado a Lisa con la guardia baja, los gritos que alcanzó a escuchar a sus espaldas le dieron una clara idea de lo que estaba sucediendo. Aunque hubiera querido detenerse, el fuerte agarre de Jungkook y el torrente de adrenalina que ahora estaba recorriéndola de pies a cabeza no se lo habrían permitido. Corrieron sin detenerse durante varios minutos, pero Jungkook pronto se dio cuenta de que tendrían que hacer algo más que correr para poder librarse de ellas. Nervioso, miró hacia atrás por encima de su hombro y comprobó que las fans aún los perseguían, con sus teléfonos móviles en alto. Jungkook dudaba que alguna de esas fotos fuera a salir nítida dada la velocidad que llevaban, pero no podía arriesgarse. Tenían que perderlas, y tenían que hacerlo cuanto antes.

Jungkook comenzó a mirar hacia todos lados, tratando de encontrar algo, lo que fuera, que pudiera salvarlos. Pero cuando estaba a punto de darse por vencido, sintió que Lisa tiraba de él para conducirlo hacia la calle. El semáforo estaba en amarillo, por lo que cruzaron hasta el otro lado como una exhalación... y cuando la luz cambió a rojo, el grupo de fans quedó atascado del lado contrario, viendo cómo una gran cantidad de vehículos les impedían el paso. Jungkook volteó la cabeza para poder comprobar el resultado, y no pudo evitar soltar un suspiro de alivio. Miró a Lisa, que captó su mirada mientras continuaban corriendo.

— ¿Funcionó?

¿Que si había funcionado? Jungkook se la quedó mirando, admirando lo ingeniosa que había sido. Luego le respondió con un asentimiento mientras le hacía una seña para que doblara hacia la derecha. Percibió por el rabillo del ojo el destello de una sonrisa, pero ninguno de los dos se sintió lo suficientemente tranquilo como para volver a hablar.

Al cabo de unos minutos, Jungkook finalmente consideró que ya podían dejar de correr y le soltó la mano por primera vez desde que la persecusión hubiera comenzado. Se quedaron quietos, analizando los alrededores, pero pronto fueron capaces de confirmar lo que ya se imaginaban: no tenían ni idea de dónde estaban en realidad. Sin embargo, ambos eran conscientes de que más les valía regresar al hotel antes de que a ese grupo de fans se les ocurriera dividirse para poder recorrer las calles en su búsqueda.

Jungkook notó que se habían detenido frente a la entrada de lo que parecía ser un callejón ubicado entre dos edificios, por lo que le hizo una seña para que lo siguiera. Cuando fueron cobijados por la oscuridad que reinaba en el lugar, se limitaron a quedarse en silencio para tratar de recuperar el aliento. Lisa pudo percibir que su agitada respiración iba recuperando su ritmo original, justo en el momento en que Jungkook le pidió que esperara allí para, acto seguido, alejarse de ella en dirección a la calle sin darle ningún tipo de explicación.

Lisa alzó una ceja, siguiéndolo con la mirada hasta que su figura hubo desaparecido por completo. Correr por las calles de Honolulu con el maknae de BTS para poder escapar de un grupo de fans desaforadas no era el plan que había ideado para esa noche, pero... allí estaba. ¿Qué dirían sus miembros cuando les hablara de esa "aventura"? Lisa soltó un bufido de incredulidad, mientras se sentía estremecer de pies a cabeza. Ahora que estaba sola se daba cuenta de que las cosas realmente podrían haberse salido de control. Blackpink era un grupo relativamente nuevo en el panorama del K-pop, y la imagen del equipo dependía en gran medida del comportamiento de cada una de sus integrantes. De sólo pensar en lo que podría haber sucedido si esas fans los hubieran alcanzado...

Un coro de voces femeninas llegó hasta el callejón desde algún lugar cercano a su posición. Lisa dio un paso hacia atrás de manera inconsciente y se quedó quieta, tratando de agudizar el oído para poder identificar la procedencia de esas voces, mas no tuvo éxito. Cuando Jungkook volvió a entrar en el callejón sin previo aviso, Lisa soltó el aire que había estado conteniendo. Aunque la situación debía haberlo puesto tan nervioso como a ella, el rostro de Jungkook exudaba la más absoluta tranquilidad. Él observó su lenguaje corporal y sacudió la cabeza mientras le tendía una botella de agua.

— No son... ellas.

Lisa aceptó lo que estaba ofreciéndole por reflejo mientras veía que él abría su propia botella. Un poco más relajada, la tailandesa lo imitó y bebió de la suya, dándose cuenta entonces de lo sedienta que se sentía. Jungkook evitó su mirada, tratando de escoger sus palabras con cuidado. Se había tomado un par de minutos —los que le había llevado encontrar la tienda más cercana— para poder meditar sobre la situación en la que se encontraban. Incluso había llegado a contemplar posibles caminos a seguir. Pero antes había algo que sentía la necesidad de hacer.

— Siento haberte llevado conmigo —dijo de golpe, notando que de repente se había puesto nervioso. Soltando un suspiro, apoyó su botella en el suelo y se quitó la gorra para poder revolverse el cabello con la mano que tenía libre—. Creí que si ellas me reconocían y te veían, pensarían que...

Jungkook dejó esa frase en el aire y la miró. Lisa no necesitaba que la completara, porque había entendido lo que estaba tratando de decirle. Sabía perfectamente lo que esa situación podría haber parecido a ojos de las fans. Lisa observó la postura de Jungkook, con una mano en su cabello y la otra girando la gorra con destreza, y se preguntó si la timidez que emanaba de él en ese momento sería producto de su imaginación. Ella era consciente de que Jungkook había tomado la decisión de empezar a correr por los dos, pero sus intenciones habían sido, a su juicio, las correctas. Sólo había querido librarla también a ella del peligro, y esa era la razón por la cual no consideraba que tuviera que estar disculpándose.

— Lo entiendo. Está bien —la tailandesa hizo un gesto con la mano, como restándole importancia al asunto—. Podría haber sido un problema.

Y un prolongado silencio fue lo que siguió a su respuesta. Lisa decidió romperlo mientras se encogía de hombros con naturalidad antes de volver a beber de su botella de agua.

— Entonces... ¿alguna idea de cómo regresar al hotel?

Jungkook soltó otro suspiro, sintiéndose aliviado de que ella hubiera sacado ese tema, y se dejó caer en el suelo, con la espalda recostada contra la pared. Luego comprobó su teléfono y chasqueó la lengua al ver que se había quedado sin batería.

— Iba a utilizar la aplicación de mapas. Creo que la opción más segura para nosotros sería ir por la playa y recorrer todo el camino de vuelta por la costa, en caso de que... —Jungkook se detuvo de manera abrupta cuando notó que Lisa estaba mirándolo en silencio. Sintiéndose repentinamente incómodo, no pudo evitar removerse en su lugar—. Ah... asumí que regresaríamos juntos, por eso di--

— Asumiste bien, porque eso es a lo que me refería —lo cortó Lisa, suprimiendo una sonrisa. Sabiendo que sólo contaban con su teléfono ahora que el de Jungkook estaba fuera de funcionamiento, se dejó caer a su lado. ¿Realmente creía que sería capaz de abandonarlo allí e irse sin mirar atrás?

Oh —Jungkook se tomó un par de segundos para procesar lo que ella había dicho, y luego volvió a colocarse la gorra que aún tenía en la mano. ¿Ahora ni siquiera podía emitir respuestas que no fueran monosilábicas? Frustrado, se dijo que debería dejar de actuar de esa forma, pero sabía que no le resultaría precisamente fácil ahora que Lisa se encontraba tan cerca de él. De acuerdo, acababa de vivir una experiencia un tanto alarmante, ¿pero a quién pretendía engañar? No era lo sucedido con esas fans lo que causaba que sus pensamientos se volvieran cada vez más densos, sino la persona que estaba junto a él.

Pero ya estaba bien. No seguiría dándole vueltas al asunto.

Así que, con esa determinación en mente, volvió a colocarse la gorra. Luego, tratando por todos los medios de no recrearse demasiado en el rostro de Lisa, se inclinó levemente hacia la pantalla de su teléfono para poder observar el mapa que ella había abierto en una aplicación.

— Esto es lo que estaba viendo cuando entré al ascensor —le explicó la pelinaranja mientras trataba de encontrar su localización actual.

Jungkook la miró con genuino interés.

— ¿A dónde querías ir?

— A la tienda más cercana. Rosé y yo estábamos de humor para helado... Pero me ganó en el "piedra, papel o tijera" —agregó, haciendo una mueca que hizo reír a Jungkook. Lisa lo miró durante una fracción de segundo, un tanto sorprendida al verlo sin la expresión de seriedad que parecía caracterizarlo. Por su parte, él no pudo evitar pensar que se alegraba de que ella hubiera perdido, pero sabía que ese sería un comentario que tendría que explicarle, y ciertamente no estaba dispuesto a hacerlo—. ¡Ah, nos encontré! Aquí estamos —Lisa señaló un punto en el mapa, y luego procedió a conectarlo con el punto que indicaba la ubicación del hotel—. Y... aquí está el hotel —cuando comprobaron la distancia a la que se encontraban, ambos guardaron silencio. Un segundo después, la risa de Lisa se expandió por el aire.

¡Wow! Estamos más lejos de lo que había imaginado —y concluyó su análisis soltando otra risita. Jungkook se preguntó qué estaría encontrando tan divertido de su situación actual, pero se descubrió a sí mismo sonriendo de todas maneras.

Tal vez Lisa no hubiera reparado en que habían corrido durante un buen rato, pero él sí que lo había hecho. No se había puesto a pensar en ello, claro estaba, teniendo a una horda de fans tras sus pasos, pero había sido vagamente consciente de lo mucho que estaban alejándose de su posición inicial. Lisa estimó que regresar al hotel —"caminando, no corriendo", puntualizó, haciéndolo reír nuevamente— les llevaría entre 20 y 25 minutos. La idea de ir por la playa era definitivamente la mejor opción, así que cuando el plan estuvo decidido, Jungkook se puso de pie y caminó hasta la salida del callejón. La calle estaba prácticamente desierta. Jungkook volteó la cabeza y vio que Lisa también estaba mirando hacia la calle, pero con cierta desconfianza plasmada en su rostro. Comprendiendo por qué, le tendió una mano para ayudarla a ponerse de pie.

— Estamos realmente cerca de la playa —le recordó, en un intento por hacerla sentir segura.

Lisa asintió y aceptó la mano que le ofrecía, pero se sorprendió cuando él no la soltó una vez estuvo de pie. Comenzaron a caminar en medio de un silencio que hizo que Lisa se preguntara cómo podía de repente estar sintiéndose tan cómoda con alguien con quien no había tenido trato alguno hasta esa noche. Pero la tailandesa se conformó con llegar a la conclusión de que lo que les había sucedido momentos antes era algo que, naturalmente, los había hecho depender del otro. Y, desde esa perspectiva, resultaba entendible que siguieran haciéndolo hasta llegar a un lugar que los hiciera sentir más seguros.

Así que no se separó de él hasta llegar a la playa. Cuando entraron en ella, Lisa cerró los ojos y se dejó envolver por el aroma a sal y arena mojada. Se alejó de Jungkook en dirección al mar y se quitó las botas cuando no pudo resistirse a la tentación de tocar la arena con los pies. Mientras la sensación funcionaba como un evidente calmante para ella, Jungkook se dedicó a observar los alrededores. Al cabo de un minuto, Lisa se volteó y comenzó a caminar hacia él, que aún estaba de pie, mirándola desde cierta distancia.

Continuará...

-o-o-o-o-

¡Hola de nuevo! :)

¡Muchas gracias a todos los que han leído y comentado esta historia! Nos han dicho cosas muy lindas, que funcionan como una gran motivación para nosotras. ¡Es genial que les haya gustado! Esperemos que el rumbo que el fic tomará de ahora en más también sea de su agrado :)

Ahora sí, el próximo capítulo será subido dentro de dos semanas (no más excepciones por ahora lol).

¡Nos leemos pronto!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top